En 1961, sus actuaciones en el CSKA le abrieron las puertas a la Selección de la URSS, la misma que un año antes se había quedado con la primera edición de la Eurocopa al derrotar en la final a Yugoslavia. El gran desafío apuntaba a Chile, donde se realizaría la Copa del Mundo 1962. Pero allí empezaría su drama personal.
Yashin detiene la llegada de Erkovicha. A la izquierda, Dubinski y Neto. |
Viktor Kanevskyi y Lev Yashin lo levantan. |
Los golpes siguieron y el georgiano Slava Metreveli, de la URSS, terminó con 12 puntos de sutura. Los soviéticos ganaron 2-0 y el formidable arquero Lev Yashin salvó el resultado en dos disparos de Dragoslav Sekularac y Milan Galić.
Pasado el Mundial, Dubinski se recuperó en Moscú y volvió a jugar en el CSKA, hasta 1964, año en el que pasó al KFK YuGV húngaro. La Selección ya había quedado atrás. Retornó a Ucrania en 1966 para sumarse al SKA Odessa y siguió dos temporadas más con la camiseta del Metallurg Lipetsk, en Rusia. Allí su carrera se terminó dolorosamente: tenía 33 años, podía seguir, pero aquella salvaje agresión de 1962 volvió a escena: la mala curación de la fractura le causó un sarcoma (una forma de cáncer) que tras varias cirugías derivó en la amputación de la pierna.
Estaba condenado a una silla de ruedas por el resto de su vida. Pero fue por muy poco tiempo. El 11 de mayo de 1969, a los 34 años murió por complicaciones derivadas de aquel fault asesino de Mujić.
Sus restos descansan en el sector 23 del cementerio Vagankovsky de Moscú. Nunca le faltan flores.