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domingo, 25 de mayo de 2014

El fútbol de Padania

Padania es un nombre alternativo para el valle del Pado en el norte de Italia y se compone por Lombardía, Piamonte, Emilia Romagna, Friuli Venezia Giulia, Veneto, Liguria, Trentino, Vallée d'Aoste.
El término "Padania" es el nombre de una región institucional propuesta en el Valle del Po y se ha utilizado desde 1970, cuando el estadista Guido Fanti comenzó a trabajar en él. En las encuestas recientes, casi el 40% de los habitantes padanos apoyar este proyecto.
La región ocupa el norte de Italia, el noroeste de Croacia y el sudeste de Eslovenia y tienen unos 27 millones de habitantes. Además del italiano, se hablan otras lenguas: piamontés, insubriano, véneto, furlan, padano oriental, patoué valdotèn y ladino.

El fútbol de Padania
Primera aclaración: la selección de Padania representa a la región y no tiene vínculo alguno con los movimientos políticos separatistas del norte de Italia.
El fútbol está regido por la Padania FA, la entidad que en 2013 tomó la posta de Calcio Padania, la otra que impulsó la selección que ganó tres títulos en la VIVA World Cup.
Desde el año pasado, la Padania FA ayuda a los pobladores de la región a participar en partidos y torneos internacionales y difundir ante el mundo sus ricas historia, cultura y tradición.
El representativo padano es la que llega con mayor experiencia al debut de la ConIFA World Football Cup, en la que competirá con Darfur y Osetia del Sur. En su plantel se destaca la presencia de Enoch Balotelli, hermano de Mario, delantero del Milan.


viernes, 23 de mayo de 2014

Final de la Champions League: ¡Viva Madrid!

No se podía pedir una final más emocionante: por primera vez el derby de una ciudad se traslada a la cima de Europa. El 24 de mayo, la capital de Portugal será Madrid.

Artículo publicado en ESPN Magazine, en mayo de 2014
Por PABLO ARO GERALDES

Los dos equipos más sólidos de España fueron esta temporada también los más compactos de Europa y van a dirimir la supremacía continental en una final que huele a tensa, táctica y emocionante por partes iguales.
Por primera vez en la historia, la Orejona, esa hermosa copa plateada que premia al mejor equipo europeo, tendrá una final con derby de una misma ciudad. Y es que Madrid será la capital de Europa el sábado 24 de mayo. Se jugará en Lisboa, sí, pero la capacidad del Estádio da Luz se multiplicará varias veces en el Paseo del Prado de la capital española, en esas tres cuadras que separan a las Cibeles de la Fuente de Neptuno, los dos monumentos emblemáticos que congregan a las celebraciones de Real Madrid y Atlético de Madrid, respectivamente.
Una final con sabor a clásico, con dos equipos que dan todo. Pero no en sentido figurado. En lo futbolístico explotaron al máximo sus recursos y se encuentran juntos frente al último escalón de la gloria. Hay nombre propios para ilustrar varias páginas de gloria, pero bien podría resumirse en dos: el aplanador Real de Cristiano Ronaldo y el emocionante Atlético de Diego Simeone.

LA CASA BLANCA
Después de doce años de ser potencia en europea, el Real Madrid logró plasmar su poderío llegando nuevamente a una final de Champions League. En este período hubo galácticos, estrellas fugaces y decepciones, pero el equipo merengue siempre puso su camiseta por delante de la del rival, impuso su protagonismo y cayó, la mayoría de las veces, con la frente alta.
¿Qué cambió en este equipo 2013/14? Sin deshacer el funcionamiento defensivo que impuso José Mourinho, el entrenador Carlo Ancelotti le encontró la vuelta al tremendo poderío que supone tener a Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale como opciones ofensivas. En la Liga da pelea hasta el final, y en la Champions demostró que la mayor posesión de la pelota no es un dogma que los fieles de blanco necesiten seguir como una verdad revelada. Y encontró en la velocidad para contragolpear un arma que llegó a humillar a esa máquina de juego que fue el Bayern Munich de Pep Guardiola.
Para lograrlo, el técnico italiano impuso la convicción de un estilo y compuso una estructura base que funcionó en un nivel altísimo. Le devolvió la confianza de la titularidad a Íker Casillas en el arco; Pepe y Sergio Ramos como celosos guardianes del área y la salida de por las bandas de Arbeloa o Carvajal por la derecha, y Marcelo o Fabio Coentrão por la izquierda.
Xabi Alonso (no podrá estar en Lisboa y su lugar seguramente lo tomará Isco) fue el patrón del medio, junto a la calidad de Luka Modric y la explosión de Ángel Di María. Más allá de esquemas numéricos y variantes de nombres, el tridente letal ofensivo es propiedad de CR7 con un Bale generoso y un Benzema afilado.
A la dinámica colectiva y la inteligencia táctica que puede asfixiar al adversario, este Real Madrid le suma una alta efectividad en jugadas de balón parado, un punto que obliga a cualquier entrenador a tenerlo bien estudiado.
“El objetivo era jugar la final y lo logramos. Ahora la décima Orejona es un sueño grande para todos”, comentó Ancelotti tras el histórico 4-0 en Munich. Y agregó: “La motivación era muy grande. Eso es lo más importante. Si los jugadores de más calidad se sacrifican por el equipo ganas los partidos.

CARAS CONOCIDAS
Si este Madrid requiere horas de estudio, Diego Simeone ya se las dedicó; conoce al detalle el funcionamiento del conjunto de Ancelotti. De otra manera no hubiera llegado a mayo liderando la Liga, a falta de dos fechas. El Cholo desmintió semana a semana, con trabajo, los pronósticos agoreros, aquel tan repetido “el Aleti ya se va a caer”. Lo mismo presagiaban en la Champions, pero el cuadro colchonero fue tapando bocas y despertando aplausos, tras dejar en el camino nada menos que al Milan, el Barcelona y el Chelsea. Si hay algo que no le tocó es un recorrido relajado.
La cuesta arriba entona tan bien con la filosofía de Simeone que parece guionada. Pero atención: el Atlético es mucho más que un equipo resistente y concentrado, tiene argumentos futbolísticos para sostener con justicia el lugar al que llega tanto en la Liga como en la Champions, donde es el único invicto. Tiene un plantel reducido, sin tantas variantes como su rival, pero saca de cada uno “el 110%”, como suele definirlo el entrenador argentino. Empezando desde atrás, resalta el enorme arquero Thibaut Courtois; en el fondo se ensamblan como piezas de relojería, con Juanfrán, el uruguayo Diego Godín, el brasileño Filipe Luís o el argentino Emiliano Insúa. En la mitad del campo, Koke, Gabi o Mario Suárez entregan hasta su última gota de sudor, lo mismo que el Cebolla Rodríguez, Raúl García o el portugués Tiago Mendes. La genialidad del turco Arda Turan es un toque de distinción, y adelante Diego Costa, Adrián López o David Villa saben que el Real no es de los equipos que ofrecen muchas oportunidades y habrá que tener la mira calibrada al máximo para no fallar.
Pasaron 40 años de la única final que disputó el equipo rojiblanco. En los aficionados y también en el plantel, se percibe la sensación de estar ante una oportunidad única.

Atrás quedaron 212 partidos de la apasionante Champions League. Queda solamente uno. De los 78 equipos que comenzaron la competición el 2 de julio de 2013, solo siguen dos. Dos que se conocen muy bien: vecinos y adversarios, “enemigos íntimos”. La cumbre de Europa tendrá un inconfundible acento castellano. ¡Viva Madrid!


CÓMO LLEGAN

REAL MADRID 

Disputará su 13ª final europea, en búsqueda de su 10º título. En esta edición disputó 12 partidos: ganó 10, empató 1 y perdió 1. Marcó 37 goles y recibió 15. Llega a la final con un promedio de 3,08 goles por encuentro. Su goleador es Cristiano Ronaldo, con 16 tantos, quien además sostiene un promedio extraterrestre de 1,6 goles por partido.


ATLÉTICO DE MADRID

Disputará su segunda final europea, en búsqueda de su primer título. En esta edición disputó 12 partidos: ganó 9, empató 3 y llega invicto a la final. Marcó 25 goles y recibió 6. Llega a la final con un promedio de 2,08 goles por encuentro. Su goleador es Diego Costa, con 8 tantos. 

 El historial de los campeones de Europa, aquí

martes, 13 de mayo de 2014

Prudencio Reyes, el primer hincha

Este martes 13 de mayo, el Club Nacional de Football realizará un homenaje a Prudencio Miguel Reyes, el primer hincha del fútbol mundial. El acto se llevará a cabo en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario.
Pero, ¿quién era Prudencio Reyes? Así lo cuenta el historiador y amigo Daniel Balmaceda:

Durante décadas, el fútbol rioplatense fue asunto de ingleses. Lo practicaban con el clásico estilo formal, que acostumbraban tener para los demás deportes importados de su tierra, como el rugby, el softbol, el hockey, el golf o el polo.
El público que asistía a los encuentros mantenía una postura demasiado formal, en silencio. Las manifestaciones no pasaban de una exclamación o el aplauso, ante un gol, sea de uno o del otro equipo. Por eso llamó la atención de todos, a comienzos del siglo XX, la actitud del utilero de Nacional de Montevideo.
Prudencio Miguel Reyes era un robusto paisano de oficio talabartero que había sido contratado por el club para actuar como utilero. Una de sus actividades principales consistía en inflar la pelota de fútbol. Esta tarea se llevaba a cabo con rudimentarios infladores que requerían cierto esfuerzo físico y que, en aquel tiempo, se llamaban hinchadores. En realidad, al utilero se le llamaba hinchador. Por lo tanto, Prudencio Miguel Reyes era para todos, el hinchador de Nacional.
Al circunspecto público que asistía a los partidos de fútbol en el 1900 le resultaba extraño que Prudencio se paseara de punta a punta, al borde de la cancha, alentando a los jugadores, lanzando gritos con su vozarrón y generando un clima festivo que, hasta entonces, no se había visto. Se hizo famoso. El hinchador de Nacional ya formaba parte del espectáculo. A partir de su entusiasta participación, el aliento en el fútbol cambió. Incluso contagió a otros deportes. Reyes, el hinchador de Nacional, generó una palabra que hoy usamos a diario. Nos referimos al hincha, y también a la hinchada.

La evocación del club
A principios del siglo XX, el ambiente en las canchas era un poco diferente a como lo conocemos hoy en día. El público que asistía a los encuentros mantenía cierta seriedad y una postura en general recatada, a excepción del momento de la anotación del gol, en donde las manifestaciones no pasaban de algunos aplausos o una exclamación de alegría o decepción. Luis A. Sciutto, conocido en Montevideo por “Wing” y en Buenos Aires por “Diego Lucero” fue uno de los escritores que mejor supo mezclar el lenguaje “reo” con el “culto”. El mismo hacía una transcripción sobre “El Hincha”:

“Prudencio Miguelito Reyes, el gordo Reyes, un Fanático de los nacionales por afición, y talabartero de oficio, iba al Parque Central donde los muchachos le daban un lindo laburo: hinchar la pelota con que se tenían que jugar los partidos. Como era talabartero, gran dominio del cuero, y además tenía dos manos como dos marrones y unos dedos que parecían salames, el coso era poseedor de un arte maestro pa’ cerrarle la boca a la traviesa, previo dobladillo del piripicho, pasada limpia de la orejera y enhebrada del tiento; porque desde afuera parece poca cosa el asunto, pero ese es un arte como otro cualquiera”. Orgulloso de su función y de su activa participación en la causa tricolor, llegaba al Parque Central, inflaba ostensiblemente las pelotas confiadas a su custodia, y desde el pitido inicial y a lo largo del partido se dedicaba a alentar constantemente a su cuadro. Sus gritos “¡¡Nacional, Nacional!! ¡¡arriba Nacional!! ¡¡Vamo’ arriba Nacional!!" eran una nota constante en el devenir del encuentro.

En aquel entonces, no existían infladores como en la actualidad y los balones eran hinchados a fuerza de pulmón, por lo que resulta fácil imaginar como resonarían los gritos de aquel talabartero en las canchas de la época. Al estupefacto público que asistía a los partidos de fútbol en el 1900 le resultaba extraño que Prudencio se paseara de punta a punta, al borde de la cancha, alentando a los jugadores, lanzando gritos con su vozarrón y generando un clima que, hasta entonces, no se había visto. Tan insistentes eran las ruidosas demostraciones de Reyes, que allegados y visitantes se preguntaban: “¿Quién es ese que grita?” La respuesta era unánime…“Ese es el hincha”... “El hincha pelotas de Nacional”. El “hinchador” de Nacional ya formaba parte del espectáculo…

Don Prudencio fue justamente el que rompió con la seriedad reinante, se ponía al borde de la cancha y animaba con su imponente vozarrón de paisano oriental a los jugadores. Era tal su pasión por el fútbol y por Nacional, que vivía los partidos con una afición desmesurada, gritando cada pase y arengando al resto de los espectadores para que animasen al equipo de sus amores, armando un clima mucho más festivo que enseguida prendió en los asistentes y se hizo popular. Poco tiempo hizo falta para que los gritos de ánimo de Reyes no fueran en solitario y para que a sus compañeros en la grada se les conociera como hinchada.
La palabra hincha se fue aplicando a los partidarios de Nacional que más gritaban en los partidos; más tarde se extendió a los demás clubes, cruzó el Río de la Plata, para luego proyectarse al resto del mundo.

Ese ser, el “hincha” significa muchas cosas, pasión, partidarismo sin concesiones, algo noble, algo patético, enfermos de una causa, integrantes de una religión, de mil maneras se ha hablado, escrito, comentado, filmado, etc. sobre la adhesión de los individuos a una institución deportiva. Eduardo Galeano, en su libro “El Fútbol a sol y sombra” compara: “jugar sin hinchada, es como bailar sin música”. Ese aporte de nuestro Nacional, primer club criollo de América, consolidador de la identidad uruguaya en lo deportivo, sostén eterno de las Selecciones nacionales desde el 13 de Setiembre de 1903, tiene también en esta “palabra” que tanto significa, un rol de primera magnitud.

La potente matriz criolla y popular de Nacional está nuevamente demostrada en este hecho concreto, ya sea curtidos por la gloria o por los sinsabores de la derrota el hincha tricolor de hoy debe asumir y lo hace, el legado que le viene del fondo de la historia, la hinchada que siempre alienta, que siempre está, que nunca abandona, alentando en las buenas y en las malas, como “el gordo” Prudencio Miguel Reyes uno de los primeros, sino el primer fanático del Club. Salve Prudencio, tu recuerdo, tu ejemplo, estará siempre en el corazón de los tricolores de ley y de todos los hinchas del mundo.

Bandera dedicada a la "primera hinchada del mundo".

miércoles, 7 de mayo de 2014

Champions League: campeones como jugador y como DT

Solamente seis futbolistas campeones de Europa volvieron a levantar la Orejona como entrenadores: dos españoles, dos italianos y dos holandeses.

Miguel Muñoz
Como jugador: Real Madrid 1956, 1957 y 1958
Como DT: Real Madrid 1960 y 1966

Giovanni Trapattoni
Como jugador: Milan 1963 y 1969
Como DT: Juventus 1985

Johan Cruyff
Como jugador: Ajax 1971, 1972 y 1973
Como DT: Barcelona 1992

Carlo Ancelotti
Como jugador: Milan 1989 y 1990
Como DT: Milan 2003 y 2007, Real Madrid 2014

Frank Rijkaard
Como jugador: Milan 1989 y 1990, Ajax 1995
Como DT: Barcelona 2006

Josep Guardiola
Como jugador: Barcelona 1992
Como DT: Barcelona 2009 y 2011