Entrevista publicada en el Programa Oficial del la Concacaf Gold Cup 2015
Por PABLO ARO GERALDES
Catalán de Granollers y barcelonista de pura cepa, Albert Roca está compenetrado con la identidad futbolística del FC Barcelona. Entre 2003 y 2008 se desempeñó como segundo entrenador en el club y ha trabajado con Ronaldinho, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Rafa Márquez, Dani Alves, Carles Puyol, Samuel Eto'o, Yaya Touré, Thierry Henry y tantos otros genios del balón, pero por sobre todo, con un jovencito recién llegado, bastante tímido, llamado Lionel Messi, a quien vio evolucionar hasta convertirse en el número uno del fútbol mundial.
Su periplo laboral lo llevó, siempre como entrenador adjunto del holandés Frank Rijkaard, al Galatasaray turco y luego a la selección de Arabia Saudita. Sus conocimientos y su basta experiencia lo impulsaron a aceptar un nuevo desafío: conducir a El Salvador, cargo que asumió en mayo del año pasado.
Sus años en el Barça generaron buena parte del material de la “Metodología del Fútbol” a partir del cual escribió su libro “El proceso de entrenamiento en el Fútbol. Metodología de trabajo en un equipo profesional”. Tiene claro el proceso de evolución de un equipo, pero al arribar a San Salvador lo esperaba un arduo trabajo: “Cuando llegué recién se había aclarado el tema de los amaños de partidos y la selección llevaba un año sin competición oficial. Prácticamente todos los jugadores involucrados integraban la selección y muchos fueron sancionados de por vida. Había que empezar de cero y no es nada fácil. Afortunadamente me encontré con un grupo de jugadores muy jóvenes con muchas ganas y mucha ilusión de hacerlo bien y llegar lejos en el futbol”.
-¿Qué nivel encontró? ¿Hacia dónde encaró su trabajo con los jugadores salvadoreños?
-Empezamos a introducir a los jugadores en la metodología que siempre hemos utilizado para entender el futbol desde el Barcelona; desde otra perspectiva de una intensidad superior. En el inicio se crecía más en los conceptos técnico-tácticos y estratégicos que en los físicos, que venían bien. En una selección uno siempre va a escoger a los que están mejor capacitados. Los conceptos de presión alta, de líneas juntas, de buscar a nivel táctico sacar partido... eso no es fácil, porque durante la formación de estos jugadores quizá no se han desarrollado estos conceptos como uno quisiera.
-Pero los encontró receptivos a la idea...
-Sí, totalmente. Ellos se encuentran a gusto por la manera de trabajar, porque saben que llegan y están con el balón desde el primer minuto hasta el último. Además tenemos un videoanalista que graba todos los partidos y nosotros le damos al jugador el feedback positivo o las acciones que hagan falta para rentabilizar al máximo ese conocimiento.
-No debe ser fácil inculcar un estilo, ideas nuevas...
-Uno tiene que llegar y analizar. Uno viene con un estilo, como el del Barcelona, con un 4-3-3 definido, y hay que ver qué es lo que se puede hacer, ver qué jugadores hay y luego determinar qué tipo de sistema se puede implementar y qué variantes emplear. Desgraciadamente estaba muy lejos de lo que uno piensa y de lo que a uno le gustaría hacer, pero por otro lado se da la oportunidad de encarar otro tipo de proyecto para sacar el máximo rendimiento posible.
-Tampoco hubo mucho tiempo antes de saltar a la cancha.
-Desde el principio tuvimos compromisos muy complicados, jugamos contra España, contra Costa de Marfil... y al cabo de apenas quince días de haber llegado, tanto el rendimiento como los resultados (NdR: derrotas 0-2 y 1-2) estuvieron muy bien, dadas las circunstancias. Después de pasados estos amistosos, empezamos a trabajar a medio y largo plazo, para que el equipo tuviera un enganche en la afición.
-¿Cómo fueron estos meses de trabajo?
-Tuve que centrarme en qué tipo de jugador podía realmente aprovechar. Buscar a los legionarios que estuvieran fuera del país y hacer un seguimiento cada semana a los que compiten en la liga local, para hacer una buena mezcla entre ellos. Un jugador bueno hace mejor a otro compañero. Y aunque las diferencias no sean tan grandes, es evidente que los jugadores que están en el exterior aprovechan las condiciones que tienen a su alcance, la calidad de las canchas que les permiten desplegar un juego con otra intensidad. Aquí las canchas son realmente muy malas... No podemos cambiar todas las circunstancias de golpe, pero estamos intentando mejorar.
-¿Qué opinión le merecen los adversarios del Grupo B?
-Tenemos una media que apenas superamos los 24 años y nos falta experiencia. Estaremos jugando contra rivales muy complicados, temibles, contra los que la historia no nos juega a favor. En la edición 2009 se dio el mismo grupo y, tras vencer a Costa Rica; Canadá y Jamaica y acabaron eliminando a El Salvador. Habrá que tenerlos muy en cuenta, pero la historia está para cambiarla. Son circunstancias muy cambiantes, equipos diferentes, nosotros tenemos un equipo joven con el que le vamos a competir a todos.
Canadá es un equipo fuerte en el que prevalece el sentido táctico. Están con Benito Floro que es un viejo zorro. El físico y la envergadura de los canadienses obligará a que le juguemos muy bien si realmente les queremos ganar. Una victoria en ese primer partido sería vital, porque luego nos encontraremos con Costa Rica, que es un rival en principio superior y vamos a intentar darle batalla posible para sacar un resultado positivo. Pero la experiencia, evidentemente, juega a su favor; están en un momento dulce, con jugadores que han subido un peldaño, que han competido en un muy alto nivel y encima han tenido éxito. Vemos complicado poder sacar un buen resultado pero lo vamos a intentar. Y Jamaica ya sabemos que es un rival muy fuerte en lo físico, un equipo en el que prevalece la velocidad, con gente en Inglaterra. No nos van a dar ningún tipo de facilidad y tendremos que dar el todo por el todo para pasar a la siguiente ronda.
-¿Es especial que se juegue en Norteamérica?
-Sí, creo que nos tenemos que aprovechar de todo el apoyo que tendremos de la gran comunidad salvadoreña. Tiene que ser un aliciente, no una presión; que nos sintamos como en casa. Los tres partidos van a ser muy competidos y a esas pequeñas cositas hay que sacarles ventaja e inclinar la balanza a nuestro favor.
-El único éxito salvadoreño a nivel regional fue en 1943. Desde 1991, cuando el torneo tomó el formato de la Gold Cup, el dominio de México y los Estados Unidos parece incontestable. ¿Puede El Salvador encaramarse de nuevo en lo alto de la Concacaf?
-Sí, pero lo que pasa es que cada día perdido es, a futuro, un año perdido. Tenemos que estar preparados para intentar arreglar problemas que nos están limitando. Ya hablamos de los campos, pero también hablaría yo de la formación. Tienen que haber más y mejores entrenadores, un scouting hecho en el país mucho mejor, un trabajo de base con una metodología más moderna, se tiene que sacar mayor partido a todo esto... La liga profesional también tiene que mejorar. Hay muchos apartados en los que hay que ir hacia arriba para que el equipo nacional sea competitivo. Ya vemos cómo triunfan naciones con poca población, como Uruguay u Holanda, donde las cosas se hacen bien. Nosotros somos un país muy pequeño, somos el Pulgarcito de América pero si hay un trabajo paralelo que funcione bien los resultados irán creciendo.
LA CARRERA DE ALBERT ROCA
Nació el 20 de octubre de 1962, en Granollers, Cataluña, España.
Trayectoria como jugador: Centre d'Esports L'Hospitalet (1982/83), Sabadell (1983/84), Aragón (1984/86), Sabadell (1986/87), Real Zaragoza (1987/88), Atlético de Madrid “B” (1988/90), Palamós (1990/92).
Trayectoria como entrenador: Club Esportiu Europa (1998/2000), Manlleu (2000/01), Sabadell (asistente, 2001/02), Barcelona (asistente, 2003/08), Galatasaray (asistente, 2009/10), Selección de Arabia Saudita (asistente, 2011/13), Selección de El Salvador (desde 2014).
-Uno tiene que llegar y analizar. Uno viene con un estilo, como el del Barcelona, con un 4-3-3 definido, y hay que ver qué es lo que se puede hacer, ver qué jugadores hay y luego determinar qué tipo de sistema se puede implementar y qué variantes emplear. Desgraciadamente estaba muy lejos de lo que uno piensa y de lo que a uno le gustaría hacer, pero por otro lado se da la oportunidad de encarar otro tipo de proyecto para sacar el máximo rendimiento posible.
-Tampoco hubo mucho tiempo antes de saltar a la cancha.
-Desde el principio tuvimos compromisos muy complicados, jugamos contra España, contra Costa de Marfil... y al cabo de apenas quince días de haber llegado, tanto el rendimiento como los resultados (NdR: derrotas 0-2 y 1-2) estuvieron muy bien, dadas las circunstancias. Después de pasados estos amistosos, empezamos a trabajar a medio y largo plazo, para que el equipo tuviera un enganche en la afición.
-¿Cómo fueron estos meses de trabajo?
-Tuve que centrarme en qué tipo de jugador podía realmente aprovechar. Buscar a los legionarios que estuvieran fuera del país y hacer un seguimiento cada semana a los que compiten en la liga local, para hacer una buena mezcla entre ellos. Un jugador bueno hace mejor a otro compañero. Y aunque las diferencias no sean tan grandes, es evidente que los jugadores que están en el exterior aprovechan las condiciones que tienen a su alcance, la calidad de las canchas que les permiten desplegar un juego con otra intensidad. Aquí las canchas son realmente muy malas... No podemos cambiar todas las circunstancias de golpe, pero estamos intentando mejorar.
-¿Qué opinión le merecen los adversarios del Grupo B?
-Tenemos una media que apenas superamos los 24 años y nos falta experiencia. Estaremos jugando contra rivales muy complicados, temibles, contra los que la historia no nos juega a favor. En la edición 2009 se dio el mismo grupo y, tras vencer a Costa Rica; Canadá y Jamaica y acabaron eliminando a El Salvador. Habrá que tenerlos muy en cuenta, pero la historia está para cambiarla. Son circunstancias muy cambiantes, equipos diferentes, nosotros tenemos un equipo joven con el que le vamos a competir a todos.
Canadá es un equipo fuerte en el que prevalece el sentido táctico. Están con Benito Floro que es un viejo zorro. El físico y la envergadura de los canadienses obligará a que le juguemos muy bien si realmente les queremos ganar. Una victoria en ese primer partido sería vital, porque luego nos encontraremos con Costa Rica, que es un rival en principio superior y vamos a intentar darle batalla posible para sacar un resultado positivo. Pero la experiencia, evidentemente, juega a su favor; están en un momento dulce, con jugadores que han subido un peldaño, que han competido en un muy alto nivel y encima han tenido éxito. Vemos complicado poder sacar un buen resultado pero lo vamos a intentar. Y Jamaica ya sabemos que es un rival muy fuerte en lo físico, un equipo en el que prevalece la velocidad, con gente en Inglaterra. No nos van a dar ningún tipo de facilidad y tendremos que dar el todo por el todo para pasar a la siguiente ronda.
-¿Es especial que se juegue en Norteamérica?
-Sí, creo que nos tenemos que aprovechar de todo el apoyo que tendremos de la gran comunidad salvadoreña. Tiene que ser un aliciente, no una presión; que nos sintamos como en casa. Los tres partidos van a ser muy competidos y a esas pequeñas cositas hay que sacarles ventaja e inclinar la balanza a nuestro favor.
-El único éxito salvadoreño a nivel regional fue en 1943. Desde 1991, cuando el torneo tomó el formato de la Gold Cup, el dominio de México y los Estados Unidos parece incontestable. ¿Puede El Salvador encaramarse de nuevo en lo alto de la Concacaf?
-Sí, pero lo que pasa es que cada día perdido es, a futuro, un año perdido. Tenemos que estar preparados para intentar arreglar problemas que nos están limitando. Ya hablamos de los campos, pero también hablaría yo de la formación. Tienen que haber más y mejores entrenadores, un scouting hecho en el país mucho mejor, un trabajo de base con una metodología más moderna, se tiene que sacar mayor partido a todo esto... La liga profesional también tiene que mejorar. Hay muchos apartados en los que hay que ir hacia arriba para que el equipo nacional sea competitivo. Ya vemos cómo triunfan naciones con poca población, como Uruguay u Holanda, donde las cosas se hacen bien. Nosotros somos un país muy pequeño, somos el Pulgarcito de América pero si hay un trabajo paralelo que funcione bien los resultados irán creciendo.
LA CARRERA DE ALBERT ROCA
Nació el 20 de octubre de 1962, en Granollers, Cataluña, España.
Trayectoria como jugador: Centre d'Esports L'Hospitalet (1982/83), Sabadell (1983/84), Aragón (1984/86), Sabadell (1986/87), Real Zaragoza (1987/88), Atlético de Madrid “B” (1988/90), Palamós (1990/92).
Trayectoria como entrenador: Club Esportiu Europa (1998/2000), Manlleu (2000/01), Sabadell (asistente, 2001/02), Barcelona (asistente, 2003/08), Galatasaray (asistente, 2009/10), Selección de Arabia Saudita (asistente, 2011/13), Selección de El Salvador (desde 2014).
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