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lunes, 16 de diciembre de 2019

Los países más futboleros


¿Brasil? ¿Italia? ¿Argentina? No... ¿Turqía? ¿Serbia? ¿Grecia? Tampoco... Según un estudio realizado por la consultora Sporting Intelligence con datos de 2011, los habitantes de las Islas Feroe son los más futboleros del planeta. Detrás los siguen los de Islandia, Chipre, Escocia e Inglaterra, en ese orden.

Para esta investigación se tuvieron en cuenta la cantidad de habitantes de cada país y la concurrencia a los estadios en partidos oficiales: lo que valen son los porcentajes. Es así como las Islas Feroe encabezan este listado, ya que tienen una población total de 49 mil habitantes, de los cuales más del 10% va cada fin de semana a los partidos.

Los seguidores del fútbol "exótico" no pueden dejar de leer el artículo 7 razones para amar al fútbol de las Islas Feroe, de Hans Pauli Joensen. Allí se resaltan la sucesión familiar en la selección nacional, lo impredecible de los resultados, la abultada cantidad de goles y los paisajes impresionantes, entre otros motivos para hacerse seguidor del fútbol feroés.

En segundo lugar aparece Islandia (más de 320 mil habitantes y un 4,22% de asistentes de promedio) y Chipre completa el podio (el 4,03% sobre 1,1 millones de habitantes).

El estudio fue llevado a cabo siguiendo procedimientos que aparecen en el celebre libro El fútbol es así (Soccernomics, en inglés), de Simon Kuper y Stefan Szymanski; establece que de las grandes ligas mundiales, la primera en figurar es la de Inglaterra. La Premier Premier atrae al 2;79% de la población (51,4 millones de habitantes), mientras que detrás siguen Alemania (13° con 1,63%), España (14° con 1,55%) e Italia 17º con el 1,04%.

En Sudamérica, el país que está más arriba es Uruguay (16° con el 1,39%), mientras que muy cerca aparece la Argentina (18°, con el 0,99%). Más relegados están Paraguay (24° con el 0,56%) y Chile (28° con el 0,44%). La salvedad con Brasil, que fue ubicado 32°, es que los números de los campeonatos regionales no se tomaron en cuenta para el estudio porque son difíciles de conseguir.

Sin tener en cuenta el promedio habitantes/espectadores, Inglaterra es el país con más hinchas “regulares” en los estadios con más de un 1.400.000 personas, seguido por Alemania (1,3 millones), España (714 mil), Italia (630 mil) y Francia (576 mil).

Otro dato que se desprende del estudio es que en algunos países hay dos equipos que polarizan las preferencias de los hinchas. El gran ejemplo es Uruguay, donde el 55% es de Peñarol o Nacional. Más lejos, lo sigue España, donde el Real Madrid y el Barcelona atraen el 21% de espectadores.

En el otro extremo, de los países más importantes, en Inglaterra el Manchester United y el Arsenal, los que más hinchas llevan, sólo significan el 9% del total de los asistentes anuales, algo que ocurre de modo similar en Alemania (el 11% entre Bayern Munich y Dortmund), Italia (15% sumados Milan y Napoli) y la Argentina (17% juntando Boca Juniors y River Plate).

HB Tórshavn - KÍ Klaksvík, el clásico de las Islas Feroe.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Todas las mascotas olímpicas

A partir de los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad de México, en 1968, se inició una costumbre: la de acompañar al deporte con una mascota emblemática de la competencia. La idea, tomada de la Copa Mundial de fútbol Inglaterra 1966, prendió entre los organizadores de los restantes juegos.

Cada diseño es una muestra de ingenio y también una expresión cultural que dice mucho de la ciudad que celebra los Juegos y de todo el país.



México 1968 – paloma de la Paz
Un grabado que inició la era de las mascotas.


Munich 1972 – Waldi
Un perro dachshund muy representativo de Baviera. Como los atletas, es resistente, tenaz y ágil.



Montreal 1976 – Amik
Un castor, símbolo de Canadá, cuyo nombre nace en la lengua algonquina.


Moscú 1980 – Misha
Este oso fue la más popular de las mascotas olímpicas. Lo diseñó Víctor Chizikov, dibujante de libros infantiles.


Los Ángeles 1984 – Sam
El águila es uno de los símbolos estadounidenses, al igual que el tradicional sombrero de Uncle Sam, o el Tío Sam. Es obra de Robert Moore y Disney.


Seúl 1988 – Hodori
Un tigre, como los que suelen animar las tradicionales leyendas coreanas.


Barcelona 1992 – Cobi
Un perrito muy humanizado diseñado por Javier Mariscal. Simple y recordado.


Atlanta 1996 – Izzy
Nadie sabe bien qué es, por eso lo bautizaron "Whatizit", del inglés "What is it?" (¿Qué es esto?). Fue la menos querida de todas las mascotas. Le cambiaron el nombre y ya en medio de los Juegos dejaron de usarla.


Sydney 2000 – Olly, Syd y Millie
Las mascotas se multiplican: Olly, una cucaburra, cuyo nombre provenía de Olimpíada; Syd, un ornitorrinco con nombre derivado de la palabra Sydney; y Millie, un equidna, cuyo nombre representaba el nuevo milenio.


Atenas 2004 – Athenà y Phèvos
Dos niños inspirados en dos muñecos de la antigua Grecia. Sus nombres evocan a los dioses Atenea, protectora de la ciudad, y Febo, de las artes y el deporte.


Beijing 2008 - Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini
El grupo de las cinco mascotas se llaman "Fuwa". Son Beibei, un pez azul; Jingjing, un panda; Huanhuan, una antorcha roja; Yingying, un antílope tibetano; y Nini, una golondrina verde. Sus nombres de dos sílabas repetidas hacen referencia a los apelativos cariñosos con los que se suele tratar a los niños en chino. Juntos forman la frase "Beijing huanying ni", que significa "Beijing te da la bienvenida". Otra genialidad china.


Londres 2012 - Wenlock y Mandeville
Dos personajes con un solo ojo creados a partir de distintas gotas de acero británico de una viga usada en la construcción del estadio olímpico. Tienen el nombre del pueblo de Much Wenlock (Inglaterra), que inspiró al fundador de los Juegos Olímpicos modernos, el Barón Pierre de Coubertain, en el siglo XIX, y del hospital Sotke Mandeville de Buckinghamshire, también inglés, donde nacieron los Juegos Paralímpicos.


Río de Janeiro 2016 - Vinicius y Tom
Vinicius tiene aspecto gatuno, de color amarillo que representa la fauna brasileña, mientras que Tom rememora a la forma de un árbol que representa la flora. Los nombres seleccionados están inspirados en los verdaderos Vinicius de Moraes, autor de la canción popular brasileña: “Garota de Ipanema” y Tom Jobim quien internacionalizó al “bossa nova”; fueron reconocidos por el presidente del Comité Organizador, Carlos Arthur Nuzman.

Tokio 2020 - Miraitowa y Someity
Miraitowa lleva el nombre de las palabras japonesas para "futuro" y "eternidad", y Sometió viene de someiyoshino, un tipo de flor de cerezo y también hace referencia a la frase en inglés "tan poderoso".

Mira también todas las mascotas de los Mundiales de fútbol

jueves, 14 de noviembre de 2019

Legacy numbers


El 14 de noviembre de 2019 Inglaterra aplastó a Montenegro con un 7-0 que evita todo análisis. Este encuentro marcó el partido internacional número 1000 del seleccionado inglés y como parte de las celebraciones impuso una novedad en su camiseta: los "legacy numbers", que podríamos traducir como los números del legado. 

A cada uno de los jugadores que representaron a Inglaterra en los 147 años de historia de la selección se le adjudicó su propio número, empezando por Robert Baker, el arquero que el 30 de noviembre de 1872 disputó el primer partido internacional de la historia, ante Escocia. Él fue el primero, el que recibió el número 1. El último es Tyrone Mings, el que se sumó a la lista con el número 1244.

Estos "legacy numbers" fueron estampados debajo del escudo de los leones y las rosas. Y la Football Association adelantó que estos números se conservarán en el futuro serán impresos dentro del cuello.

Para el entrenador Gareth Southgate "ser parte de este partido es particularmente conmovedor". Él vistió la camiseta inglesa entre 1995 y 2004, es el número 1071 de esta lista. Se le entregó la camiseta conmemorativa que ilustra el inicio de esta publicación.

Para este encuentro 1000 asistieron a Wembley varios capitanes que tuvo la selección inglesa y algunos de los integrantes del plantel campeón mundial en 1966.


Gary Kane, goleador del Mundial 2018, recibió el número 1207
(cliqueá en la imagen para ampliarla)


sábado, 14 de septiembre de 2019

Un sábado de Contabilidad vs Naranjeros


Por PABLO ARO GERALDES

El fin del verano se percibe en el aire seco, suavemente caliente y puro que se respira en el pequeño Estadio Universitario de la UAQ, en la parte alta de Querétaro.

La bella ciudad del acueducto es una protagonista vital de la historia de México. Resumen las enciclopedias que "en 1810 Santiago de Querétaro fue sede de la conspiración en la que se fraguó el movimiento que a la postre llevaría a la Independencia nacional. En 1867 fue derrotado aquí, capturado y fusilado Maximiliano de Habsburgo por las fuerzas republicanas, restableciendo el régimen republicano en México. Y en 1917 fue sede del congreso constituyente que promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que continúa vigente". Suena a importante, pero lo era aun antes del desembarco español.

Mucho antes de que México fuera México y de que el indígena otomí Conín se convirtiera al cristianismo y rebautizado como Fernando de Tapia fundase Querétaro en 1531, esta zona del sudeste del Bajío se llamaba "Ndamaxey”, que en la lengua otomí significa “lugar del gran juego de pelota”.

La voz no hacía referencia al fútbol, claro, sino al "Ullamaliztli”, palabra de la lengua nahuatl que designaba a un juego sagrado de pelota practicado en el valle central de México. Se jugaba con la cadera desde hace unos 3500 años y era tan popular entre aztecas, mayas y otras etnias que los arqueólogos han encontrado más de 2500 canchas en Mesoamérica.
En este conjunto escultórico del Códice Borbónico 27 se representa a cuatro jugadores
que simbolizan a cuatro deidades: Quetzalcóatl, Cihuacóatl, Cintéotl e Ixtlilton.
Pero 488 años después de su fundación, la ciudad sigue impregnada con ese espíritu que la nombró Ndamaxey. Septiembre de 2019 encuentra a los Gallos Blancos de Querétaro en la cima de la Liga MX, y la capital del estado no puede ocultar su orgullo: las camisetas azules y negras se cuentan por decenas entres los transeúntes que recorren la Zona de Monumentos Históricos de Querétaro, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Jardín de la corregidora, el Templo de San Antonio, el acueducto, la Fuente del Marqués o la Alameda Miguel Hidalgo. Ni hablar de los alrededores del estadio Corregidora, orgullo de los aficionados locales erigido para la Copa Mundial de 1986, a imagen y semejanza del colosal Azteca de la capital.

Pero siempre el fútbol más pasional es el que se vive desde las bases, el que surge de la afición pura, ese que tiene por recompensa el buen rato con amigos, la cerveza compartida al final del partido o, a lo sumo, un trofeo y una medalla esperando al final de la temporada.

Y ahí vale volver a la mañana de sábado que asoma calurosa en estadio de la UAQ, a ese césped que el sol pinta de verde y en el que los pajaritos encuentran semillas antes de que la pelota empiece a rodar. Porque es día de acción para la octava fecha de la Liga Burócrata Bancaria, la competencia que en su categoría Premier agrupa a 18 equipos desde hace más de un cuarto de siglo. "Todos aquí en Querétaro conocen a la Burócrata Bancaria, todos saben de alguien que la ha jugado, que conoce a alguien que haya participado, es toda una institución", comenta Paco Pérez, periodista del periódico AM de Querétaro.


Para disputar esta liga amateur, los equipos deben pagar una inscripción semestral o anual, que en este segundo caso tiene un descuento que la deja en $6000 (unos 300 dólares). Además, antes de cada sábado se abona el arbitraje por adelantado. Cada conjunto tiene que aportar dos balones.

La tribuna, la única, vacía, se convierte en refugio para soportar el solazo que pega, ya inclemente, sobre el predio de la Universidad Autónoma de Querétaro. Allí, al amparo de la sombra empiezan a llegar los muchachos que hacen de los escalones su vestuario. Reencuentros, bromas, caras de sueño todavía. En un sector se reparten las camisetas verdes con vivos naranjas: son las que el Ajax holandés usa como alternativa, pero aquí no las visten Klaas-Jan Huntelaar ni Daley Blind, no, son los jugadores de Naranjeros, el primer equipo en arribar. Una botellita de agua fresca circula de boca en boca, pero también algún cigarrillo ameniza la espera del encuentro ante Contabilidad, el rival de la mañana. El faso le acentúa la estampa ruda de James Dean a este jugador que se calza la playera número 12 y a quien sus compañeros llaman "el rumano".

Un hombre, solo, se cambia en el extremo más alejado de la tribuna. Es Roberto Gutiérrez García, el árbitro que lleva 25 años en la liga y a quien todos conocen y respetan.

Rezagados, ¿dormidos?, van apareciendo de a uno los futbolistas de Contabilidad, todos estudiantes que conforman el único equipo de la liga que representa a una facultad. La tardanza tiene su explicación: "varios de sus jugadores vienen de disputar más temprano un partido por otra liga", cuenta Hugo Mata mientras se viste presuroso con la casaca blanca. Su compañero Marco Polo Escamilla agrega: "algunos juegan con el equipo Campus Cadereyta, que también pertenece a la universidad".

Contabilidad apenas junta ocho jugadores. El juez demora todo lo que puede el inicio, pero ya no puede esperar más, van doce minutos de retraso y hay que comenzar. Para compensar, anuncia que el primer tiempo durará solo 40 minutos. Y así, con la notable desventaja de tres hombres menos, arranca el juego.

El espíritu amateur lo impregna todo. A las relucientes camisetas adidas de Naranjeros se le contrapone la desprolija vestimenta de Contabilidad: algunos lucen una casaca blanca con mangas azules con la sigla UAQ-FCA que da cuenta de la Facultad de Contabilidad y Administración. Pero otros visten un curioso mash-up, un híbrido entre una playera alternativa de Italia, indisimulablemente trucha (o chafa, como le dicen en México) con un inexplicable escudo del Liverpool inglés. 

La diferencia numérica amenaza con una "masacre" futbolística, no habrá forma de soportar los noventa minutos -bueno, ya se pactó quitarle 5' a la primera mitad-, pero los desperdigados y voluntariosos ocho hombres de Contabilidad compensan con su juventud.

La mañana avanza, el sol sube y los jugadores siguen llegando con el partido empezado: no importa si son titulares o suplentes, "rápido, a cambiarse y a la cancha", grita Felix Chávez, el profesor de la Universidad, lleva 25 años entrenando al equipo de Contabilidad. Pero Chávez no es más Chávez sino el Tuca Ferretti. No porque su conocimiento táctico lo asemeje al brasileño sino porque es evidente su parecido con el técnico de Tigres UANL.

El falso Tuca se roba la escena entre los presentes, en su mayoría estudiantes que cursan el Diplomado de Periodismo Deportivo de la UAQ. Otros señalan que es idéntico a Hernán Hernández, el bajista que integra la banda Los Tigres del Norte desde su inicio, en 1968. Pero él, el Tuca, porque ya es para todos el Tuca, está muy metido en el partido pero relojea la tribuna con la esperanza de que sus muchachos vayan llegando.
Félix Chávez, el Tuca.

Aparece uno con el casco de la moto todavía puesto, y se cambia el calzado a las apuradas. Para ponerse la playera número 8 tienen que quitarse el casco, obvio... e ingresa al campo de juego a los 8'.

Naranjeros domina y aprovecha los huecos que generan la ausencia de rivales. En su primera llegada de riesgo, un bombazo deposita uno de los balones sobre la avenida 5 de febrero que bordea un lateral. Quedan tres pelotas, hay que cuidarlas.

Recién a los 10' se completan los once de Contabilidad, con un segundo número 9. Enseguida lo advierte el Tuca, "ya hay otro nueve hey, cámbiate". Y se pone una camiseta con el número 100.

La tribuna está poblada por los estudiantes que toman notas, los jugadores suplentes que prefieren seguir las acciones desde allí y no desde las bancas sometidas al impiadoso rayo del sol, del otro lado de la cancha, y unas diez personas más, casi todos familiares de los protagonistas. Los Naranjeros, mayores que sus rivales, son acompañados por sus hijos. Y en el caso de Iván Olbera, tiene en la grada a su padre José y a su hijo Esteban, de seis años.

Con los veintidós, el juego se vuelve más parejo, pero a los 19' se produce el primer cambio en Contabilidad: el 25 reemplaza al 6: es evidente que algunos de los buenos llegaron tarde y empezaron con los suplentes. Las cosas van poniéndose en su lugar. Siempre suele ser así. "A veces tuvimos que improvisar porteros, está cabrón. Al rato no llegan", cuenta Gerardo Luna, ese número 6 que acaba de dejar el terreno.

El partido va y viene, por momentos se torna entretenido, pero en otros cae en un aburrimiento que distrae a los novatos cronistas. Detrás de una de las porterías lucen en fila atriles con fardos de hierbas: son dianas, o blancos para el tiro con arco. Y de pronto empiezan a aparecer los aprendices de esta práctica deportiva y surge el humor negro: lo último que falta es que seamos testigos de la muerte de un arquero a manos de otro arquero.

Ya son parte del paisaje, el fútbol sigue. Tiro libre para Contabilidad, el 12 ejecuta mientras los Naranjeros ensayan una poco ortodoxa barrera de cinco hombres más un sexto que cubre, acostado, el  vacío que se produce cuando todos saltan. Métodos psicodélicos.

El balón rebota en esa valla humana y sigue el juego. No pasa nada, no hay peligro tampoco cuando el 9 de Naranjeros se escapa solo por la banda izquierda y sus compañeros lo alientan: "llévalo wey, no te alcanza"... pero lo alcanzan. Y primer tiempo se termina puntualmente a los 40, como lo pactaron.

El disperso descanso de Naranjeros.
El descanso es eso: un descanso para todos. Alguna que otra indicación técnica, pero nada más. Todo se acomoda en esos minutos, ya que estos equipos no se juntan a entrenar, solamente se encuentran los sábados y juegan. Por eso, esos minutos compartidos son tan importantes para corregir algún error del juego pero más para retomar el contacto de un grupo que más que compañeros son amigos.

El entretiempo tiene a la tribuna con más gente que nunca, ya que no hay vestuario. Allí, entre los protagonistas se entremezclan los estudiantes y aprovechan para hacer preguntas. O para derribar mitos. Uno tira una referencia: "se llaman Naranjeros porque son financiados por los dueños de las fincas de cultivos de naranjas, ponen mucho dinero, incluso cobran". Suena bien, suena lógico, pero el cultivo de la naranja es más propio de Veracruz, ¿será cierta la versión?. Es hora de preguntar y la respuestas llega con el guanajuatense Patrick Jiménez, que desmiente la especie: "todos somos amigos que nos conocimos jugando en otro equipo, un equipo que no tenía nombre. Después de un juego, mientras hacíamos la recuperación, uno apareció con un saco de naranjas. Nos reímos mucho del momento, era extraño, todos comiendo naranjas... y ahí surgió ponernos Naranjeros, es muy gracioso, pero se termina ahí la anécdota".

De vuelta al rectángulo verde. Se luce el 15 de Naranjeros es un delantero desgarbado al que llaman "el güero", que significa "el rubio". Es un jugador que resalta del resto por su estampa, lo mismo que nuestro "James Dean", un malhumorado crack de cabotaje que se hace respetar. Naranjeros está mejor plantado, pero el cronómetro avanza y el olor a 0-0 se hace cada vez más fuerte.  Hay seis cambios por equipo y los dos conjuntos que terminan son muy distintos a los que comenzaron.

El capitán de Naranjeros en la segunda parte es el 16, un defensor central con algo de sobrepeso pero prestancia: Toño es un Beckenbauer queretano. Pero la figura del encuentro es "el púas", el arquero de Contabilidad. Todos lo alientan, lo aclaman en la tribuna. Hay que averiguar cómo se llama ese muchachito y recorremos la grada preguntando a los compañeros; todos le dicen "el púas", pero aunque hace años que juegan juntos, no saben su nombre: "pues, el púas, y ya"... Otro, aliado de la tecnología, busca desde su celular, se mete en Facebook y aporta un dato más: "dice Luis". No es mucho. Luis, "el púas", entonces.

Camisetas distintas pero números
repetidos en Contabilidad. 
El reloj entró en zona roja, tiempo cumplido. A los 4' de adicional del segundo tiempo llega el gol que le daría la victoria a Contabilidad. Una jugada de combinaciones que termina con un centro del 25 para que defina el 25. Sí, otra vez hay camisetas repetidas, pero nadie lo había advertido. Alejandro Zuriel es el 25 que lanzó la asistencia; Giovani Hernández, el autor del gol que iluminó el mediodía.

Los estudiantes se encuentran con un desenlace fantástico, parece guionado. ¿Habrá alguna mano celestial que pergeñó esta victoria sobre la hora?

El Púas, portero de Contabilidad
y figura de la cancha.
Queda una jugada más, la última: Hugo Mara lo "raspa" al Rumano y este reacciona con un empujón. La caballerosidad de todo el encuentro se termina con la reacción del James Dean mexicano. Se genera un tumulto que el oficio del árbitro disuelve rápidamente. Sigue el juego, segundos finales, un tiro que se va largo y el silbato que marca el final. Se terminó. Abrazos de un lado, decepción del otro, pero sin dramas.

Los victoriosos posan para una foto grupal. El Tuca los alienta a sonreír: "Vamos, muchachos, no siempre viene tanta gente a vernos". La alegría de los futuros contadores se contagia.

Al lado es distinto. Con esta caída Naranjeros sigue en el fondo de la tabla de posiciones con apenas 1 punto, producto de un empate y siete derrotas. El DT Jesús Landaverde reflexiona: "nadie quiere equivocarse" pero "cuando tienes una mala racha es porque el equipo no entiende en qué se está equivocando".

Habrá tiempo para mejorar. O no. Así es el ritmo de la Liga Burócrata Bancaria, una de tantas miles que alrededor del planeta renuevan cada semana el espíritu amateur del fútbol, ese que lo hace el mejor juego del mundo. Una liga en la cual no es necesario ser un "exitoso" en la vida para conocer el sabor del triunfo y donde se puede perder sin sepultarse bajo el pesado cartel del "fracaso".

Ya lo escribió el argentino Alejandro Dolina en su glorioso texto Instrucciones para elegir en un picado: "Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con extraños o indeseables".

Hasta el próximo sábado.

viernes, 23 de agosto de 2019

Alejandro Dolina: "Todos somos de River"

Quiero rescatar este texto de Alejandro Dolina publicado en el número 39 de la revista Hum®, allá por 1979. Él, mejor que nadie, explica la diferencia espiritual entre Boca Juniors y River Plate, los grandes protagonistas del fútbol argentino:

Arbitrariedades: Todos somos de River

Hace algunos meses, una revista organizó una encuesta entre sus lectores para averiguar cual de los dos grandes de nuestro fútbol contaba con el mayor numero de hinchas. Contrariamente a lo que se suponía, los resultados favorecieron a River.
Desde luego, todos sabemos que no conviene dejarse matar por sostener los datos surgidos de las encuestas periodísticas. Pero el episodio me llenó de inquietud.
Porque -para decirlo de una vez- sospecho que esto es cierto. Creo que River tiene más hinchas que Boca.
No piensen ustedes que este obtuso columnista se ha dejado tentar por ciertas evidencias que parecen caerse de maduras.
No ha pensado ni por un momento en los triunfos deportivos de River, ni en la presencia en ese plantel de varios campeones del mundo, ni en las recaudaciones, ni en la melancólica campaña boquense.
Antes de aceptar este amargo convencimiento he recorrido un oscuro camino, sembrado de presagios, revelaciones súbitas y misteriosas intuiciones.
Ahora van a ver.

¿Qué es Boca?
Boca Juniors, queridos señores, simboliza lo nacional, lo popular. Es el cuadro preferido por las gentes sencillas y temerosas de Dios. Boca es sentimiento y pasión. La adhesión de sus seguidores no se sostiene en razonamientos. Boca no se discute.
La línea tradicional del juego boquense es coherente con su esencia. Garra antes que técnica. Tesón y temperamento antes que sutileza.
Boca es también tradición y espíritu conservador. Es tango y valsecito criollo. Es la admiración por el coraje y el desdén por el cálculo. Ser de Boca requiere temple, los hinchas de los otros cuadros odian a los boquenses y los desprecian. Cada derrota es festejada por el resto de la afición deportiva.
Pero en el triunfo, no hay festejo más alegre y sincero. Ni más compadrón.
Así es Boca, para bien y para mal.

River Plate, tu grato nombre
Es el que tiene el mejor estadio. Es el millonario.
Los sectores de la clase media con ansias de crecimiento son -sin duda- riverplatenses.
Es que River simboliza todo lo que el mundo actual propone a nuestra admiración. River es progreso, poder, riqueza y técnica.
Su juego -siempre opuesto al de Boca- se ha hecho célebre por su pulcritud y delicadeza. Ortiz antes que Boyé. Alfredo Pérez antes que Simeone.

El día y la noche
Estos menesterosos retratos de las dos divisas, nos permiten vislumbrar que el mutuo resentimiento no es un hecho casual.
Existe un espíritu boquense y un espíritu riverplatense. Ambos son, inclusive, anteriores a la existencia de Boca y River.
Boca es el alma romántica. River el clacisimo. Boca es fe y corazón. River es ciencia y cerebro.
Cualquier historiador sensible podría reconocer, sin consultar documento alguno, las preferencias deportivas de los personajes de cualquier siglo.
Alejandro de Macedonia fue -sin duda- boquense perdido. Aristóteles, su mentor, era de River.
Ricardo Corazón de León llevaba la auriazul debajo de la coraza.
Felipe II, como todos los Austrias, era de Boca. Los Borbones, en cambio eran fervientes seguidores de la banda.
Los reyes católicos eran fanáticos de Boca, mientras que Colón -paradoja viviente- era un xeneize gallina.
En términos generales puede asegurarse que toda la Edad Media fue de Boca y el Renacimiento, de River.
En nuestro pais, bien puede decirse que los federales fueron de Boca y los unitarios de River. En el caso de los orientales, la cosa es más complicada. Seguramente Artigas fue de Peñarol. Y aquí cabe una reflexión: El espíritu boquense esta simbolizado en el Uruguay por Peñarol. Nacional es River. Sin embargo al cambiar de orilla, los boquenses cinchan por Nacional y los millonarios por Peñarol. Nadie ha sabido explicarme este disparate.
Hay aun otra objeción interesante. ¿Qué papel han jugado en la historia los hinchas de Racing, San Lorenzo o Platense?
Es difícil saberlo. En primer lugar muchos pensadores niegan la existencia cierta de hinchas de Lanús o All Boys. Se trataría de hinchadas ideales, meras abstracciones de los relatores deportivos que suelen suponer que la hinchada es una consecuencia necesaria de la existencia de un equipo.
Pero, no cabe negar a los hinchas de Independiente o de los ya mentados Racing y San Lorenzo.
¿Qué hacer con ellos en esta construcción que trabajosamente estamos levantando?
Probablemente los moderados, tibios y conciliadores hayan pertenecido a esas legiones. Pero volvamos al punto central de nuestra monografía.

River: la mitad más uno
Ya han quedado sugeridas las características principales de dos cosmologías diferentes. La boquense y la riverplatense. Se trata de visiones de la vida diametralmente opuestas.
Ahora bien, ¿cuáles son en este punto de nuestra civilización los criterios que prevalecen?
Sin ninguna duda, la admiración por la ciencia, la fe en el progreso, el respeto por el poder y el dinero. Y por otro lado el desprecio por la pasión, la decadencia de la fe y la represión de los sentimientos. Es decir que nuestro siglo es de River.
Pero, localicemos aun más la cuestión. ¿Qué ocurre en nuestro país y en nuestros días?
Los criollos se están volviendo cada vez más riverplatenses.
Y si alguien sostiene que el sentimiento boquense es mayoritario, déjeme que le diga que entre nosotros, los mayoritarios somos minoría.
Los argentinos huyen de la mayoría como de la peste. Si alguien quiere ponderar las ventajas de un producto, jamás dirá que lo usa todo el mundo. Más bien afirmará que es solamente para unos pocos. Si hablamos con algún amigo acerca de los lugares ideales para vivir o ir de vacaciones, enseguida oiremos que este señor prefiere los lugares donde no hay nadie. Ante esta constante preferencia, resulta totalmente inexplicable el hecho de que los lugares donde no hay nadie aparezcan generalmente desiertos.
Bien, para finalizar este razonamiento -o lo que fuere- digamos que casi todo el mundo quiere pertenecer a un grupo reducido. Lo cual provoca el contínuo crecimiento de tales grupos reducidos y la mengua de los grupos numerosos.
Así llegamos a que las grandes masas (hinchas de Boca, tangueros, reos y muchachos de barrio) van reduciéndose hasta convertirse en elites.
Y las elites (hinchas de River, intelectuales, lechuguinos y pudientes) se convierten en muchedumbres.
Por eso creo que River tiene más hinchas que Boca.
Y eso se irá acentuando cada vez más. Las nuevas generaciones van incorporándose al pensamiento preponderante.
Tal vez llegue el día en que en algún reducido cenáculo se reúnan los últimos hinchas de Boca para hablar de asuntos tan herméticos como las carreras de caballos, Gardel o la televisión. Afuera en las calles, en las pizzerías y en las canchas, las multitudes riverplatenses discutirán a Sartre y refutaran a Spinoza.
Ustedes ya saben dónde me podrán encontrar...
Buenas tardes.

domingo, 11 de agosto de 2019

Juegos Panamericanos Lima 2019 - Torneo masculino de fútbol

Argentina se quedó con la medalla de oro del fútbol masculino en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. El podio lo completaron Honduras (plata) y México (bronce)
Este es el programa de partidos, disputados todos en el estadio San Marcos:


Grupo A
Argentina - Ecuador - México - Panamá
29/7: Panamá 0-0 México
29/7: Argentina 3-2 Ecuador
1/8: Panamá 1-1 Ecuador
1/8: Argentina 1-2 México
4/8: Argentina 3-1 Panamá
4/8: Ecuador 0-2 México
Posiciones: México 7 (+3), Argentina 6 (+2), Panamá 2 (-1), Ecuador 1 (-3).

Grupo B
Perú - Honduras - Jamaica - Uruguay
29/7: Honduras 3-1 Jamaica
29/7: Perú 0-2 Uruguay
1/8: Jamaica 0-2 Uruguay
1/8: Perú 2-2 Honduras
4/8: Uruguay 3-0 Honduras
4/8: Perú 0-2 Jamaica
Posiciones: Uruguay 9 (+7), Honduras 4 (-1), Jamaica 3 (-2), Perú 1 (-4).

Semifinales
7/8: México 1-1 Honduras (2-4 en los penales)
7/8: Argentina 3-0 Uruguay

Tercer Puesto
10/8: México 1-0 Uruguay

Final
10/8: Argentina 4-1 Honduras
Argentina con su séptima medalla de oro en los Juegos Panamericanos.

Mira también el programa de partidos del torneo femenino de Lima 209.


HISTORIAL
Año - Sede
Oro / Plata / Bronce

1951 Buenos Aires
  Argentina
  Costa Rica
  Chile

1955 México
  Argentina
  México
  Antillas Holandesas

1959 Chicago
  Argentina
  Brasil
  Estados Unidos

1963 São Paulo
  Brasil
  Argentina
  Chile

1967 Winnipeg
  México
  Bermuda
  Trinidad y Tobago

1971 Cali
  Argentina
  Colombia
  Cuba

1975 México
  México y Brasil
  -
  Argentina

1979 San Juan
  Brasil
  Cuba
  Argentina

1983 Caracas
  Uruguay
  Guatemala
  Brasil

1987 Indianápolis
  Brasil
  Chile
  Argentina

1991 La Habana
  Estados Unidos
  México
  Cuba

1995 Mar del Plata
  Argentina
  México
  Colombia

1999 Winnipeg
  México
  Honduras
  Estados Unidos

2003 Santo Domingo
  Argentina
  Brasil
  México

2007 Río de Janerio
  Ecuador
  Jamaica
  México

2011 Guadalajara
  México
  Argentina
  Uruguay

2015 Toronto
  Uruguay
  México
  Brasil

2019 Lima
  Argentina
  Honduras
  México