Por la participación de la Selección en la Copa del Mundo 1958, la AFA organizó la Copa Suecia entre los clubes de Primera. Se la quedó Atlanta, el primer equipo “chico” que le ganó un torneo a los “grandes”.
En aquel 1958 Argentina volvía a una Copa del Mundo después de 24 años de ausencias. La arrasadora conquista del Sudamerica del año anterior disputado en Lima había creado expectativas desmedidas para una selección que en Suecia no tendría a figuras emigradas a Italia, como Enrique Omar Sívori, Antonio Valentín Angelillo y Humberto Maschio.
La AFA determinó parar el campeonato local después de las tres primeras fechas y suspenderlo para que los convocados se abocaran de lleno a la selección, que haría una gira europea antes del mundial. Para cubrir ese bache se decidió organizar la Copa Suecia, un torneo oficial en el que los 16 equipos de Primera divididos en dos grupos. Cada equipo enfrentaría a sus otros siete rivales en rondas ida y vuelta y los ganadores de cada zona disputarían la final antes de que finalizara el año. Al menos esa era la idea. El 20 de abril arrancó con entusiasmo, pero a falta de tres jornadas para que finalizara la etapa inicial volvió el campeonato local y el entusiasmo se diluyó.
|
Rodolfo Bettinotti y Carlos Griguol |
En Suecia, Argentina vivió su "desastre", con un lapidario y humillante 1-6 ante Checoslovaquia que genero un desinterés por el fútbol. La venta de entradas cayó marcadamente. Entre agosto y octubre se completaron a los ponchazos las fechas 12 y 13, quedando la 14, la última para los días finales de diciembre. Algunos encuentros quedaron para enero de 1959; el desinterés era evidente: Tigre y Newell’s Old Boys, ya sin chances, desistieron de jugar esa última fecha. En la Zona A se impuso Racing y por la B, Independiente y Lanús tuvieron que enfrentarse en Avellaneda, ya en abril de 1959, porque los granates podían alcanzar a Rosario Central y Atlanta, pero el local ganó 3-1.
El 29 de abril de 1959 Central y Atlanta desempataron en el Parque Independencia rosarino. Los de Villa Crespo se impusieron con un zurdazo del uruguayo Wálter "Cata" Roque. Ya estaban los dos finalistas, pero mencionar a Suecia sólo traía malos recuerdos a los hinchas y los dirigentes del fútbol argentino despreciaban el certamen, salvo los dos interesados en sumar un nuevo trofeo a sus vitrinas. Y en esa desidia se pautó la fecha para la definición: se enfrentarían en el Gasómetro el 29 de abril de 1960, exactamente un año después del dilatado desempate de la Zona B.
La cita era el el Gasómetro de Avenida La Plata. Ante unos 8000 espectadores, Atlanta formó con: Néstor Errea - Oscar Clariá, Julio Nuin - Norberto Desanzo, Carlos Griguol, Rodolfo Bettinotti - Mario Griguol, Alberto González, Domingo Rodríguez, Roberto Bellomo y Walter Roque. El DT en ese entonces era Manuel Giúdice.
El recuerdo de Alejandro Fabbri es la mejor síntesis: "La victoria bohemia arrancó a los 12 minutos con un perfecto tiro libre del zurdo Julio Nuin que venció a Osvaldo Negri". Desde los 24 minutos Atlanta tuvo que jugar con diez hombres por lesión de Mario Griguol (primo de Timoteo), ya que solamente se permitían los cambios de arquero.
"Atlanta llegó al segundo tanto, ante el estatismo de la defensa académica -continúa Fabbri-. A los 41, Roberto Bellomo cabeceó un centro de Roque y superó a Negri, que sería reemplazado en el entretiempo. Racing salió a matar o morir en la segunda parte y Rubén Sosa, el famoso
Marqués que había llegado desde Platense el año anterior, capturó un rebote para vencer a Néstor Errea, un joven arquero que se había ganado el puesto con acciones arriesgadas y mucha solvencia. Aun había casi media hora en juego, pero tras una gran atajada de Errea, Atlanta consiguió el tercer gol porque Alberto González (el popular
Gonzalito que brillara en Boca durante la década del 60) tomó un rechazo de Vladislao Cap para vencer a Ataúlfo Sánchez, el joven sustituto de Negri".
"Cuando Duval Goicoechea marcó el final, los hinchas de Atlanta no lo podían creer, pero era el premio a un gran equipo, que repetiría sus actuaciones contra el campeón de 1958, porque en 1959 lo había vencido 3-1 en Villa Crespo (dos goles de Calvanese y uno de Zubeldía, descontó Juan José Pizzuti) y también arrancó un empate 2-2 en Avellaneda gracias a los dos goles de Luis Artime, marcando Rubén Sosa y la Bruja Belén el empate para el futuro campeón".
La conquista bohemia tiene una enorme trascendencia en la mirada retrospectiva: desde que había comenzado el profesionalismo, en 1931, solamente los llamados 5 grandes (Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing) se habían repartido todos los títulos de Primera División. Atlanta rompía ese dominio con un título oficial y novedoso.
El torneo había durado dos años y 9 días, y del equipo bohemio que jugó el primer partido, solamente cuatro llegaron a disputar la final: Clariá, Desanzo, Carlos Griguol y Bettinotti. El goleador de Atlanta fue Salvador Argentino Calvanese, quien sumó 6 goles en el certamen.
Atlanta recibió el hermoso trofeo de cristal que había sido donado por el embajador sueco en Argentina, Carl Herbert Borgenstierna. Se quedó para siempre en Villa Crespo, en una vitrina con los mismos colores que el país nórdico.
Un mes después, el 25 de mayo, Villa Crespo volvía a celebrar con la inauguración del estadio, en una ceremonia que congregó a a socios, hinchas, la dirigencia en pleno y todos aquellos que de una u otra forma habían aportado a la construcción. Hubo suelta de palomas y discursos a cargo del intendente municipal de Buenos Aires, Hernán Giralt, y del presidente del club, León Kolbowski. El primer partido oficial se disputó el 5 de junio de 1960, por la 8ª fecha de la Primera División frente a Argentinos Juniors (1-3).
Desde 2000 el estadio de la calle Humboldt lleva el nombre de León Kolbowski.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todos los comentarios constructivos son bienvenidos.
No se publicarán insultos, rumores o publicidades.