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jueves, 26 de octubre de 2023

Los octacontinentales

Solamente cuatro futbolistas llegaron a disputar ocho torneos continentales de sus confederaciones: el uruguayo Ángel Romano, el ecuatoriano Alex Aguinaga, el egipcio Ahmed Hassan y el camerunés Rigobert Song.

Se trata de un logro casi imposible para europeos y asiáticos, ya que respetaron la periodicidad de cuatro años entre torneos.

Ángel Romano 🇺🇾
Campeonato Sudamericano
  • 1916 en Argentina
  • 1917 en Uruguay
  • 1919 en Brasil
  • 1920 en Chile
  • 1921 en Argentina
  • 1922 en Brasil
  • 1924 en Uruguay
  • 1926 en Chile

Alex Aguinaga 🇪🇨
Copa América
  • 1987 en Argentina
  • 1989 en Brasil
  • 1991 en Chile
  • 1993 en Ecuador
  • 1995 en Uruguay
  • 1999 en Paraguay
  • 2001 en Colombia
  • 2004 en Perú

Ahmed Hassan 🇪🇬
Copa Africana de Naciones 
  • 1996 en Sudáfrica
  • 1998 en Burkina Faso
  • 2000 en Ghana y Nigeria
  • 2002 en Malí
  • 2004 en Túnez
  • 2006 en Egipto
  • 2008 en Ghana
  • 2010 en Angola

Rigobert Song 🇨🇲
Copa Africana de Naciones 
  • 1996 en Sudáfrica
  • 1998 en Burkina Faso
  • 2000 en Ghana y Nigeria
  • 2002 en Malí
  • 2004 en Túnez
  • 2006 en Egipto
  • 2008 en Ghana
  • 2010 en Angola

Ángel Romano fue 6 veces campeón sudamericano con Uruguay (1916, 1917, 1920, 1923, 1924 y 1946). Ahmed Hassan levantó en 4 oportunidades la Copa Africana de Naciones con Egipto (1998, 2006, 2008 y 2010), mientras que Rigobert Song la consiguió 2 veces con Camerún (2000 y 2002).

Además de estos cuatro futbolistas, el defensor panameño Román Torres, que formó parte de su selección en siete ediciones de la Copa Oro de la Concacaf (2005, 2007, 2009, 2011, 2013, 2015 y 2019) disputó además una en la Copa América (2016, edición extra que incluyó a seis equipos de la Concacaf).
En una situación similar queda el arquero mexicano Guillermo Ochoa compitió en seis ediciones de la Copa Oro de la Concacaf (2007, 2009, 2011, 2015, 2019 y 2023) y dos de la Copa América (2007 y 2016).

En la Asian Cup el récord de participaciones lo tiene el uzbeko Ignaty Nesterov con 5 (2004, 2007, 2011, 2015 y 2019). En la Eurocopa llegaron a 5 disputas el español Iker Casillas (2000, 2004, 2008, 2012 y 2016) y el portugués Cristiano Ronaldo (2004, 2008, 2012, 2016 y 2020).

martes, 24 de octubre de 2023

La verdeamarela

Después del Maracanazo uruguayo de 1950 Brasil empezó a exorcizar fantasmas. Una de las decisiones de cara al Mundial de Suiza 1954 fue erradicar la tradicional camiseta de la selección, blanca con puños y cuello azules. La camisa branca quedó asociada a la derrota, era un recuerdo que nadie quería volver a ver. 

En 1953 el diario Correio da Manhã (Río de Janeiro) fue encargado por la Confederação Brasileira de Desportos (CBD) para armar un concurso de diseños para el nuevo uniforme nacional. La condición para los participantes era que la vestimenta debía incluir los cuatro colores de la bandera. El dibujo vencedor entre 301 concursantes resultó el de Aldyr García Schlee, un escritor y diseñador gráfico de 19 años, que también era caricaturista en los periódicos de la ciudad de Pelotas, Río Grande del Sur.

Este dibujante gaúcho imaginó una camiseta amarilla con detalles verdes, un pantalón azul y las medias blancas que le valieron un premio en efectivo y una pasantía en el Correio da Manhã. La CBD lo elevó al rango de uniforme oficial. Pero ni el autor ni nadie imaginaba que esa "verdeamarela" se convertiría en un símbolo nacional, mucho más allá del fútbol.

El estreno del nuevo uniforme brasileño ocurrió el 28 febrero de 1954, ante Chile, en el debut de las eliminatorias para el Mundial de Suiza (foto superior). Los brasileños vencieron 2-0 en Santiago, con dos tantos de Oswaldo da Silva, más conocido como Baltazar, centrodeldntero del Corinthians.
Parados: Djalma Santos, Nílton Santos, Brandãozinho, Veludo, Pinheiro y Bauer.
Agachados: Julinho, Didi, Baltazar, Humberto Tozzi y Rodrigues.

Los nuevos colores no significaron necesariamente un cambio de mentalidad pero sí le brindaron a la selección una identidad importantísima en el Brasil. La prenda amarilla empezó a ser conocida como  «camisa canarinho» o simplemente la «canarinha».

El 16 de junio de aquel 1954 llegó el momento del debut mundialista para la nueva indumentaria y fue con una goleada 5-0 sobre México en el Stade des Charmilles en la ciudad de Ginebra. 

Aldyr García Schlee, el creador de 
verdeamarela, murió en 2018.



lunes, 16 de octubre de 2023

La chilena

El vasco Ramón Unzaga había nacido en Deusto, cerca de Bilbao, en junio de 1892. Cuando tenía 14 años, su padre decidió que la familia emigraría a América, y terminaron asentándose en el puerto de Talcahuano, en Chile. Enseguida se identificó con esa nueva tierra enmarcada entre la cordillera de Los Andes y el océano infinito.

Estudió contabilidad en el Colegio de los Padres Escolapios en Yumbel y cuando egresó empezó a trabajar en el departamento de contabilidad de las minas de carbón de Schwager. Cuando cumpló 18 años adoptó la nacionalidad chilena. Practicaba varias disciplinas del atletismo y también era bueno en la natación, pero por sobre todo se le daba por jugar al fútbol entre aficionados a este novedoso deporte. Cuando llegó a los veinte años, se incorporó al equipo de Schwager, donde se destacó y lo sumaron a un seleccionado de Talcahuano.

Ramón Unzaga
El 16 de enero de 1914, su equipo Escuela Chorera jugaba un partido en el Estadio El Morro y en una jugada dibujó una extraña pirueta: había quedado de espaldas al arco adversario y como el balón le bajaba delante de sus ojos, se recostó en el aire y lo pateó por encima de su cuerpo. Los espectadores y luego los periodistas empezaron a llamar a esa acción “chorera”.

Ya convocado al equipo nacional de Chile, y como capitán, repitió el recurso en el primer campeonato sudamericano, en 1916, en Buenos Aires. La prensa argentina lo rebautizó “chilena”. Era algo nunca visto, novedoso y colmado de estética. El periodismo uruguayo llamó Unzaga “Trizaga”, porque decían que valía por tres, por su técnica, más allá de acrobático movimiento.

En 1920 jugó su segunda Copa América, en su patria adoptiva, de nuevo con la cinta de capitán. No lo sabía, pero era su despedida del certamen y del seleccionado. Chile no participó en las ediciones de 1921 y 1923, mientras que en la de 1922 no fue convocado. Y el último día de agosto de 1923 lo sorprendió un ataque cardíaco cuando tenía apenas 31 años. El estadio El Morro fue rebautizado con su nombre.

La chilena llevaba la patente de Unzaga, pero tendría otro continuador chileno con final trágico. Aunque no era David Arellano quien había creado esa pirueta, nadie la dibujaba mejor que él. Liviano y de frágil contextura, el santiaguino se acostaba en el aire, de espalda al arco, y voleaba hacia atrás por encima de su alma. Se identificó tanto con este gesto que muchos creían que él era el inventor.

Arellano jugaba en Magallanes pero junto a sus hermanos y un grupo de entusiastas decidió que la mejor manera de expandir las prácticas deportivas era fundar un nuevo club. Fue así que se reunieron en el bar “Quita penas” de Santiago y el 19 de abril de 1925 dieron nacimiento a Colo- Colo. Ni sospechaban que, pronto, la flamante institución que honraba en su nombre a un cacique mapuche se convertiría en sinónimo del fútbol chileno. Siguiendo el espíritu pionero de Arellano, Colo-Colo fue el primer equipo de Chile que se aventuró en una gira lejana: Ecuador, Cuba, México, Portugal y España fueron testigo en 1927 de la calidad del equipo. David fue quien popularizó la “chilena” en Europa.

Y justamente en España, la madre patria que había visto nacer a Unzaga, se desata el drama en el amistoso contra la Real Unión Deportiva, en Valladolid: su hermano Pancho tira el centro, David salta a cabecear y choca en el aire con Hornia, el centrehalf. Una rodilla del español impacta en su vientre y él cae exánime mientras un murmullo helado atraviesa la cancha. Camilla, ambulancia, hospital, y un diagnóstico irreversible: peritonitis traumática. Hace casi un siglo la medicina no tenía una cura. El médico le informa el panorama a la delegación. Arellano, preso del dolor, pide un sacerdote para confesarse y cierra sus ojos para siempre. En su memoria, Colo-Colo porta sobre su escudo un luto perpetuo.

El término “chilena” está admitido por la Real Academia Española en su diccionario y es empleado por por la FIFA en las ediciones en español de sus circulares, documentos y la webs oficial. Sin embargo hay una controversia. ¿Nació en Chile en los pies de Unzaga o en el puerto peruano de Callao?

La FIFA agrega: “… en Sudamérica también es conocida como chalaca”, lo que remite a otro posible origen: Perú. Fue allí donde en 1892 un habitante de la ciudad -un chalaco, su gentilicio- ensayó con éxito la acción en un partido contra marinos ingleses, según el historiador local Jorge Basadre, autor de la “Historia de la República del Perú”, considerada la obra más relevante de la historiografía peruana del siglo XX.

El copyright de esta acrobática jugada es un motivo más de disputa entre los apasionados hinchas de Chile y Perú, otro clásico del Pacífico.

Diego Maradona

Pelé

Zlatan Ibrahimovic

Robert Lewandowski