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martes, 30 de abril de 2024

El primer partido televisado

Había una vez... el 30 de abril de 1938 Preston North End y Huddersfield definieron la FA Cup inglesa ante 93.000 espectadores y unos aparatos novedosos: las cámaras de televisión de la BBC.


El 2 de octubre de 1924 Argentina venció 2-1 a Uruguay en la cancha de Sportivo Barracas. Aquella victoria es célebre por el gol que Cesáreo Onzari marcó directamente desde el córner, el primero que se registra del fútbol internacional luego de que la International Board cambiara la regla, cuatro meses antes (antes si un tiro de esquina ingresaba directamente al arco, se cobraba saque de meta). Claro, como se lo hizo a los flamantes campeones olímpicos, esa conversión se bautizó "gol olímpico". Esta y todos los que se marcaron desde entonces.

Pero aquella tarde hermosa de primavera porteña marcó otro hito en la historia del fútbol mundial: fue el primero transmitido por radio. La voz de Horacio Martínez Seeber, un radioaficionado con inquietudes periodísticas, acompañada por los comentarios de Atilio Casime, jefe de deportes del diario Crítica, salieron desde el sur porteño hacia el éter por LOR Radio Argentina.

Hacia fines de la décadas de 1930, aquella aventura de narrar las acciones del juego por la radio ya se había instalado definitivamente. Sudamérica y Europa fueron conformando sus estilos de relato y desde los hogares se seguían las instancias de los grandes duelos futbolísticos. Pero desde 1937 la voz tendría una nueva compañía que con los años y las décadas se volvería inseparable: la televisión.

El primer antecedente se dio en el estadio de Highbury, en Londres, la casa del Arsenal. El 16 de septiembre de 1937 la British Broadcasting Corporation, más conocida por su sigla BBC, puso una cámara en el partido de entrenamiento entre los titulares y el equipo de reserva, sin público. Transmitió apenas unos minutos, pero, aunque en blanco y negro, la camiseta roja y blanca del Arsenal fue la primera que apareció en la TV.
Los jugadores no pueden ocultar su curiosidad por ese aparato que apunta a sus movimientos. Era la cámara Super-Emitron de doble objetivo, la pionera del fútbol.

Pero el gran estreno oficial llegó el 30 de abril de 1938. La final de la FA Cup entre Preston North End y el Huddersfield Town fue el partido elegido por la BBC. El escenario, el Empire Stadium de Wembley, la gran catedral del fútbol mundial inaugurado quince años antes.

Las tribunas estuvieron colmadas por 93.000 personas. Y lejos de lo que ocurre hoy día, son más los que vieron el partido en las tribunas que desde sus hogares. Afuera algunos pocos privilegiados pudieron seguir las acciones, ya que por entonces solo había unos 10.000 televisores en Inglaterra.
Y la final, tanto para los asistentes como para los televidentes pareció obedecer a un guion de cine. El 0-0 inamovible obligó a disputar 30 minutos más de tiempo extra.

Entonces se dio un hecho que todo inglés futbolero recordó por décadas: tras 29 minutos de prórroga, el empate no se quebraba y el comentarista de la BBC Thomas Woodrooffe anticipó: "Si ahora se anota un gol, me como el sombrero". Segundos después, el árbitro Arthur Jewell  pitó penal para el Preston. Desde los doce pasos, en el último instante de la final, George Mutch marcó el gol de la victoria.


El escocés Bill Shankly, half derecho del Preston, recordó en su biografía la ejecución del penal: "La pelota golpeó en la parte inferior del travesaño, que entonces era cuadrado, le quitó la pintura, y se metió en el arco hasta el fondo de la red". En 1976, cuando lanzó su biografía, contó: "La pintura sigue en el balón hasta hoy. Volví a verlo en 1971, cuando el Liverpool llegó a la final y jugó contra el Arsenal. Cuando nos preparábamos para Wembley, Tommy Smith, que fue capitán del Preston en 1938, vino al entrenamiento de Melwood y le mostró la pelota a su tocayo, Tommy Smith, capitán del Liverpool en 1971".

Woodrooffe cumplió su promesa en el programa Picture Page, de la misma BBC: ante cámaras, se comió un sombrero, aunque estaba hecho de mazapán.

La televisión y el fútbol, una sociedad que hoy se volvió indisoluble, ya pasó los 85 años y goza de excelente salud.

Pronto vendía el horror de la guerra y el fútbol entraría en un paréntesis hasta 1946.




martes, 23 de abril de 2024

San Jorge

Por PABLO ARO GERALDES

La leyenda narra que en tierras de Capadocia (hoy en Turquía) había un Dragón que atacaba constantemente al reino. El pueblo decidió que para evitar las agresiones entregarían cada día a una persona para que sea devorada por el dragón y así eludir daños mayores. Todos los días se hacía un sorteo y el desfavorecido era enviado a la cueva del dragón. Un día del sorteo salió el nombre de la princesa, quien fue voluntariamente, aunque muchos se ofrecieron para ser sacrificados en su lugar. Fue caminando hasta la guarida del dragón y cuando éste la iba a devorar apareció un soldado romano, a quien llamaban Jorge de Capadocia, y la rescató. Jorge mató al dragón clavándole la espada en el corazón y de la sangre que fluyó nació una rosa.

En 303, Diocleciano emitió un edicto autorizando la persecución sistemática de los cristianos a lo largo y ancho del Imperio Romano. Su césar Galerio fue el responsable de la decisión y continuaría la persecución durante su propio reinado (del 305 al 311). Jorge recibió órdenes de participar en la persecución, pero prefirió dar a conocer su condición de cristiano y criticar la decisión del emperador. La reacción de Diocleciano no tuvo clemencia: ordenó que lo torturasen. Jorge soportó sin demostrar quejas, y posteriormente fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia (también hoy en Turquía) el 23 de abril del 303. Los testigos de sus sufrimientos convencieron a la emperatriz Alejandra y a una anónima sacerdotisa pagana a convertirse al cristianismo: pasarían a unirse a Jorge en el martirio. Su cuerpo fue devuelto a Lydda (luego Diospolis, actualmente Lod, en Israel, donde había nacido su madre), para ser enterrado.

Ya mártir, en 494 Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I. A San Jorge se le atribuye haber vivido entre el 275 o 280 y el 23 de abril de 303.

Su popularidad en la Edad Media lo llevó a ser uno de los santos más venerados por las diferentes creencias cristianas e incluso —en un fenómeno de sincretismo— en el mundo musulmán y en las religiones afroamericanas. Hoy San Jorge es el patrono de diversas naciones y territorios, entre ellos Inglaterra, Georgia, Etiopía, Lituania, Bulgaria, Portugal y Catalunya. En esta última nación, cada 23 de abril se rememora la bella leyenda con esta costumbre: los hombres le regalan una rosa a sus mujeres, y las mujeres un libro a los hombres. Es el día de Sant Jordi y el día internacional del libro. En España es patrono de Aragón y de las localidades de Cáceres y Alcoy, entre otras. También lo es de Moscú (Rusia) y Génova (Italia).

Además de patrono de este blog (?), San Jorge apadrina a soldados, agricultores, presos, herreros, artistas de circo, boy scouts, etc. ¿Y el fútbol? La imagen de San Jorge venciendo al dragón aparece en decenas de clubes alrededor del mundo. Muchos otros llevan su nombre. Este no es más que un somero repaso por algunas de estas instituciones, que a manera de recordación y veneración amplío cada año desde 2007, cuando publiqué la primera versión:

En España la silueta de Jorge resalta en los logos de la Penya Esportiva Sant Jordi (Ibiza-Formentera), el Novo Gazul FD (Alcalá de los Gazules, Andalucía); el ALLE Sant Jordi FC (Sant Jordi, Catalunya), el CD Jorgense, el CF Sant Jordi (Valencia) y el PE Sant Jordi Atlético.

Italia, país apegadísimo a las tradiciones religiosas, tiene al menos una docena de equipos con el caballero Jorge en sus blasones, como la USO San Giorgio Cellatica, el PS San Giorgio a Cremano, la USD Palau, la ASC St. Georgen, la Unione Sportiva Varzese, el Atletico San Giorgio Jonico, la ASD Castel San Giorgio, la USD San Giorgio Torino (Canavese), la ASD Union San Giorgio Sedico, la ASD Virtus Poggio Berni, la ASD San Giorgio 2005 Catania y el HinterReggio Calcio.

El nuevo mapa del centro europeo también tiene una fuerte presencia de San Jorge en los clubes de fútbol de Eslovaquia. Así lo testimonian el TJ Veľké Bierovce-Opatovce, el FC Baník Slovinky y el ŠK Svätý Jur.

En el oriente europeo está la veneración original. Aparece en los escudos del FC Sfântul Gheorghe Suruceni (Moldavia), el OFK Kasindo (Bosnia y Hercegovina), el Prienų Rūdupis FK (Lituania) y en los griegos como Neoi Stimagkas y Agios Dimitrios Patron.

A Australia la veneración de San Jorge le llegó al fútbol por varias de sus colectividades: la imagen del guerrero y el dragón aparece en el Sunshine George Cross, de Fraser Rise, en las afueras de Melbourne, que representa a la comunidad maltesa, el St. George Saints de St. George en el sur de Sydney tiene raigambre húngara, y el St. George FC de Willawong compite en la liga de Queensland y tiene herencia serbia.

En los principales países de Europa se venera al santo caballero con la misma pasión que despierta el deporte rey. Así aparece su figura en los escudos de la Union Sportive Saint Georges sur Loire (Francia), el Roman Glass St. George FC (Inglaterra), St. George FC de Easton-in-Gordano, en Somerset (Inglaterra) y el SV Rambin 61 (Alemania).

Los ingleses, creadores del fútbol, llevaron el símbolo de San Jorge a sus colonias. Así el ícono aparece en el escudo del St. George's Colts (Bermuda) y se extendió a toda América. El São Jorge Cajueirense FC, de Ibacaraí, Bahía, es apenas una muestra de la extendida devoción en todo el Brasil, mientras que el CD San Jorge (Guatemala) representa a Hispanoamérica.

A través de la región alpina la imagen de San Jorge se refleja en las insignias del FC Stein am Rhein (Suiza), el SCU St. Georgen am Ybbsfeld (Austria) y el NK Šentjur (Eslovenia).


El Saint George FC fue fundado en Addis Abeba por griegos cuando la Italia fascista invadió Etiopía en 1935. Enseguida se convirtió en un símbolo del nacionalismo etíope. Al caer el Eje, no había otros equipos en el país, así que tuvo que jugar en el extranjero hasta que en 1947 comenzó la liga etíope. El equipo aurirojo, al que los etíopes también llaman "Kedus Giorgis", ganó 24 veces la Ethiopian Premier League y 9 copas nacionales.

En la Argentina, el Club Atlético San Jorge es una gran institución de la provincia de Santa Fe que trasciende lo fútbolístico. Pero en este deporte tiene una alegría reciente: en 2009 ascendió por primera vez en su historia al Torneo Argentino B, luego de recorrer todo el país con un equipo netamente local y ganar el ascenso desde el Torneo del Interior. Fue fundado el 23 de junio de 1912.


Fundado también un 23 de abril, pero de 1958, se encuentra en Brinkmann, Córdoba, el Club Atlético y Cultural San Jorge. La historia dice que el cura Jorge Isaac invitó a jugar en una cancha al costado de la parroquia a un grupo de muchachos que improvisaban partidos en un baldío del sector oeste del pueblo. En su honor crearon un club al que bautizaron San Jorge, imitando la historia de los fundadores del Club San Lorenzo de Almagro, inspirado también por un cura, y eligieron una camiseta similar.

El Club Atlético Alumni, de la ciudad bonaerense de Salto, lleva en su emblema la imagen del caballero.


Entre 2005 y 2007 Inglaterra lució una camiseta Umbro con un diseño especial: sobre su hombro derecho llevaba la cruz de Saint George, la misma que luce su bandera. Esta cruz roja aparece también en muchos clubes europeos como Barcelona, Bologna o Genoa, por nombrar a algunos. La Sampdoria, por ejemplo, además de su escudo lleva una cruz de San Jorge en el medio del pecho.


Desde la temporada 2010 Rusia lleva en su camiseta el escudo nacional en vez del de la Unión Rusa de Fútbol (Российский Футбольный Союз). Lo que destaca es que en medio del águila bicéfala de oro aparece la figura de San Jorge clavándole su lanza al dragón. La representación gráfica más antigua de un jinete con lanza (1390) figura en un sello del príncipe de Moscú, Vasiliy Dmitriyevich. El dragón (o a veces un serpiente) fue añadido durante el mandato de Iván III. San Jorge se convirtió en adelante en el patrono de Moscú y, por extensión, de Rusia.


En 2022 la selección de Georgia cambió el logo que lleva en su camiseta: dejó de usar el de la Federación Georgiana de Fútbol (საქართველოს ფეხბურთის ფედერაცია) para incorporar el nuevo emblema del equipo nacional, que no es ni más ni menos que la figura de San Jorge matando al dragón.
El nombre oficial del país es Sakartvelo (საქართველო), tal como se especifica su Constitución. Pero mundialmente es conocido por su exónimo Georgia, utilizado en Occidente desde la época medieval. El nombre fue etimologizado a finales del siglo XII por Jacques de Vitry como una referencia a San Jorge, debido a la especial reverencia de los georgianos hacia el santo.

Otros nombres de San Jorge: Άγιος Γεώργιος (griego), Sanctus Georgius (latín), წმინდა გიორგი (georgiano), Saint George (inglés), San Giorgio (italiano), Георгий Победоносец (ruso), Heiligen Georg (alemán), Свети Георги (búlgaro), Sfântul Gheorghe (rumano), Svatý Jiří (checo), Свети Георгије (serbio), القديس جرجس (árabe), Święty Jerzy (polaco), Szent György (húngaro), São Jorge (portugués), Sant Jordi (catalán), ゲオルギウス (japonés), 圣乔治 (chino). En Francia se lo conoce como Georges de Lydda.

Siete "Jorges", para saludar a todos los Jorges futboleros en su día:
George Hagi - Jorge Valdarno - George Weah - George Best - Giorgio Chinaglia - Jorginho - Jorge Campos


domingo, 14 de abril de 2024

Xabi Alonso se mete entre los grandes entrenadores


El entrenador vasco acaba de renovar su vínculo con el Bayer 04 Leverkusen. A los 42 años se ganó un lugar entre los directores técnicos más prestigiosos de Europa.

Publicada en VAR Deportivo, en marzo de 2024
Por PABLO ARO GERALDES

La historia de Xabi Alonso es particular. Nació el 25 de noviembre de 1981, meses antes de que su padre, Periko Alonso, pasara de la Real Sociedad al Barcelona y se convirtiera en compañero de Diego Maradona.
Periko Alonso, padre de Xabi, y Diego Maradona

Con los años, el propio Xabi surgió de la cantera donostiarra y allí inició una carrera colmada de guiños con el pasado. Si su padre vistió la camiseta blaugrana, él llegó a ponerse la del Real Madrid, mientras su hermano Mikel Alonso se quedó en San Sebastián para seguir con la Real Sociedad y apenas alejarse en el final de su carrera para terminar en el T
enerife. Un laberinto de espejos.

Xabi era muy pequeño y no pudo ver a su padre jugar el Mundial 1982 con la casaca roja de España, tampoco a Maradona en su primera experiencia mundialista, pero fue él quien levantó la Copa en Sudáfrica 2010 para orgullo de la familia Alonso. En el único Mundial disputado en África, Diego ofició de entrenador de Argentina, una tarea que él también lleva adelante. Y diez años después, Maradona dejó este mundo, justo el día de cumpleaños de Xabi.

Como en una película con bucles temporales, las escenas vienen y van, se van y vuelven. Y revuelven. Antes de triunfar en el Real Madrid, Xabi Alonso se destacó en el Liverpool. Después de las seis temporadas madridistas, se retiró como campeón de la Bundesliga, jugando para el Bayern Múnich.

Pasado en el Liverpool y final en la Bundesliga. Como en una película fractal, el tiempo se da vuelta: del éxito con el Bayer 04 Leverkusen en su primera experiencia de élite como entrenador despertó el interés del Liverpool, que ve en él las cualidades extraordinarias que en 2015 supo percibir en Jürgen Klopp. El DT vasco era el ideal para reemplazar a Klopp, pero decidió continuar en Leverkusen.

En 2018, ya retirado como jugador, Alonso brindó una charla junto al entrevistador Manuel Jabois sobre la evolución del juego. En ese entonces ya se destacaban sus conceptos para ser un entrenador de peso:



Para validar el peso específico de Xabi Alonso, viene bien un repaso a las opiniones que grandes del fútbol tienen sobre su exitoso desempeño:

Pep Guardiola supo tenerlo como jugador en el Bayern Múnich. Ahora, su compatriota también es colega. El entrenador del Manchester City remarcó el gran proceso que implantó Alonso, donde todo indica que romperá con once años hegemonía bávara.
“Está haciendo un trabajo fantástico. El único equipo invicto, peleando con el Bayern: ahora llega la parte más importante de la temporada. No ‘pueden’ ganar la Bundesliga, sólo pueden perderla, porque todo el mundo piensa que ya está hecho".


Otra palabra autorizada en Alemania es la de Karl-Heinz Rummenigge. El ex presidente del Bayern lo elogió por ser “un buen tipo, disciplinado y empático, destinado al éxito. Xabi tiene que ganar experiencia ahora y es inteligente de no irse directo al Real Madrid, sino uno o dos niveles por debajo. Una vez intentamos traerlo al Bayern como segundo entrenador, pero no se dio", culminó el capitán germano en las finales mundialistas de 1982 y 1986.


Hace doce años José Mourinho mencionaba el papel que cumplía Xabi dentro del plantel del Real Madrid que él comandaba: “Es un jugador importante. Se siente fuerte y da equilibrio al equipo". Ahora sabe que está ante un colega que crece: “Jugó en España, en Inglaterra y en Alemania. Además fue entrenado por Guardiola en el Bayern, por mí mismo y por Ancelotti en el Real Madrid y por Benítez en el Liverpool. Si pone todo ese conocimiento junto, Xabi tiene las condiciones para ser un gran entrenador”.

En una entrevista con Sky Sports, Jürgen Klopp expresó la admiración que tiene ante el exmediocampista del Real Madrid por el sello que implantó en el Leverkusen en tan poco tiempo: “La próxima generación ya está aquí y diría que Xabi es el destacado de esa generación".

Por último, otro alemán: Lothar Matthaus. El capitán campeón del mundo en 1990 resaltó la personalidad de Xabi Alonso: “Con la calma que siempre demuestra, no se deja seducir con los proyectos de los dos gigantes europeos. Así como era como jugador es ahora como entrenador, él es fiel a su carácter. Todas las historias que se escriban y digan en las próximas semanas y meses a él no le importan. No tiene presión y puede llevar las cosas con calma. Su sueño puede ser dirigir un día al Bayern, al Liverpool o al Real Madrid; pero en mi opinión todavía no terminó con Leverkusen. Xabi no es alguien que se deja llevar por los grandes nombres, para eso ya ganó por demás como jugador. Tampoco se va a guiar por el aspecto económico: lo que le importa es lo que construyó y con quién lo construyó; sabe de dónde viene y qué le debe a los demás. Por todo esto es que no pienso que vaya a firmar por otro club en la próxima temporada”.



jueves, 11 de abril de 2024

Copa Libertadores: campeones como jugador y como DT


Solamente ocho jugadores campeones de la Copa Libertadores volvieron a levantar el trofeo en su rol de entrenador; cinco argentinos, dos uruguayos y un brasileño:

Humberto Maschio Bandera de Argentina
Racing 1967 / Independiente 1973

Roberto Ferreiro Bandera de Argentina
Independiente 1964 y 1965 / Independiente 1974

Luis Cubilla Bandera de Uruguay
Peñarol 1960 y 1961, Nacional 1971 / Olimpia 1979 y 1990

Juan Martín Mujica Bandera de Uruguay
Nacional 1971 / Nacional 1980

José Omar Pastoriza Bandera de Argentina
Independiente 1972 / Independiente 1984

Nery Pumpido Bandera de Argentina
River Plate 1986 / Olimpia 2002

Marcelo Gallardo Bandera de Argentina
River Plate 1996 / River Plate 2015 y 2018

Renato Gaúcho Brasil
Grêmio 1983 / Grêmio 2017

Luis Cubilla, tres veces campeón como
jugador y dos más como DT.

sábado, 6 de abril de 2024

El primer Alemania-España

El 12 de mayo de 1935 se enfrentaron por primera vez Alemania y España, dos seleccionados con profunda historia futbolística y política.

Hace casi nueve décadas, 74 mil germanos abarrotaron las tribunas del Müngersdorfer Stadion, de Köln (Colonia) para ver a la Nationalmannschaft frente al seleccionado de España, que llegaba luego de una gran actuación en la Copa Mundial de 1934 y con estrellas vascas de renombre continental como Jacinto Quincoces, Leonardo Cilaurren, José Muguerza, José Iraragorri, Luis Regueiro o Isidro Lángara.

Los capitanes Quincoces y Gramlich
junto al árbitro Langenus
La gala de lujo tuvo también a un árbitro de renombre: el belga Jan Langenus, el mismo que en 1930 había dirigido en Montevideo la final de la primera Copa del Mundo, entre uruguayos y argentinos.

Las entradas llevaban varios días agotadas y el partido se dio en un clima de "nacionalismo desbordado", como lo describe el diario La Vanguardia. Se concedía una importancia sensacional a esta lucha. Todo el estadio estaba rematado de banderas con la cruz esvástica.

Para entenderlo, hay que retroceder 80 años: se trataba de la Alemania del III Reich contra la II República Española. La Alemania de Adolf Hitler que ya prendía alarmas en Europa vs. la España republicana y democrática que un año después sufriría el estallido de la Guerra Civil.

Entre las autoridades presentes estaba Bernhard Rust, ministro de Educación del III Reich, responsable de las purgas de judíos en la Universidad, junto al alcalde de Colonia, Günter Riesen, quien desplazo a Konrad Adenauer (años después canciller de la República Federal de Alemania). En representación de la visita fue el embajador en Berlín, Francisco Agramonte y Cortijo.

Cuando ingresó la selección española los alemanes hicieron un pasillo con el brazo derecho en alto, el típico saludo nazi.

Alemania tenía un equipo poderoso y de entrada hizo sentir la presión sobre el arco de Eizaguirre. A los 11 minutos se abrió el marcador, como lo contaba el periódico La Vanguardia: "Bender pasa a Conen, éste lo cruza al ala derecha, al mismo tiempo que avanza sobre nuestra puerta. Lehner centra después de deshacerse de Zabalo. Quincoces falla al intentar el despeje y Conen se hace con la pelota y, sin pararla, envía un impotente tiro cruzado que, después de dar en el larguero, llega hasta la red en forma imparable. El entusiasmo de jugadores y público alemanes se desborda".

Los de rojo no se achicaron y aguantaron los embates germanos. De la misma crónica de La Vanguardia, el relato del empate español, a los 28 minutos: "En los terrenos de nuestra defensa, Iraragorri se hace con el balón y cede a Luis Regueiro. Este, en una de sus clásicas fintas, avanza rápido y cede excelentemente a Vantolrá. El extremo catalán recoge la pelota y, sin pararla, la cede en bien medido centro a Lángara. Cuando éste se dispone a rematar, es cargado violentamente por un defensa alemán, que produce la caída del jugador asturiano. Pero Lángara, en el suelo, en dificilísima posición, lanza un tiro rápido y bien dirigido, que se cuela por entre los palos del marco alemán sin que Buchloh pueda evitarlo".

Isidro Lángara
Sobre el filo del pitazo final del primer tiempo, llegó el segundo gol visitante: "Se inicia la jugada en Lecue, que pasa a Gorostiza; éste, en gran escapada, se interna, y en lugar de enviar un tiro que hubiera sido difícilmente producido, centró la pelota con tiro largo, que recogió Vantolrá de cabeza, para ponerla al alcance de Lángara. La rapidez con la que hicieron esos cambios desconcertó a los zagueros alemanes que se descolocaron y dejaron solo a Lángara, que, a bocajarro, lanzó un enérgico y cruzado disparo fuera del alcance de guardameta alemán".

El público terminó aplaudiendo a los vencedores, a quien la prensa llamaba "los rojos", mucho antes de ser "La Roja".

El Berliner Tageblatt analizó el triunfo de Lángara y sus compañeros: "Los españoles, los cuales no hemos de olvidar que son profesionales, se revelaron como estupendos artistas en el manejo de la pelota, y lucharon con un temperamento del que sólo los meridionales son capaces".

España posando en el Müngersdorfer Stadion
En el sitio valenciano Plaza Deportiva, Álvaro González resumió la suerte que corrieron varios de los protagonistas de aquel primer Alemania-España cuando la sangre corrió por Europa: "El defensa Paul Janes hizo la guerra en la marina nazi, después se ganó la vida como entrenador. Ernst Lehner llegó a ser soldado, aunque se licenció en mitad de la guerra para seguir siendo futbolista. El resto del once siguió jugando durante el conflicto mundial.

De España, Gorostiza, al principio de la Guerra Civil Española estuvo a las órdenes del Gobierno de Euskadi, pero cuando cayó Bilbao, cambió de bando y se unió a los voluntarios requetés carlistas. El autor de los dos goles, Lángara, luchó en el bando republicano y se exilió en Argentina y México. Cilaurren también se exilió en América y llegó a jugar en el River Plate. Muguerza se instaló en México. También a México fue Luis Regueiro, donde su hijo llegó a jugar con la selección. Idéntico caso que el de su compañero Martín Vantolrá, cuyo hijo fue también internacional con la selección azteca y disputó el Mundial del 70".

La historia de los jugadores vascos continuó en el exilio con la Euskal Selekzioa, que recorrió Europa y América denunciando la sangrienta alianza entre Francisco Franco y Adolf Hitler, que antes de que estallara la II Guerra Mundial "ensayaron" un bombardeo aéreo sobre la población civil de Gernika. Aquel equipo se incorporó al campeonato mexicano 1938/39 y recomiendo ver el documental "Euzkadi, un equipo de hermanos", de Enrique Ballesteros, haciendo click aquí.

Alemania: Fritz Buchloh - Paul Janes, Willy Busch - Rudolf Gramlich, Reinhold Münzenberg, Jakob Bender - Ernst Lehner, Karl Hohmann, Edmun Conen, Josef Rasselnberg, Josef Fath.
Entrenador: Otto Nerz

España: Guillermo Eizaguirre - Ramón Zabalo, Jacinto Quincoces - Leonardo Cilaurren, José Muguerza, Simón Lecue - Martín Vantolrá, José Iraragorri, Isidro Lángara, Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza.
Entrenador: Amadeo García Salazar

A los 54 minutos España introdujo dos modificaciones: Pedro Regueiro reemplazó a Lecue y Pedro Areso a Quincoces.

Goles: Conen (11'), Lángara (28'), Lángara (45').




La revancha se disputó en 1936 en el estadio de Montjuic, Barcelona, partido del que se guarda un excelente testimonio fílmico.

El seleccionado alemán que visitó Barcelona



jueves, 4 de abril de 2024

Isidro Lángara: el vasco inolvidable


Por PABLO ARO GERALDES

Infinidad de veces los hinchas se preguntaron: si casi la mitad de los argentinos lleva un apellido español, si su inmigración se hizo de a millones y hoy su colectividad es de las más extensas, ¿por qué el Deportivo Español no es el equipo más popular del país? La respuesta es sencilla: llegó tarde al reparto de hinchas.

Cuando se fundó el club de la colectividad española, el 12 de octubre de 1956, los vascos, gallegos, asturianos, andaluces, etc. que vivían en la Argentina (y sus descendientes) ya eran hinchas, en su mayoría, de San Lorenzo de Almagro.

Génova, 1934: Lángara ante el arquero brasileño
Pedrosa, en el primer partido de España en
la historia de la Copa del Mundo.
Hacia fines de los años '30, miles de españoles encontraron refugio y brazos abiertos en la Argentina, escapando del horror de la Guerra Civil. Pero la explicación de esta identificación de los españoles con el equipo del barrio porteño de Boedo no es racional. Fue un amor a primera vista que se selló para siempre el 21 de mayo de 1939, apenas dos días después del desfile de la victoria de Francisco Franco en Madrid. Y el protagonista excluyente fue el vasco Isidro Lángara, un centrodelantero que llegaba desde México con laureles de goleador. Las noticias de su talento tenían un aval importante: en San Lorenzo ya jugaba el vasco Ángel Zubieta, quien lo había acompañado en la Selección de Euskadi que había deslumbrado en el exilio. Además, Guillermo Stábile lo había visto en Europa y le garantizó a los dirigentes sanlorencistas: "Con Lángara usted compra goles seguro".

Un barco lo traería desde México, donde había vivido unos años de su exilio, mientras su tierra vasca se desangraba por la Guerra Civil, acosada por la sombra asesina del 'Generalísimo' Francisco Franco, que quería imponer una España única, la suya, sin respetar las identidades nacionales de vascos, gallego, catalanes...

Ese domingo de otoño marcó a fuego la relación entre los hispanos y San Lorenzo. Por la 10ª fecha del campeonato, River Plate visitaba el Gasómetro de Avenida La Plata. Por la mañana recaló en el puerto de Buenos Aires el buque que traía a Lángara desde las costas aztecas, y a algún "desubicado" se le ocurrió proponerle jugar en un par de horas, sin tener en cuenta que venía de casi dos semanas de viaje. Pero el vasco, ansioso por reencontrarse con Zubieta, y orgulloso de ser un embajador deportivo de Euskal Herria, dijo que sí.

Los primeros 45 minutos fueron imborrables: Lángara marcó cuatro goles; a los 7', a los 13', a los 21' y a los 39'. La radio transmitía los goles de este grandote desconocido para el fútbol argentino. Nadie sabía quién era este nuevo ídolo que humillaba al poderoso River que tenía a jugadores de la talla de Minella, Moreno, Pedernera y Peucelle, un germen de lo que sería La Máquina.

No había marcha atrás, esa tarde todos los españoles, perseguidos o no, republicanos y falangistas, sintieron que Isidro Lángara era un motivo de orgullo nacional y se encariñaron para siempre con la camiseta roja y azul de San Lorenzo.

En total, el vasco hizo 110 goles para el equipo de Boedo, en 198 partidos hasta 1943. Es el séptimo goleador de la historia del club.
El Gasómetro revienta de gente, el fondo de River Plate no entiende nada: ¿de dónde salió este grandote? Es Isidro Lángara: del barco que lo trajo de México, directo al corazón de San Lorenzo de Almagro.

Su historia
Nacido en Pasaia, unos kilómetros al este de Donosti (Guipúzcoa), el 15 de mayo de 1912. Isidro Lángara brilló con toda su intensidad en el fútbol español de los años 30. Había comenzado en modestos equipos de su País Vasco natal, como el Siempre Adelante de Pasaia, el Andoain y, finalmente, el Tolosa CF. A los 18 años, en 1930, firmó para el Real Oviedo, con el que triunfaría hasta erigirse como uno de los jugadores más importantes de su historia. Fue Pichichi en las Ligas de 1934 (27 tantos), 1935 (26) y 1936 (27). Sus descollantes actuaciones con la casaca azul del Oviedo, lo llevaron a ser seleccionado para jugar el Mundial Italia 1934. Su promedio de gol con la Selección Española es impresionante: 17 en 11 partidos.

Su era dorada con Oviedo se cortó de manera dramática en julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil. En esa primera etapa con el Oviedo Lángara jugó 220 partidos oficiales y marcó 281 goles.

Durante el conflicto, Lángara combatió en el bando republicano. En 1937 se enroló en la Selección de Euskadi, el equipo nacional creado por el Gobierno Vasco para recaudar dinero en Europa para los refugiados vascos y realizar propaganda en favor del Gobierno Vasco y la República. En la Euskal Selekzioa coincidió con muchos de los mejores futbolistas vascos de la época como Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza o Txato Iraragorri. El Euzkadi brilló en su gira europea, pero tras caer Bilbao en manos franquistas la Selección partió hacia América para proseguir su derrotero, pasando por Cuba, México y Argentina.

Finalmente esta Euskal Selekzioa se afincó en México, donde jugó la Liga Mayor de 1938/39 con el nombre de Club Deportivo Euzkadi. Fue la selección del torneo azteca y terminaron en el segundo puesto. En abril de 1939 finalizó la guerra con la derrota republicana y la Selección de Euzkadi se disolvió. Varios volvieron a Euskal Herria pero Lángara optó por seguir exiliado y buscar equipo en Argentina, donde su ex compañero y amigo Zubieta lo esperaba en San Lorenzo de Almagro
Isidro Lángara y Rinaldo Martino

En 1942 San Lorenzo viajó a México, donde disputó diez partidos. El equipo azulgrana marcó 42 goles, 23 de los cuales fueron del querido Lángara. Y se quedó. En 1943, año del comienzo de la Liga profesional mexicana, fue contratado por el Real Club España. Lángara hizo 27 goles en su primer temporada, el siguiente año marcó 38 goles y un año después 40. En México fue dos veces goleador (1944 y 1946) y ganó una Liga y una Copa.

En 1946 puso fin a su exilio y volvió a España, donde jugó nuevamente para el Real Oviedo. Fueron dos temporadas en las que vio acción en 29 partidos; marcó 23 goles.

Retornó a México, donde dejó el fútbol y se quedó a vivir allí. Entre 1950 y 1951 se dirigió a Unión Española de Chile y luego fue DT el Puebla (México), con el que conquistó la Copa México en 1953. En 1955 fue entrenador de San Lorenzo de Almagro. El 21 de agosto de 1992 murió Andoain, en su amado País Vasco.

El fútbol argentino lo recuerda y San Lorenzo de Almagro lo tienen en su galería de jugadores inolvidables.


Documento de identidad chileno, otorgando en 1950,
cuando fue a dirigir a la Unión Española.