Cuando se presentó el afiche de Rusia 2018 resaltó una particularidad: era el primero con un jugador reconocido (el arquero Lev Yashin). En la Argentina algunos saltaron a refutar esta novedad, argumentando que en el poster oficial de la Copa Mundial 1978 aparecían Leopoldo Luque y Osvaldo Ardiles: falso.
Entonces, ¿quiénes eran los dos jugadores que aparecían festejando un gol argentino? Acá corresponde repasar la historia del afiche. Hubo un primer certamen nacional pero quedó desierto y el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM78) organizó otro concurso cerrado, en 1977, del que participaron los diseñadores Guillermo González Ruiz, Rubén Fontana, Nicolás Jiménez, Héctor Romero y Eduardo López, quien resultó ganador. López era Director de Diseño del estudio Unit (del alemán Frank Memelsdorff), y había trabajado para el Centro Editor de América Latina (CEAL) y en Ediciones Summa. Con su experiencia, el autor recurrió a efectos visuales que le dieron volumen a los cuerpos, empleando formas superpuestas verdes, celestes y naranjas.
La imagen final surgió de una fotografía con dos hombres, uno con sus brazos levantados y otro abrazándolo por la cintura. La primera impresión recuerda al festejo de un gol, pero en épocas en las que la Argentina estaba presa de una dictadura las postura de ambos protagonistas también podía interpretarse como la palpación de las fuerzas de seguridad a un detenido.
Por esos años el Instituto Di Tella era uno de los que marcaba la vanguardia del lenguaje visual y este póster tiene una marcada influencia ditelliana. Y hay una línea directa: en 1972 López había sido beneficiado con una beca para asistir al Taller Superior de Diseño Gráfico del Centro de Investigaciones en Comunicación Masiva, Arte y Tecnología (CICMAT), en el Teatro General San Martín. En sus clases, se dictaban los principios del Departamento de Diseño Gráfico del Di Tella, dirigido por Juan Carlos Distéfano.
Si no son Luque y Ardiles, ¿quiénes son? Se trata de Tito Orsi y Guillermo Szelske, colaboradores de Eduardo López que en 1977 posaron para la foto que serviría de punto de partida para el diseño final con su impronta pop."Nos sacamos fotos en tres posiciones diferentes: la que quedó en el afiche, una inversa en la que yo era el que estaba de frente, y una tercera en la que estábamos abrazados de perfil. Teníamos que estar siempre sonrientes, lo que no nos costaba demasiado trabajo porque la pasábamos bárbaro", contó Szelske, quien finalmente fue inmortalizado de espaldas, con un número 8.
"En la foto original no teníamos camisetas de fútbol. Eran remeras blancas, lisas, sin número. Y mi brazo derecho estaba levantado festejando el supuesto gol. Posteriormente, Eduardo López la retocó y al eliminar mi brazo en alto la imagen da, más todavía, la sensación de abrazo", concluye.No hubo doble intención de simular un arresto policial, como lo confirmó Matías Bauso, autor del libro 78. Historia oral del mundial: “Entrevisté a uno de los modelos que fueron fotografiados para el afiche y la intención era simular el festejo de un gol, ninguna otra”.
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