Entrevista publicada en la revista Fox Sports, en mayo de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES
Atrás quedaron los meses de alejamiento de la Selección Nacional. Después de 930 días, Carlos Bueno volvió a vestir la camiseta celeste, y lo hizo según su oficio de goleador. Como ayer en Peñarol, como suele mostrar en Sporting de Lisboa, el artiguense sigue con el mismo estilo y sin rencores. Con la Copa América de Venezuela despuntando en el horizonte, sus goles se vuelven a cotizar y le meten presión a Oscar Tabárez.
Antes de la ajustada definición de la Liga Portuguesa, se tomó su tiempo para charlar de los meses que se vienen; meses teñidos de celeste.
–¿Cómo encontraste a esta nueva Selección?
–Primero, vi mucha gente joven, con ganas. En lo personal fue una vuelta muy importante. Y me encontré también con jugadores que ya conocía de mi etapa anterior, de Peñarol. Creo que conformamos un grupo que tiene un futuro interesante.
–Respecto a la concepción de juego, ¿te sentís más cómodo que en el proceso anterior?
–El último partido contra Corea del Sur lo ganamos pero, por ahí, no tuvimos las suficientes chances de gol, aunque marcamos dos. Cómodo-cómodo no me encontré, porque pasaron muchos momentos en los que estuve solo y pasaban los minutos sin que toque el balón. A mí me gusta ayudar, aparecer y mostrarme, darle opciones al compañero, pero en ese partido la pelota no llegaba mucho arriba. Se planteó así y la verdad es que salió bien. Pero, sinceramente, quería más chances para concretar o que el equipo llegara más.
–¿Con quién te sentirías mejor en el ataque?
–Es una gran pregunta... ¿Quién juega? No me importa que sea con Abreu, con Chevantón, con Forlán... con el que sea. Yo voy a tratar de hacer lo que hice siempre: correr, romperme todo por la Selección. Quiero jugar siempre y para eso trabajo, para estar pronto para cuando llegue el momento.
–¿Qué generó en vos el tiempo que pasaste alejado de la Selección?
–No sé si llamarlo revancha, muchos que me conocen me señalan que sería eso. Ya pasó mucho tiempo desde esas cosas que me tocaron vivir. Pero el amor que uno tiene por la camiseta, por Uruguay y por la familia misma y los amigos que acompañaron y sufrieron este tiempo, me pone bien. Lo mismo que la alegría de ellos, felices también al verme volver así, con goles. Yo venía de una lesión, pero la felicidad y la motivación de ponerme de nuevo la Celeste hicieron que se me olvide por completo el dolor. Lo malo que pasó nunca lo voy a olvidar, pero ya lo superé y miro para adelante.
Eso malo que Bueno dejó en el pasado es el conflicto generado por su pase de Peñarol a Paris Saint Germain. Cristian “Cebolla” Rodríguez y él habían sido declarados en rebeldía por el club por haber viajado a Francia a firmar contrato sin autorización.
La polemica situación requirió la intervención de la FIFA, que en primera instancia los inhabilitó pero que finalmente los liberó para defender los colores del cuadro parisino. Todo gracias a una decisión del Tribunal Arbitral del Deporte, con sede en Lausana, Suiza, que falló en contra del club aurinegro.
Peñarol había cotizado ambos pases en 6 millones de dólares, pero la transferencia se hizo directamente entre el representante, Francisco Casal, y el PSG, sin la intervención del club montevideano.
–En tu primer contacto con Tabárez, en Corea, ¿empezaron a hablar de los rivales de Uruguay en la Copa América?
–Primero estará el amistoso en Australia, supongo que recién después de eso se hablará de Perú, de Bolivia y de Venezuela.
–¿Compartís la idea de que Uruguay tuvo un sorteo favorable?
–Es verdad, sin querer faltarle el respeto a nadie, creo que en el Grupo A somos favoritos. No voy a decir que es una zona fácil, porque no me gusta hablar de eso antes de jugar, pero sí es un grupo accesible para Uruguay. Hay que respetar a todos los rivales, pero no se debe olvidar que nosotros llegamos a las semifinales de casi todas las Copas América; eso pesa. Esperamos seguir en ese camino. En la última perdimos la semifinal contra Brasil por penales, y ellos eran campeones del mundo.
–Precisamente en Perú 2004 fuiste uno de los protagonistas de Uruguay, el goleador. ¿Esa Copa América fue el torneo más importante de tu carrera?
–Es verdad que la Copa tiene una proyección internacional bárbara, la miran en todo el mundo, y la Selección es una vidriera importante, pero no. Primero le agradezco a Peñarol. Por Peñarol fui y soy lo que soy, por Peñarol estoy en la Selección. He jugado cinco Copas Libertadores y otros torneos internacionales, todo gracias a Peñarol.
–En las últimas ediciones, varias Selecciones despreciaron a la Copa América, esta vez todo señala que será una de las mejores, con equipos con su máximo potencial. ¿Esto te hace esperar un torneo mejor que el de Perú?
–Cada país busca a sus mejores jugadores y trata de dar el mejor espectáculo y quedar bien parado. En la última, Brasil no fue con todo su poderío y la ganó. Va a ser bueno por el fútbol y porque le dará mucho color al entorno que todos vayan con sus figuras. Eso va a hacer más competitivo al torneo. Y nosotros lo único que tenemos que hacer es tratar de unirnos, dejar de lado las figuras individuales y hacer como en la Copa anterior, donde fuimos un verdadero grupo, unido, y gracias a eso llegamos hasta donde llegamos.
–¿Es ésta la oportunidad para que Uruguay retome su lugar histórico, junto a Brasil y Argentina?
–Creo que sí. Uruguay, por su historia, no merece quedar afuera de un Mundial. Pero tambiénhay que pensar que el fútbol uruguayo, hoy, tiene muchos problemas, lamentablemente; los problemas económicos que afectan al país dañan también al fútbol. Y el campeonato uruguayo mismo es muy malo, pasa por un momento difícil; ojalá se pueda recuperar. Pero la Copa América viene a dar un aire nuevo, una oportunidad de que los jugadores uruguayos sean vistos en otros países. Eso va a ser importante tanto para los jugadores como para los clubes.
–Uruguay tiene a futbolistas de nivel como para jugar mejor, ¿es la hora de que deje la garra de lado y apueste al talento?
–No... Ojalá... Ojalá pudiéramos ser así. Nosotros tenemos futbolistas muy bien dotados técnicamente, pero no tenemos que olvidarnos nuestra mística. Yo creo que la identidad nuestra es ésta y no la voy a dejar nunca de lado. Por lo menos es mi manera de sentir el fútbol uruguayo: yo no soy un argentino ni un brasileño, que juegan muy bien al fútbol, nosotros no tenemos que olvidarnos de lo que siempre hicimos. Es obvio que no vamos a ganar todos los partidos corriendo y peleándonos contra todos, jugar lindo es bueno pero eso no se hace de un año para otro. Para eso hace falta mucho trabajo y no hay tiempo suficiente para que los jugadores estén con el entrenador y se pueda cambiar eso. Se dice que corremos, metemos y pegamos patadas, pero eso nos sirve en algún momento que jugamos muy bien al fútbol, como lo hicimos en la Copa pasada.
–¿En qué escalón ponés a Uruguay en el contexto sudamericano?
–Sinceramente creo que viene Brasil, Argentina y ahí aparecemos nosotros. Que me disculpen Paraguay, Ecuador y Colombia, pero por historia y por nombres Uruguay está por encima de ellos, por más que nos hayamos quedado afuera del último Mundial.
–¿Haberse perdido la última Copa del Mundo es un motivo para salir a buscar con más ganas la Copa América?
–Es lo que te decía sobre la garra, cuando más heridos estamos más nos sale el indio de adentro... y ¡cuidado! Somos un león herido. Pero para ninguna Selección es fácil enfrentar a Uruguay, venga de la manera en que venga. Por más que vengamos bien, nunca vamos a bajar los brazos, no vamos a cambiar nuestra mística ni por nada del mundo. Fijate lo que pasó en la Copa América de Perú, que en las semifinales los argentinos querían que Brasil le gane a Uruguay, para no tener que enfrentarse contra nosotros en la final...
–Uruguay tiene a futbolistas de nivel como para jugar mejor, ¿es la hora de que deje la garra de lado y apueste al talento?
–No... Ojalá... Ojalá pudiéramos ser así. Nosotros tenemos futbolistas muy bien dotados técnicamente, pero no tenemos que olvidarnos nuestra mística. Yo creo que la identidad nuestra es ésta y no la voy a dejar nunca de lado. Por lo menos es mi manera de sentir el fútbol uruguayo: yo no soy un argentino ni un brasileño, que juegan muy bien al fútbol, nosotros no tenemos que olvidarnos de lo que siempre hicimos. Es obvio que no vamos a ganar todos los partidos corriendo y peleándonos contra todos, jugar lindo es bueno pero eso no se hace de un año para otro. Para eso hace falta mucho trabajo y no hay tiempo suficiente para que los jugadores estén con el entrenador y se pueda cambiar eso. Se dice que corremos, metemos y pegamos patadas, pero eso nos sirve en algún momento que jugamos muy bien al fútbol, como lo hicimos en la Copa pasada.
–¿En qué escalón ponés a Uruguay en el contexto sudamericano?
–Sinceramente creo que viene Brasil, Argentina y ahí aparecemos nosotros. Que me disculpen Paraguay, Ecuador y Colombia, pero por historia y por nombres Uruguay está por encima de ellos, por más que nos hayamos quedado afuera del último Mundial.
–¿Haberse perdido la última Copa del Mundo es un motivo para salir a buscar con más ganas la Copa América?
–Es lo que te decía sobre la garra, cuando más heridos estamos más nos sale el indio de adentro... y ¡cuidado! Somos un león herido. Pero para ninguna Selección es fácil enfrentar a Uruguay, venga de la manera en que venga. Por más que vengamos bien, nunca vamos a bajar los brazos, no vamos a cambiar nuestra mística ni por nada del mundo. Fijate lo que pasó en la Copa América de Perú, que en las semifinales los argentinos querían que Brasil le gane a Uruguay, para no tener que enfrentarse contra nosotros en la final...