Versión en castellano de la entrevista publicada en la revista alemana Kicker, en septiembre de 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
A los 70 años, César Luis Menotti está más vigente que nunca. Activo, como manager de Independiente, tiene una aguda mirada sobre el fútbol mundial. El entrenador campeón del mundo de 1978 elogia a España, critica el exitismo a cualquier precio, y habla del fútbol de varios países, entre ellos el alemán.
No es nuevo el vínculo de Menotti con Alemania. Conoció el país de joven y siempre estuvo relacionado (Puma, DPA...). Así lo cuenta: “En Alemania me siento cómodo y disfruto mucho; la gente estereotipa al alemán como alguien de personalidad rígida, fría, pero es un error. Aquí hay gente alegre, buenos amigos... y todo lo hacen bien: la ropa, los autos, la comida, la tecnología, el orden...”.
Su próximo viaje a Alemania será en octubre, para recibir el premio Bensemann por su trayectoria. Pero antes, dialogó con Kicker en Buenos Aires, la capital argentina.
-¿Ve partidos de la Bundesliga?
-A veces, cuando los horarios no coinciden con el fútbol de aquí.
-¿Cómo ve al fútbol alemán?
-Cuando hablan de Alemania se menciona el orden, la disciplina y la capacidad de trabajo pero no hablan del talento. ¿O Beckenbauer qué era? Alemania empezó a sufrir en su fútbol cuando dejaron de aparecer estos aventureros que le daban al orden ese salto de calidad y de belleza.
Alemania tiene un orden estructural de equipo, es una orquesta con un sonido muy bueno pero nunca dejó de tener a sus grandes solistas, como Müller, Overath, Breitner y tantos otros. Beckenbauer era un jugador superlativo, un artista. Entonces no confundamos el mensaje con la etiqueta del “orden”.
-¿Y ésta selección de Löw?
-Alemania tiene muy buenos jugadores, pero no aparecen esos futbolistas con la capacidad de la aventura. Jorge Luis Borges decía que la literatura es “orden y aventura”. El fútbol es igual: si sos todo orden sos un aburrido, y si sos todo aventura sos un caos. En el último Mundial Alemania tuvo un equipo más comprometido con la gente, pero le faltó ese salto que le puede dar un aventurero.
-De los jugadores alemanes actuales ¿a quiénes destaca?
-De la Selección, Schweinsteiger. Ballack me gusta, pero es más regulador del orden que aventurero, no es como el Iniesta del Barcelona, que hace lo mismo que él pero en los últimos 20 metros te aniquila. No mostró lo que hacía Littbarski, por ejemplo.
-Hace unos años nos dijo a Kicker que le gustaría la idea de que Beckenbauer sea Presidente de la FIFA. ¿Todavía le gustaría?
-Sí, lo dije. Pero también dije que hay dos Beckenbauer: el jugador de fútbol y el dirigente de un club. Yo lo que deseo es que él un día sea presidente de la FIFA pero como jugador, que tenga esa misma sensibilidad que demostró dentro de la cancha. La capacidad la tiene, es un hombre generoso y con mucha experiencia. Que esté más preocupado por defender la calidad y no la cantidad: él sabe, como jugador, que no se pueden jugar 80 partidos al año. A este gran producto de mercado que es el fútbol hay que defenderlo desde la calidad. ¿O Pavarotti podía cantar todos los días en cualquier teatro?
EL DEPORTE AMADO
-¿Por qué el fútbol fascina en todo el mundo, más que otros deportes?
-Conozco el deporte en España, en Francia, en Cuba... Soy un estudioso de esto. En una escuela de Rosario, mi ciudad, fui con el intendente y juntamos en el patio a unos 300 chicos. Les pregunté cuántos querían ser jugadores de básquet: cuatro. ¿Boxeadores? Uno. ¿Futbolistas? Todos. En la Argentina el fútbol es un hecho cultural que genera una máxima atracción, por eso nosotros tenemos la obligación de cuidarlo, de cuidar a los jóvenes de esta locura que los rodea. No soy tan inocente ni me hago el estúpido: ya sé que el fútbol es un negocio. Pero los negocios son diferentes. Negocio es qué pongo yo, qué ponés vos y cómo repartimos. Pero ¿qué pone el mundo de los negocios en el fútbol? Si yo quiero poner un bar tengo que empezar de cero, comprar todo, difundir la marca... Un club como Independiente tiene más de 100 años, ya está hecho. El fútbol es un producto único que se vende en el mundo entero, está impuesto, no hay que salir a venderlo. Y eso lo lograron los grandes futbolistas.
Yo puedo invertir dinero y construir un gran hotel que compita con los mejores, pero si quiero “inventar” un club, construir un estadio, le pongo de nombre “Deportivo Alegría”, salgo a competir con los mejores y me fundo. ¿Con qué cuenta la organización, que los hombres de negocios no tienen? Con un siglo de historia, con un producto impuesto.
En Inglaterra llega un jeque y compra un club, o en México, donde también son propiedad de las grandes empresas, pero acá es otra cosa, y el fútbol argentino merece un debate serio.
-¿Está anestasiada la sociedad?
-El poder económico, a través del poder político, ha producido una desculturización aterradora, que ha llegado al fútbol. Había una cultura, un estilo que en el nombre del modernismo se empezó a destruir. “Hay que ser moderno” en el fútbol, en la música, el arte... Parece que para ser moderno hay que matar a Mozart o a Beethoven. Si eso es el modernismo, prefiero ser antiguo como Mozart y no moderno como Julio Iglesias.
-¿Y aquello del fútbol de izquierda o de derecha?
-Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometido con la gente, el orgullo de la representatividad, el orgullo de la pertenencia... todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado. Cuando salía campeón del Inter con el catenaccio todos hablaban maravillas de eso, pero no decía que los tres equipos que habían descendido jugaban igual. El Inter tenía a Suárez, a Mazzola... jugadores que podían ganar con cualquier esquema. Pero si puedo elegir, me quedo con el Milan de Arrigo Sacchi, con la Holanda del 74... o con la misma Alemania de ese Mundial, que era un equipazo.
-¿Sigue pensando que la final del 74 fue el mejor partido que vio?
-Como exhibición de fútbol lo más grande que vi fue a Brasil de 1970. Pero como partido esa final del 74 tuvo todo: fue de ida y vuelta y protagonizado por dos equipos buenísimos.
-Este verano hubo mucho movimiento con Cristiano Ronaldo, con Robinho... Parece que los jugadores están en clubes fantásticos pero igual no están contentos. ¿Qué le parece? ¿Falta ética?
-A la misma plata, el que no disfruta del juego, sufre los cuestionamientos de toda la prensa que espera que él solo gane un partido, no es feliz, y se va a buscar otro horizonte. Pero si Robinho hubiera jugado en Barcelona, no se hubiera ido. Andá a ofrecerle a Iniesta que se vaya a jugar a Italia o Inglaterra... El rendimiento general de ese Madrid era muy malo.
-¿Cómo ve los 94 millones de euros que gastó el Real Madrid?
-Debe ser bueno, habrá que ver cómo juega. Siempre me gusta relacionar el fútbol con la música: un buen director, con regulares músicos puede hacer una orquesta afinada; con grandes músicos puede hacer una sinfónica. Un mal director con músicos regulares es horrible; con buenos músicos puede hacer una orquesta afinada. Los músicos son fundamentales. Es importante que Pellegrini tenga su tiempo de ensayo. Por ahora no me dicen nada. Hubo una época en la que Hollywood llevaba a Vittorio Gassman, Elizabeth Taylor, etc y las películas eran malísimas; tenían a grandes actores pero no había un buen guión.
ARGENTINA Y MARADONA
-¿Qué selecciones le agrada ver hoy?
-Holanda sigue insistiendo con su estilo, Rusia con Guus Hiddink ha hecho un buen juego. Alemania ha sido bastante generosa en el último Mundial.
Y sobre todo España que está eligiendo buenos jugadores. Hace veinte años dije en España que tenían que elegir si querían morir como un toro o como un torero. Si querían morir, porque podrían elegir el éxito, y ahí también cabe elegir si quieren terminar como un toro o un torero. Ahora resulta que después de tanto tiempo se acabó la Furia, lo peor que le pasó al fútbol español. España en el Mundial 98 jugó en el mediocampo con tres centrales (Nadal, Amor, Luis Enrique), tres defensivos. Ahora juegan con chiquititos, tiene una idea y parece que los periodistas están esperando que pierda para criticarla.
-¿Brasil? ¿Argentina?
-Nooo, Brasil y Argentina son una cosa increíble. Nosotros hacemos la historia y después la tiramos a la mierda. Siempre copiamos lo peor: estamos en un fútbol agresivo, vertical, confuso, atlético, de choque... Y en el fútbol brasileño sorprende ver las patadas que se dan... En los 60 viví en Brasil y me tocó ver a Pelé, Coutinho, Garrincha, Tostao, Didí... ¡Dios mío ¿Dónde están?!
-Hasta ahora pareciera que la conducción de Diego Maradona en la Selección Argentina está sustentada más en lo anímico que en lo futbolístico. ¿Es suficiente con ser gran un motivador?
-La motivación es una mentira. La única motivación es la del conocimiento. No lo puedo motivar a mi hijo para que vaya y pelee con Tyson, porque lo estaría matando. La selección tiene un problema muy serio y es que ni siquiera podemos saber qué es lo que quiere Maradona, porque no puede entrenar. Es difícil tener una idea clara de lo que Diego busca, porque no puede mostrarla. Entonces más que un entrenador es un “seleccionador”. En Europa es más fácil, por las distancias, pero acá no se puede. No lo estoy defendiendo, ni mucho menos. Maradona podrá demostrar su idea recién en el Mundial, cuando tenga un mes para armar el equipo.
-¿Por qué Argentina no supera los cuartos de final en los mundiales y Brasil sí?
-Brasil siempre ha tenido figuras que sostuvieron sus deficiencias colectivas: Romario, Ronaldo, Ronaldinho... Pero Argentina no; desde la salida de Maradona ha tenido buenos jugadores, pero no logró lo que se supone que puede dar Messi ahora. Ese tipo de jugadores genera algo especial: la gente va a ver a Messi, como pasaba con Maradona, y eso le quita peso al resto del equipo.
-Argentina tiene a Agüero, a Messi, a Tevez, fue campeón olímpico...
-Pero son muy jóvenes, su crecimiento lo hacen en Europa. Antes un capitán era Passarella, un tipo con una trayectoria en la selección. Ahora son pibes.
-Quién es el mejor jugador del mundo hoy?
-Iniesta.
-Fernando Torres decía que España campeón de Europa es algo bueno para el fútbol...
-¡Muy bueno!
-Bruckner, Capello, Hitzfeld, Lippi, Rehhagel, del Bosque. En Europa los DT de selecciones son hombres entrados en años. ¿Tiene explicación para esto?
-Es que el joven no tiene la fuerza para imponer su régimen de trabajo. Poner a un técnico de mucha personalidad es peligroso para ciertos dirigentes argentinos, pero se ve que hay países que todavía respetan el conocimiento de los mejores, sin importar su edad.
-¿Por qué regresó a Independiente?
-Hay una vieja historia con el club, donde recurrir a Menotti significa intentar reordenar una idea conceptual, valorizar jóvenes jugadores, porque el mercado no permite traer otros grandes. Veré si estoy a gusto, tratando de armar un equipo competitivo en el corto plazo; y más adelante pensar en la formación de jóvenes.
-Esto no significa que no quiera volver a entrenar...
-En absoluto. Tengo la potestad de elegir el próximo entrenador el año que viene.
-Si Américo Gallego no sigue, el paladar del hincha de Independiente querrá a Menotti...
-Pero esa será una resolución mía, no del club. Puedo presentar dos nombres de entrenadores y ellos elegirán. Falta un tiempo para eso.
Las páginas publicadas en Kicker |
-...espacio, tiempo y engaño. Suena a sencillo, pero hay que hacerlo. Y tiene cuatro acciones que se pueden enumerar fácilmente pero que también hay que llevar a la práctica: defender, recuperar la pelota, gestar jugadas y definir. Un fútbol complejo solamente lo hacen diferente los grandes jugadores, y los grandes entrenadores. El técnico tiene una idea y debe demostrar y convencer que a sus jugadores de que con esa idea lograrán la eficacia. Y después comprometer a la defensa de la idea. Son tareas que no se logran en dos días.
-Es increíble lo de Italia. Puede jugar tan bien o mejor que España, pero cuando apueste a los grandes jugadores que tiene. Cuando Italia jugó horrible y salió campeón mundial nadie dijo nada. Ahora que Italia sigue jugando igual pero no gana, lo critican por todos lados. Parece que el músculo no se discute, pero la inteligencia sí. Es un debate. Si Baggio está sentado en el banco tiene que esperar a que Del Piero ande mal para entrar... ¡¿Nunca va a entrar Baggio por Gattuso?!
-¿Un once de todos los tiempos?
-Quizá no tenga sentido comparar épocas. Pero sí puedo nombrar a los reyes: el primero fue Alfredo Di Stefano; después aparece Pelé, más tarde Cruyff y después Maradona. Después se produjo un vacío de esa corona: pudo ser Romario, Ronaldinho, Zidane, se desdibujan... aparece Cristiano Ronaldo, pero tampoco. Lo que sí hubo enormes príncipes detrás de los reyes: Beckenbauer, Platini, Laudrup...
-Había dicho que un día habrá un campeón mundial africano...
-Un Mundial tiene “participantes”, “protagonistas” y “candidatos”. Hasta ahora no se rompió nunca ese orden, los candidatos son los de siempre: Alemania, Brasil... Lo que sí es que está más cerca el día de que se rompa la hegemonía de los candidatos. Los africanos tienen un protagonismo muy grande, pero les cuesta, aunque tengan a grandes jugadores.
-¿Es acertada la elección de Sudáfrica?
-Tengo una visión diferente. Si es para difundir al fútbol, no me suena. Me parece que el Mundial se tiene que jugar en Italia, Argentina, Alemania, Brasil, Inglaterra, Holanda... Establecería ocho o diez escenarios privilegiados para el Mundial, no solamente elegir a países que tengan dinero. En estos países futboleros el jugador, puede ser por la exigencia del público, pero juega mejor. Yo vi en el Mundial de Corea y Japón que desde la tribuna no había un ambiente de exigencia hacia el futbolista.
El aficionado inglés tiene una manera de pensar el fútbol muy exigente. Y a la Premier League pueden ir futbolistas de todo el planeta, pero tienen que jugar como los ingleses quieren. Si no, se corre el riesgo de desculturizar al fútbol, que a favor del éxito a cualquier manera la liga inglesa termine siendo miserable. Hasta ahora está a resguardo, con conductores como Ferguson o Wenger que respetan la historia, y el público que exige. En la Argentina eso se perdió, cada vez hay más espectadores y menos público: antes del partido están las porristas mostrando el culo, como en el básquet de la NBA, los periodistas se meten en los vestuarios...