Artículo publicado en la revista Fox Sports, en mayo de 2006.
La mayor parte del planeta espera otro título para los pentacampeones pero son ellos mismos quienes encendieron la luz de alerta.
Fox Sports consultó a referentes de la Selección Brasileña que señalan cuáles pueden ser las claves para derrotar al equipo más poderoso del mundo.
Fox Sports consultó a referentes de la Selección Brasileña que señalan cuáles pueden ser las claves para derrotar al equipo más poderoso del mundo.
Cuando se avecina un Mundial empiezan a rodar los pronósticos y a barajarse los nombres de los favoritos al trofeo. Pero nada mejor que las apuestas para cuantificar la valía de los candidatos. Cuando hay dinero de por medio, nadie arriesga sin fundamento, los augurios aventurados dejan paso a las especulaciones matemáticas y allí Brasil es el número uno indiscutido. Por cada dólar apostado pagará cuatro si es campeón mientras, por ejemplo, Inglaterra premiará con 8 billetes verdes, Argentina 10, Croacia 67, Paraguay 151 y Trinidad y Tobago 1.001.
Hay consenso: Brasil es la mejor selección del mundo, y no porque lo diga el ranking de la FIFA. Sobre el césped despliega un arsenal de nombres que muchos envidian y muy pocos podrían igualar: Ronaldinho, Ronaldo, Kaká, Adriano, Robinho… Cada aparición se hace temible y el favoritismo creció hasta el punto de moldear una imagen de equipo imbatible. Es el actual campeón del mundo, posee la Copa América, conquistó la Copa Confederaciones… El camino desemboca casi irremediablemente en un nuevo festejo con fecha 9 de julio, en Berlín.
Pero no. La mecha la encendió Frank Farina, ex entrenador de Australia, al conocer en el sorteo que el pentacampeón será rival de su país: “Brasil es invencible, imparable e insuperable. ¡Mentira! Son mitos asociados con un equipo cuyo aura supera a la de muchos rivales antes de salir a la cancha. Pero a Australia no le impresionará nada de esto”. Detrás del australiano se desencadenó una corriente analítica y la conclusión deja lugar a un Mundial más emocionante: Brasil no es invencible, tiene sus puntos débiles, los propios expertos brasileños los señalan. Y el repaso de la estadística permite abrir una puerta a la esperanza del resto de los competidores. En dos años, el Scratch perdió cuatro partidos, ante cuatro selecciones latinoamericanas. El dato no es casual y da pie a buscar cuál es el estilo de juego que puede golpear al pentacampeón.
“Cualquier selección debe respetar a Brasil, pero solamente podrá superarla una con categoría y determinación, que le juegue de igual a igual. Las precauciones no sirven para nada”, sintetiza Sebastiao Lazaroni, técnico brasileño en Italia ‘90. El ex timonel apunta que “el punto débil de este equipo es el poco tiempo de preparación y la falta de más amistosos”.
Cesar Sampaio, volante central del equipo subcampeón en Francia ’98, coincide en parte con Lazaroni: “Si tienes calidad, a Brasil hay que jugarle de igual a igual, no dejarle tener un hombre de más en ninguna jugada. Y, con el balón, no hay que temer atacarlo. Inglaterra, Argentina, Alemania no tienen problemas, Japón se animó en la Copa Confederaciones y casi gana, México se atrevió y venció”. Aunque aclara que “el Mundial es más cerrado”, pone como ejemplo la final perdida en 1998: “Más allá del problema que tuvimos en el vestuario, con la descompostura de Ronaldo que nos desconcentró, Francia, que estaba ajeno a eso, entró a jugar con determinación y nos ganó. Está demostrado que el equipo invencible no existe”.
Para Jairzinho, la verdeamarelha modelo 2006 es superior a aquella que él integró junto a Pelé y que consiguió la copa en 1970, y supone que si tuviera que dirigir a un equipo rival “procuraría no dejarlo jugar, porque tiene primer nivel en todo el terreno. Mi única preocupación está en los laterales, porque tanto Cafú como Roberto Carlos ya no tienen el ritmo de sus años anteriores”. Jairzinho hundió el dedo en la herida que hoy es polémica en todo Brasil, desde que la tapa de la revista Placar titulara: “Peligro: la mala cara de este trío amenaza al hexa”. La imagen muestra los rostros con gesto adusto del arquero Dida y los laterales Roberto Carlos y Cafú. Arnaldo Ribeiro, editor de esa publicación, señala que la zaga es el punto flaco de este equipo, la preocupación de los aficionados brasileños. “Empezando por el golero Dida y los centrales Lucio y Roque Junior, pero sobre todo el problema está en la decadencia física de los laterales Cafú y Roberto Carlos. Ya está demostrado que no son tan incontestables como se cree”, destaca el periodista.
Pero el entrenador Carlos Alberto Parreira saltó en defensa de sus dirigidos: “La gente quiere ver problemas donde no existen. Son jugadores que tuvieron un nivel formidable por años y los ponen en discusión por pocos errores. Lo que importa es llegar en forma cuando sirve”.
Lo cierto es que los nombres de Cicinho, por derecha, y Gustavo Nery, por izquierda, suenan cada vez más fuerte para quedarse con los puestos de los históricos laterales. Y detrás del arco forman fila Julio Cesar y Marcos para adueñarse de la camiseta número 1.
Las derrotas enseñan
En los últimos 30 meses Brasil jugó 40 partidos y solamente perdió 4. Y no es casual comparar la identidad de esos cuatro vencedores, cuatro seleccionados que estarán presentes en Alemania 2006. Paraguay, Ecuador, Argentina y México, países latinos con matices diferentes en su filosofía de juego, pero que a la hora de enfrentar al poderoso gigante lo hicieron con una convicción común. Dejaron de lado complejos y entregaron todo, sabiendo que no se puede ahorrar ni una gota de sudor ni un segundo de concentración.
Cesar Sampaio se retiró en 2004 y actualmente es comentarista de radio en Sao Paulo. En su visión, estas caídas no son tan preocupantes de cara al Mundial: “Ecuador clasificó como local, pero afuera no ganó ni un partido. Paraguay es un equipo difícil y México evolucionó mucho; aunque del medio para adelante es poderoso, no tiene una defensa tan fuerte. Y, en el caso de Argentina, Brasil sufrió por 30 minutos bravos en los que se fue 0-3 y luego se le hizo muy difícil remontar el resultado”. Pero aclara que “las Eliminatorias son otra cosa. Los viajes, la superposición de torneos locales, Champions League, copas, hacen que los jugadores lleguen a reunirse a pocas horas de los partidos y no haya tiempo para ensayar nada. En un Mundial la cosa cambia”.
Las opiniones brasileñas coinciden en señalar a la Argentina como el rival más difícil. Actualmente ningún equipo del planeta puede plantarse ante Brasil a desplegar el juego que más le duele, con la pelota dominada contra el piso, pases cortos, cambios de ritmo y un repertorio de argumentos como para sorprender. Parreira lo sabe, los hombres de celeste y blanco fueron protagonistas junto a Brasil de las finales de los dos torneos más importantes de los últimos dos años: la Copa América y la Confederaciones. Brasil salió victorioso en ambas (por penales en Perú 2004 y con un arrollador 4-1 en Alemania 2005), pero no olvida el triunfo argentino por las Eliminatorias, donde los dirigidos por José Pekerman alcanzaron su pico más alto: “Argentina es nuestro principal adversario, con el cual existe un altísimo respeto emotivo porque muchas veces no hemos sabido vencerlo".
El estratega sabe que Alemania 2006 puede ser testigo de una nueva edición del máximo duelo sudamericano y prefiere palabras prudentes. Jairzinho agrega: “El único país sudamericano que hoy por hoy puede vencer a Brasil es Argentina, porque además de basar su juego en el talento es fuerte y disciplinado”.
Otra camiseta que a Brasil no le causa simpatía es la mexicana. Ricardo La Volpe, técnico del Tri, sostiene que “ya no existen equipos invencibles. Brasil es ofensivo, pero cuando lo atacás, se trata de un equipo como cualquier otro que también tiene que defender”. Y explicó que, en el triunfo logrado en la Copa Confederaciones ,“México fue fiel a su manera de jugar, sin importar que el adversario sea Dominica (país al que le marcó 18 goles en la Eliminatoria) o el campeón mundial. Esto nos da confianza para no ver a los rivales como gigantes y mantener nuestro estilo ante las grandes selecciones. Por eso, antes del partido les dije a mis jugadores que, más que ver a Brasil, viesen en la cancha a Dominica”. El plan de La Volpe funcionó. Como dijo después el arquero mexicano Oswaldo Sánchez, “Brasil siempre es Brasil, aunque se le puede vencer. Es cuestión de ser inteligentes, no se le debe proponer el juego a lo tonto. Ellos se defienden peor que Argentina”.
Para ahondar el karma azteca, México venció a Brasil 3-0 en la final del Mundial Sub 17 de 2005, pero esa es otra historia.
La hora de la verdad
Al saberse los rivales, además del comentario envalentonado de Farina, surgieron las frases más analíticas y también las etiquetas de siempre: que Argentina tiene el ‘grupo de la muerte’, que México ‘se ganó la lotería’… Lo cierto es que a Brasil le tocaron tres rivales que, pese a su crecimiento reciente, no tienen tradición mundialista. Sin embargo, para Lazaroni “el Grupo F no es tan fácil como la gente piensa. Croacia es el rival más rico de la zona, con fuerza física y talento individual. Japón creció de la mano de muchos brasileños que trabajan allí; y Australia sigue el estilo holandés de su entrenador y juega bien”.
El debut será ante los croatas, que clasificaron invictos y despliegan un fútbol de notable poderío físico sin resignar la fantasía: manejan la bola contra el suelo y también son temibles en el juego aéreo, por su gran promedio de altura. Para Jairzinho, “Croacia tiene problemas administrativos, si no crecería más todavía. Es un rival muy fuerte. En los mundiales demostró estar a la altura del evento”.
El segundo compromiso, ante Australia, tendrá un estilo europeo de fuertes marcaciones y rápidos contragolpes. “Hizo una gran demostración de voluntad, pudimos verlo en el repechaje contra Uruguay. Es un equipo que merece cuidado y respeto”, apunta Jairzinho.
Cesar Sampaio jugó 6 años en Japón, el tercer rival, y lo conoce bien: “Este es su tercer mundial consecutivo y ya tiene a varios jugadores en ligas europeas, como Nakata, Nakamura e Inamoto en Inglaterra, Okubo en España, Takahara en Alemania, Oguro y Matsui en Francia, y la lista sigue”. Sin exagerar el potencial de los nipones, en la última Copa Confederaciones empataron 2-2 con Brasil y le complicaron la vida a la defensa. Cicinho jugó ese partido y opina que Japón “tiene todo como para poner en aprietos al Scratch nuevamente. Va a ser nuestro rival más complicado. Además tiene la ventaja de contar con un DT brasileño que nos conoce muy bien”.
Pese a lo que se explique de sus adversarios, Brasil es candidato a ganar la zona. Y entre sus torcedores la confianza va en aumento. Por eso, Parreira prefiere cubrirse ante tanta euforia: "Aún no ganamos el Mundial; me acuerdo que en España ‘82 teníamos una selección tan fuerte como la de ahora y ni siquiera llegamos entre los primeros cuatro".
¿Cómo harán para vencer a Brasil? Jairzinho dice que le gusta “la disciplina”, pero más “la técnica. Mientras los rivales insistan con un esquema 5-4-1 no podrán ganarle. Brasil es el único equipo del mundo que juega con cinco delanteros. Por eso, Parreira debe seguir planteando un equipo ofensivo; la prudencia excesiva de los rivales beneficia a Brasil, todos lo esperan en el fondo de la cancha”. La clave está, pero requiere de equipos audaces, de entrenadores con mentalidad ganadora. Las tácticas conservadoras no resisten la calidad de los brasileños.
En el resto del mundo todos buscan la fórmula para derrotarlo, para impedir que ese penta se convierta en hexa. El técnico español Luis Aragonés afirma que “Brasil no es invencible; sufre cuando le sacan la pelota. Eso sí, para ganarle hay que jugar al 110 por ciento. Puede ocurrir en un partido, como en un Mundial, aunque será difícil que pase dos veces"
Carlos Bilardo, viejo estudioso de las tácticas, no anda con vueltas: “De la mitad para arriba, Brasil te cocina, pero le falta un organizador de juego como Riquelme. No son invencibles”. Hay un enorme respeto, pero no miedo. Try Bennett, lateral derecho de Costa Rica, ya sufrió el poderío verdeamarelho en 2002 y en la Copa América 2004. Sabe de qué habla, pero insiste en que “pese a ser una potencia se le puede ganar, con personalidad y arriesgando más al ataque. Brasil no aprieta mucho en la marca, así que con el balón se le puede hacer daño. Para defenderse hay que esperarlos bien escalonados y ser siempre dos contra uno de ellos”.
La teoría suena bien, el punto es que hacen falta hombres de alto talento. Las palabras proponen tácticas, anticipan temores, le buscan la vuelta a un rival que atemoriza… El martes 13 de junio, cuando la pelota se eche a rodar en Berlín, Croacia tendrá la primera misión de demostrar que Brasil no es invencible.
Aunque este artículo fue previo al Mundial 2006, los conceptos tácticos son aplicables al Brasil que disputará la Copa América en Venezuela.
Francia eliminó a los brasileños de la Copa del Mundo con los mismos argumentos que utilizaron los demás equipos latinos que pudieron derrotarlos: circulación de la pelota, dominio técnico y vocación ofensiva. Está demostrado: Brasil no es invencible.
3 comentarios:
Muy bueno Pablo. Y pese a todo lo que dicen, creo que, al menos en lo que se refiere al bloque y grupo, están más unidos.
Espero tu corrección del trabajo ok?
Un abrazo crack
Teniendo en cuenta lo q sucedió en el Mundial se te puede considerar un visionario.... jajaja
La prensa suele decir que tal equipo es invencible si le va bien durante algunos años, pero en realidad en el fútbol moderno y más con los sistemas de eliminación directa no se puede decir que un país o un equipo va a ganar seguro el certamen q está por comenzar.
Un abrazo...
Qué bueno, otra vez México lo demostró... Tienes razón.
Publicar un comentario