Si bajo la conducción de Jupp Heynckes ganó todo, la llegada de Pep Guardiola al campeón de Europa redobla la apuesta hacia un fútbol ofensivo y espectacular.
Artículo publicado en ESPN Magazine, en septiembre de 2013
En 2010, Bayern Munich vio cómo se le escapaba la Champions League ante el Inter comandado por Mourinho, con dos goles de Diego Milito en la final madrileña. Dos años después tuvo revancha, pero todo se volvió más dramático: en la propia Múnich sufrió ante el mezquino planteo del Chelsea, que le empató 1-1 sobre la hora y lo doblegó en la definición por penales. El gesto desconsolado de Arjen Robben resumía la desazón de un equipo que sabía que tenía todo para alcanzar la gloria, pero volvía a quedarse con las manos vacías.
Pero la máquina bávara conducida por Heynckes tenía fecha programada de cambio de mando. El alemán ya sabía que, cualquiera fueran los resultados, el 30 de junio se despediría del equipo. Por eso, los cerebros del Bayern –Hoeness y Rummenigge, ambos exestrellas con su camiseta– jugaron la apuesta más alta que podía hacer y buscaron a Pep Guardiola como garantía de excelencia. El catalán no solo hereda al mejor equipo de Europa, sino que además suma refuerzos de lujo. Este marcado rumbo del fútbol alemán hacia el juego ofensivo y espectacular tiene el marco de los éxitos del Borussia y el plausible trabajo de Joachim Löw al frente de la selección. Si el estereotipo del fútbol alemán remite a los robustos Panzers, la idea queda incompleta: a su histórica potencia física los germanos le suman el talento que siempre tuvieron, salvo que ahora el toque y la pelota pasan a un primer plano. ¿Quién mejor que Guardiola para remarcar este camino en el Allianz Arena?
Tendrá dos retos a superar: el primero es la exigencia de resultados inmediatos, nada que no haya conocido en el Barcelona. Pero el segundo es más complejo: deberá insertarse en un plantel que, a diferencia del culé, tiene nombres conflictivos para la convivencia, como Ribéry o Robben, dos talentos tremendos pero que suelen privilegiar lo personal al empuje colectivo. Para eso, deberá fortalecer el liderazgo de los símbolos del club, como el capitán Lahm y los surgidos de las inferiores: Schweinsteiger, Müller, Kross y Badstuber, entre otros. Ellos tendrán que formar el eje de identidad que en su Barcelona conformaron Puyol-Xavi-Iniesta-Messi-Piqué.
LOS ENGRANAJES
Guardiola toma a la máquina en funcionamiento, sabiendo que tiene todos los componentes que necesita para plasmar su idea de manejar la pelota, presionar en campo contrario y llegar al área con multiplicidad de variantes.
Respecto a la campaña anterior, Bayer perdió a Mario Gómez (partió a Fiorentina), pero incorporó al Mario Götze, el diamante de la Bundesliga, y a Thiago Alcántara, del gusto personal de Pep. Y ya se avisoran los primeros cambios: queda atrás el doble 5 que animaban Schweinsteiger y Javi Martínez. El alemán avanzaría en el terreno y el español que llegó el año pasado del Athletic Bilbao por 40 millones de euros, se metería en la zaga, teniendo que alternar con Holger Badstuber.
La final de la Audi Cup, ganada al Manchester City 2-1, dio pistas firmes del modelo Bayern 2013/14. Aunque la movilidad que logra en toda la cancha desdibuja los números “tácticos”, el equipo de Guardiola dejaría el 4-3-3 para ensayar un dinámico 4-1-4-1. Se espera la recuperación de Götze; quedan afuera Boateng y Mandzukic, cuyo lugar tras la partida de Gómez será tomado arriba por Thomas Müller, interpretando un “falso 9”.
El once inicial será: Neuer – Lahm, Javi Martínez, Dante, Alaba – Thiago – Robben, Kroos, Schweinsteiger, Ribéry – Müller.
La columna vertebral es puramente germana: Neuer, cada vez más sólido en el arco; Lahm, el pequeño lateral incansable; Schweinsteiger, el poderoso tractor del medio; y Müller, que a su conducción la complementa con una cuota goleadora que no baja. Y todo a la espera de Götze. Repasando el plantel, la firmeza del proyecto, la experiencia línea por línea, la calidad nombre por nombre y los refuerzos inteligentes del verano europeo, parece casi una quimera que puedan pelearle de igual a igual en el torneo alemán.
La Bundesliga es una obligación para este Bayern de Guardiola. Tendrá en diciembre una parada en Marruecos, para buscar el Mundial de Clubes, pero el GPS está puesto en Lisboa. Esta máquina no puede aspirar a menos que a retener la Champions League.
Campeón de todo. El diciembre de 2013 le sumó el Mundial de Clubes. |
Bayern Munich es el equipo más exitoso del fútbol alemán, el máximo ganador de cada competencia local y el mayor exponente de su país a nivel internacional. Y es el último en ganar tres copas europeas seguidas, convirtiéndose así en uno de los grandes de Europa.
TORNEOS NACIONALES
Campeonato alemán (23): 1932. Bundesliga: 1969, 1972, 1973, 1974, 1980, 1981, 1985, 1986, 1987, 1989, 1990, 1994, 1997, 1999, 2000, 2001, 2003, 2005, 2006, 2008, 2010 y 2013. Es el club que más títulos posee de esta competición.
Copa de Alemania (DBF Pokal) (16): 1957, 1966, 1967, 1969, 1971, 1982, 1984, 1986, 1998, 2000, 2003, 2005, 2006, 2008, 2010 y 2013.
Copa de la Liga (6): 1997, 1998, 1999, 2000, 2004 y 2007.
Supercopa de Alemania (5): 1982 (no oficial), 1987, 1990, 2010 y 2012.
TORNEOS INTERNACIONALES
Copa Intercontinental (2): 1976 y 2001.
Copa de Campeones de Europa / Champions League (5): 1974, 1975, 1976, 2001 y 2013.
Recopa de Europa (1): 1967.
Copa de la UEFA (1): 1996.