domingo, 28 de marzo de 2021

Los elefantes y el fútbol

Aunque por su gruesa figura resulta difícil imaginarlos gambeteando, los elefantes fueron elegidos como símbolo de gran cantidad de clubes de fútbol alrededor de todo el planeta.
Aquí recopilo algunos de los equipos que llevan a un paquidermo en su insignia: tres federaciones nacionales exhiben al más grande de los mamíferos terrestres, desde el África hasta el sudeste asiático, sus hábitats naturales, hasta inimaginables logos con elefantes en Europa y Sudamérica.

Por PABLO ARO GERALDES
Tailandia - Costa de Marfil - Guinea
Tailandia: en 1916 se fundó The Football Association of Thailand y desde 1925 forma parte de la FIFA. Lleva el logo con el elefante en la camiseta de la selección nacional.

Costa de Marfil: la Fédération Ivoirienne de Football se creó en 1960 y cuatro años más tarde se incorporó a la FIFA. El elefante está presente en el escudo del organismo y también en la casaca.

Guinea: la Fédération Guinéenne de Football también vio la luz en 1960. En 1962 se sumó a la familia de la FIFA. Alterna dos emblemas: uno con el mapa del país y con el elefante.


Suphanburi FC - Royal Thai Navy

Phitsanulok - Surin City - Chang - Nan - Nakhon Phanom
Trat - Prachuap Khiri Khan - Pakchongc United - Chiangmai - Pluakdang Rayong United

En Tailandia abundan las referencias a los elefantes en la Thai Premier League y en varios clubes de las diferentes categorías de su fútbol. Entre los primeros figuran el Suphanburi FC y el histórico equipo de la Royal Thai Navy. De la League Division 1 (la segunda categoría del fútbol tailandés), y otras del ascenso, aparecen escuadras como Phitsanulok FC, Surin City FC y Prachuap Khiri Khan FC. En 2010 el Bangkok Metropolitan Administration FC cambió su denominación por Chang Chiangmai RBAC y adoptó a un elefante rosa como símbolo. El Chiangmai FC cambió hace unos años a su elefante por un tigre.


Polivalentes - Rangers - Mwana Africa - Bulawayo City

Al sur del Ecuador también reinan los elefantes africanos. En el campeonato de Luanda, capital de Angola, participa el Polivalentes FC, de Palanca; en Botswana, el FC Rangers incluyó a un elefante de aspecto feroz en uno de los proyectos para nuevo escudo. Y en Zimbabwe, también aparece la imagen en los del Mwana Africa y del Bulawayo City FC.


Cilu - Tembo - Tusker - Hoima

El África ecuatorial es el territorio del elefante por excelencia. Así lo reconocieron los clubes Cilu, de Lukala, en la República Democrática del Congo, participa en la Linafoot, la máxima división del fútbol de la ex Zaire; Tembo, de la isla de Zanzíbar; Tusker FC, de Nairobi, ocho veces campeón de Kenya, y Uganda tiene a un enorme elefante africano en su FUFA Super League: el del Hoima FC, del distrito del mismo nombre.


Tempête Mocaf - Eléphant de Coléah - Botafogo FC - Takunnin Entente

En la República Centroafricana el principal equipo es el AS Tempête Mocaf, último campeón y el que encabeza el historial, con diez títulos. También luce un paquidermo el FC Eléphant de Coléah, de la elite de Guinea. En Camerún ascendió el Botafogo FC, de Douala, mientras que el Benín aparece el Takunnin Entente FC, de la ciudad de Kandi.


FC San Pedro - Atlantis FC - Séwé FC - Ivoire Academie FC

Si el elefante es el símbolo de la selección en Costa de Marfil, no podía faltar su figura en muchos clubes, empezando por el FC San Pedro, uno de los grandes de la Ligue 1. Otros que resaltan la imagen animal nacional son el Atlantis FC de Yopougon; el Séwé FC, de San Pedro, y la Ivoire Academie FC, de Abidjan.


Al Khartoum SC - Jazeera Al Feel - Khartoum National Club

Al sur del Sahara el elefante reina en las sabanas: en Sudán, al borde del Nilo, se encuentran escudos con el gran paquidermo: Al Khartoum SC, de la capital, el Jazeerat Al Feel SC, de Wad Madani, y el Khartoum National Club lo recuerdan. 


SL Armed Forces - Bo Rangers - Sierra Leone Police

En Sierra Leona, el equipo de las Sierra Leone Armed Forces también lleva en su pecho bordado al más grande mamífero, mientas que en Bo, las segunda ciudad del país, el Bo Rangers también lo tiene por símbolo. El Sierra Leone Police, el equipo de la Policía, basado en Freetown juega en la Division One, el segundo nivel del fútbol de esa nación.


Enyimba FC - Wikki Tourists - Giwa FC

Nigeria tiene a varios elefantes que pisan fuerte en su fútbol grande. Entre ellos se destacan el Enyimba FC, de la ciudad de Aba, que ganó cinco campeonatos nacionales y dos Ligas de Campeones de la CAF; el Wikki Tourists, de la ciudad de Bauchi, que milita en la Globacom Premier League, y el Giwa FC, de Jos.


Ashanti Gold - New Edubiase United FC

Por el lado de Ghana, se destacan dos elefantes en la máxima división: el Ashanti Gold, de la ciudad de Obuasi, y el New Edubiase United FC, de Bekwai.


Ditlou FC - Joe Maweja FC

Sin ser de la elite futbolera, en Sudáfrica lucen sus elefantes el Ditlou FC de Mmakgatle y el Joe Maweja FC, también de la provincia de Limpopo.


Kerala Blasters - Thrissur District Police - FC Kochi - Shivansh Jharkhand FC

Hábitat natural del elefante asiático, el estado de Kerala, en la India, no podía ser ajena a esta invocación: el Kerala Blasters, fundado en 2014, juega en la Indian Super League; está el Thrissur District Police y también el FC Kochi, de Kochi, el primer club profesional del país, que se disolvió en 2004. Además, en Bengala Occidental está el Shivansh Jharkhand FC.


Lampung FC - Lampung Sakti - Persiga

De la India a Indonesia, donde también rinde culto a los elefantes. Entre otros, su imagen ilustra los emblemas del Lampung FC, el Lampung Sakti y el Persatuan Sepak Bola Indonesia Trenggalek, más conocido por su acrónimo Persiga.


Young Elephant FC  -  Lanexang United FC - Vientiane FC - 

En la antigüedad, Laos era conocida como la “tierra del millón de elefantes". Hoy, en medio de la acelerada occidentalización del sudeste asiático, el país sigue teniendo a los enorme paquidermos como símbolo y así lo recogen varios de sus clubes de fútbol, como el Young Elephant y el  Lanexang United y el, ambos de la Lao Premier League, o el Vientiane FC, campeón en 2005 y 2006, que en su antiguo logo llevaba a un elefante. También el Luangprabang United FC.


Pahang FC - Furukawa FC - Sri Lanka Police - TriAsia Phnom Penh FC

La bastedad del continente más extenso del mundo hace que se encuentre al gran elefante en los símbolos de equipos como el del Pahang FC de Malasia, el Furukawa FC de Japón, el Sri Lanka Police o el TriAsia Phnom Penh FC, ahora llamado Cambodian Tiger (cambió de animal).


Nay Pyi Taw FC - Zwekapin United FC

Myanmar, antes conocida como Birmania, tiene también elefantes en su fútbol. Dos casos son los de Nay Pyi Taw FC y Zwekapin United FC.


Yunnan Kunlu FC - Shanghai Yeyuan FC

Y China no se queda atrás con los milenarios elefantes, como en los logos del Yunnan Kunlu FC o el Shanghai Yeyuan FC chino


Linease - Alianza FC - Defensores de Belgrano - Tambearly SC

Tierras ajenas a los elefantes las americanas. Sin embargo, este animal está representado de norte a sur, como en el logo del modesto equipo brasileño Linense (de Lins, en el estado de Sao Paulo); de una versión del escudo de Alianza, uno de los grandes de El Salvador conocido, precisamente, como "el elefante blanco"; el Defensores de Belgrano de la ciudad bonaerense de Ramallo, el equipo granate que disputa el Torneo Argentino A, el tercer escalón del fútbol argentino; y en las turquesas aguas de la Bahamas, los titanes del Tambearly SC, de Nassau.


Catania Calcio - Catania Nuova - Virtus Catania
Atletico Catania - Savignanese Calcio

La Fuente del Elefante se erige como eje central de la Plaza de la Catedral de Catania y es el símbolo de esta ciudad italiana. El elefante, llamado por los cataneses u liotru, está esculpido en roca lávica y probablemente de manufactura bizantina. Representa la derrota de los cartagineses llegados para conquistar la isla a lomo de enormes elefantes. En esta fontana se inspiraron tres clubes de la ciudad: el Catania 1946, continuador del Catania Calcio que jugó en la Serie A; el Catania Nuova, cuya principal actividad está en la escuela de fútbol y el sector de los juveniles, y el Atlético Catania, de la sexta división.
En 1944 el Catania desapareció por la guerra y fue fundado por la segunda vez como Catanese, que se unió con la Virtus en el Calcio Catania, en 1946. Igualmente, el Virtus Catania sigue participando con ese nombre en el básquetbol.
Además, en la localidad de Savignano sul Rubicone, en la Emilia-Romagna, está activo el Savignanese Calcio, que se identifica con el imponente perfil de un mamut, enorme antepasado del elefante.


Dumbarton FC - Dumbarton Academy - Arniston Rangers FC

En Escocia la gruesa figura del mamífero ornamenta las insignias de dos clubes de la ciudad de Dumbarton, que tiene un elefante en su escudo comunal. ¿A qué se debe? Representa la Dumbarton Rock, una formación volcánica que asemeja un elefante. Uno es el Dumbarton FC, que vivió su período de grandeza en el siglo XIX y no juega en la máxima categoría desde 1985. El otro es el Dumbarton Academy Former Pupils Amateur FC, sin actividad profesional. Además, en Gorebridge está el Arniston Rangers FC que en su escudo tiene a un león y a un elefante.


Chambera Savoie - US Pegomas - AS Dauphin

Francia tiene a tres elefantes en sus divisiones de honor, algo así como "el ascenso" galo: el Chambery, de la ciudad saboya de Chambery; la Union Sportive Pegomas, en la Costa Azul, y el AS Dauphin, próximo a Grenoble.


Termalica Bruk-Bet KS  - MMKS Concordia

¿Elefantes en Polonia? Sí, allí están en los escudos del Termalica Bruk-Bet KS (ex LKS Bruk-Bet) de Nieciecza, que compite en la II Liga (la tercera división), y el MMKS Concordia de Elblag, que juega en la III Liga.


NK Mladost - Clwb Pel Droed Pwllheli - OŠK Slovan Beckov

El surtidillo de elefantes europeos empieza con el NK Mladost de Kraj Doni, Croacia. En Gales se destaca, con su nombre celta, el Clwb Pel Droed Pwllheli, que tiene 138 años de existencia. Y en Eslovaquia la figura de un elefante en el logo del OŠK Slovan Beckov no sorprende: está tomado del blasón municipal, herencia de las invasiones mongolas de 1241.


CF Aranguren - Cashmere Wanderers AFC - FK Cement

Por último, un surtido de elefantes de diferentes geografías: vascos, neocelandeses y eslavos. El CF Aranguren, del pueblo de Aranguren, en Vizcaya, juega en categorías regionales y viste los mismos colores que el gigante de la zona: el Athletic Bilbao.
En Christchurch, Nueva Zelanda, está el Cashmere Wanderers. Fundado en 1951 como Atlantis AFC, en 1961 cambió su nombre por Christchurch Wanderers AFC y, finalmente, en 1967 tomó su denominación actual.
Y en Beocin, Serbia, se encuentra el FK Cement, que compite en la Vojvodanska Liga, en el cuarto escalón del fútbol serbio.

Mas allá de los clubes, está también la Football Association of Barotse. Barotselandia es una región en la parte oeste de Zambia, y es la patria de los lozi o barotse que fueron previamente conocidos como luyi o aluyi. Los barotse son un pueblo bantú llegado tal vez del Congo en los siglos XVI-XVII.


jueves, 18 de marzo de 2021

El fútbol de Nagorno Karabaj

Nagorno Karabaj o Alto Karabaj (en armenio: Լեռնային Ղարաբաղ, Lernain Garabaj; en azerí: Dağlıq Qarabağ; en ruso: Нагорный Карабах, Nagórni Karabáj) es una conflictiva región de Transcaucasia, que pertenece de jure a Azerbaiyán pero se encuentra controlada de facto por el régimen separatista de la República de Nagorno Karabaj.

El nombre más antiguo de Nagorno Karabaj es Artsaj (en armenio: Արցախ), que es utilizado sobre todo por los armenios de Armenia y la diáspora y designa a la décima provincia del antiguo Reino de Armenia.

El 10 de diciembre de 1991, mediante un referendo boicoteado por la población azerí, los armenios de Nagorno Karabaj aprobaron la creación de un estado independiente. Una propuesta rusa que consistió en incrementar la autonomía de la región no satisfizo a ninguna de las partes, y una guerra de gran envergadura estalló entre el gobierno de Azerbaiyán y los independentistas de Nagorno Karabaj, quienes contaron con el respaldo armenio. Hacia finales de 1993 el conflicto ya había dejado veinte mil víctimas y ochocientos mil refugiados de Azerbaiyán.

Desde el alto el fuego de 1994, la mayor parte de Nagorno Karabaj, así como muchas regiones azeríes vecinas, (una zona que en su totalidad corresponde al 14% del territorio azerí), siguen bajo el control conjunto de Armenia y de las fuerzas armadas de Nagorno Karabaj. Desde entonces, representantes de los gobiernos de Armenia y de Azerbaiyán han sostenido conversaciones de paz.

Este enclave separatista es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero habitado mayoritariamente por armenios. 

EL FÚTBOL DE NAGORNO KARABAJ
La selección de Nagorno Karabaj hizo su debut internacional en 2012, cuando jugó dos amistosos contra Abjasia. En septiembre empató 1-1 en Sujumi, la capital abjasia, y al mes siguiente ganó 3-0 de local en Stepanakert.
Nagorno Karabaj antes de jugar
contra Abjasia

Mher Avanesyan,
DT de la selección.
Pero el camino del equipo nacional no es sencillo. Cuando se dio a conocer su participación en la ConIFA World Football Cup 2014, la Association of Football Federations of Azerbaijan (AFFA) escribió una carta de protesta a la FIFA. La AFFA, que al igual que Azerbaiján no reconoce a Nagorno Karabaj como una república y la considera como parte de su territorio, también envió cartas a la federación sueca y a la ConIFA. No obstante, al no tratarse de un torneo organizado por la FIFA, la AFFA no pudo ni puede impedir la participación.

En abril de 2014, una comitiva de la ConIFA visitó Nagorno Karabaj para estrechar lazos, con vistas a su viaje a Laponia, donde disputó la ConIFA World Football Cup 2014: perdió 2-3 con Ellan Vannin, el representativo de la Isla de Man, y 0-1 con Nice, por la fase de grupos.
Luego en la ronda de clasificación, superó 12-0 a Darfur, y 5-1 a Laponia.


SU ESTADIO
El Stepanakert Stadium (en armenio: Ստեփանակերտի Մարզադաշտ) es la casa de la selección de Nagorno Karabaj y también del Lernayin Artsakh FC de esa ciudad capital. Fue construido entre 1955 y 1956. En este último año fue inaugurado como estadio Stalin, y con la caída de la Unión Soviética fue rebautizado Stepan Shahumyan Stadium. 

En 2004/05 fue completamente renovado y su capacidad llegó a 12000 espectadores sentados. Fue entonces cuando recibió su nombre actual.
En una última renovación, en 2015 fue reemplazado el césped natural por una carpeta sintética.

LA LIGA LOCAL
En 2018 la Artsakh Football League (en armenio: Արցախի ֆուտբոլային լիգա) vivió su primera temporada profesional, con ocho equipos. El título quedó para Lernayin Artsakh FC, de Stepanakert, y en 2019 lo sucedió Berd, de Askeran.

En la segunda edición se sumaron cuatro más. Además de los ya mencionados, los otros participantes son: Avo FC (Martuni), Berdzor FC (Berdzor), Askeran FC (Askeran), Berd Chartar FC (Chartar), Dizak FC (Hadrut), Gandzasar FC (Vank), Jraberd FC (Martakert), Kirs FC (Shushi), Mijnaberd FC (Karvachar ), Yerazank FC (Stepanakert) y la selección Sub-21, que suma rodaje compitiendo en la liga.

LACOPA DE EUROPA
La ConIFA programó para 2019 su tercera Copa de Europa, con la participación de Abjasia, Laconia, Osetia del Sur, Armenia Occidental, Padania, Cameria, el País Sículo (Székely Land)... y Artsaj como anfitrión.
Además del Stepanakert Stadium, otros tres alojaron el certamen: el Vigen Shirinyan Stadium (en Martakert) para 2.300 personas, el Martuni City Stadium (Xocavənd) para 1.080 y el Askeran City Stadium, para 500.

El trofeo quedó para Osetia del Sur, que superó en la final 1-0 a los armenios occidentales.
La selección anfitriona de la Copa de Europa de la ConIFA

OTRA VEZ LA GUERRA
Desde septiembre de 2020, mientras el mundo luchaba contra la pandemia de civid-19, Armenia y Azerbaiyán se vieron envueltas en una feroz guerra por Nagorno Karabaj y sus alrededores, una región estratégica por ser el corredor de oleoductos y gasoductos que transportan petróleo y gas natural desde el Mar Caspio para el resto del mercado mundial. 

El conflicto histórico tiene sus raíces en la disolución de la Unión Soviética y continúa esporádicamente a pesar del alto el fuego acordado en 1994. Pero esta vez la situación cambió: se trató del período más largo de violencia y de una operación militar mucho más amplia, que se cobró más de 4.000 de vidas, incluyendo civiles. Una escalada armada con múltiples causas: un proceso de negociación estancado durante años, un Azerbaiyán más asertivo debido a su creciente poderío económico y militar, las actitudes agresivas expresadas repetidamente tanto por los dirigentes como por la ausente comunidad internacional.

Ambos bandos recibieron apoyo desde el exterior. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan prometió ayuda a Azerbaiyán. Rusia, tradicionalmente aliada de Armenia, desempeñó por su parte un fuerte papel de mediadora. Según cifras del Gobierno ruso, al menos unas 8.000 personas resultaron heridas y decenas de miles fueron expulsadas de sus hogares. No hubo consenso en ninguno de los dos lados sobre quién es responsable de la violencia. 
El estadio de Martuni sufrió el bombardeo azerí.

El 10 de noviembre se firmó un acuerdo de paz negociado por Rusia: entregó varias regiones a Azerbaiyán, una parte de la propia Nagorno Karabaj y tres territorios a su alrededor. El acuerdo también prevé el despliegue de personal ruso de mantenimiento de la paz y el establecimiento de un centro de observación.

El acuerdo no satisface a los armenios: se calcula que unos 90.000 han sido desplazados y muchos no tienen adonde ir tras haber quemado sus propias casas antes de que las tropas azeríes ocuparan la zona.

UNA JOYA PARA LA COLECCIÓN
La lista de camisetas de selecciones nacionales que compiten por fuera del ámbito de la FIFA se nutre con perlas como esta: la del equipo nacional de Artsaj, de mediados de la década de 2010. 

sábado, 13 de marzo de 2021

René Pontoni: elegante y goleador

"El centrodelantero más fino, armonioso, sutil y brillante de toda la historia del fútbol nacional", lo definió el legendario Juvenal en las páginas de El Gráfico. Se inició en Newell's, la rompió en San Lorenzo y se consagró en la Selección. Formó un recordado terceto con Farro y Martino.

Artículo publicado en la revista El Gráfico, en febrero de 2013.
Por PABLO ARO GERALDES

Hay jugadores cuyo apellido suena extraño si se lo cita en soledad. A René Pontoni le pasó, porque quedó unido para siempre en medio de esa trilogía Farro-Pontoni-Martino, cargada de musicalidad en la pronunciación, y de voracidad goleadora en el recuerdo.

Era un pibito de 7 años cuando murió su padre Hermenegildo, un tano que se había afincado en Santa Fe. No le faltaba el pan a los Pontoni, pero desde ese día, su madre Lucía, él y sus cuatro hermanos tuvieron que salir a pelearla para mantener el almacén familiar. René tuvo que recorrer las fincas y granjas con una canasta y comprar huevos. Allí surgió su primer apodo, cuando, de regreso a casa, dejaba la mercadería a un costado del montoncito de ropa que hacía de arco en los picados. Huevo y la familia vivían frente al estadio de Unión, pero por empuje de su hermano Juan Alberto, ingresó en el club rival, que por entonces era Gimnasia y Esgrima de Santa Fe. Corría 1934.

Desde ahí saltó al seleccionado santafesino, que jugaba el Campeonato Argentino. La pregunta empezaba a correr por las tribunas: “quién es ese gordito que juega de centreforward?”. El mismo contaba: “¿Sabés cuánto pesaba entonces? Como ochenta kilos. Era grandote, pero ganaba con la habilidad, me sacaba fácil a la gente y además metía goles”.

Ya despuntaba su estilo elegante, ese que el periodista y poeta Osvaldo Ardizzone asoció a su nombre: “René... Y hasta la musical fonética de su nombre suena como asociada a la pinta de galán francés. Como si en la caprichosa ocurrencia del bautismo ya jugara el presagio de ese dandy metido a jugador de fútbol”.

En 1941 Newell’s Old Boys compró su pase por 12 mil pesos, luego de que él rechazara ofertas de Boca y Peñarol. Tuvo que debutar con la cabeza rapada, porque estaba haciendo el servicio militar. “Bajé de peso y andaba como una bala. Fue la mejor época de mi carrera como jugador: con Belén, Cantelli, Morosano, Ferreyra; con Perucca, con Sobrero... Se jugaba un fútbol bárbaro, así como me gustaba a mí, de diversión”, recordaba tras su retiro en las páginas de El Gráfico.

Pronto lo compararon con el paraguayo Arsenio Erico, máximo goleador del fútbol argentino, y las puertas de la selección se le abrieron en 1942, cuando debutó frente a Uruguay: fue 4-1 con dos goles de Pontón.

En la estadística queda como el futbolista de Newell's con el máximo promedio histórico de gol, totalizando 67 tanto en 110 encuentros (0,61 %). Quienes lo conocieron, siempre destacaron su personalidad jovial, alegre, contagiaba entusiasmo. “Llegué a Buenos Aires para el 45 y me fui a vivir por Flores, a la pensión de “La Gringa”, una señora macanuda que también daba de comer. Cuando ella se mudó a Charcas y Pellegrini también me fui para allá. Siempre andaba por el centro... Empecé a ganar amigos, me gustaba la ciudad”, le confiaba a Ardizone, que remataba el párrafo: “Los años viejos de Maipú y Corrientes, el legendario estaño de Pichín y, enfrente, la milonga eterna del Marabú con todo aquel piante tanguero de las muchachas nocturnas...”.

No había inflación en 1945, pero los 12 mil pesos pagados por Newell’s se transformaron en 100.000 cuando lo vendió a San Lorenzo en una operación récord. Al llegar se encontró con Armando Farro y Rinaldo Martino para tirar paredes, hacer pisadas, amagues, gambetas, tacos y alguna que otra rabona, y elaborar esos goles que entraban besando los palos, inflando la red a veces, acariciándola otras.

San Lorenzo ya era el Ciclón, pero en ese 1945 empezó a cambiar su fisonomía de juego a partir de un ideólogo genial: “el virtuoso conductor de ese cambio que transformó el Ciclón en un tempo del fútbol alegre y chispeante fue justamente René Pontoni”, en palabras de Juvenal, otra pluma elevada de El Gráfico.

“Anduvimos bien... La del 46 fue una buena época mía. Farrito saliendo de atrás y Martino y yo adelante. Lo más destacado de todo es que se tocaba la pelota con velocidad. Era la entrega cortita pero veloz, casi de primera, sobre todo cuando ya pasábamos los tres cuartos de cancha. Hago una comparación: La Máquina de River fue lo mejor que vi como fútbol puro, pero con un toque de pelota más pausado, o con los pelotazos que ponía Adolfo (Pedernera) con la mano... En cambio nosotros, aunque la tocábamos más corta, le imprimíamos más velocidad, más sorpresa. Esa era nuestra clave, matábamos”, definía el propio Pontoni.

En 1946 San Lorenzo fue campeón con 90 goles en 30 partidos. El número refleja la contundencia ofensiva azulgrana pero no alcanza para expresar la belleza de su juego sutil y demoledor a la vez.

“Me preguntaban si preparábamos algo con Martino y Farrito. No. Se hablaba un poco antes del partido, pero todo salía solo. Yo sabía lo que iba a hacer Farro; Martino lo que pensaba yo. Y yo adivinaba lo que se le ocurría a él. Llega un momento en que de tanto conocer a tus compañeros podés jugar sin mirar”, explicaba.
En diciembre del 46, como premio por el título San Lorenzo salió de gira por España y Portugal. “Si íbamos por todo el mundo, no nos ganaba nadie. ¡Calculá que marcamos 41 goles en ocho partidos”, reseña, pero no podía dejar lo extrafutbolístico: “primer partido con nieve, contra el Atlético Aviación (hoy Atlético de Madrid). Lo que era estar en Europa en esos años, y encima soltero”.
El tour tuvo su clímax: el 6-1 sobre la Selección Española. “Fue la exhibición más grande que se había visto allá hasta entonces. Gritaban ‘Ole’, como en los toros... llegamos a tener la pelota 15 minutos seguidos”, repasaba.

Luego de golear a España, René salió de compras por Madrid. Ante una vidriera se detuvo al ver que tenían su cognac favorito. Al pedirle dos botellas, el dueño advirtió su acento y le espetó: “¿Usted no es uno de esos tíos argentinos que le han metido seis goles a la selección? ¿Esos del San Lorenzo?”. Casi con temor, respondió afirmativamente, y el señor saltó, efusivo: “pues, qué va, hombre... Va usted a permitirme que le obsequie estas dos botellas, entonces... No me debe nada, el agradecido aquí soy yo. Que ya le contaré a todos mis amigos que ha estado usted en mi modesta tienda. Ustedes sí que me han divertido en el estadio... ¡Nunca he visto nada igual, hombre!”.

Su personalidad vital, divertida, saltaba en cada anécdota: en España, una noche le pidió permiso para salir de la concentración a Domingo Peluffo, que encabezaba la delegación. Ante la negativa del dirigente (que luego presidiría la AFA), prometió: “Si me deja salir, mañana hago dos goles para usted”. ¿Cómo siguió la historia? Sí, salió, a la tarde siguiente San Lorenzo ganó, Pontoni metió dos goles y Peluffo fue al vestuario a decirle al oído: “Bueno, René, ya sabe: cuando necesite permiso para salir, pídame nomás”.

Aquel tridente ofensivo quedó grabado en la memoria del fútbol argentino y así lo analizaba él: “Creo que ni Farro ni Martino ni yo éramos veloces físicamente. Yo tenía un arranque muy lento, pero cuando entraba en carrera, entonces sí, por quince metros mantenía un pique bastante fuerte. Lo que era veloz era la cerebración, la rapidez para hacer correr la pelota. Farro hacía goles porque el petiso llegaba a pesar de salir de abajo, pero los que más estábamos allá adelante éramos Martino y yo. Nuestra cualidad más destacada era justamente definir con sorpresa: más sorpresa para fabricar el claro que para tirar”.

René Pontoni y Rinaldo Martino.
A la par de San Lorenzo, brilló con la celeste y blanca: fue tricampeón sudamericano: 1945 en Chile, 1946 en Buenos Aires y 1947 en Ecuador. Fue considerado el mejor centrodelantero de América y totalizó 19 goles en 20 partidos con la selección.

Luego de tres temporadas espectaculares, la de 1948 será recordada por su fractura de rótula, meniscos y ligamentos de la pierna derecha. La desafortunada jugada del zaguero boquense Rodolfo De Zorzi se transformó en una anécdota divertida, gracias al buen humor de René: una semana después de la lesión, De Zorzi cayó en el mismo sanatorio, fracturado. “Me vengué en forma: mientras estuvimos internados, lo obligué a que me cebara mates todos los días”, recordaba derrochando simpatía.

Volvió para jugar en la época dorada del fútbol colombiano: Independiente Santa Fe (1949/52), después en Portuguesa, de San Pablo, en el 53 y un retorno fugaz por la reserva campeona de San Lorenzo en 1955, donde le servía goles a un pibe que prometía: José Sanfilippo. “Me acuerdo que yo le insistía al Nene: ‘Allí adentro, la cabeza fría y a ponerla en los costados. Esa, para mí, es la mejor condición de quien se siente goleador’”, resumía.

Cerró una carrera con 132 goles en 212 partidos. Un año después empezó como DT, una actividad que lo llevó por Newell’s, El Porvenir, Almagro, Tigre, Sportivo Italiano y The Strongest, en Bolivia. Se desvinculó a fines de 1968 y al año siguiente el equipo paceño murió en un accidente aéreo recordado como “la tragedia de Viloco”, que se llevó la vida de 17 jugadores.

“Extraño al fútbol, porque fue mi gran berretín y porque jugué más o menos bien. Porque lo quise. Porque no hay otra forma de triunfar en algo que queriendo. Tenés que sentir, tenés que creer en lo que hacés”, confesaba en 1975, cuando una encuesta de El Gráfico lo consagró como el mejor 9 de todos los tiempos del fútbol argentino. Por entonces, atendía la cantina ‘La Guitarrita’, junto a su socio y concuñado Mario Boyé.

El 14 de mayo de 1983, a los 63 años, un infarto se lo llevó a gritar los goles eternos. En el recuerdo resaltan las palabras de Juvenal para René Pontoni: “el centrodelantero más fino, elegante, armonioso, sutil y brillante de toda la historia del fútbol nacional”.