domingo, 26 de septiembre de 2021

Cuando Boca Juniors no viste de azul y oro

Boca Juniors no siempre vistió su histórica camiseta azul y oro surgida en 1906 de la bandera de Suecia. La historia comenzó con colores diversos, pero lo curioso fue lo que sucedió años más tarde.

Por PABLO ARO GERALDES

Ya es conocida la historia de los primeros colores que lució Boca Juniors, recién fundado en 1905: una camisa blanca con listones negros, otra celeste, hasta que en abril de 1906 adoptó la internacionalmente famosa camiseta auriazul, tomada de un vapor de la compañía naviera sueca Johnson Line. Pero años más tarde, en diversas ocasiones, vistió extraños colores. 

Pero primera una aclaración importante: una vez institucionalizada la camiseta azul con la franja amarilla, siempre fue igual, no hubo una amarilla con la franja azul.
Las fotografías de la época pueden engañar, ya que se ve una casaca clara con una franja oscura. La explicación está en las emulsiones ortocromáticas que empleaban las películas de entonces, que eran más sensibles a la luz azul que a la roja. Así, el azul aparecía muy claro, casi blanco, y las tonalidades rojas se veían casi negras. A medida en que fueron apareciendo las películas pancromáticas esto se fue corrigiendo. Pero, vale repetirlo, la camiseta no era amarilla con una franja azul.

Estas son algunas que Boca Juniors vistió como alternativas.

El 20 de agosto de 1939 Boca Juniors goléo a Tigre 4-0 en la cancha de Ferro Carril Oeste, donde jugaba mientras se terminaban las obras de La Bombonera. Salvo la franja amarilla xeneize, ambos uniformes eran prácticamente iguales. Entonces, para diferenciarse, en el primer tiempo Boca usó la camiseta de Newell's Old Boys y en el complemento vistió la verde de la institución anfitriona.

La foto del sitio Historia de Boca es un hallazgo: la noche del 24 de enero de 1958 en un amistoso contra Central Córdoba de Rosario, el xeneize lució una camiseta blanca con una novedad, por primera vez llevó el escudo del club. En la imagen aparecen el arquero Héctor Giambartolomei entre los backs Luis Cardoso y Fontana. Boca ganó 3-2.

Para el debut del campeonato 1959, nuevamente contra Central Córdoba , Boca Juniors lució una casaca amarilla con la bandera boquense cruzando el pecho. La volvió a usar en la segunda fecha, contra Newell's Old Boys, algo inexplicable ya que no había kit clash, como llaman los ingleses a las coincidencias de colores que pueden confundir al público, al árbitro y hasta a los mismo jugadores.
En 1960 volvió a usarla contra el Everton de Viña del Mar, Chile, que tiene la misma camiseta de Boca, y en 1961 ante los cariocas de Vasco da Gama.

Otra curiosidad se dio la tarde en que recibió a Universidad de Chile, por la Copa Libertadores de 1963: ese 26 de junio, ante un rival plenamente vestido de azul, Boca Juniors salió a La Bombonera con la camiseta del Milan. No eran "imitaciones" sino traídas de Italia.
Cuando Víctor Benítez se fue de Boca al club milanés, el presidente Alberto J. Armando recibió como gesto un juego de camisetas. Tras el 0-0 del primer tiempo, el xeneize apareció con una casaca alternativa amarilla para el complemento y ganó 1-0 con gol de Alberto González.

La primera consagración internacional de Boca no tuvo a la histórica divisa azul y oro sino a una casaca completamente blanca. Para la final de la Copa Libertadores 1977, usó esta camiseta para diferenciarse del Cruzeiro de Brasil, en Montevideo. La pureza del blanco no duró mucho, pero los xeneizes terminaron dando la vuelta olímpica.
Arriba: Roberto Mouzo, Rubén Suñé, José Luis Tesare, Vicente Pernía y Hugo Gatti. Abajo: Ernesto Mastrángelo, Jorge Benítez, Carlos Veglio, Mario Zanabria y Alberto Tarantini.

Una extraña camiseta ligada a un momento muy pobre en la historia de Boca. El 8 de julio de 1984 enfrentó a Atlanta con jugadores de cuarta división por una huelga de los profesionales. Los pibes salieron a la cancha (solo estuvo habilitado el anillo inferior y algunas plateas) con la tradicional azul y amarilla. Ante la similitud de colores, el árbitro Juan Bava obligó al cambio de camisetas y como el juego suplente estaba guardado en La Candela utilizaron camisetas blancas, de entrenamiento
Arriba: Dos Santos, Walter Medina, Franco, Rubén Manfredi, Jorge Latorre y Denny Ramírez.
Abajo: Tuta Torres, Vales, Fabián Peruchena, Tessone y Fornés.
Como no tenían números estampados, los utileros usaron un fibrón para dibujarlos, con una improvisada (y pobre) caligrafía. Lo peor ocurrió con el correr de los minutos: el sudor de los jugadores convirtió a los números en manchas grises en las espaldas.
Para el segundo tiempo el referí permitió que se pusieras las casacas titulares. Boca perdió 1-2.
El 10 y el 5, irreconocibles.

En 2000 aparece el gris, acorde a la moda europea, pero no como una improvisación sino como parte del marketing de Nike. La marca del swoosh pretendió que era color plata, con vivos azules. El estreno no fue el mejor: frente a Olimpia de Paraguay (blanca con una fraja negra) en una noche de niebla. El público debió hacer un gran esfuerzo para distinguir un equipo de otro.

Nike intentó retomar los colores originales y lanzó una camiseta conmemorativa a listones blancos y negros en 2012.

En 2013 empezaron los experimentos horribles de Nike: primero una camiseta violeta para participar en el fútbol veraniego y luego una rosa, impresentable.
Lucas Viatri ante Racing, con tonos violeta-morado.
Cuando la dirigencia del club queda a merced de las ridículas imposiciones del marketing.