La RASD, también conocida como Sahara Occidental, está reconocida por 84 Estados, número que varía dependiendo de la fuente.
Desde el alto al fuego en vigor desde 1991, Rabat controla casi todo ese territorio, incluido la costa del océano Atlántico, mientras que una exigua franja oriental permanece bajo el mando del Frente Popular de Liberación de Saguía al Hamra y Río de Oro, más conocido como Frente Polisario.
Según las Naciones Unidas, entre 200.000 y 250.000 saharauis permanecen refugiados en el desierto de Argelia y dependen exclusivamente de la ayuda internacional.
EL FÚTBOL EN LA RASD
La Federación Saharaui de Fútbol es el organismo que controla este deporte en la República Árabe Saharaui Democrática. No está afiliada a la FIFA ni a la Confederación Africana de Fútbol, por lo que no puede participar en los torneos organizados por estos organismos. Desde 2003, ha sido miembro provisional de la NF-Board, una organización creada para las asociaciones nacionales de fútbol que no están representadas dentro de la FIFA. Actualmente es miembro de ConIFA.
Selección Saharaui |
El principal escenario local es el Stade Cheikh Laaghdef, en la ciudad de El Aaiún, actualmente bajo administración marroquí. Tiene capacidad para 30.000 personas y es el hogar del club JS Massira de El Aaiún.
Además de la actividad de Los Dromedarios, varios equipos de refugiados saharauis participan en diferentes torneos en España, Argelia y Francia. "Son capaces de reunir a los jugadores en España, o en los campamentos de refugiados, y jugar en Galicia y en el Kurdistán al mismo tiempo.
"Tenemos una selección absoluta aquí en España”, explica Brahim Bah, directivo de la federación saharaui en territorio español. “Hemos jugado contra Galicia, contra el Fuenlabrada, contra los veteranos del Celta de Vigo, el Lugo, y otro partido en Santiago de Compostela. Todos esos jugadores viven aquí". Son conocidas, también, las trabas de Marruecos a todos estos movimientos deportivos. "Nos pone muchos problemas para participar en los torneos, aunque sean de niños. Nos lo ponen muy difícil. Son más potentes que nosotros". A mediados de 2016, por ejemplo, la Selección de Marruecos se retiró del Torneo Sub-20 de L'Alcúdia por la presencia de un equipo saharaui en la categoría alevín. No les hizo ninguna gracia coincidir en el estadio en el desfile inaugural.
La camiseta del seleccionado nacional |
“Lo que se le pide a España –como fue un proceso de descolonización mal acabado, y todas las resoluciones de las Naciones Unidas dictan el derecho de la autodeterminación del pueblo saharaui, que pasa por la organización de un referéndum–, es que aproveche su posición ahí para poder permitir esta oportunidad, para que termine este drama después de 41 años. España tiene responsabilidad jurídica e histórica con este territorio. No lo entregó a las Naciones Unidas pero tampoco permitió el derecho de autodeterminación de la población autóctona. Es una oportunidad de oro”, resumió Balahi.
Para que España presione a Marruecos, con el objetivo de que ceda y permita el referéndum saharaui, siempre surgen problemas. Las autoridades marroquíes cuentan con respuestas muy fáciles, teniendo en cuenta que en el ojo del huracán suele estar la presencia española en Ceuta y Melilla, con la permanente reclamación del mundo árabe que eso conlleva. Además, Francia también se muestra reticente desde el comienzo del conflicto, dada su estrecha relación con Marruecos.
En España la Federación Saharaui de Fútbol busca apoyos y rivales. Adversarios que a la vez sean compañeros de lucha. Trabajan con las mismas categorías por edades con las que trabaja el resto de federaciones. Su labor tiene como punto de partida la Copa RASD. “Con equipos formados mayoritariamente por jugadores saharauis”, recalca el directivo Baba Abdelahe. “La empleamos para ver jugadores, para seguir uniendo al pueblo y para que la causa siga viva”.
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