lunes, 28 de abril de 2008

Fernando Gago: Negocio redondo

Artículo publicado en la revista Fox Sports, en enero de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

El volante argentino se sumó al Real Madrid, donde lo esperan como a un clon de Fernando Redondo. Esta joya llega con una presión extra: a los 20 años, debe ser el engranaje fundamental que aceite el mecanismo de juego galáctico. Y algo más...


Hacía un año que ambas partes habían empezado un juego mutuo de seducción. Real Madrid buscaba un armador y distribuidor de juego de calidad, a la imagen de Fernando Redondo, a quien nunca terminó de remplazar. Y Fernando Gago, mediocampista de Boca Juniors, seguía ganando cuanto torneo se le ponía por delante, mientras su calibre de juego crecía semana a semana.
Desde que se inició 2006, Marca y As, los principales diarios deportivos de España, se dedicaron a buscar (y encontrar) coincidencias entre los dos Fernandos argentinos: la exquisitez de Redondo y la elegancia de Gago, las camisetas blanquicelestes de su Selección… Hasta el look de ambos, más cercano al de un modelo de las pasarelas que de un volante de las canchas.
Durante el año pasado se especuló con la llegada de Gago a la Casa Blanca madridista. Finalmente, la incorporación se dio como un regalo de Navidad… si se le puede llamar “regalo” a algo que valió 27 millones de dólares. La negociación fue tensa y el final dejó esa sensación de “negocio redondo” para ambos.
Hablando en euros, el club se plantó en 18 millones, ni un centavo más. Por Buenos Aires querían 22 millones y luego bajaron a 20 cuando vieron que el jugoso botín podría frustrarse. Las posiciones se volvieron rígidas y la operación iba camino al naufragio, hasta que la “solución” la aportó el propio Gago: resignó el 15% que le correspondía de la transferencia para que Boca Juniors acepte la oferta del Real Madrid. Dicho en palabras claras, le pagó a Boca de su bolsillo para que lo deje ir. Este acto tapa todas las palabras edulcoradas que pronunció sobre su ex club argentino: solamente lo usó como vidriera para poder cumplir su sueño de vestir la casaca blanca.
¿Vale la concreción del sueño resignar todo ese dinero? ¿Por qué esa desesperación de Gago por marcharse a la capital española? En reiteradas ocasiones anunció que, si no era el Real Madrid, seguiría en Boca, que no iba a dejar la Argentina a cambio de cualquier camiseta europea. Aquí es donde empiezan las claves de este “negocio redondo”: Gago tiene lo que los argentinos llaman “pinta”: es buen mozo, elegante, bien podría cumplir el rol de un galán de telenovela. Y eso, ya está comprobado con David Beckham, funciona bien en Madrid.
Gago sabe que, más allá de sus enormes condiciones futbolísticas, lo esperan en España jugosos contratos de publicidad, tal como ocurrió con el rubio inglés. Tan inteligente como en el campo de juego es para manejarse afuera. Tiene claro que el dinero que resignó para que el fichaje pudiera concretarse lo recuperará con creces cuando empiecen a funcionar los mecanismos del marketing. Allí la cuenta bancaria empezará a crecer.

LA HORA DE DEMOSTRAR
Tiene solamente 20 años y vale 20 millones de euros. Por cada año de vida lo cotizaron en 1.300.000 dólares. Son cifras que acalambran el pensamiento, que solucionarían la vida de familias enteras... OK, si alguien lo paga es porque lo vale. Pero esa valuación será también un lastre ante el exigente público del Santiago Bernabeu.
Algunos aficionados tienen sus precauciones: “Es una promesa. Ya llegaron a España grandes promesas y luego nos encontramos con jugadores como Saviola, Aimar, Riquelme, que no terminan de explotar. Venían como máximas estrellas pero no son capaces de ganar un partido”, dice uno de los mensajes del foro madridista, que representa a una opinión concurrente.
¿Qué le puede aportar Gago al alicaído funcionamiento del Real Madrid? En primer lugar, tiene un dominio técnico exquisito, es un constructor y canalizador de juego que además agrega quite en la mitad de la cancha. Desde allí maneja un panorama del campo que en Boca Juniors y las Selecciones Juveniles argentinas supo explotar en favor del equipo. Tiene soltura, juventud y ganas de demostrar todo lo que puede dar.
Además de su catálogo de virtudes futbolísticas, tiene un perfil bajo que cuadra en lo que Real Madrid prefiere de sus jugadores: publicidades y marketing, pero todo bajo control. Facturación sí, escándalos no. En eso Gago se parece también a Fernando Redondo: es un joven bien educado.
No tiene por delante una tarea sencilla: tendrá que asumir la función de doble pivot en la que el malí Diarra fracasó al lado del brasileño Emerson. Tendrá que dejar claro, de entrada, que es capaz de mover a un equipo como el Madrid, con la cantidad de presión y velocidad que hay en el fútbol europeo. Ya. Los compromisos del club lo exigen así: período de adaptación cero.
Ahora será Capello el que decida. Si no lo hace ingresar y deja a la criticada dupla Diarra- Emerson, los fanáticos le reprocharán al presidente –con mucho de razón– para qué gastó 20 millones de euros en un jugador que se queda en el banquillo.
Antes de dejar Buenos Aires, Gago vislumbró la que será su posición en la cancha: “No estoy acostumbrado a compartir la mitad del campo, el técnico verá qué es lo mejor para el equipo. Y de espaldas al arco tampoco me siento cómodo, siempre me gustó arrancar del medio hacia adelante, de frente al arco”. Algo es claro: la camiseta 5 es de Fabio Cannavaro, elegido por la FIFA como mejor jugador del mundo.
La idea del entrenador Fabio Capello es mantener un esquema de 4-2-3-1, en el que Gago y Emerson oscilen en el medio, detrás de Raúl, Guti y Robinho o Beckham. Adelante, solo, quedaría el holandés Ruud Van Nistelrooy. Si el encuentro lo exige, saldría uno del tridente para dejarle lugar a Ronaldo, el salvapartidos. Gago ya demostró que los desafíos no le pesan. La camiseta azul y amarilla de Boca Juniors exige tanta entrega como la blanca del Madrid, y Gago la viste como titular desde que cumplió los 18 años. ¿Hay muchos futbolistas que a los 20 ya acumulen seis vueltas olímpicas? Por si fuera poco, en 2005 fue campeón mundial Sub 20 con Argentina.
“Me voy a adaptar rápido. Me faltaba tener más recuperación de la pelota y lo logré. La temporada pasada fui el jugador que más balones recuperó en Argentina”, explicó desde Italia, donde finalizó sus trámites de ciudadanía.

A IMAGEN Y SEMEJANZA
La figura de Redondo es omnipresente en la vida futbolística de Gago. Cabello alisado y con el largo justo, rostro aniñado, buenos modales...
El nuevo príncipe del Madrid hace que la comparación sea casi automática. Pero también es otra presión extra a la hora de jugar. Redondo fue uno de los futbolistas más queridos por la afición madridista, y desde su partida añoran volver a tener uno como él. En octubre pasado, cuando los rumores de la llegada de Gago subían cada vez más el volumen, Redondo lo elogió públicamente. Eso le valió la buena predisposición de la tribuna. “Agradezco que una persona como Redondo hable bien de mí, la verdad es que me llena de orgullo”, declaró el juvenil. Y le puso adjetivos a sus recuerdos de Redondo como volante central de la Casa Blanca: “Para mí era impresionante lo que hacía. Trataré de conseguir los mismo que él”.
Es un jugador hábil y además inteligente para saber cuándo el partido requiere una dosis extra de sudor. Tiene capacidad para presionar, arrojarse al suelo para robar un balón, se eleva bien para el juego aéreo y maneja a la perfección la falta táctica, ésa que corta el juego cuando es necesario barajar y dar de nuevo. Emplea los codos con picardía en el marcaje, maneja el cuerpo y los agarres... En resumen, el manual completo de los mejores volantes centrales argentinos.
“Me hace mucha ilusión estar en el club de mis sueños”, declaró Gago el día de la presentación, en su primer acto de seducción hacia los aficionados. Horas después, tuvo su primera recompensa: el llamado telefónico de Redondo. Lo invitaba a compartir una cena. En ese momento estaba presente un periodista del diario Marca, quien narró luego que la emoción de Gago era incontenible: “La cara se le transformó de la alegría”, dijo.
El nuevo centrocampista del Madrid confesó sus sensaciones: “Me ilusionó hablar con él, nunca antes había podido hacerlo; era mi ídolo. Me deseó mucha suerte en esta nueva etapa y me dijo que pronto nos vamos a encontrar personalmente, para cenar juntos. Fue algo grandioso”.
Las comparaciones son odiosas, pero arrojan datos para destacar. Redondo debutó a los 16 años en la Primera División, vistiendo la camiseta roja de Argentinos Juniors, el mismo club del que surgió Diego Maradona. Es una institución que históricamente se caracterizó por promover jugadores con una técnica refinada.
Gago hizo su estreno en Primera a los 18 años, con los colores de Boca, club que siempre valoró más la entrega y el sacrificio que las sutilezas nacidas de la técnica. A lo largo de sus 449 partidos en los máximos niveles de Argentina, España e Italia (fichó por Milan, donde se retiró), Redondo cosechó diez títulos de campeón. Por su parte, el joven Gago ya tiene 96 partidos en el escalón más alto del fútbol argentino y conoce más festejos que muchos veteranos: fue protagonista de seis campeonatos ganados. El canal Real Madrid TV entrevistó a Gago, buscando más parecidos entre los dos “cincos” argentinos. “Es muy difícil encontrar a dos jugadores casi iguales –explicó–, aunque debo reconocer que tenemos un parecido en la forma de querer tener la pelota y hacer jugar al equipo. Si tengo un poco más de llegada al área rival es porque puedo jugar en una posición más adelantada en el terreno”.
Aunque Gago aún era un niño cuando Redondo brillaba en el Madrid, recuerda varios aspectos de su juego: “He visto partidos suyos, sobre todo en la Champions League, y era impresionante lo que hacía. Yo voy a tratar de conseguir lo mismo”. Su contrato dice que permanecerá en Madrid durante seis temporadas, pero la paciencia de los aficionados no va a durar tanto. Ya lo comprobaron varios volantes centrales que intentaron cubrir el lugar de Redondo desde 2000.
El punto que los diferencia es la elástica celeste y blanca. Con la Selección Argentina ambos ganaron un título con los juveniles: Redondo fue campeón del torneo Juventudes de América en 1985; veinte años más tarde, Gago no lo jugó. Colombia fue el campeón 2005, pero Argentina quedó tercera y entró al Mundial de Holanda. Allí sí fue convocado y se colgó la medalla de oro de campeón mundial, junto a grandes jugadores como Lionel Messi (hoy en Barcelona), Sergio Agüero (Atlético Madrid), Gabriel Paletta (Liverpool), Pablo Zabaleta (Espanyol) y Lucas Biglia (Anderlecht de Bélgica).
Con los mayores, Redondo ganó la Copa América Ecuador ‘93 y fue figura del equipo que participó en el Mundial ‘94. Gago sigue esperando su debut con la Selección absoluta. Sin embargo, quizá su meta esté cerca. El 7 de febrero, Argentina se medirá ante Francia, y lo hará con un equipo compuesto por futbolistas que actúan en Europa. Ahí, Gago ve crecer sus posibilidades de vestir la celeste y blanca. “Ojalá se dé, la ilusión de estar siempre la tengo. Sería empezar el año de una manera hermosa”, declaró, como enviándole un mensaje al técnico Alfio Basile.
A los 20 años, tiene el mundo por delante. Enfrentarlo con la camiseta del Real Madrid no está nada mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Pablo, como estás?

te dejo el link de mi blogger

saludos y éxitos!