Los barcos ingleses se aventuraron por los siete mares conquistando tierras lejanas a la fuerza. Explotaron sus recursos y esclavizaron a su población, a la que sometieron a los designios de su Monarquía.
Libres a medias, muchos de los nacidos en esas colonias, quisieron probar mejor suerte emigrando a Inglaterra, donde el racismo se hacía sentir. Los suburbios de las ciudades industriales se poblaron de inmigrantes africanos, antillanos, asiáticos... Sus hijos nacían en suelo británico y, como los demás niños, amaban al fútbol pero parecían ciudadanos de segunda categoría.Hijo de inmigrantes jamaiquinos, Vivian Anderson nació en Clifton. Y no fue fácil para él jugar con naturalidad en la elite del fútbol inglés, que por aquel 1978 no se llamaba aún Premier League: los aficionados del Nottingham Forest lo amaban, pero como visitante debía afrontar insultos de hinchas, cánticos racistas y hasta que le lanzaran bananas.
El seleccionador Ron Greenwood fue quien que confío en él para integrar la defensa inglesa y también para romper el muro del racismo. Anderson salió a la cancha para el partido contra Checoslovaquia del 29 de noviembre de 1978. Inglaterra ganó 1-0.
El jugador, que fue con Inglaterra a los Mundiales 1982 y 1986, dijo: "Espero haber allanado el camino". Hoy recuerda su debut con orgullo: "La reina me envió un telegrama, al igual que Elton John, así que claramente era un gran acontecimiento en ese momento, pero no para mí", dijo a BBC Radio Nottingham.
El resultado de aquel partido hoy ya es anecdótico: tuvieron que pasar 106 años para que la Selección Inglesa convocara a un jugador de raza negra. Viv Anderson, lateral derecho del Nottingham Forest, fue el primero.
Durante las temporadas siguientes vestiría 30 veces la camiseta de Inglaterra, ganó la Copa de Europa (1979 y 1980) y la Supercopa de Europa (1979) con el Nottingham Forest. Luego Anderson pasó a representar a Arsenal, Manchester United, Sheffield Wednesday, Barnsley y Middlesbrough antes de convertirse en asistente del técnico Bryan Robson en Middlesbrough, ya al borde del retiro.
En 1997 fue elegido por la hinchada de los Tricky Trees del Forest dentro del XI ideal de todos los tiempos del club. Su hijo Charlie también es futbolista: juega en el Macclesfield Town, club de la Conference Premier (quinta división). Ocasionalmente, Anderson es comentarista de la Manchester United TV.
En 1997 fue elegido por la hinchada de los Tricky Trees del Forest dentro del XI ideal de todos los tiempos del club. Su hijo Charlie también es futbolista: juega en el Macclesfield Town, club de la Conference Premier (quinta división). Ocasionalmente, Anderson es comentarista de la Manchester United TV.
1 comentario:
Muy buena nota, Pablo. No la conocía. Está bueno que se rescaten y se destaquen historias como estas.
Es increíble que hayan demorado tanto tiempo en convocar a un jugador afrodescendiente. El impacto que habrá tenido su convocatoria en la sociedad habrá sido notorio, seguramente.
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