Reportaje publicado en ESPN Magazine, en noviembre de 2015
Por PABLO ARO GERALDES
La Premier League tiene un líder celeste y blanco, en su uniforme y en la presencia de seis jugadores argentinos en su plantel: Sergio Agüero, Pablo Zabaleta, Martín Demichelis, Willy Caballero, Nicolás Otamendi y Bruno Zuculini. El entrenador chileno Manuel Pellegrini cuenta, además, con el argentino Rubén Cousillas como asistente. El Manchester City presentó para la fase de grupos de la UEFA Champions League una nómina que tiene apenas a tres futbolistas ingleses: el arquero Joe Hart, el volante Fabian Delph y el delantero Raheem Sterling (jamaiquino nacionalizado).
El City no es el primer equipo europeo que hace de una legión argentina una base de identidad. Ya ocurrió en España con el Mallorca (pasaron Carlos Roa, Ariel Ibagaza, Leo Biagini, Ariel López, Leo Franco, Germán Burgos, Gustavo Siviero, Juan José Serrizuela, Jorge Quinteros, Iván Gábrich, entre otros, dirigidos por Héctor Cupper y luego por Mario Gómez) o el Valencia (con Claudio López, Pablo Aimar, Mauricio Pellegrino, Roberto Ayala, Kily González, Daniel Fagiani, Guillermo Morigi). También en Italia, con el Inter de Javier Zanetti, Diego Milito, Esteban Cambiasso, Walter Samuel, Hugo Campagnaro, Mauro Icardi, Rodrigo Palacio, Juan Pablo Carrizo, Matías Silvestre, Ezequiel Schelotto, Ricky Álvarez... Toda una embajada argentina en Milán. Lo mismo con el Catania, aunque con menor éxito. Pero Inglaterra no había tenido una concentración criolla tan grande en un equipo de elite.
¿Qué tienen los argentinos? ¿Qué pueden aportar que otros no? Muy lejos quedaron los años en los que se hablaba de la famosa (y costosa) “adaptación”. En la Premier League saben que al contratar un jugador argentino están sumando a un profesional completo, que podrá necesitar una “puesta a punto” en lo físico, pero que llega con la técnica distintiva de esta parte del mundo, conoce la táctica y, sobre todo, no le pesan las presiones. Desde aquellos años en los que Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa llegaron al Tottenham Hotspur, a la par de Claudio Marangoni (Sunderland) y Alejandro Sabella (Leeds United), esta 2015 debe ser la temporada en la que el sello nacional más se destaca, con el Manchester City como punta de lanza.
Los argentinos llegan y juegan; imponen su categoría. Y una vez que hicieron pie, marcan la diferencia entre los futbolistas que ganan partidos y los que ganan campeonatos. Por el City habían pasado antes Matías Vuoso (2002/03, pero no llegó a jugar por no contar con la confianza del DT Kevin Keegan) y Carlos Tevez (2009/13), luego del “escandaloso” pase desde el vecino-adversario de siempre: el Manchester United. Esta vez, la cofradía argentina llega a un número récord en tierras británicas, con seis integrantes.
En 2012 Sergio Agüero se metió en la historia de los Citizens cuando le dio el campeonato con su gol sobre la hora, para dejar en el segundo puesto nada menos que al United, el archirrival de toda la vida. Sin embargo el Kun no se quedó con aquella gloria: volvió a dar la vuelta olímpica dos años después y en cada una de sus temporadas (esta es la quinta) peleó arriba en la tabla de goleadores. En esta edición ya dio un golpe tremendo: el City perdía 1-0 contra en Newcastle y Agüero marcó 5 goles en veinte minutos para sellar un aplastante 6-1. Ese repóker, como le llaman a la seguidilla de 5 tantos, es el más rápido de la historia de la Premier League.
El goleador es también la principal carta del equipo en la Champions League, torneo en el que comparte el Grupo D, el más parejo, con Juventus, Sevilla y Borussia Mönchengladbach.
El trabajo de Pablo Zabaleta por la banda derecha es impecable. Fue el primero de esta legión que llegó a Manchester, en 2008, y se adueñó del puesto de lateral con categoría, actitud para pasar de la defensa a posiciones de ataque y hasta convertir goles. Su temple de campeón es una marca que los aficionados percibieron de entrada, tanto que a los cuatro meses de sumarse al equipo ya recibió el premio Player of the Month y elogios por su capacidad de adaptación a diferentes posiciones de la línea defensiva. En 2010, con el equipo al mando de Roberto Mancini, llegó a comandar la mitad de la cancha; el técnico italiano lo tenía por una pieza fundamental por su versatilidad y entrega. Hacia fin de ese año se ajustó por primera vez el brazalete de capitán en su brazo izquierdo. Fue gran protagonista del título de la temporada 2011/12 y lo sigue siendo hoy, a los 30 años.
El 2013 parecía marcar el final de la carrera de Martín Demichelis: pasó del Málaga al Atlético de Madrid pero no llegó a debutar en la escuadra colchonera. Con 33 años fue traspasado al City por 5 millones de euros para ser dirigido por Pellegrini, el entrenador que lo había guiado en River Plate y en el Málaga. Contra los pronósticos agoreros, vivió una temporada de alto vuelo: ganó la Capital One Cup, se coronó campeón de la Premier League y volvió a la Selección Argentina que llegó a la final de la Copa del Mundo Brasil 2014.
Aunque el arco celeste es propiedad de Hart, el técnico pidió a Willy Caballero para tener un remplaza de categoría en vista del extenso calendario de partidos que debe afrontar. Las extraordinarias actuaciones que tuvo en el Málaga fueron un puntal que llevó al conjunto andaluz a disputar la Champions League. Con 34 años, sabe que ser suplente en Manchester City le da la posibilidad de seguir en un plantel competitivo pero le resta posibilidades de volver a ser convocado por Gerardo Martino, quien ya lo llevó a los amistosos del año pasado contra Croacia y Portugal, aunque no llegó a debutar en el arco argentino.
El aporte de Nicolás Otamendi es cada vez de mayor peso en una línea defensiva en la que el belga Vincent Kompany y el francés Bacary Sagna corren con ventaja delante del ex Vélez Sarsfield. Buen cabeceador de presencia en las dos áreas, el Comandante se consolidó en Europa y se destacó con la Selección Argentina en la última Copa América disputada en Chile. Su llegada a Manchester por 45 millones de euros refuerza la zaga Citizen para darle mayor consistencia, algo que le ha faltado en las últimas campañas en la Champions League.
Por último, el volante Bruno Zuculini retornó este año al City después de su préstamo al Valencia y luego al Córdoba, ambos de España, para pelear un lugar en un plantel nutrido de estrellas. Hace un año estaba en condiciones de ganarse el puesto, pero llegada al club de Frank Lampard y la sanción que la UEFA que le obligó a la entidad a reducir el plantel a 21 jugadores para disputar la Champions League por incumplir el Fair Play financiero hicieron que Zucu tuviera que ser cedido. Ahora, en pie de igualdad con sus compañeros, aspira a sumar minutos para cautivar al exigente hincha que colma el Etihad Stadium.
Al magnate Mansour bin Zayed Al-Nahyan, propietario del club, parece sobrarle el dinero. Pero no le gusta malgastarlo. Sabe que fortaleciendo su plantel con futbolistas argentinos suma profesionalismo y corazón de campeón.
La Premier League tiene un líder celeste y blanco, en su uniforme y en la presencia de seis jugadores argentinos en su plantel: Sergio Agüero, Pablo Zabaleta, Martín Demichelis, Willy Caballero, Nicolás Otamendi y Bruno Zuculini. El entrenador chileno Manuel Pellegrini cuenta, además, con el argentino Rubén Cousillas como asistente. El Manchester City presentó para la fase de grupos de la UEFA Champions League una nómina que tiene apenas a tres futbolistas ingleses: el arquero Joe Hart, el volante Fabian Delph y el delantero Raheem Sterling (jamaiquino nacionalizado).
El City no es el primer equipo europeo que hace de una legión argentina una base de identidad. Ya ocurrió en España con el Mallorca (pasaron Carlos Roa, Ariel Ibagaza, Leo Biagini, Ariel López, Leo Franco, Germán Burgos, Gustavo Siviero, Juan José Serrizuela, Jorge Quinteros, Iván Gábrich, entre otros, dirigidos por Héctor Cupper y luego por Mario Gómez) o el Valencia (con Claudio López, Pablo Aimar, Mauricio Pellegrino, Roberto Ayala, Kily González, Daniel Fagiani, Guillermo Morigi). También en Italia, con el Inter de Javier Zanetti, Diego Milito, Esteban Cambiasso, Walter Samuel, Hugo Campagnaro, Mauro Icardi, Rodrigo Palacio, Juan Pablo Carrizo, Matías Silvestre, Ezequiel Schelotto, Ricky Álvarez... Toda una embajada argentina en Milán. Lo mismo con el Catania, aunque con menor éxito. Pero Inglaterra no había tenido una concentración criolla tan grande en un equipo de elite.
¿Qué tienen los argentinos? ¿Qué pueden aportar que otros no? Muy lejos quedaron los años en los que se hablaba de la famosa (y costosa) “adaptación”. En la Premier League saben que al contratar un jugador argentino están sumando a un profesional completo, que podrá necesitar una “puesta a punto” en lo físico, pero que llega con la técnica distintiva de esta parte del mundo, conoce la táctica y, sobre todo, no le pesan las presiones. Desde aquellos años en los que Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa llegaron al Tottenham Hotspur, a la par de Claudio Marangoni (Sunderland) y Alejandro Sabella (Leeds United), esta 2015 debe ser la temporada en la que el sello nacional más se destaca, con el Manchester City como punta de lanza.
Los argentinos llegan y juegan; imponen su categoría. Y una vez que hicieron pie, marcan la diferencia entre los futbolistas que ganan partidos y los que ganan campeonatos. Por el City habían pasado antes Matías Vuoso (2002/03, pero no llegó a jugar por no contar con la confianza del DT Kevin Keegan) y Carlos Tevez (2009/13), luego del “escandaloso” pase desde el vecino-adversario de siempre: el Manchester United. Esta vez, la cofradía argentina llega a un número récord en tierras británicas, con seis integrantes.
En 2012 Sergio Agüero se metió en la historia de los Citizens cuando le dio el campeonato con su gol sobre la hora, para dejar en el segundo puesto nada menos que al United, el archirrival de toda la vida. Sin embargo el Kun no se quedó con aquella gloria: volvió a dar la vuelta olímpica dos años después y en cada una de sus temporadas (esta es la quinta) peleó arriba en la tabla de goleadores. En esta edición ya dio un golpe tremendo: el City perdía 1-0 contra en Newcastle y Agüero marcó 5 goles en veinte minutos para sellar un aplastante 6-1. Ese repóker, como le llaman a la seguidilla de 5 tantos, es el más rápido de la historia de la Premier League.
El goleador es también la principal carta del equipo en la Champions League, torneo en el que comparte el Grupo D, el más parejo, con Juventus, Sevilla y Borussia Mönchengladbach.
El trabajo de Pablo Zabaleta por la banda derecha es impecable. Fue el primero de esta legión que llegó a Manchester, en 2008, y se adueñó del puesto de lateral con categoría, actitud para pasar de la defensa a posiciones de ataque y hasta convertir goles. Su temple de campeón es una marca que los aficionados percibieron de entrada, tanto que a los cuatro meses de sumarse al equipo ya recibió el premio Player of the Month y elogios por su capacidad de adaptación a diferentes posiciones de la línea defensiva. En 2010, con el equipo al mando de Roberto Mancini, llegó a comandar la mitad de la cancha; el técnico italiano lo tenía por una pieza fundamental por su versatilidad y entrega. Hacia fin de ese año se ajustó por primera vez el brazalete de capitán en su brazo izquierdo. Fue gran protagonista del título de la temporada 2011/12 y lo sigue siendo hoy, a los 30 años.
El 2013 parecía marcar el final de la carrera de Martín Demichelis: pasó del Málaga al Atlético de Madrid pero no llegó a debutar en la escuadra colchonera. Con 33 años fue traspasado al City por 5 millones de euros para ser dirigido por Pellegrini, el entrenador que lo había guiado en River Plate y en el Málaga. Contra los pronósticos agoreros, vivió una temporada de alto vuelo: ganó la Capital One Cup, se coronó campeón de la Premier League y volvió a la Selección Argentina que llegó a la final de la Copa del Mundo Brasil 2014.
Aunque el arco celeste es propiedad de Hart, el técnico pidió a Willy Caballero para tener un remplaza de categoría en vista del extenso calendario de partidos que debe afrontar. Las extraordinarias actuaciones que tuvo en el Málaga fueron un puntal que llevó al conjunto andaluz a disputar la Champions League. Con 34 años, sabe que ser suplente en Manchester City le da la posibilidad de seguir en un plantel competitivo pero le resta posibilidades de volver a ser convocado por Gerardo Martino, quien ya lo llevó a los amistosos del año pasado contra Croacia y Portugal, aunque no llegó a debutar en el arco argentino.
El aporte de Nicolás Otamendi es cada vez de mayor peso en una línea defensiva en la que el belga Vincent Kompany y el francés Bacary Sagna corren con ventaja delante del ex Vélez Sarsfield. Buen cabeceador de presencia en las dos áreas, el Comandante se consolidó en Europa y se destacó con la Selección Argentina en la última Copa América disputada en Chile. Su llegada a Manchester por 45 millones de euros refuerza la zaga Citizen para darle mayor consistencia, algo que le ha faltado en las últimas campañas en la Champions League.
Por último, el volante Bruno Zuculini retornó este año al City después de su préstamo al Valencia y luego al Córdoba, ambos de España, para pelear un lugar en un plantel nutrido de estrellas. Hace un año estaba en condiciones de ganarse el puesto, pero llegada al club de Frank Lampard y la sanción que la UEFA que le obligó a la entidad a reducir el plantel a 21 jugadores para disputar la Champions League por incumplir el Fair Play financiero hicieron que Zucu tuviera que ser cedido. Ahora, en pie de igualdad con sus compañeros, aspira a sumar minutos para cautivar al exigente hincha que colma el Etihad Stadium.
Al magnate Mansour bin Zayed Al-Nahyan, propietario del club, parece sobrarle el dinero. Pero no le gusta malgastarlo. Sabe que fortaleciendo su plantel con futbolistas argentinos suma profesionalismo y corazón de campeón.
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