jueves, 24 de febrero de 2022

La hazaña de Corea del Norte en 1966


El 19 de julio de 1966, el estadio Ayresome Park, de Middlesbrough, fue testigo de una de las hazañas más recordadas de la historia de la Copa del Mundo: la victoria de Corea del Norte 1-0 sobre Italia.

Unos 18 mil espectadores presenciaron el cierre del Grupo D y la sorpresa difícil de creer cuando a los 41 minutos Pak Doo-ik marcó el único gol del partido. El correr de los minutos concretó lo que parecía imposible: los amateurs norcoreanos dejaban afuera a Italia.

Más allá de la tremenda disparidad futbolística entre ambos países, hay elementos que le dan mayor magnitud a la hazaña: debido a su régimen socialista, el seleccionado oriental era totalmente amateur y casi no tenía experiencia internacional: ni siquiera había participado en la la Copa de Asia, creada en 1956.

Fue el propio Jefe de Estado, Kim Il-Sung, quien eligió a los 22 futbolistas que integraron el plantel que viajó a Inglaterra. La mayoría eran militares de grado.

Las expectativas de la delegación de Corea del Norte eran acordes a su potencial, así que tras la victoria que los puso en cuartos de final tuvieron que cancelar las reservas de los pasajes de regreso y cambiarlos por otros hacia Liverpool, donde cuatro días después cayeron 5-3 ante Portugal. Fue todo tan impensado que no encontraron ni hospedaje encontraron, por lo que tuvieron que aceptar el ofrecimiento de un centro religioso para alojarse.

Pak Doo-ik

Pak Doo-ik, el héroe nacional, había nacido en Pyongyang y era cabo del Ejército. Después de la victoria fue ascendido sargento. Aunque un sinnúmero de fuentes lo mencionan como odontólogo, solo se trata de una leyenda urbana que corrió en Italia, como para hacer más dura la humillación. Luego dejó las fuerzas armadas y el fútbol para dedicarse a ser instructor de gimnasia.

Durante el recorrido de la antorcha olímpica 2008 en Pyongyang, fue el primero en llevar la antorcha olímpica. Sus días de gloria fueron recogidos en el documental The Game of Their Lives, del cineasta británico Daniel Gordon. Este es el trailer:

Las formaciones de aquella tarde memorable:

Corea del Norte: Lee Chan-myung - Ha Yung-won, Shin Yung-kyoo, Lee Dong-woon, Oh Yoon-kyung - Park Seung-zin (c), Im Seung-hwi, Han Bong-zin - Pak Doo-ik, Kim Bong-hwan, Yang Seung-kook. 

Italia: Enrico Albertosi - Spartaco Landini, Giacinto Facchetti, Aristide Guarneri, Francesco Janich - Romano Fogli, Marino Perani - Giacomo Bulgarelli (c), Sandro Mazzola, Gianni Rivera, Paolo Barison.

jueves, 17 de febrero de 2022

Ushuaia: fútbol en el fin del mundo

Ushuaia es la ciudad más austral del mundo. Nunca tuvo un futbolista famoso, ninguno de sus clubes compitió jamás en la máxima categoría, pero esta ciudad argentina tiene una grandísima pasión por el fútbol.

Artículo publicado en FIFA Magazine, en julio de 2007
Por PABLO ARO GERALDES


A 3.040 kilómetros al sur de Buenos Aires, la capital argentina, se encuentra Ushuaia, la ciudad más austral del planeta. A menos de mil kilómetros de la Antártida, es fácil imaginar la crudeza del invierno y el valor de los hombres y mujeres que conforman la creciente población de 70 mil habitantes.

Lo que es difícil de imaginar es que a orillas del Canal de Beagle, con temperaturas que llegan a los –20ºC, se pueda jugar al fútbol. La respuesta es sí, se puede. Se puede y se disfruta, se vive con la misma pasión que en el resto de la Argentina. Durante el verano del hemisferio sur, en la ciudad amanece antes de las 4.00 y el Sol recién se despide pasadas las 23.00. Con esta gran cantidad de luz y un termómetro que llega a marcar 18ºC, un partido de fútbol es la excusa obligada para compartir momentos con amigos.

Todos quieren jugar, pero hay un problema: en Ushuaia hay varias canchas de futsal (de dimensiones oficiales o no) que se alquilan por hora, pero encontrar un turno libre es casi imposible, siempre hay partidos. Las que están a la intemperie ven rodar el balón desde el amanecer hasta el crepúsculo, las que están bajo techo tienen una actividad casi permanente. “Hace unos meses se hizo un registro y hay más de 350 equipos”, explica Jorge Garramuño, intendente de la ciudad. Y detalla: “Si lo multiplicamos por 11 y le sumamos a los veteranos, las mujeres y los niños de edad escolar que lo practican semana a semana, llegamos a la conclusión que el 10% de la población de Ushuaia juega al fútbol”.

La Federación Ushuaiense de Fútbol está por afiliar su liga a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la participación en diferentes niveles del balompié nacional incrementaría aún más el entusiasmo de los pobladores. Durante el verano, las calles de la ciudad son un crisol cosmopolita: los cruceros que cruzan el Cabo de Hornos traen a miles de visitantes de las más variadas geografías: Japón, Alemania, Estados Unidos, Australia, Francia, Israel... todos se entremezclan en una población de apellidos balcánicos, vascos, alemanes e italianos. Además de las canchas, los bares son testigos del calor que enciende la pelota: los sábados los visitantes ingleses pueden seguir la Premier League en alguno de los tradicionales pubs. Los miércoles, las pantallas se rodean de fanáticos que comentan la UEFA Champions League con el mismo conocimiento que en cualquier lugar de Europa. Y si el calendario indica que ese domingo chocan Boca Juniors y River Plate, Ushuaia se paraliza para mirar el gran derby argentino.

NO SE SUSPENDE
El poco césped que crece en el extremo meridional de América dura muy poco. Las canchas son prácticamente un rectángulo de tierra, piedras y barro... menos una. El estadio del Polideportivo Municipal ostenta desde el año pasado un verde inigualable. “Las piedras, nunca más. Desde que se hizo el césped sintético, la cancha está ocupada al 100%”, comenta el intendente Garramuño, también apasionado por el fútbol. Orgulloso del escenario más austral del mundo, el alcalde se entusiasma en graficar la situación: “La gente que no es de aquí podría creer que la cancha se usa solamente cuando las condiciones climáticas ‘lo permiten’. Pero no es así, si fuese por el clima, nunca se podría jugar: la pasión de los ushuaienses por el fútbol desafía el viento, la lluvia y la nieve”.

Con el imponente marco de las últimas elevaciones de la Cordillera de los Andes, el estadio puede albergar a tres mil aficionados. Pero con o sin público en la tribuna, siempre rueda una pelota, gracias a la carpeta artificial. Antes de la remodelación, la municipalidad investigó todas las alternativas de sembrar hierba: “Trajimos al canchero de Boca, quien mantiene uno de los mejores céspedes del país. Hizo todos los cálculos de semillas, riego, drenajes... y llegó a la conclusión de que la cancha se podría utilizar para tres partidos a la semana”, reconoce el intendente. Las ventajas del césped artificial son evidentes y todos las agradecen. “Las áreas cercanas a los arcos son las de mayor desgaste. El día que necesitemos remplazarlas, se corta el rectángulo dañado y se sustituye por uno nuevo en unas horas”, anticipa Garramuño. El fútbol no se para.

DÍAS INOLVIDABLES
Por diferentes motivos, la joven cancha ya vivió dos días de onda emoción. El primero fue el de su inauguración: la Selección Argentina Sub 20, actual campeona del mundo, estrenó el césped enfrentando al Seleccionado de la liga local. El entrenador Francisco Ferraro elogió el campo de juego y se animó a compararlo al utilizado en Finlandia en ocasión de la Copa Mundial Sub 17 de la FIFA. Con la única tribuna colmada, Argentina venció 3-0, con varios de los jugadores que julio estarán en el Mundial de Canadá.

La segunda tarde inolvidable fue la del pasado 2 de abril, cuando se cumplieron 25 años de la recuperación de las Islas Malvinas por la fuerzas armadas argentinas, lo que dio origen a una corta pero dolorosa guerra. Ushuaia es la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Entre estas últimas se encuentran las Malvinas, en poder de Gran Bretaña y cuya soberanía es reclamada por Argentina. En el marco de las conmemoraciones, se realizó la ‘Bienal de Arte del fin del mundo’ que incluyó una performance muy especial: un partido de fútbol ideado por el artista Jorge Orta en el que se enfrentaron un equipo con la camiseta argentina en el pecho y la inglesa en la espalda, y otro invertido. Se pasaban indistintamente el balón y todos, los 22, celebraban los goles marcados en cualquiera de los arcos. Lejos de las polémicas, otra vez el fútbol fue un punto de encuentro.

Para alegría de los habitantes de Tierra del Fuego, el estadio crecerá. “En los próximos meses incorporaremos la iluminación”, detalla el intendente de Ushuaia. La luz será vital para el invierno, cuando amanece a las 9.30 y el Sol se oculta a las 15.00. El uso será full time en las heladas noches. Además se empezará a construir una nueva tribuna. Esto entusiasma sobremanera a quienes juegan en el estadio más austral del planeta. No solamente porque ampliará la capacidad y más espectadores podrán seguir los partidos, sino que será una nueva barrera contra los vientos antárticos que soplan desde el Cabo de Hornos, el pasaje inmortalizado por Julio Verne en “El faro del fin del mundo” y tantas otras novelas e historias.

ESPERANDO A DIEGO
Con un uso súper intensivo de su única cancha de césped sintético, la municipalidad ya estudia la construcción de una segunda. Carlos Bilardo, entrenador campeón mundial con Argentina en 1986, tiene un proyecto para instalar una de sus escuelas de fútbol en Ushuaia. En la jefatura comunal, la mayoría está a favor de cederle un terreno.

“Aquí no se beneficia solamente la liga o un puñado de equipos, la cancha es utilizada por toda la comunidad”, puntualiza Garramuño. La fiebre del fútbol mantiene caliente el aire de Ushuaia, aún cuando en los últimos días del verano la columna de mercurio no llegue ni siquiera a 0ºC. Juegan los más chicos, los veteranos, los torneos vecinales, sindicales... todos.

Mientras Diego Maradona sigue internado en una clínica de Buenos Aires, ‘Cocol’ Gómez Espinosa, el referente del deporte en la ciudad, recorre sin cansancio los tres días de automóvil que separan a Ushuaia de la capital. Va y viene, en busca de apoyo para su proyecto: hacer de la ciudad más austral de la Tierra, la primera que le levante una estatua al ex futbolista argentino. “Ya está la ordenanza municipal que reserva el lugar, frente al puerto, para poner el monumento. El boulevard llevará el nombre de Diego”, sueña ‘Cocol’ mientras enseña la maqueta en escala. Espera que Maradona se recupere pronto, para invitarlo a Ushuaia, donde nunca estuvo, y pueda cortar las cintas de inauguración. Mientras, turistas y lugareños quieren sacarse una foto con la pequeña estatuilla, su atractivo es incontenible.

Ushuaia nunca tuvo un futbolista famoso. Ninguno de sus clubes compitió jamás en el alto nivel. A la vista de la pasión de su gente, está claro que el amor por el fútbol llega hasta el fin del mundo.



Situada en la isla de Tierra del Fuego, a 54º 46’ latitud sur, Ushuaia es la ciudad más austral del mundo. Su nombre derivado de la lengua Yamana y significa “bahía que penetra hacia el poniente”.
Su privilegiada ubicación geográfica la convirtió en la puerta de entrada natural a la Antártida. Desde sus orillas se puede navegar hasta el Océano Atlántico, hasta el Océano Pacífico y hacia el mítico Cabo de Hornos, sepultura de cientos de barcos que desafiaron sus gigantescas olas. Antes de que se abriese el Canal de Panamá, ese era el paso obligado entre los dos océanos.

Tierra del Fuego, y en especial Ushuaia, siempre estuvieron relacionadas a las exploraciones antárticas. Tanto como puerto de recala para obtener suministros de carbón y alimentos frescos, como desde 1902, por el apoyo científico y a la navegación que brindaba el Observatorio Magnético y Faro del Fin del Mundo: la última luz que los navegantes veían en el mar austral antes de sumergirse en la oscuridad de las largas noches antárticas.

Ubicada a orillas del Canal Beagle, con la cadena montañosa Martial a sus espaldas, 
Ushuaia es verdaderamente pintoresca, rodeada de una naturaleza completamente virgen y paisajes imponentes a apenas unos minutos del pequeño pero creciente centro urbano. Con 70 mil habitantes es hoy un polo de atracción para el turismo internacional, especialmente entre diciembre y febrero, cuando recalan en su puerto decenas de cruceros internacionales. Igualmente, las temperaturas bajo cero del invierno no espantan a los visitantes que recorren su bello entorno, especialmente el Parque Nacional Tierra del Fuego, y practican el ascenso al Glaciar Martial o la navegación por el Beagle.

miércoles, 16 de febrero de 2022

David Arellano, hasta el último aliento

En 1927 un cuadro chileno hizo una extensa “jira”, que incluso lo trajo a Europa. Se llevó los aplausos, la experiencia, las enseñanzas de una práctica que estaba en ciernes, pero también el dolor de la pérdida de su líder y fundador. David Arellano, el responsable del luto eterno de Colo Colo, murió en tierras pucelanas cuando recién comenzaba la historia alba, y lo hizo por el fútbol.

Artículo publicado en la revista Panenka, en abril de 2012 
Por PABLO ARO GERALDES

No era él quien había creado esa pirueta, pero nadie la dibujaba mejor. Liviano y de frágil contextura, el chileno David Arellano se acostaba en el aire, de espalda al arco, y voleaba hacia atrás por encima de su alma. Se identificó tanto con este gesto que todos creían que lo había inventado, aunque en el Campeonato Sudamericano de 1916 la prensa argentina ya lo había bautizado como “chilena” después de vérselo a Ramón Unzaga, el futbolista vasco afincado en Talcahuano y nacionalizado chileno.

Había nacido en Santiago, en julio de 1902, y desde niño se enamoró de la pelota. Tanto que en la Escuela Normal ya era irremplazable en el equipo. Enrique Abello era inspector de la Escuela e integraba la Selección Chilena, y lo llevó a Magallanes, su club.

Su carrera fue ascendente. En 1919, con 17 años, Arellano debutó con Magallanes en la primera división. Era un pequeño insider izquierdo, lo que décadas después sería “el 10”. En 1924 le llegó la hora de debutar en el equipo nacional, donde ya jugaba su hermano Francisco, y se destacó en el Sudamericano disputado en Montevideo. Chile perdió los tres partidos y quedó en último lugar: el único gol de su país lo anotó David.

Además era profesor de educación física, en una década en la que la cultura deportiva se expandió definitivamente en toda Sudamérica. Era muy sencillo y respetuoso, parecía tímido. Pero era un visionario; tenía sus ideas bien claras y cuando fue necesario mostró su carácter: se puso al frente de los reclamos de los futbolistas de Magallanes, que demandaban a la dirigencia varias medidas, como que los jugadores quedaran exentos de pagar la cuota social del club, la mejora de las instalaciones que incluyera un servicio de salud, y la provisión de indumentaria deportiva. La prensa los llamó “rebeldes”, esas exigencias eran una osadía para la época.

David sabía de la importancia del deporte, renunció a Magallanes y junto a sus hermanos y un grupo de entusiastas decidió que la mejor manera de expandir las prácticas deportivas era fundar un nuevo club. Fue así que se reunieron en el bar “Quita penas” de Santiago y el 19 de abril de 1925 dieron nacimiento a Colo Colo. Ni sospechaban que, pronto, la flamante institución que honraba en su nombre a un cacique mapuche se convertiría en sinónimo del fútbol chileno.

Siguiendo el espíritu pionero de Arellano, Colo Colo fue el primer equipo de Chile que se aventuró en una gira lejana: Ecuador, Cuba, México y Portugal fueron testigo en 1927 de la calidad del equipo. Después España lo recibió con asombro y admiración. Y fue David quien popularizó la “chilena” en Europa.

Ya en la Madre Patria había vencido al Deportivo Espanyol, con el arquero Ricardo Zamora y todo, una leyenda. En cada presentación despertaba más interés y arrastraba multitudes. Así llegó el 2 de mayo a Valladolid para enfrentar a la Real Unión Deportiva en el campo anexo a la Plaza de Toros...

Como una postal de época, los colocolinos salen portando una bandera española; Arellano, el capitán, encabeza la fila con un ramo de flores. La cordialidad se traslada al juego, pero enseguida los locales se ponen 2-0 con goles de Barbachón y Pipi-Bombo. La reacción no tarda: “como si recién despertase ‘El Indio’, empiezan a atacar con mayores bríos, con más pujanza, con más fiereza. ¡Pero una fiereza limpia, caballerosa! Fiereza del corazón”, rescata la crónica de Raúl Ahumada.

Colo Colo, antes de enfrentar a Real Unión Deportiva de Valladolid.
Subiabre descuenta y el ‘Negro’ González empata. Colo Colo quiere ganar y Arellano se luce. Su hermano ‘Pancho’ tira el centro, David salta a cabecear y choca en el aire con Hornia, el centrehalf. Una rodilla del español impacta en su vientre y él cae exánime. Un murmullo helado atraviesa la cancha. Arellano yace pálido, la camilla que entra, la ambulancia después, el silencio, el juego que se reanuda 11 contra 10... Los chilenos ya no piensan en el partido.

Vuelven al Hotel Inglaterra, donde David agoniza. En la noche, las palabras del médico destrozaron el alma de la delegación: sólo se espera el final, de nada valdría una operación, sería un milagro que se recupere de esa peritonitis traumática. Las horas pasan. Valladolid amanece, pero no despierta. Porque no durmió. Tampoco él, con los ojos entrecerrados y en un solo quejido, pese a los calmantes. No hay consuelo, el compañero, el amigo se está yendo. Todos miran el alba desde los ventanales del hotel, pero sus miradas no están allí; buscan, sin encontrarlos, los picos de la Cordillera en el horizonte, como si la patria fuese una madre que los proteja del dolor. Arellano implora una operación que lo salve. Dos de sus hermanos, también del club, buscan a otro médico.

El sol no salió. Llueve en Valladolid. Arellano despierta y pregunta cuándo lo operan, el doctor contesta con un silencio mortal. Lloran. Tratan de consolarlo, pero David pide un sacerdote para confesarse. Y se va.

Pasaron 85 años, pero en cada grito de gol, en cada alegría por un nuevo campeonato, Colo Colo lleva sobre su corazón el luto perpetuo en memoria del querido David Arellano.
Bellísima imagen. Desconozco el autor. Si lo sabes, avísame para
que le dé el crédito que se merece.

domingo, 6 de febrero de 2022

Diego Simeone: Siempre más

El técnico argentino del Atlético de Madrid revolucionó el fútbol español y está consiguiendo lo que parecía imposible: pelearle el liderazgo al Real Madrid y el Barcelona.

Artículo publicado en ESPN Magazine de abril 2014
Por PABLO ARO GERALDES

Hay jugadores y hay técnicos que, sin escribirlo, van redactando a lo largo de su carrera su “manual de estilo”. Diego Simeone jamás se apartó de su propia línea editorial: “No perder nunca. Subir la apuesta. Hacer historia”. Como volante fue un guerrero incansable en la mitad de la cancha, “con el cuchillo entre los dientes”, duro, sacrificado, generoso para el esfuerzo, intenso, con la adrenalina a tope…
Su carrera como jugador fue siempre una escalera ascendente. Y como entrenador va en la misma dirección. Ser el mejor a través de sus jugadores, esa es su consigna. Para eso trabaja día a día: piensa ejercicios tácticos, esboza esquemas de juego, estudia los videos, siempre con el mismo espíritu superador.

El Atlético de Madrid actual es un equipo de autor. Traza en cada partido el sello del Cholo Simeone: sale a ganar siempre, con una voracidad y una concentración competitiva innegociable para pelearle de igual a igual a los dos monstruos de la Liga española. En la mentalidad inculcada al cuadro colchonero no existe el botón de “pausa”, dar el 100 % es religión, y así lo valora esa hinchada tan acostumbrada a los sufrimientos, a permanecer a la sombra de Real Madrid y Barcelona.

Claro, en sus 110 años de historia el club jamás redondeó un comienzo tan espectacular, batiendo récords. En 1995/96, cuando Atlético de Madrid ganó su última Liga, al cabo de 7 fechas lideraba la tabla con 19 puntos, producto de seis victorias y un empate. Esta vez ganó los 8 primeros partidos. ¿Qué hay en común entre este Aleti y el de hace 18 años? Aquel fue campeón con Diego Simeone en la cancha, este de hoy da feroz pelea con Diego Simeone desde la raya de cal, donde vive los 90 minutos con la misma intensidad. Solamente su elegante atuendo negro lo distingue de sus dirigidos.

“Sabía que iba a volver. Únicamente me dediqué a prepararme. Sabía que me llamarían en un momento de dificultad. Iba a ocurrir. Todo lo que me está pasando lo quise, lo busqué”, de dijo al diario El País.
Quien lo buscó, también, fue Enrique Cerezo, presidente del club: “Esperamos que el Cholo sea el Ferguson del Atlético de Madrid, pero nadie sabe cómo son las vueltas de la vida ni cuál es el futuro de cada uno. La idea es que continúe siempre”, deseó, relacionándolo con el escocés que dirigió durante 27 años al Manchester United. “Simeone ha sido un gran acierto y considero que es un entrenador magnífico, que además tiene un gran equipo, con grandes jugadores y le están dando rédito”, manifestó Cerezo. Lo consideró “la sensación” entre los entrenadores, y no está muy errado. El paso triunfal del Atlético posibilitó la llegada a España de sus compatriotas Gerardo Martino, al Barcelona, y Juan Antonio Pizzi, al Valencia.

RESPETO AQUÍ Y ALLÁ
Simeone conoce el juego, profundiza en conceptos, vive el fútbol y lo transmite en cada charla con sus jugadores. El delantero Diego Costa sostiene que para él “Simeone ha sido muy importante por la forma de ver cada partido. Nos enseña cómo se juega cada encuentro y cómo se pelea. Se lucha cada partido como si fuera el último. No solo para mí, sino para otros jugadores del club, nos está dando un salto de calidad, de personalidad y una demostración de que, con trabajo y lucha, se pueden conquistar los objetivos”. Costa, brasileño nacionalizado español, es el perseguidor más cercano a Cristiano Ronaldo en la tabla de goleadores de la Liga.

El turco Arda Turan es el que pone el mayor toque de fantasía al aguerrido cuadro colchonero. Ha tenido grandes técnicos en su carrera, como Frank Rijkaard o Guus Hiddink... “Pero con Simeone es todo muy intenso: así son los entrenamientos, tal cual son el Atlético y Simeone, rápidos e intensos. Estoy muy cómodo con él: hago mi trabajo en la parte defensiva y en ataque tengo libertad. Está trabajando para convertirse en el mejor técnico del mundo”, sostiene. 

Los elogios a su trabajo no vienen solamente de sus dirigidos. En la vereda de enfrente, Carlo Ancelotti, DT del Real Madrid, tiene bien en claro que “el Atlético de Madrid ahora es como era Simeone como jugador, un equipo sólido que da lo máximo en todos los partidos”.

En sus contactos con la prensa, el argentino escucha las preguntas, piensa las respuestas. Elabora los conceptos; repiensa y corrige. Ilustra con ejemplos. Es crítico y autocrítico. Y siempre deja ideas interesantes. “Al principio pensaba en atacar todo el tiempo, era más impulsivo. Con el tiempo descubrí que la mejor forma de buscar la victoria está en tu equilibrio defensivo. Hoy trato de pensar las cosas un segundito más, busco un equilibrio entre ambas partes”, declaró.

Siente que no se puede ser distinto en la cancha y en la calle, que se juega como se vive. Por eso, su genética ganadora que arrastra desde sus años de jugador (ver recuadro) se alimenta con su actitud permanente, competitiva: “Me aíslo de cualquier situación que me haga sentir cómodo. Me preocupa la palabra comodidad. En el fútbol hay que tener miedo, el miedo te da coraje. Tener miedo es estar preparado para pelear, para matar, futbolísticamente hablando, claro”.

Para animarse al desafío de pelearle la Liga al Real Madrid y el Barcelona, hay que tener una dosis extra de valentía, de esa masculinidad que siempre destaca la tribuna. “No puede ser que esta Liga sea solo cosa de dos. No lo concibo”, expresó al volver al estadio Vicente Calderón, siete años después de haber dejado la camiseta rojiblanca; siete años en los que los laureles se los siguieron repartiendo madridistas y culés.

En el circuito de adrenalina de Simeone “el miedo da coraje”, pero a su vez ese coraje espanta los miedos. “Con el Mono (N. de la R.: su asistente, Germán Burgos) decimos siempre que en las pretemporadas jugaríamos tres amistosos con el Real y tres con el Barça. Porque les vas perdiendo el miedo. En la prensa ves diez páginas de uno, diez del otro, ganan 4-0 y parece que fuera 16-0 porque el partido te lo repiten cuatro veces... Te van mostrando una situación de temor, que cuando empezás a jugar el partido contra ellos ya vas perdiendo. Los equipos que vienen de afuera de España los enfrentan de otra forma, porque se les animan más. Están menos impregnados de lo mediático. Si fuera por mí, jugaría siempre con ellos”, le comentó al diario Olé.

El Cholo mantiene esperanzas de ganar la Liga, aunque la eliminación ante Real Madrid en semifinales de la Copa del Rey (con un global de 5-0) significó un llamado de atención: “Ellos tienen una marca de calidad que largo plazo se nota”.

EL ESFUERZO NO SE NEGOCIA
Simeone hizo del orden y la disciplina dos puntales de su profesionalidad. Aún hoy, a punto de cumplir 44 años, luce un estado físico que le permitiría saltar a la cancha cuando quisiera. Sabe que en el Atlético le pueden perdonar las derrotas, pero nunca la falta de entrega. Por eso fue héroe como jugador; por eso lo idolatran como entrenador. 

Cuando era pibe tenía como referentes a los campeones del mundo de 1978. “Me fijaba en la actitud de Passarella, el capitán, cómo saltaba a la cancha, su andar; en Kempes, desequilibrante; en el Tolo Gallego. Siempre me fascinó la gente con personalidad, la gente que vos la ves y te transmite algo: caras, gestos”, contó en España.

Personalidad es lo que le sobra. Y se apoya en grandes referentes para reafirmar su línea. En cada diciembre envía tarjetas de salutación con citas que lo pintan de cuerpo entero: “El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable; para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad” (Víctor Hugo). O aquella vez que tomó las palabras del escritor irlandés Oliver Goldsmith: “Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”. Todas reflejan el pensamiento ganador de Simeone, como estas otras dos que eligió: “Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida” (del dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler) y “Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande” (del filósofo español José Ortega y Gasset).

Como casi todas las personalidades destacadas, tiene una veta inexplicable. En su caso es el apego a las cábalas. Sigue el horóscopo y conoce los signos del Zodíaco, algo que parecería contradictorio con su trabajo casi científico, pero no le interesa que lo entiendan ni se detiene a explicar esta afición.
Y, en realidad, nadie le pediría explicaciones por ello. El vestuario del Atlético de Madrid sigue sus palabras con la convicción de quienes están ante un líder natural. Para Simeone, es una cuestión de identificación con el club: “Cuando uno siente pertenencia, la transmite. A los 20 días de estar con estos jugadores, me sentía como si llevara años. Nunca hubo nada forzado, ellos querían recibir y quieren más, me piden más. Acá, más allá de jugar bien, deben mostrar talento, ambición y coraje. Eso es mucho más importante que jugar bien”. El mandamiento histórico de los colchoneros es “el esfuerzo no se negocia”, y el Cholo bien podría haberlo escrito de puño y letra.

La Liga entra en su tramo final. El belga Thibaut Courtois ataja como el mejor arquero del mundo; en el fondo todos dejan el alma, como Juanfrán, el uruguayo Diego Godín, el brasileño Filipe Luís o el argentino Emiliano Insúa. Nadie se guarda nada. Koke, Gabi o Mario Suárez, a los que les toque, sudarán la camiseta al máximo en la mitad de la cancha, lo mismo que el Cebolla Rodríguez, Raúl García o el portugués Tiago Mendes. La inspiración quedará para el genio de Turan, o la elegancia del brasileño Diego Ribas o el argentino José Sosa. Y arriba Diego Costa, David Villa o Adrián López, los que estén, saben que para seguirle el tranco a los dos gigantes históricos del fútbol español no se pueden perdonar oportunidades de gol.

El plantel es corto, pero mantiene como nunca la atención de la Liga tirando abajo el bipartidismo Real-Barcelona. Esta es la revolución Simeone.

“Si uno mira a las 38 fechas de Liga es imposible poder pensar que podamos competir con el Real Madrid y Barcelona, imposible. Tienen una calidad que marca la diferencia a largo plazo”, dijo Simeone el mes pasado. Sin embargo, el Aleti está ahí, entre los grandes de España y de Europa.
“La vida de los aficionados es la Liga. La Champions es estupenda y hace soñar, pero la Liga es el pan de cada día”, sintetizó el Cholo, que no aflojará un centímetro hasta el final.

El 17 de mayo, la Liga tendrá a un nuevo campeón. Podrá haber festejo blanco en las Cibeles, blaugrana en las Ramblas de Barcelona o rojiblanco en la Fuente de Neptuno. El final está abierto, pero algo es seguro: Atlético de Madrid habrá entregado hasta la última gota de sudor… A imagen y semejanza de Diego Simeone.


SIMEONE JUGADOR
Nació el 28 de abril de 1970, en Buenos Aires, Argentina.

Posición: volante / líbero.

Trayectoria: Vélez Sarsfield (1987/89), Pisa (Italia, 1989/92), Sevilla (España, 1992/94), Atlético de Madrid (España, 1994/97), Internazionale (Italia, 1997/99), Lazio (Italia, 1999/2003), Atlético de Madrid (España, 2003/05) y Racing (2005/06).

Selección Argentina: 106 partidos, 11 goles. Participó en tres mundiales: Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Japón/Corea 2002. Disputó cuatro Copas América: Chile 1991, Ecuador 1993, Uruguay 1995 y Paraguay 1999. Con el Sub-20 jugó el Mundial Arabia Saudita 1989 y volvió a ese país en 1992, para la Copa del Rey Fahd, antecedente de la Copa Confederaciones.

Títulos: Liga española 1996 y Copa del Rey 1996, con Atlético de Madrid. Copa UEFA 1998, con Internazionale. Supercopa de Europa 1999, Serie A italiana 2000, Coppa Italia 2000 y Supercopa de Italia 2000, con Lazio.
Con la Selección Argentina conquistó la Copa América en 1991 y 1993, la Copa del Rey Fahd 1992 y la Copa Artemio Franchi 1993. En 1996 alcanzó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta.

El mayor de sus tres hijo, Giovanni Simeone (18 años), es delantero de River Plate.

SIMEONE TÉCNICO
Trayectoria: Racing (2006), Estudiantes de La Plata (2006/07), River Plate (2008), San Lorenzo de Almagro (2009/10), Catania (Italia, 2011), Racing (2011), Atlético de Madrid (desde 2012).

Títulos: Torneo Apertura 2006, con Estudiantes de La Plata. Torneo Clausura 2008, con River Plate. UEFA Europa League 2012, Supercopa de Europa 2012 y Copa del Rey 2013, con Atlético de Madrid.

viernes, 4 de febrero de 2022

Descubren reliquias del fútbol en Ecuador

Entre mayo de 1911 y julio de 1915 había existido la Liga Deportiva Guayaquil, la primera entidad multideportiva del Ecuador. Aunque en mayo de 1912 organizó su primer torneo de fútbol, no era una asociación puramente futbolística. Ante la desaparición de la Liga se propuso la fundación de la Asociación de Football: se destacó el Club Nacional pero desde 1918 a 1920 no se realizaron campeonatos debido a la desaparición de la Asociación. 

Recién el 25 de julio de 1922 grupos de jóvenes de la ciudad se reunían en los salones de la Sociedad de Empleados para dar vida a la Federación Deportiva Guayaquil (más tarde Federación Deportiva del Guayas). Así se iniciaba el futbol como deporte federado en Ecuador.

Poco se conserva desde aquellos días, hace un siglo. Pero el hallazgo de un magnifico grupo de trofeos históricos del futbol guayaquileño, los primeros de Ecuador, ha permitido recuperar el rico patrimonio futbolístico que representa los orígenes de ese deporte en el país. Se trata de una serie de copas, todas ganadas por el Racing Club, como parte de una fascinante historia que empezaba a escribirse en aquel 1922. Y junto a ellas, una bandera con el magnífico escudo bordado.

Claro, el nombre llamó a confusión de los historiadores. ¿Estaban ante trofeos ganados por el histórico club de Avellaneda? Los años no concordaban con los grandes triunfos del equipo argentino, dominador de la década anterior. Se trataba en realidad del mítico club de Guayaquil, fundado por el 30 de septiembre de 1916 en el local de la Compañía Salamandra, del Cuerpo de Bomberos. Participaron de aquella creación los hermanos Carlos, Alberto y Eduardo Puig Arosemena junto a Alberto Roca Boloña, Federico y Guillermo Cornejo, Bolívar Sierra, Jorge Swett, José Luís Tamayo, Miguel Rivas Vergara y Abigail Valero.

Como primer presidente fue nombrado Roca Boloña y por sugerencia de Carlos Puig se optó por una camiseta blanca con franja central azul, pantalón y medias negras.

Con la participación de 14 equipos, aquella Federación Deportiva Guayaquil organizó en 1922 el primer y mayor campeonato de futbol disputado hasta ese momento en Ecuador. El 24 de septiembre de ese año, ante Washington, Racing Club tuvo el honor de inaugurar el estadio que la Federación levantó en los terrenos del polígono de tiro del Regimiento Sucre Nº 2, donde hoy están los estadios Ramón Unamuno y Yeyo Uraga. 

Tras superar a Rocafuerte, Washington, Liga Deportiva Universitaria, Guayaquil Sporting y 9 de Octubre, llegó el 11 de diciembre: la final frente a Oriente, el favorito. Fue un 3-0 indiscutible ante una multitud, para coronarse como el primer campeón del torneo de Guayas, que se disputaría hasta 1950. El título recobra valor con la perspectiva histórica: es la primera conquista del fútbol federativo ecuatoriano. Esa tarde Racing Club formó con: Lombeida; Miguel Rivas, Millán; Dresner, Arturo Puig Arosemena, Pedro Pombar; Eduardo Tamayo, Antonio Vallejo, Carlos Puig Arosemena, Guillermo Landívar y Cucalón. Los goles los anotaron Cucalón, Arturo y Carlos Puig Arosemena, quien terminó siendo el goleador.

Carlos Puig Arosemena, fundador de Racing Club
en 1916 y capitán campeón pionero en 1924.

En 1924, Manuel Seminario Sáenz de Tejada resultó electo presidente de la incipiente Federación y promovió cambios fundamentales en beneficio del deporte ecuatoriano. De la mano del dirigente Sáenz de Tejada, un adelantado a su tiempo, llegó la afiliación directa de Guayaquil a la FIFA, que luego cederían a la Federación Deportiva Nacional, precursora de la actual Federación Ecuatoriana de Futbol.

Además de promover y crear la federación nacional y ceder desinteresadamente todas sus afiliaciones internacionales, la Federación Deportiva Guayaquil construyó el primer Estadio Nacional y organizó el primer campeonato disputado en Ecuador por una asociación afiliada a FIFA. Con 16 equipos en disputa, la competencia por el primer trofeo fue todo un récord.

En ese 1924, Racing Club nuevamente escribió otra página gloriosa: a falta de dos fechas para culminar el torneo, un potente cabezazo de Carlos Puig Arosemena selló la victoria sobre Rocafuerte y se coronó campeón de forma anticipada. Con un récord impresionante de 41 goles a favor y solo 14 recibidos, Racing Club celebró con 12 victorias, 2 empates y una sola derrota, por sobre equipos más experimentados, como Packard, la Liga Deportiva Estudiantil, Norte América y Oriente.

Época dura para el futbol, que no permitía sustituir jugadores; con partidos que se disputaban en una sola jornada que iniciaba a las 7 de la mañana. Los dirigentes eran jugadores, y eran los futbolistas quienes arbitraban partidos de los otros equipos. Eran otros tiempos, donde se ponderaba el espíritu deportivo y la camaradería.

El Racing Club de 1924, primer campeón de la Federación Deportiva Guayaquil.

Los trofeos obtenidos por Racing Club entre 1922 y 1933, en esos albores del fútbol institucionalizado en Ecuador, incluyen las copas ganadas en los primeros campeonatos ecuatorianos de 1922 y 1924 (foto de la izquierda) además de la bandera oficial del club, llevada por los jugadores durante la ceremonia de inauguración del Stadium Nacional de Guayaquil. Sin embargo, el objeto más preciado es un pequeño folleto impreso en 1919 que se ha podido conservar desde esa época y contiene los Estatutos de Racing Club, probablemente el documento más antiguo de este extinto precursor del futbol ecuatoriano.

Estos trofeos históricos fueron recuperados luego de permanecer en el anonimato durante muchos años, cuando fueron adquiridos en Guayaquil a la familia Puig Arosemena. En su momento habían sido ofrecidos a la Federación Ecuatoriana de Fútbol, entidad que inexplicablemente desestimó la propuesta que le hubiera permitido exhibirlas y mantener la tradicion de las grandes capitales futboleras. Es que los directivos de la FEF desconocían de la afiliacion de Guayaquil a la FIFA un año antes (1924 en vez de 1925) y no le dieron importancia a esa información trascendente.

Durante una reunion con la FEF, para explicar la importancia histórica de estos trofeos y su significación -ya que testimoniaban la afiliacion a FIFA en 1924- el Secretario General en ese entonces se limitó a responder que "eso era historia antigua, un año más o un año menos no camba nada"... Desconocimiento y desprecio por la historia.

Ahora estas joyas de los labores del fútbol de Ecuador forman parte de la colección de Soccer Legends en Miami, lo que permitirá reconocer y homenajear los logros deportivos de estos dirigentes y jugadores pioneros, tal como lo hacen los mejores museos y colecciones de nivel internacional en Manchester o Madrid.