jueves, 4 de octubre de 2007

Escandalosa Premier League

Mark Bosnich y su "saludo" nazi. Paul Gascoigne, eterno provocador.
Artículo publicado en 2003 en El Gráfico USA.
Por PABLO ARO GERALDES


Los hooligans y sus andanzas de violencia ya no ensucian las canchas inglesas y cada vez en menor medida aparecen en el extranjero. La suspensión por 5 años de todos los clubes ingleses en las copas europeas dejó una enseñanza para los dirigentes. Pero los escándalos que tanto le gustan a los diarios sensacionalistas británicos, siguen surgiendo alrededor del fútbol inglés.
Hace algunas semanas, una joven de 17 años acusó a varios jugadores del Leeds de haber abusado sexualmente de ella en un hotel de cinco estrellas de Londres. La prensa, que parece acostumbrada, reaccionó con ironía: “Drogas, agresión sexual y un contrato por 60 millones de libras: simplemente otro día en nuestro deporte nacional”, tituló el diario “The Independent” en tapa junto a una foto de Rio Ferdinand, defensor del Manchester United, excluido de la selección por no haber asistido a un control antidoping. Pasado el tema de los pasaportes falsos (el peruano Solano, del Newcastle, y el litiuano Tomas Danilevicius, del Arsenal llegaron con pasaportes griegos aparentemente apócrifos), ahora el tema pasa por la “benévola” sanción al Arsenal, tras la trifulca desencadenada al final del partido contra el Manchester United, que se disputó el pasado 21 de septiembre. El club londinense fue multado únicamente con 270 mil euros y le suspendieron a sólo 4 jugadores. Alex Ferguson, técnico del Manchester, dice que es “indignante y que se nota un acuerdo de la Federación con Arsenal, que provocó hechos violentos en la cancha y debió ser suspendido por varios partidos de su estadio y varios jugadores alejados de la actividad por lo menos esta temporada”.
Peleas en discotecas, como las que protagonizaba Paul Gascoigne, se repitieron este año con el delantero galés Craig Bellamy, del Newcastle. El jugador, borracho, quiso entrar en el local, una vez que ya había cerrado al público y al no lograrlo se enfrentó con el personal con insultos, amenazas y palabras ofensivas de tono racista. Hace un mes Jon Otsemobor, jugador de Liverpool, fue herido a balazos en un tiroteo dentro de un pub, cuando bebía con unos amigos.

El último escándalo saltó hace una semana cuando Michael Kelly, un ex miembro del Servicio Británico de Espionaje que fue jefe de seguridad del Manchester United durante 12 años (hasta 2002) publicó un libro los métodos que Alex Ferguson empleaba para vigilar al plantel. El club trató de impedir la edición pero “Manchester United: la historia no contada”, salió explicando las estrategias de Kelly para tener todo el tiempo informado a Ferguson, al que califica de “paranoico” por su obsesión de creerse constantemente espiado.
Kelly no solamente siguió los movimientos de jugadores como Beckham, Bosnich, Cantona y otros que sonaban como futuras incorporaciones, sino que también se encargó de inspeccionar la casa de Ferguson en busca de micrófonos ocultos, que nunca encontró.
También cuenta que se hizo un seguimiento especial al arquero australiano Mark Bosnich, que atajó hace pocos años en el Manchester: “Ferguson quería saber si consumía drogas y aunque hasta los perros de la calle sabían que era así, no encontramos ninguna prueba mientras lo vigilamos”.
Bosnich es el recordman del escándalo. En su prontuario acumula gestos pro-nazis, orgías con compañeros y varias señoritas, golpes en discotecas, suspensión por doping positivo de cocaína, internaciones por crisis depresivas. La semana pasada fue arrestado por miembros de la Scotland Yard bajo acusación de haber agredido violentamente a su ex novia, la top model Sophie Anderton. “Me sacó de quicio. Se desnudó delante de mí, discutimos y empezó a pegarme. La tiré al piso, lancé su ropa al pasillo y la saqué de casa, nada más. Luego vino la Policía”, fue la simple explicación del arquero.
Los lectores, amantes de las historias truculentas, agradecidos.

1 comentario:

Roberto Parrottino dijo...

Interesantísimo artículo. Hace poco dos jugadores del Newcastle se habían tomado a golpes en medio de un partido, increíble. Lo de Bosnich, sin palabras.
Saludos.