Artículo publicado en la revista Fox Sports, en octubrede 2007.
Por PABLO ARO GERALDES
Aunque los euros que se pagan en Europa son una tentación irresistible para los goleadores, el continente conserva en sus ligas a gran cantidad de artilleros de máximo prestigio internacional. Un repaso a los nombres que más festejan semana a semana.
Un contemporáneo pensador chileno ganó popularidad a partir de una frase que tuvo la fuerza inapelable de una sentencia: “billetera mata a galán”. Modismos más, modismos menos, ponía a la luz una, para él, irrefutable verdad: ni el hombre más apuesto puede competir por el amor de una dama contra un rival adinerado. En el fútbol pasa lo mismo. Goles son amores y de nada valdrán las declaraciones de fidelidad a una camiseta: cuando aparecen los billetes, los artilleros se enfundan los nuevos colores con la misma rapidez en la que un avión cruza el Atlántico.
Se sabe, lo más cotizado del fútbol es el gol, y cuando se habla de cotizaciones, ninguna moneda puede competir contra los euros y los dólares. Así, año tras año el éxodo de goleadores tiene un sentido casi único entre América y Europa. Los aficionados de esta parte del mundo debemos conformarnos con ver a las grandes estrellas a través de la pantalla. Sin embargo, el continente americano tiene en sus canchas a gran número de goleadores de extensa carrera en estas tierras, muchos otros regresados tras temporadas en Europa, y un sinfín de jóvenes promesas que pronto se sumarán, inevitablemente, a la lista de emigrados.
ESTIRPE AMERICANA
No abundan los goleadores de raza que puedan quedar durante años con vigencia en las canchas de América. Es casi imposible encontrar casos de larga permanencia como los de Pelé, el ecuatoriano Alberto Spencer, los argentinos José Sanfilippo, Daniel Onega y Luis Artime, o los uruguayos Pedro Virgilio Rocha y Fernando Morena, sinónimos del gol en los años ‘60 y ‘70.
Hoy, apenas un joven artillero empieza a demostrar su oficio, al club se le hace imposible retenerlo. Pero a pesar de las monedas devaluadas, los hinchas latinos tienen ídolos para seguir. Paraguay, por ejemplo, es un constante generador de arietes. De allí surgió el máximo goleador de un fútbol tan exigente como el argentino; Arsenio Erico anotó 293 goles para Independiente entre 1934 y 1946.
Si se marchan a Europa los Santa Cruz o los Haedo Valdez, surgen nuevos nombres guaraníes para nutrir al fútbol americano. Uno de estos romperredes es Santiago Salcedo, máximo artillero de la Copa Libertadores 2005 con Cerro Porteño, que mudó sus goles a Newell’s Old Boys (Argentina). Pero si hay un guaraní que está emparentado con el gol es Salvador Cabañas, figura del América de México a fuerza de levantar las redes rivales.
El torneo azteca es un polo de atracción para los goleadores cuyos méritos no terminan de seducir a los poderosos clubes europeos. Allí brillan los uruguayos Sebastián Washington Abreu (Tigres), máximo anotador del Apertura y del Clausura 2006, y Vicente Sánchez (Toluca); y sobre todo toda una constelación de argentinos: Bruno Marioni (Atlas), Matías Vuoso (Santos Laguna),Walter Gaitán (Tigres), Alfredo Moreno (San Luis) y Gabriel Caballero (Pachuca). Todos, en diferentes temporadas, lideraron la tabla de goleo. ¿Y los ‘locales’? Aunque el fútbol mexicano está en medio de una ola exportadora, los cañoneros nacionales siguen destacándose: Omar Bravo, goleador del último Clausura 2007 con Guadalajara, el infalible Kikín Fonseca –ahora en Tigres–, Juan Carlos Cacho, autor de los tantos que le dieron el último título al Pachuca, y el enorme Jared Borgetti, que se recupera de una lesión pero es el goleador histórico del Tri y el 13er cañonero en activo del planeta.
México, país que siempre se nutrió de talentos continentales, disfruta también de los colombianos Hugo Rodallega (Necaxa) y Luis Gabriel Rey (Pachuca), y sobre todo de un chileno que en 2006 fue record: Humberto Suazo la rompió en Colo Colo, terminó el año como el jugador que marcó más tantos en partidos internacionales en el mundo (17) y ganó el Balón de Oro que entrega la IFFHS, el organismo de estadísticas más prestigioso. Pretendido por varios clubes europeos, su voracidad goleadora hoy es disfrutada por el Monterrey.
Ecuador se enorgullece de tener en su liga a un tanque goleador de la talla de Agustín Delgado y al argentino Luis Miguel Escalada, ambos en Liga Deportiva Universitaria. En 2006, el “Pichu” Escalada trepó a la cifra de 29 anotaciones. También están Iván Kaviedes (El Nacional) y el veterano argentino Marcelo Delgado (Barcelona).
GOLES POR DOLARES
Con una década de historia, la MLS estadounidense es un canto de sirenas para hombres con experiencia, gol y ganas de un fútbol más sereno, alejado de la locura mediática.
La liga donde brillara Ronald Cerritos es hoy territorio de destacados goleadores americanos, como el boliviano Jaime Moreno, el mayor anotador de la historia de la MLS, con la playera de DC United. ¿Más nombres? Carlos “Pescadito” Ruiz, el guatemalteco que no se cansa de fusilar porteros y juega en Dallas; el colombiano Juan Pablo Ángel, que tras una destacada carrera en Inglaterra se calzó la elástica de Red Bull y sigue con su oficio; y cómo no destacar al enorme Cuauhtémoc Blanco. Los campos de juego americanos ya se están acostumbrando a ver la Temoseñal que tanto disfrutaron los mexicanos del América. Lo gozan los fans del Chicago Fire, lo mismo que al costarricense Paulo Wanchope.
De los locales están despuntando Eddie Johnson, Brian Ching, el hombre de Hawaii, y pasan por un gran momento el brasileño Luciano Emilio (DC United) y el cubano Maykel Galindo (Chivas USA).
La balanza comercial de Brasil debe contemplar un rubro en constante crecimiento: la exportación de futbolistas. Son más de mil los brasileños que juegan fronteras afuera y el éxodo es constante. Desde que se comenzó a escribir esta nota hasta que llegó a las manos del lector, se habrán marchado varios más. De los que aún pueden verse en las canchas cariocas sobresale Souza, goleador del Brasileirao 2006 con el Goias y actualmente en Flamengo, aunque no durará mucho en Río de Janeiro. Pero si hay, hoy, una persona que puede ponerse la corona de los goleadores, es Romario. A sus 41 años se sometió a una cirugía en su tobillo derecho para seguir en las canchas. Su regreso tardará unos meses, pero el Baixinho continuará gritando goles aunque las estadísticas serias disten de los mil que él mismo dice haber marcado.
En Colombia están dos de los máximos goleadores en actividad: Víctor Hugo Aristizábal, con casi 250 tantos oficiales, y el venezolano Juan García, mayor artillero histórico de su país (actualmente milita en Deportivo Pasto).
En Chile sigue vigente el Matador Marcelo Salas. Pero es en la Argentina donde resaltan los goleadores de experiencia: desde el interminable Martín Palermo, que bate records y busca ser el máximo anotador de la historia del poderoso Boca Juniors, hasta el ex internacional Claudio “El Piojo” López, que tras una década regalando talento fuera de su país volvió y sigue sacudiendo redes en Racing Club. Otro pampero enviciado con el gol es José Luis Calderón, de Arsenal.
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