Artículo publicado en ESPN Magazine, en mayo de 2014
Por PABLO ARO GERALDES
Los dos equipos más sólidos de España fueron esta temporada también los más compactos de Europa y van a dirimir la supremacía continental en una final que huele a tensa, táctica y emocionante por partes iguales.
Por primera vez en la historia, la Orejona, esa hermosa copa plateada que premia al mejor equipo europeo, tendrá una final con derby de una misma ciudad. Y es que Madrid será la capital de Europa el sábado 24 de mayo. Se jugará en Lisboa, sí, pero la capacidad del Estádio da Luz se multiplicará varias veces en el Paseo del Prado de la capital española, en esas tres cuadras que separan a las Cibeles de la Fuente de Neptuno, los dos monumentos emblemáticos que congregan a las celebraciones de Real Madrid y Atlético de Madrid, respectivamente.
Una final con sabor a clásico, con dos equipos que dan todo. Pero no en sentido figurado. En lo futbolístico explotaron al máximo sus recursos y se encuentran juntos frente al último escalón de la gloria. Hay nombre propios para ilustrar varias páginas de gloria, pero bien podría resumirse en dos: el aplanador Real de Cristiano Ronaldo y el emocionante Atlético de Diego Simeone.
LA CASA BLANCA
Después de doce años de ser potencia en europea, el Real Madrid logró plasmar su poderío llegando nuevamente a una final de Champions League. En este período hubo galácticos, estrellas fugaces y decepciones, pero el equipo merengue siempre puso su camiseta por delante de la del rival, impuso su protagonismo y cayó, la mayoría de las veces, con la frente alta.
¿Qué cambió en este equipo 2013/14? Sin deshacer el funcionamiento defensivo que impuso José Mourinho, el entrenador Carlo Ancelotti le encontró la vuelta al tremendo poderío que supone tener a Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale como opciones ofensivas. En la Liga da pelea hasta el final, y en la Champions demostró que la mayor posesión de la pelota no es un dogma que los fieles de blanco necesiten seguir como una verdad revelada. Y encontró en la velocidad para contragolpear un arma que llegó a humillar a esa máquina de juego que fue el Bayern Munich de Pep Guardiola.
Para lograrlo, el técnico italiano impuso la convicción de un estilo y compuso una estructura base que funcionó en un nivel altísimo. Le devolvió la confianza de la titularidad a Íker Casillas en el arco; Pepe y Sergio Ramos como celosos guardianes del área y la salida de por las bandas de Arbeloa o Carvajal por la derecha, y Marcelo o Fabio Coentrão por la izquierda.
Xabi Alonso (no podrá estar en Lisboa y su lugar seguramente lo tomará Isco) fue el patrón del medio, junto a la calidad de Luka Modric y la explosión de Ángel Di María. Más allá de esquemas numéricos y variantes de nombres, el tridente letal ofensivo es propiedad de CR7 con un Bale generoso y un Benzema afilado.
A la dinámica colectiva y la inteligencia táctica que puede asfixiar al adversario, este Real Madrid le suma una alta efectividad en jugadas de balón parado, un punto que obliga a cualquier entrenador a tenerlo bien estudiado.
“El objetivo era jugar la final y lo logramos. Ahora la décima Orejona es un sueño grande para todos”, comentó Ancelotti tras el histórico 4-0 en Munich. Y agregó: “La motivación era muy grande. Eso es lo más importante. Si los jugadores de más calidad se sacrifican por el equipo ganas los partidos.
CARAS CONOCIDAS
Si este Madrid requiere horas de estudio, Diego Simeone ya se las dedicó; conoce al detalle el funcionamiento del conjunto de Ancelotti. De otra manera no hubiera llegado a mayo liderando la Liga, a falta de dos fechas. El Cholo desmintió semana a semana, con trabajo, los pronósticos agoreros, aquel tan repetido “el Aleti ya se va a caer”. Lo mismo presagiaban en la Champions, pero el cuadro colchonero fue tapando bocas y despertando aplausos, tras dejar en el camino nada menos que al Milan, el Barcelona y el Chelsea. Si hay algo que no le tocó es un recorrido relajado.
La cuesta arriba entona tan bien con la filosofía de Simeone que parece guionada. Pero atención: el Atlético es mucho más que un equipo resistente y concentrado, tiene argumentos futbolísticos para sostener con justicia el lugar al que llega tanto en la Liga como en la Champions, donde es el único invicto. Tiene un plantel reducido, sin tantas variantes como su rival, pero saca de cada uno “el 110%”, como suele definirlo el entrenador argentino. Empezando desde atrás, resalta el enorme arquero Thibaut Courtois; en el fondo se ensamblan como piezas de relojería, con Juanfrán, el uruguayo Diego Godín, el brasileño Filipe Luís o el argentino Emiliano Insúa. En la mitad del campo, Koke, Gabi o Mario Suárez entregan hasta su última gota de sudor, lo mismo que el Cebolla Rodríguez, Raúl García o el portugués Tiago Mendes. La genialidad del turco Arda Turan es un toque de distinción, y adelante Diego Costa, Adrián López o David Villa saben que el Real no es de los equipos que ofrecen muchas oportunidades y habrá que tener la mira calibrada al máximo para no fallar.
Pasaron 40 años de la única final que disputó el equipo rojiblanco. En los aficionados y también en el plantel, se percibe la sensación de estar ante una oportunidad única.
Atrás quedaron 212 partidos de la apasionante Champions League. Queda solamente uno. De los 78 equipos que comenzaron la competición el 2 de julio de 2013, solo siguen dos. Dos que se conocen muy bien: vecinos y adversarios, “enemigos íntimos”. La cumbre de Europa tendrá un inconfundible acento castellano. ¡Viva Madrid!
CÓMO LLEGAN
REAL MADRID
Disputará su 13ª final europea, en búsqueda de su 10º título.
En esta edición disputó 12 partidos: ganó 10, empató 1 y perdió 1. Marcó 37 goles y recibió 15. Llega a la final con un promedio de 3,08 goles por encuentro.
Su goleador es Cristiano Ronaldo, con 16 tantos, quien además sostiene un promedio extraterrestre de 1,6 goles por partido.
ATLÉTICO DE MADRID
Disputará su segunda final europea, en búsqueda de su primer título.
En esta edición disputó 12 partidos: ganó 9, empató 3 y llega invicto a la final. Marcó 25 goles y recibió 6. Llega a la final con un promedio de 2,08 goles por encuentro.
Su goleador es Diego Costa, con 8 tantos.
El historial de los campeones de Europa, aquí
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