Durante su mandato estalló la Primera Guerra Mundial. Frente a las presiones internacionales para que el país se involucrara en el conflicto, De la Plaza y Murature coincidieron en mantener una posición neutral.
En el último año a cargo de la Cancillería, la Argentina celebró el centenario de su independencia. En el marco de los festejos, se disputó en Buenos Aires el primer Campeonato Sudamericano de Football, y durante esas semanas los dirigentes de los cuatro países participantes -Argentina, Brasil, Chile y Uruguay- fundaron la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Murature, en su función diplomática, vio cómo los uruguayos campeones se iban con las manos vacías y compró una copa de diseño francés confeccionada por la joyería Escasany, de Buenos Aires, a un precio de 3000 francos suizos y se la donó a la flamante Confederación.
Este trofeo de 9 kilos de plata, 75 centímetros de alto, y 30 de diámetro se entregó por primera vez en la segunda edición, la de 1917, también ganada por Uruguay. Aunque lleva grabado el nombre "Copa América", en los primeros años al trofeo se lo llamaba “Copa Murature”, en honor al Canciller argentino.
El 12 de octubre de ese 1916 Victorino de la Plaza fue sucedido por Hipólito Yrigoyen. En su juventud, Murature había escrito artículos para el diario La Nación, y después de su paso por el ministerio llegaría a ser editor gerente. Durante muchos años fue profesor del Colegio Militar de la Nación y también ejerció algunas misiones diplomáticas.
Se incorporó a la masonería y se destacó como un opositor tenaz a los gobiernos de Yrigoyen y de Marcelo T. de Alvear. En 1928 se sumó a la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales. Falleció en 1929, a los 53 años.
Una calle con su nombre recorre los barrios porteños de Vélez Sarsfield y Villa Luro.
2 comentarios:
Excelente blog amigo. Desde ya te sigo! Saludos.
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