El sueño mundialista de Zambia se truncó cuando el avión que transportaba a 18 jugadores y el cuerpo técnico de la selección se precipitó al mar, frente a las costas de Gabón, en 1993. La reconstrucción, la Copa Africana y una meta que aún sigue siendo esquiva los Chipolopolo.
El 27 de abril de 1993 el avión de Havilland Canada DHC-5 Buffalo perteneciente a la Fuerza Aérea de Zambia que transportaba a la selección de fútbol se estrelló en el océano Atlántico a 500 metros de la costa de Libreville, Gabón.
El equipo se dirigía de Lusaka a Dakar, para enfrentar a Senegal por las eliminatorias africanas al Mundial Estados Unidos 1994. Murieron los veinticinco pasajeros junto con cinco miembros de la tripulación. La investigación oficial llegó a la conclusión que el piloto apagó el motor equivocado luego de un incendio. Asimismo, la investigación encontró que el cansancio del piloto y un error de instrumentos contribuyeron al accidente.El vuelo había sido organizado especialmente por la Fuerza Aérea y preveía tres escalas para recargar combustible: la primera en Brazzaville (Rep. Democrática Congo, por entonces Zaire), la segunda en Libreville (Gabón) y la tercera en Abidjan (Costa de Marfil). Durante la primera parada en Brazzaville se detectaron problemas con los motores, pero el vuelo continuó. A pocos minutos de despegar de Libreville, el motor izquierdo se incendió. En un reflejo desafortunado, el piloto apagó el motor derecho, haciendo que el avión perdiera potencia durante el despegue, cayendo al mar.
La investigación oficial de las autoridades aeronáuticas gabonesas (revelada en 2003) atribuyó las acciones del piloto a una luz de advertencia defectuosa y al cansancio por parte del piloto.
Coronel Fenton Mhone (piloto)
LOS CHIPOLOPOLO
El seleccionado apodado Chipolopolo (balas de cobre) tenía como meta la Copa Africana de Naciones 1994 y conseguir por primera vez la clasificación a un Mundial. El 27 de febrero habían vencido 3-1 a Madagascar para acceder a uno de los tres grupos finales que darían un lugar en USA. El debut en Grupo B estaba pautado para ese 27 de abril, contra Senegal. Pero antes, tenía compromisos por la eliminatoria para la Copa Africana de Naciones (CAN) Túnez 1994.
El 25 de abril derrotó 3-0 a las islas Mauricio en Port Luis y emprendía una travesía continental que los llevara hasta Dakar. Allí se encontrarían con el capitán de la selección, Kalusha Bwalya, quien estaba jugando en el PSV holandés (ese domingo 25 había enfrentado al Valencia en un homenaje a Mario Kempes), y con Johnson Bwalya, del Bulle suizo, que no participaban de la eliminatoria para la CAN pero sí para las mundialista. Ellos viajarían a Senegal por su cuenta. Otro que no integraba la delegación era Charles Musonda, del Anderlecht de Bélgica, porque estaba lesionado.
La competición se paró y todo hacía pensar que Zambia se retiraría de las eliminatorias. Pero Kalusha Bwalya buscó jugadores y lideró un nuevo equipo. Finalmente, el 4 de julio, poco más de dos meses después de la tragedia, los Chipolopolo salían de nuevo al campo de juego del estadio Independence, en Lusaka, para enfrentar a Marruecos antes 50 mil personas.
El equipo conformado para continuar las eliminatorias. Jugaron con brazalete negro. |
17-7-1993 - Dakar: Senegal 1-3 Marruecos
7-8-1993 - Dakar: Senegal 0-0 Zambia
26-9-1993 - Lusaka: Zambia 4-0 Senegal
10-10-1993 - Casablanca: Marruecos 1-0 Zambia
Monumento a los Héroes en Lusaka, al norte del Independence Stadium |
En 2012 el fútbol de Zambia alcanzó su máximo triunfo, cuando conquistó la Copa Africana de Naciones disputada en Gabón y Guinea Ecuatorial. Justamente fue en Libreville -toda una ironía del destino- donde se impuso por penales en la final contra Costa de Marfil.
Pasaron 28 años y el recuerdo de aquella selección de 1993 sigue vivo en el corazón del fútbol africano. Y la clasificación mundialista sigue siendo un sueño para Zambia.
En este reportaje de As, el relato de Kalusha Bwalya:
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