sábado, 9 de diciembre de 2023

Ghana: Real Republikans, el club de Kwame Nkrumah

Kwame Nkrumah lideró la independencia de Ghana y fue un luchador por la unidad africana. Pero también un gran impulsor del fútbol de su país y la competición de todo el continente.

Traducción del artículo A tale of Kwame Nkrumah, Ohene Djan and Real Republikans escrito por Owusu Ansah Doe en Ghana Soccernet.

Corre el año 1962. El Dr. Kwame Nkrumah, conocido popularmente como "Osagyefo", en su afán por gobernar África como un frente unido, ha convocado a su mano derecha, Ohene Djan, para celebrar una reunión. Está dando grandes pasos para establecer la África unida, pero al mismo tiempo se enfrenta a una ardua tarea: ¿qué debe hacer para complacer a sus propios compatriotas?  
Pero, ¿por qué un Presidente reinante y el líder más influyente del continente en ese momento, tiene la imperiosa necesidad de complacer a su propio pueblo o, al menos, a un sector apreciable de la población? La comunidad futbolística.
Kwame Nkrumah, líder de Ghana

Hacía poco más de cinco años que había marcado el monumental hito de lograr la independencia del primer país subsahariano. Ghana era el faro de África.

El líder de fuerte carácter, que estaba logrando hitos en la política y el desarrollo nacional, estaba perdiendo popularidad dentro de la familia del fútbol por razones nada descabelladas. Todo empezó el 1 de julio de 1960 (Día de la República de Ghana). Se había creado una nueva cartera ministerial: al asumir Kwame Nkrumah el cargo de primer Presidente del país, Ohene Djan fue nombrado Director de Deportes, ya que había sido Presidente de la Asociación de Fútbol Aficionado de Ghana (GAFA) desde 1957.

El amor de Nkrumah por el deporte era innegable: fue él quien encabezó la cruzada para que África boicoteara la Copa del Mundo 1966 por trato injusto. África, Asia y Oceanía tuvieron que competir por una única plaza. Como panafricanista, Nkrumah lo consideraba discriminatorio.

De nuevo, organizó la West Africa Football Cup en 1959 y ese mismo año dio a luz a las Black Stars (Estrellas Negras), como se conoce a la selección nacional. También creó en 1960 la emblemática Organización Central de Deportes, que supervisaría todos los acontecimientos deportivos del país.

Con el nombramiento de Ohene Djan como Director de Deportes, Nkrumah había designado a una figura experimentada, capaz de ejecutar su segunda intención casi a la perfección. Tenía a su hombre y él también sabía exactamente lo que se traía entre manos.

El Jefe del Estado quería formar un club de fútbol que simbolizara una África unida y la gloria que podría traer. Un conjunto de los mejores futbolistas de todo el país, capaz de derrocar al duopolio Asante Kotoko - Hearts of Oak. Le encargó a Ohene Djan la tarea de montar un equipo impecable que funcionara como una cuasi selección nacional y representara la unidad africana que él realmente defendía. Encontró en el fútbol la herramienta adecuada. Pero no fue así, hasta cierto punto.

Ohene Djan, ejecutó con tacto el plan de su amo reclutando a dos de los mejores jugadores de cada club del país para formar un equipo lleno de estrellas, un dream team. Djan y el propio Nkrumah proporcionaron empleo y cobijo a estos jugadores. Todo un lujo. Por si fuera poco, formaron el núcleo de la selección.

Algunos trabajaban con el Servicio de Bomberos, el Consejo de Agricultores, la Brigada Obrera y el Consejo de Deportes. Se les pagaba como trabajadores y Nkrumah se aseguraba de que, al igual que el ejército, estuvieran siempre dispuestos a rendir cuando se les llamaba y se les tratara con dignidad.

¿Su nombre? Real Republikans. Un club modelo y un nombre que recordaba al superclub de aquella generación, el Real Madrid.

Ohene Djan, primer director de deportes de Ghana
Ohene Djan, al igual que Nkrumah, sabía exactamente cómo conseguir lo que quería sin tener en cuenta a los demás, pero ése era su talón de Aquiles. Obviamente, cumplía las órdenes de su jefe. Al final, se ganó la ira de los hinchas, que veían impotentes cómo los mejores jugadores de su club eran arrebatados por una fuerza a la que nadie podía hacer frente. Fue una exhibición de pura prerrogativa. Intentar resistirlo significaba librar una guerra contra el Estado. Los poderes fácticos eran insuperables.

La fricción de los aficionados no fue suficiente para disuadir a Nkrumah y Djan de formar su club "mascota". En 1961, el Real Republikans ya estaba listo para competir. Un conjunto de los mejores jugadores del país, la crème de la crème. Debutó en la temporada 1961-62, pero como "fuera de competencia", por lo que sus resultados no se contabilizaron en la tabla.

Era el principio de algo grande, al menos para Nkrumah y Ohene Djan. El club había dejado de ser un proyecto piloto para convertirse en una selección nacional paralela. El Real Republikans aplastó a los demás equipos hasta conquistar la liga 1962-63, al marcar la cifra sin precedentes de 112 goles en una liga de 18 equipos (marca sólo superada dos temporadas más tarde por el Asante Kotoko, que marcó la friolera de 116 goles).

El equipo no era sólo una constelación de estrellas, era en realidad la propia selección nacional: Doodoo Ankrah (Great Olympics), Fred Crentsil (Sekondi), Kwame Appiah (Sekondi Hasaacas), Addo Odametey (Hearts of Oak), Ben Acheampong (Cornerstones), E. O Oblitey (Great Olympics), Agyemang Gyau (B.A United), Edward Acquah (Sekondi Eleven Wise), Edward Aggrey-Fynn (Sekondi Hasaacas), Kofi Pare (Sekondi Eleven Wise) y Baba Yara (Asante Kotoko).

La impresionante gesta del Real Republikans en la temporada 1962-63 ni siquiera fue el acontecimiento más destacado de aquella temporada, sino más bien la respuesta de Ohene Djan al Jefe del Estado cuando el Presidente le preguntó cómo podía complacer a los aficionados al fútbol que se sentían descontentos con la llegada del Real Republikans. La respuesta de Ohene Djan cambiaría el curso de la historia. Le pidió al Presidente que invitara al equipo de la cúspide del fútbol mundial: el Real Madrid. Y así fue.

Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas... Sí, el indomable Real Madrid de finales de los 50, que ganó cinco Copas de Europa consecutivas entre 1956 y 1960, fue invitado a competir con las Estrellas Negras de Ghana, la emblemática selección nacional bajo la tutela de su admirador de siempre, el Dr. Kwame Nkrumah, y Ohene Djan.

Este gesto sirvió para apaciguar a los aficionados agraviados, mientras que Nkrumah encontró en él el medio conveniente para hacer una declaración de intenciones a toda África. Con él, nada era imposible. Se trabajó mucho y se hicieron muchos preparativos. Nkrumah nunca se conformaba con lo mediocre y Ohene Djan lo sabía. Ni siquiera en los partidos amistosos.

Nkrumah saluda a los jugadores de la selección,
los Black Stars
El 19 de agosto de 1962 las Black Stars de Ghana se enfrentaron al coloso del fútbol mundial, el Real Madrid. El gran partido atrajo la atención del mundo entero y todo el mundo tenía curiosidad por ver cómo se iba a desarrollar la contienda.

Fue necesario un gol tardío del checo Yanko Daucik (otros diarios se los adjudicaban a Puskas) para salvar un empate del Real Madrid. El partido terminó 3-3. Edward Acquah, Edward Aggrey-Fynn (ambos del Real Republikans) y Kwame Adarkwa (Asante Kotoko) también marcaron para orgullo de Nkrumah ante 30.000 espectadores en el Accra Sports Stadium.

Lo que más enorgulleció a Nkrumah fue el hecho de que la mayoría de los jugadores procedían de su club favorito, el Real Republikans, y no defraudaron. De hecho, ocho de los once titulares pertenecían al Osagyefo’s Own Club (el propio club de Osagyefo), como se les llamaba cariñosamente. Así que, en efecto, el Osagyefo's Own Club (OOC, sigla que llevaba en la camiseta) había aguantado bien los nervios contra los poderosos Los Blancos, que tenían el mundo a sus pies y estaban dirigidos por su legendario presidente Santiago Bernabéu.

Pocos meses después, la telepatía entre los jugadores del Real Republikans se hizo patente cuando la selección se deshizo de países con facilidad para alzarse con la Copa Africana de Naciones 1963. En ese momento, el Real Republikans era la columna vertebral del Ghana Black Stars.
Kwame Nkruma posa junto a la selección campeona de la 
Copa Africana de Naciones 1965

Todos los rumores sobre el monopolio del Real Republikans habían cesado por buenas razones.

La selección, formada por un gran número de jugadores del Real Republikans, impresionó en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 al convertirse en el primer país africano en alcanzar los cuartos de final. Ghana revalidó el trofeo de la Copa Africana de Naciones en 1965, al derrotar a Túnez.

El impacto del Real Republikans en la selección nacional no podía ser más destacado, y tal era el orgullo que llenaba a Nkrumah, aunque al principio tuviera que pisar unos cuantos pies implacables.

En medio de todos los éxitos, para ser justos, no todo el mundo estaba impresionado con el proyecto, especialmente los seguidores del Asante Kotoko y sus dirigentes. La rivalidad estaba muy arraigada y trascendió a los pasillos de la política. Un referéndum constitucional convirtió el país en un Estado de partido único, lo que llevó a la disolución del United Party, un partido amalgamado tan querido por la población de la región de Ashanti debido a su líder, Kofi Abrefa Busia, y considerado entonces como la principal oposición al Convention People's Party de Nkrumah.

Osei Kofi, leyenda del fútbol ghanés
Por otra parte, el Asante Kotoko, también considerado un equipo de la realeza por la gente de la región de Ashanti, había sido amenazado con ser expulsado de la liga después de que sus directivos se enfrentaran a Djan y su administración al mostrarse reacios a ceder a dos de sus mejores jugadores: Baba Yara y Dogo Moro al Real Republikans. Las rivalidades futbolísticas y políticas se habían fusionado (otras leyendas del club acabaron fichando por el OOC: Osei Kofi, Wilberforce Mfum, Kwame Adarkwa, Hans Adu Boakye, Gago Moro y Salisu Mohammed. Los puercoespines eran sin duda un depósito de talentos). El Kotoko fue suspendido de jugar sus partidos de local en el Kumasi Sports Stadium durante algún tiempo en la temporada 1961/62 como castigo por impedir los traspasos de Dogo Moro y Baba Yara al Real Republikans. Se formó un nuevo club, el Kumasi United, para utilizar los terrenos, pero descendió tras quedar último en la tabla.

Pero no fue el caso del Sekondi Hasaacas, que fue expulsado al negarse a traspasar a su talismán liberiano Modibo Toe, al Real Republikans. Los Gigantes del Oeste le advirtieron primero a Ohene Djan de que estaban dispuestos a abandonar la liga antes que perder a Modibo Toe. El Hasaacas mantuvo a Modibo fuera de sus partidos para evitar que el jugador intentara ser traspasado. Esto enfureció a Ohene Djan, que sustituyó brutalmente a Hasaacas por su rival de la ciudad, el Ghana Independence, de la división inferior, en el transcurso de la temporada. Modibo acabó fichando por el Real Republikans, pero se marchó a su Liberia natal al cabo de dos años, donde supuestamente murió en un accidente de tránsito... Tal era la fuerza bruta con la que Ohene Djan llevaba a cabo sus tareas.

Disimuladamente, Djan afirmó que el Real Republikans había dado una vuelta de página y que la contratación del club estaba dando un nuevo giro. Pero no era más que una de sus tretas para hacer que el club pareciera un poco más atractivo para muchos aficionados enojados. En el sistema camuflado, los jugadores tenían que presentar solicitudes si querían unirse al lujoso club al final de la temporada, sin embargo Ohene Djan hizo todo lo posible para asegurarse de que sus jugadores estrella siempre se quedaran.

Nkrumah, absolutamente convencido de que su proyecto estaba en marcha, siguió adelante y financió la Copa Africana de Clubes Campeones 1964-65 (lo que ahora se conoce como CAF Champions League), la primera edición en la que participaron los mejores equipos de todo el continente, sólo para darle más protagonismo a su club favorito.

Por desgracia, no salió según lo planeado. Su Real Republikans perdió en Accra ante el Oryx Douala camerunés (a la postre campeón). El Real Republikans no era el Real Madrid, ya que cayó en semifinales, para consternación de Nkrumah. Esa sería su única experiencia en África.

El Osagyefo's Own Club terminó 7º y 4º en las temporadas siguientes, tras su triunfal debut en 1962-63. En ambas temporadas, en las que el OOC estaba perdiendo el control de la liga, el Asante Kotoko se proclamó campeón, mientras que su acérrimo rival, el Hearts of Oak, terminó segundo.

El Real Republikans se convirtió en el primer club en la historia de Ghana en ganar el mismo trofeo durante cuatro temporadas consecutivas. La Copa de la FA era su derecho de nacimiento. Primero derrotaron al Kotoko en 1961-62. Aquella temporada, los puercoespines fueron subcampeones de liga por detrás del Hearts of Oak. El OOC ganó las dos ediciones siguientes de forma incontestable, contra el Cornerstones y el Great Ashantis. Cabe destacar que, tras conseguir su cuarto título de la Copa de la FA, su rival, el Asante Kotoko, sólo había ganado uno, mientras que el Hearts of Oak había perdido dos finales.
Real Republikans, vistiendo una camiseta del Flamengo de Brasil.
Parados: Dodoo Ankrah, Franklin Crentsil, kwesi Appiah,Addo Odamettey, Ben Acheampong, Emmanuel Oblittey. Agachados: Agyeman Gyau, Edward Acquah, Aggrey Fyn, Kofi Pare, Baba Yara.

La hazaña del Real Republikans en la Copa de la FA fue realmente impresionante y tardó más de treinta años en ser superada por otro club: entre las temporadas 1996-97 y 2002 el Hearts of Oak ganó la liga seis veces seguidas. Los de Phobia eran invencibles en ese periodo.

Hasta la fecha, sólo el Hearts (10) y el Kotoko (9) han ganado más Copas de la FA que el desaparecido Real Republikans, incluso después de su extinción hace más de medio siglo.

La nación está atónita. ¡Hay golpe de estado!
El gobierno de Nkrumah es derrocado en su ausencia por el general de división Kotoka y el general Afrifa (así como por el general Ankrah). Su deseo de unidad africana había llegado a un abrupto final mientras se encontraba de visita en China. Al parecer, su estilo de liderazgo autoritario fue su perdición. El Presidente se asilaría en Guinea hasta su fallecimiento, unos seis años más tarde.
Opositores a Nkrumah, tras el golpe

Real Republikans se había vuelto impotente por defecto. El fantasma les había abandonado. El centro ya no aguantaba más. Es más, el club es disuelto por el régimen militar, lo cual era una obviedad, dado el clamor público que pedía su disolución en varias ocasiones, entre puntuales éxitos como selección nacional en la sombra. Un buen número de sus jugadores se incorporaron luego al Hearts of Oak, por consejo de Ohene Djan, cuyo amigo el general Ankrah estaba afiliado al club: Ofei Doodoo, Kofi Pare, Adoquaye Laryea, Adu Darko y Addo Dametey).

El club más poderoso del país no crecería hasta convertirse en el nuevo Real Madrid, ni existiría para ver el amanecer de una nueva era, ni cómo sus antagonistas, el Asante Kotoko, llegarían a gobernar África en 1970 y 1983 (algo que Nkrumah siempre había soñado con lograr), ni cómo el Hearts destrozó a todo el mundo en 2000, ni, por extraño que parezca, cómo las Black Stars han luchado por ganar el trofeo de la Copa Africana de Naciones en más de 35 años, pero aun así mantuvieron a raya a la nación en el Mundial de 2014.

Los Real Republikans nunca tuvieron el amor, el respeto y la dignidad que anhelaban. Sólo contaban con un puñado de seguidores, pero su ausencia se dejó sentir poco después de su disolución.

Ghana tardó 12 años en ganar otro trofeo de la Copa Africana de Naciones, y el país sólo ha ganado dos desde que el club fue abandonado hace unos 52 años.

A menudo se dice que los Real Republikans de Nkrumah eran una fiel representación de su persona, cuyo colosal impacto nunca pudo ser minimizado ni plenamente constatado. Sin duda, la nación nunca ha sido testigo de un personaje más influyente, como tampoco lo ha sido de un club más dominante en sus anales.

El legado del club de fútbol más poderoso que sólo existió durante media década, el Real Republikans, y su impacto en la selección nacional es algo que nunca podrá borrarse del todo y que aún perdura.


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