Artículo publicado en la revista El Gráfico, en diciembre de 2001.
Por PABLO ARO GERALDES y MARTÍN DE ROSE
Por PABLO ARO GERALDES y MARTÍN DE ROSE
Pese al caos organizativo y las diferencias entre los históricos y las estrellas juveniles del plantel, Nigeria es una amenaza. No renuncia a su fútbol ofensivo y en su tercer Mundial consecutivo quiere meterse entre los mejores ocho.
Un índice de Riesgo País que galopa cerca de los 1900 puntos. Una deuda externa impagable que suma 35.000 millones de dólares y las exportaciones cayendo en picada ante el desinterés de los mercados Internacionales. Con la coima policial institucionalizada, una inseguridad temeraria y las mafias manejándose a su antojo, la única alegría que le queda al pueblo es el fútbol. Y encima el sorteo depara nombres para asustarse: Inglaterra, Suecia… y Argentina.
Los nigerianos debutarán en su tercer Mundial ante Verón, Batistuta y compañía, y la comparación con la Argentina va más allá; no se limita sólo a la vida política, social y económica de estos dos países apretujados en el fondo del Tercer Mundo. En Nigeria, el fútbol es una pasión nacional, tiene jugadores extraordinarios que brillan en Europa, pero a diferencia del equipo de Bielsa, la organización es un caos acorde al resto de su vida diaria.
Sin embargo, la calidad de sus futbolistas hace que a los nigerianos le importen poco los historiales. Las estadísticas les recuerdan que a lo largo del año 1994 enfrentaron a la Argentina, a Suecia y a Inglaterra y acumularon tres derrotas. Claro, el potencial de las Águilas Verdes fue en aumento y dos años después se estaban vengando de los argentinos arrebatándoles la medalla de oro sobre el final de los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Su juego naturalmente distendido y con vocación ofensiva parece mejorar en los compromisos difíciles. En Atlanta 96, cuando nadie esperaba demasiado de los africanos, aceleraron en la recta final y pasaron a Brasil y Argentina con un fútbol de alto nivel. Y en Francia 98 ganaron el llamado “grupo de la muerte” venciendo a España y Bulgaria, para después desintegrarse ante Dinamarca, ya en octavos, en medio de una crecientes peleas internas.
Ahora la meta es mejorar sus performances anteriores y pasar a cuartos de final. Nwankwo Kanu, su figura, que volvió al fútbol tras superar problemas cardíacos, sostienen que “Nigeria tiene el potencial suficiente como para competir en el grupo F. A cualquiera que espere que las Super Águilas terminemos cuartas en el grupo les demostraremos que están equivocados”. “¿Qué sólo dos pueden pasar a octavos?, ¿por qué no Nigeria e Inglaterra? Nosotros hemos asustado a muchos países más grandes en el pasado y podemos hacerlo de nuevo”, dijo en Londres, donde juega para el Arsenal.
Benedict Akwuegbu, delantero del Grazer austríaco, tampoco se achica: “nunca nos asustamos de antemano con los nombres de los rivales, sino con su juego. Los nigerianos tenemos con qué pasar a la segunda ronda”, sostuvo.
El fuerte de Nigeria está de la mitad de cancha para arriba, en la zona de creación y de ataque. “Jay Jay” Okocha está teniendo una temporada destacable en el Paris Saint Germain y es el símbolo, el generador de ideas de las Águilas Verdes. Otros que andan derecho son Sunday Oliseh (Borussia Dortmund, Alemania), Victor Ikpeba (Bestis, España) y Finidi George (Ipswich, Inglaterra, actualmente lesionado). Los cuatro arrastran la experiencia desde el Mundial 94, los mismo que fueron factores fundamentales para llegar a la final de la última Copa Africana de Naciones, que perdieron ante Camerún, por penales.
Celestine Babayaro (Chelsea, Inglaterra), Tijani Babangida (Vitesse, Holanda) y Taribo West (Kaiserslautern, Alemania), son otros tres puntos sólidos de este equipo de cara al Mundial. Pero la gran incógnita sigue siendo Kanu y su definitiva recuperación. Su hermano Christopher es defensor del Alavés y también integra el seleccionado. El compañero de Coloccini sabe bien del potencial argentino: “Es un gran equipo, tiene buenos jugadores y hace un fútbol atractivo y fuerte a la vez, duro para los rivales”.
-¿Qué pensaste al conocer el grupo F?
-Es un grupo terrible, el más fuerte, pero representa un gran desafíio y nadie puede dar fe de lo que puede pasar. No hay favorito, porque cualquiera le puede ganar a cualquiera.
-Creciste en el Ajax de Holanda, que tiene un estilo muy parecido al que intenta la Bielsa en la selección argentina: tres defensores, tres volantes y cuatro jugadores volcados a funciones de ataque. ¿Cómo se le gana a un equipo así?
-Para decirlo están los entrenadores. Ellos saben y estudian los puntos débiles. A mí que me digan lo que hay que hacer dentro de la cancha y yo trataré de hacerlo lo mejor posible.
-¿Cómo ves a tu hermano en el Mundial?
-Tiene todas las expectativas puestas ahí, quiere demostrar lo que demostró en los Juegos Olímpicos, pero en una competencia mucho más trascendente.
La de los Kanu no es la única pareja de hermanos en Nigeria. Haruna Babangida es hermano de Tijani y juega en el equipo B del Barcelona. Pertenece al plantel aunque difícilmente sea titular, pero igual ya está pensando en Argentina: “es lo más complicado que le tocó a Nigeria en su historia”, reconoció.
-¿Ves difícil la clasificación?
-En el fútbol ya no valen tanto los candidatos, los nombres, Hay que esperar y jugar cada partido con todo. Nosotros venimos de una gran Copa de África, donde fuimos subcampeones pero jugamos un buen fútbol, que es lo que nos identifica ante el mundo.
-Pero el nivel ya no es el mismo que mostraron en Atlanta…
-No bajó mucho. Pero el Mundial será una buena oportunidad para volver a agradarle a todos los que gustan del fútbol, porque nuestra selección sigue jugando de modo ofensivo.
-¿Contra Argentina atacarán como siempre?
-Todos sabemos que cualquier jugador argentino puede definir, que es desequilibrante. Y sobre todo lo sabe el técnico, que ya lo estuvo siguiendo. Tendremos que tomar algunas precauciones, porque si no pueden ganarnos fácilmente.
Sincero, sin casette. Hace rato que Nigeria es junto a Camerún uno de los africanos con mayor chapa. Pero quedó claro tras el sorteo que el grupo F es el más dificultoso para quienes suelen tirar pronósticos, por la paridad de fuerzas. Y las preocupaciones son cruzadas entre todos los integrantes. En un artículo del Sunday Telegraph de Londres, el ex goleador y comentarista inglés Gary Lineker reconoció el desafío que será Nigeria para ellos y el resto de la zona: "Nadie puede descontar a Nigeria, un equipo que suele funcionar frío y caliente. Inglaterra espera encontrarse con ellos en uno de sus días fríos, como cuando Dinamarca les hizo cuatro y los dejó afuera de Francia 98”, dijo, mientras advertía sin embargo: "Ojo, que en sus buenos momentos, Kanu y Compañía son capaces de darle una paliza a cualquier equipo en el mundo". Los ingleses cerrarán el grupo con Nigeria, al mismo momento que la Argentina esté jugando con Suecia.
El caos interno
El ingreso promedio de un nigeriano es de 300 dólares al años (los argentinos todavía rondan los 8000) y pese a que el Fondo Monetario Internacional sigue exigiéndole al gobierno que pare de realizar enormes gastos superfluos, el presidente Olusegun Obasanjo ordenó la construcción de un nuevo estadio de fútbol en el que ya se gastaron 330 millones de dólares, una cifra superior a los presupuestos de salud y educación juntos. Pero los gobiernos son un reflejo de la gente, y en Nigeria la democracia es un aprendizaje, ya que 30 de sus 40 años de vida independiente los pasaron bajo regímenes militares.
En pleno Mundial de Francia el técnico Bora Milutinovic sufrió las presiones de los conflictos internos de la federación y los gobernantes. Así terminó marchándose, dejando claro que la organización no es el punto fuerte dentro de la Nigeria Football Association (NFA). Aquí salta la diferencia de opiniones entre los históricos y los juveniles. Con 22 años, Christopher Kanu piensa que “el plantel es una familia. Hablamos por teléfono diariamente, como en una gran cadena a lo largo de toda Europa. Los más experimentados llaman a los más jóvenes, puede que ni siquiera los conozcan de la Selección pero igualmente nos llaman y dan consejos. Yo hablo mucho con Okocha, por ejemplo. Así, cuando nos encontramos para jugar, somos como una gran familia que se reúne”. Pero los más veteranos saben que esto no siempre fue así y temen por que los conflictos puedan volver. Okocha trata de convencerse de que aquellos días se terminaron, pero duda: “la cohesión del plantel no es un factor más. Es difícil ver por qué esas disputas del pasado deberían desaparecer ahora, cuando fueron un rasgo permanente del fútbol Nigeriano desde hace largo tiempo, tanto como Shoruunmu podría recordar”. La referencia es para el arquero Ike Shoruunmu, que va camino para los 35 años y aún estando sin club se quedó con el puesto tras las desastrosas actuaciones de Peter Rufai. ¿Gran Familia se dijo? Tras la eliminación de Francia 98 el dinero se convirtió en el pensamiento prioritario y generó divisiones en el nido de las Águilas.
Fuga de cerebros
Al técnico Shaibu Amodu, que ya había ocupado el cargo dos veces en el pasado, le prometieron que le iban a dar continuidad en el puesto, pero en Nigeria nunca se sabe. El respeto por el trabajo del entrenador y las planificaciones a largo plazo no son una costumbre del fútbol africano.
Shaibu sucedió a Jo Bonfrere a mitad de la eliminatoria y con tres triunfos consecutivos llegó con el último aliento para superar por sólo un punto a Liberia. Así se convirtió en el primer técnico local que clasificó a Nigeria para un Mundial, luego del holandés Clemens Westerhof (1993) y el francés Philippe Troussier (1997).
Dispone de un gran semillero, pero sufre la fuga de cerebros, con lo cual su trabajo se torna más difícil. Su último partido eliminatorio fue hace casi cinco meses y desde entonces sólo jugaron un amistoso, contra Japón que terminó empatado.
La inestabilidad del técnico se sustenta en una costumbre del fútbol africano, que suele preferir entrenadores europeos y hasta último momento nadie asegura nada: Milutinovic fue designado unos meses antes del Mundial. Por eso, apuesta todo a la actuación de las Águilas Verdes en la próxima Copa Africana de Naciones que se jugará en febrero, en Malí. De todos modos, aun teniendo peso en la escena continental, Argelia, Liberia y el local Malí, sus rivales del grupo A, no serán una medida real de lo que encontrarán ante Argentina, Suecia e Inglaterra.
Los nigerianos debutarán en su tercer Mundial ante Verón, Batistuta y compañía, y la comparación con la Argentina va más allá; no se limita sólo a la vida política, social y económica de estos dos países apretujados en el fondo del Tercer Mundo. En Nigeria, el fútbol es una pasión nacional, tiene jugadores extraordinarios que brillan en Europa, pero a diferencia del equipo de Bielsa, la organización es un caos acorde al resto de su vida diaria.
Sin embargo, la calidad de sus futbolistas hace que a los nigerianos le importen poco los historiales. Las estadísticas les recuerdan que a lo largo del año 1994 enfrentaron a la Argentina, a Suecia y a Inglaterra y acumularon tres derrotas. Claro, el potencial de las Águilas Verdes fue en aumento y dos años después se estaban vengando de los argentinos arrebatándoles la medalla de oro sobre el final de los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Su juego naturalmente distendido y con vocación ofensiva parece mejorar en los compromisos difíciles. En Atlanta 96, cuando nadie esperaba demasiado de los africanos, aceleraron en la recta final y pasaron a Brasil y Argentina con un fútbol de alto nivel. Y en Francia 98 ganaron el llamado “grupo de la muerte” venciendo a España y Bulgaria, para después desintegrarse ante Dinamarca, ya en octavos, en medio de una crecientes peleas internas.
Ahora la meta es mejorar sus performances anteriores y pasar a cuartos de final. Nwankwo Kanu, su figura, que volvió al fútbol tras superar problemas cardíacos, sostienen que “Nigeria tiene el potencial suficiente como para competir en el grupo F. A cualquiera que espere que las Super Águilas terminemos cuartas en el grupo les demostraremos que están equivocados”. “¿Qué sólo dos pueden pasar a octavos?, ¿por qué no Nigeria e Inglaterra? Nosotros hemos asustado a muchos países más grandes en el pasado y podemos hacerlo de nuevo”, dijo en Londres, donde juega para el Arsenal.
Benedict Akwuegbu, delantero del Grazer austríaco, tampoco se achica: “nunca nos asustamos de antemano con los nombres de los rivales, sino con su juego. Los nigerianos tenemos con qué pasar a la segunda ronda”, sostuvo.
El fuerte de Nigeria está de la mitad de cancha para arriba, en la zona de creación y de ataque. “Jay Jay” Okocha está teniendo una temporada destacable en el Paris Saint Germain y es el símbolo, el generador de ideas de las Águilas Verdes. Otros que andan derecho son Sunday Oliseh (Borussia Dortmund, Alemania), Victor Ikpeba (Bestis, España) y Finidi George (Ipswich, Inglaterra, actualmente lesionado). Los cuatro arrastran la experiencia desde el Mundial 94, los mismo que fueron factores fundamentales para llegar a la final de la última Copa Africana de Naciones, que perdieron ante Camerún, por penales.
Celestine Babayaro (Chelsea, Inglaterra), Tijani Babangida (Vitesse, Holanda) y Taribo West (Kaiserslautern, Alemania), son otros tres puntos sólidos de este equipo de cara al Mundial. Pero la gran incógnita sigue siendo Kanu y su definitiva recuperación. Su hermano Christopher es defensor del Alavés y también integra el seleccionado. El compañero de Coloccini sabe bien del potencial argentino: “Es un gran equipo, tiene buenos jugadores y hace un fútbol atractivo y fuerte a la vez, duro para los rivales”.
-¿Qué pensaste al conocer el grupo F?
-Es un grupo terrible, el más fuerte, pero representa un gran desafíio y nadie puede dar fe de lo que puede pasar. No hay favorito, porque cualquiera le puede ganar a cualquiera.
-Creciste en el Ajax de Holanda, que tiene un estilo muy parecido al que intenta la Bielsa en la selección argentina: tres defensores, tres volantes y cuatro jugadores volcados a funciones de ataque. ¿Cómo se le gana a un equipo así?
-Para decirlo están los entrenadores. Ellos saben y estudian los puntos débiles. A mí que me digan lo que hay que hacer dentro de la cancha y yo trataré de hacerlo lo mejor posible.
-¿Cómo ves a tu hermano en el Mundial?
-Tiene todas las expectativas puestas ahí, quiere demostrar lo que demostró en los Juegos Olímpicos, pero en una competencia mucho más trascendente.
La de los Kanu no es la única pareja de hermanos en Nigeria. Haruna Babangida es hermano de Tijani y juega en el equipo B del Barcelona. Pertenece al plantel aunque difícilmente sea titular, pero igual ya está pensando en Argentina: “es lo más complicado que le tocó a Nigeria en su historia”, reconoció.
-¿Ves difícil la clasificación?
-En el fútbol ya no valen tanto los candidatos, los nombres, Hay que esperar y jugar cada partido con todo. Nosotros venimos de una gran Copa de África, donde fuimos subcampeones pero jugamos un buen fútbol, que es lo que nos identifica ante el mundo.
-Pero el nivel ya no es el mismo que mostraron en Atlanta…
-No bajó mucho. Pero el Mundial será una buena oportunidad para volver a agradarle a todos los que gustan del fútbol, porque nuestra selección sigue jugando de modo ofensivo.
-¿Contra Argentina atacarán como siempre?
-Todos sabemos que cualquier jugador argentino puede definir, que es desequilibrante. Y sobre todo lo sabe el técnico, que ya lo estuvo siguiendo. Tendremos que tomar algunas precauciones, porque si no pueden ganarnos fácilmente.
Sincero, sin casette. Hace rato que Nigeria es junto a Camerún uno de los africanos con mayor chapa. Pero quedó claro tras el sorteo que el grupo F es el más dificultoso para quienes suelen tirar pronósticos, por la paridad de fuerzas. Y las preocupaciones son cruzadas entre todos los integrantes. En un artículo del Sunday Telegraph de Londres, el ex goleador y comentarista inglés Gary Lineker reconoció el desafío que será Nigeria para ellos y el resto de la zona: "Nadie puede descontar a Nigeria, un equipo que suele funcionar frío y caliente. Inglaterra espera encontrarse con ellos en uno de sus días fríos, como cuando Dinamarca les hizo cuatro y los dejó afuera de Francia 98”, dijo, mientras advertía sin embargo: "Ojo, que en sus buenos momentos, Kanu y Compañía son capaces de darle una paliza a cualquier equipo en el mundo". Los ingleses cerrarán el grupo con Nigeria, al mismo momento que la Argentina esté jugando con Suecia.
El caos interno
El ingreso promedio de un nigeriano es de 300 dólares al años (los argentinos todavía rondan los 8000) y pese a que el Fondo Monetario Internacional sigue exigiéndole al gobierno que pare de realizar enormes gastos superfluos, el presidente Olusegun Obasanjo ordenó la construcción de un nuevo estadio de fútbol en el que ya se gastaron 330 millones de dólares, una cifra superior a los presupuestos de salud y educación juntos. Pero los gobiernos son un reflejo de la gente, y en Nigeria la democracia es un aprendizaje, ya que 30 de sus 40 años de vida independiente los pasaron bajo regímenes militares.
En pleno Mundial de Francia el técnico Bora Milutinovic sufrió las presiones de los conflictos internos de la federación y los gobernantes. Así terminó marchándose, dejando claro que la organización no es el punto fuerte dentro de la Nigeria Football Association (NFA). Aquí salta la diferencia de opiniones entre los históricos y los juveniles. Con 22 años, Christopher Kanu piensa que “el plantel es una familia. Hablamos por teléfono diariamente, como en una gran cadena a lo largo de toda Europa. Los más experimentados llaman a los más jóvenes, puede que ni siquiera los conozcan de la Selección pero igualmente nos llaman y dan consejos. Yo hablo mucho con Okocha, por ejemplo. Así, cuando nos encontramos para jugar, somos como una gran familia que se reúne”. Pero los más veteranos saben que esto no siempre fue así y temen por que los conflictos puedan volver. Okocha trata de convencerse de que aquellos días se terminaron, pero duda: “la cohesión del plantel no es un factor más. Es difícil ver por qué esas disputas del pasado deberían desaparecer ahora, cuando fueron un rasgo permanente del fútbol Nigeriano desde hace largo tiempo, tanto como Shoruunmu podría recordar”. La referencia es para el arquero Ike Shoruunmu, que va camino para los 35 años y aún estando sin club se quedó con el puesto tras las desastrosas actuaciones de Peter Rufai. ¿Gran Familia se dijo? Tras la eliminación de Francia 98 el dinero se convirtió en el pensamiento prioritario y generó divisiones en el nido de las Águilas.
Fuga de cerebros
Al técnico Shaibu Amodu, que ya había ocupado el cargo dos veces en el pasado, le prometieron que le iban a dar continuidad en el puesto, pero en Nigeria nunca se sabe. El respeto por el trabajo del entrenador y las planificaciones a largo plazo no son una costumbre del fútbol africano.
Shaibu sucedió a Jo Bonfrere a mitad de la eliminatoria y con tres triunfos consecutivos llegó con el último aliento para superar por sólo un punto a Liberia. Así se convirtió en el primer técnico local que clasificó a Nigeria para un Mundial, luego del holandés Clemens Westerhof (1993) y el francés Philippe Troussier (1997).
Dispone de un gran semillero, pero sufre la fuga de cerebros, con lo cual su trabajo se torna más difícil. Su último partido eliminatorio fue hace casi cinco meses y desde entonces sólo jugaron un amistoso, contra Japón que terminó empatado.
La inestabilidad del técnico se sustenta en una costumbre del fútbol africano, que suele preferir entrenadores europeos y hasta último momento nadie asegura nada: Milutinovic fue designado unos meses antes del Mundial. Por eso, apuesta todo a la actuación de las Águilas Verdes en la próxima Copa Africana de Naciones que se jugará en febrero, en Malí. De todos modos, aun teniendo peso en la escena continental, Argelia, Liberia y el local Malí, sus rivales del grupo A, no serán una medida real de lo que encontrarán ante Argentina, Suecia e Inglaterra.
Para calentar los motores, los responsables de la NFA salieron a buscar rivales para concretar partidos amistosos que estén a la altura de sus compañeros de Copa del Mundo. Ya hicieron un contacto con Uruguay, para testearse ante un sudamericano y sellaron la fecha del 17 de mayo para enfrentar a Irlanda.
“Los irlandeses juegan con un estilo parecido al de Inglaterra y sería bueno ver cómo Nigeria se las puede arreglar ante este estilo”, explicó Salisu Abubakar, de la federación. Varias oportunidades que Bielsa no se va a perder para seguirlos de cerca y grabar videos que serán de los más vistos en la concentración argentina.
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