viernes, 13 de octubre de 2017

Spidercam

Cómo se comanda la cámara que parece flotar por encima de la cancha, como si fuera una toma de PlayStation. Un invento que mejora las transmisiones y le ofrece al televidente la posibilidad de “meterse” en el campo de juego.

Por PABLO ARO GERALDES

Durante la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 los aficionados del mundo vimos popularizada una herramienta tecnológica que mejoró las transmisiones de televisión: la Spidercam, nombre comercial que significa “cámara araña”. Pronto se adueñó de la Champions League y los partidos de selecciones jugados en los estadios más podernos. Se trata de la marca con la que se conoce internacionalmente a este gran invento, una cámara que sobrevuela el campo de juego aportando tomas que hasta ese momento sólo podían verse jugando a la PlayStation.

Algo imposible, como una camarógrafo enfocando detrás del pateador de un tiro libre, pasó a ser algo común a partir de la irrupción de la Spidercam que “flota” por encima de la cancha y sigue la acción desde adentro del partido. O recorrer la fila de jugadores mientras cantan el himno, como si estuvieran vistos desde el cielo. Pero lo que muchos se preguntan al ver las espectaculares imágenes que resultan de esta cámara es ¿cómo se maneja? ¿Hay un camarógrafo colgado del techo del estadio? ¿Cómo se desplaza a tanta velocidad para estar siempre sobre la pelota?

Primera duda despejada: la Spidercam se comanda a control remoto, desde un puesto a nivel de la cancha. Uno de los encargados de moverla acciona dos joysticks (izquierda-derecha y adelante-atrás) para posicionarla sobre la cancha. Con otro controla la tercera dimensión, es decir la altura: la sube y la baja. Pero estos mecanismos solamente mueven el enorme soporte de la cámara, una especie de cápsula (que sería la cabeza de la araña) que pesa 60 kilogramos. Además de estos comandos, un segundo operador acciona a distancia todas las funciones de la cámara: enfoque, zoom, paneo, inclinación, etc.

Si bien puede resultar sencillo comprender que una cámara se maneje a control remoto, más complicado es instalar el sistema de cableados que aguante el peso de la “cápsula” con la cámara y permita moverse de una punta a otra del campo de juego, elevarse o descender casi por encima de las cabezas de los jugadores.

La Spidercam se mueve gracias a un sistema de rieles de kevlar (una fibra artificial, ligera, robusta y con gran resistencia al calor) que le permiten ese fluido movimiento por el aire. Este cableado tiene que anclarse a las cuatro esquinas del estadio. Como si fuese una araña que se traslada por su tela, la cápsula puede desplazarse a una velocidad de hasta 6 metros por segundo, rapidísimo. Así, es capaz de elevarse hasta 50 metros de altura y de “aterrizar” sobre el césped, aunque por una cuestión de seguridad, está configurada para no bajar a menos de 3 metros sobre el nivel de la cancha, para no convertirse en un peligro para los jugadores.

El sistema consta de cuatro cables motorizados que permiten controlar toda la superficie del terreno y ofrecer así imágenes desde perspectivas inalcanzables por otros sistemas, como planos cenitales (verticales desde arriba hacia abajo) espectaculares. Ningún detalle del partido es imposible de enfocar, porque además, la cámara que se monta en el aparejo tiene capacidad de giro de 360 grados sobre su propio eje.

El movimiento de la cápsula se consigue controlando el enrollado y desenrollado de los cables, para desplazarse de manera que pueda alcanzar cualquier posición en el espacio tridimensional. El piloto que la maneja desde un costado de la cancha acciona los joysticks y estas órdenes son procesadas por el software que acciona los motores devanadores a través de cables de fibra óptica. Dos de los rieles de kevlar también tienen cables de fibra óptica tejidas en ellas para llevar los comandos a la cámara y la cápsula, y traer la señal de HD de la cámara hacia el puesto de control.

En la cápsula hay también un elemento fundamental: un sensor de giro que estabiliza el horizonte. Sin este implemento, la cámara se balancearía, inclinando la imagen y mareando al televidente.

Pero Spidercam es una marca; antes que ella existía la Skycam, inventada en los Estados Unidos en 1984. La revolución se produjo con Jens Peters, fundador de la empresa austríaca CCSytems Inc., que fue quien desarrolló el sistema Spidercam. Comenzó en 2000, cuando buscaba crear un sistema totalmente suspendido por cables para mover un dispositivo de transporte de la cámara. Su primera prueba la consiguió en 2003 y al año siguiente el sistema hizo su debut éxito en una producción de televisión en Austria.

Se asoció con la empresa alemana PMT, Profesional Motion Technology, especializada en tecnología de movimiento de la cámara. Después de algunas modificaciones inspiradas en la PMT, el Spidercam saltó a escena en recitales: Kylie Minogue en Australia, Robbie Williams en Gran Bretaña y The Police en la Argentina. Enseguida se metió en el deporte: la Copa de Europa de Natación en Hungría, los Red Bull X-Fighters en México y España, y varios partidos de fútbol internacional.

Un nuevo socio se sumó en 2007 y así se fundó la empresa Spidercam GmbH, con sede en Hamburgo, Alemania. No solamente buscaban vender su invento: también se encargan de capacitar a quienes van a manejarlo, para garantizar la mayor calidad de las imágenes y responder a las normas de seguridad indispensables.

En nuestro continente este invento va conquistando cada vez más estadios, dependiendo, lógicamente de su estructura. Al Azteca de México se le sumaron los de la Copa del Mundo Brasil 2014. En la Argentina una versión llamada XportCam sobrevuela el estadio Ciudad de La Plata, donde Estudiantes juega sus partidos de Copa Libertadores.

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