Artículo publicado en Fox Sports, en abril de 2009
Por PABLO ARO GERALDES
La noticia no sorprende: que el serbio Bora Milutinovic arme sus maletas y vaya a dirigir a un equipo de fútbol lejos de su casa en México, ya es casi una rutina.
Esta vez su destino es Bagdad, para comandar a la Selección de Irak, que disputará la Copa FIFA Confederaciones, del 14 al 28 de junio en Sudáfrica. La capital iraquí aún es testigo de la violencia que siguió a la invasión estadounidense de 2003. Sin embargo, esto no acobardó el espíritu de trotamundos de Milutinovic, quien ya había guiado a los equipos nacionales de México, Costa Rica, Estados Unidos, Nigeria, China, Honduras y Jamaica, además de clubes mexicanos, de Argentina, Italia y Arabia Saudita.
A los 64 años asume este compromiso con el objetivo inmediato de avanzar más allá del Grupo A de la Copa FIFA Confederaciones, en el que enfrentará a Sudáfrica, España y Nueva Zelanda.
¿Qué historia tiene detrás la Selección Iraquí? Su primera gran participación internacional se remonta a 1972, cuando jugó la Copa Asiática, en Tailandia y fue eliminada por Irán, su clásico adversario, y los locales.
Los aficionados iraquíes conocieron los festejos en 1979, cuando el equipo verde conquistó la Copa del Golfo, un éxito que repetiría en 1984 y 1988. Pero el delirio colectivo fue total cuando, en 1985, consiguió su única clasificación a una Copa del Mundo. En la eliminatoria para México ’86 dejó atrás a Líbano, Qatar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Siria, con el peso de jugar sus partidos de local fuera de Irak. Ya en tierra azteca, perdió los tres partidos, frente a Paraguay, Bélgica y México.
Silenciados por el régimen opresor de Sadam Hussein, los futbolistas iraquíes siguieron con su lucha por la dignidad desde los campos de juego, pero la tiranía del dictador y sus hijos (Uday comandaba el comité olímpico y la federación de fútbol) había convertido al edificio del ministerio de deportes en una cámara de tortura para todos los atletas disidentes. En medio de la violencia generalizada, el fútbol quedaba en un segundo plano.
Luego del ahorcamiento de Sadam Hussein, el país comenzó un lento proceso hacia la normalización institucional. Y en ese marco volvió a rodar el balón con un torneo (llamado Dawri Al-Nokba) que tiene al Al-Zawra, de Bagdad, como el equipo más popular y exitoso.
Fanáticos del fútbol, los iraquíes volvieron a identificarse con su selección, a la que llaman Osood Al Rafidayn (Leones de los dos ríos, en referencia al Tigris y el Éufrates). Reconstruida con apoyo internacional, la Asociación Iraquí de Fútbol recobró fuerzas, armó una selección competitiva y en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 se quedó con el cuarto lugar, al perder la medalla de bronce frente a Italia.
Con esa generación de futbolistas, en 2007 se impuso en la Copa Asiática, cuando venció a Arabia Saudita en la final disputada en Jakarta, Indonesia. Este es su máximo éxito internacional y trascendió a lo deportivo: fue tomado como la victoria de todos los iraquíes, con un equipo conformado por jugadores sunitas, chiitas y kurdos, en un momento de especial dureza y violencia en el país.
Fuera de carrera ya por un lugar en Sudáfrica 2010, el trabajo de Bora se centrará en hacer un buen papel en la Copa FIFA Confederaciones: "Mi sueño es siempre ser campeón. Por eso quiero en esta Copa Confederaciones revivir el ambiente de 2007. Los iraquíes no han sido nunca tan felices como tras la victoria ante Arabia Saudita en la final de la Copa de Asia", señaló.
Para eso, ya tiene pautados dos amistosos preparatorios, ante Polonia y Egipto, a disputarse en Sudáfrica días antes del comienzo de la competición. El contrato de Milutinovic es de corta duración, solamente por la Copa Confederaciones, pero podría ser ampliado más allá de junio, dependiendo de los resultados.
Mientras escriba un nuevo capítulo en su rica historia como entrenador, afrontará el desafío de mantener al fútbol iraquí en lo más alto del continente asiático.
3 comentarios:
En un pueblo acobardado por la guerra, aquella victoria de 2007 supuso una fiesta nacional. Una prueba más de que cualquier balón es más poderoso que cualquier bala.
Un saludo.
Pablo, tenes razon con lo de Pele, ya retiramos el banner, la gente de Futbolis retiro las camisetas y mando sus disculpas....
Abrazo y muchas gracias por el aporte.
Tremendamente Motivados
Fantástico lo de 2007. Ojalá le vaya bien al gran Bora en esta experiencia. Saludos Pablo!
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