sábado, 4 de diciembre de 2021

El fútbol en los Estados Federados de Micronesia

Los Estados Federados de Micronesia son un archipiélago independiente de 607 islas, localizado en el Océano Pacífico, al noreste de Papúa Nueva Guinea, en la región de Micronesia. Su selección fue noticia por un récord nada agradable.

Actualización del artículo publicado en abril de 2010.
Por PABLO ARO GERALDES

El número es demoledor: 114 goles en contra en sólo tres partidos de los Juegos del Pacífico 2015 le valieron en la prensa internacional el penoso tí tulo de "peor equipo del mundo". Puede ser desde lo estadístico, pero detrás de tan pobre desempeño hay una historia por conocer.

En 1999 se fundó la Federated States of Micronesia Football Association (FSM-FA) y la selección comenzó una tibia actividad, pero dejó de tener competencia internacional en julio de 2003. Desde entonces, el fútbol se redujoa la actividad de los cuatro estados que componen el país: Yap, Chuuk, Kosrae y, principalmente, Pohnpei. En este último estado está Palikir, la capital federal. Casi todas las islas son atolones y arrecifes coralinos asentados sobre cordilleras submarinas, y en muchos casos antiguos volcanes como sucede en Chuuk, donde el perímetro de la laguna del atolón es un emerger de corales asentados sobre un cráter volcánico.
Chuuk - Kosrae - Pohnpei - Yap

Algunas estadísticas del fútbol micronesio:
Primer partido: Guam 3-0 Micronesia (1/6/1999).
Mejor resultado: Micronesia 7-0 Islas Marianas del Norte (12/7/1999).
Peor resultado: Micronesia 0-46 Vanuatu (6/7/2015, en Papua Nueva Guinea).
Último partido: Micronesia 0-46 Vanuatu (6/7/2015, en Papua Nueva Guinea).

Paul Watson durante un entrenamiento con los jugadores de Pohnpei.
Pero no todo está ligado a las derrotas. El fútbol micronesio buscó un despegue, de la mano del británico Paul Watson, quien a principio de esta década asumió el cargo de seleccionador nacional. Desde Pohnpei se dedicó a activar la competencia interna. Con el combinado de ese estado venció 6-2 a las Island All-Stars, en medio de un clima tormentoso. Sí, el nivel es pobre, pero la única manera de crecer es salir a competir. Encerrados en sus atolones de coral, será imposible progresar.
Vanuatu, Nueva Caledonia, las Islas Salomon y Fiji llegaron a pelear las instancias finales para meterse en la Copa del Mundo. En 2010, por primera vez un equipo de Papua Nueva Guinea, el Hekari United, ganó la O-League, el máximo torneo de clubes de Oceanía y disputó luego el Mundial de Clubes. Tahití y Fiji metieron a sus selecciones en el Mundial Sub-20. Y aunque las goleadas humillan y seguirán viéndose, jugar es el único camino.

En febrero de 2010, durante la asamblea anual del Comité Olímpico de los Estados Federados de Micronesia, en Pohnpei, se volvió a formar la Federated States of Micronesia Football Association, con nuevas autoridades. Es uno de los 9 estados soberanos que no son miembros de la FIFA.

Steve Finnen asumió entonces la presidencia y la FSM-FA inició su relación con la Confederación de Oceanía, aunque no es miembro, y tampoco de la FIFA, por lo que no puede participar en Eliminatorias. Sus partidos no son reconocidos por la entidad madre del fútbol. Tampoco está afiliada a la NF-Board ni la ConIFA, organismos que agrupan a los seleccionados no reconocidos por la FIFA. Sí fue admitido en la división Oceanía del Comité Olímpico Internacional, pero en virtud de la Carta del Comité Olímpico Nacional, no le puede dedicar fondos para el desarrollo del fútbol hasta que el órgano rector internacional (la FIFA) reconozca el programa. En consecuencia, el mínimo desarrollo del fútbol es resultado de donaciones del sector privado en los estados, y más recientemente, a través de la asistencia de la FSM-FA.

Este parcial reconocimiento olímpico le permite competir en los Pacific Games (Juegos del Pacífico), la gran cita deportiva de las pequeñas naciones oceánicas.

El trabajo del DT Watson se centró en amalgamar a los jugadores de las diferentes islas, a la vez que la nueva federación empezó a estimular el fútbol desde el nivel escolar. En 2015 Jeff Wuthel asumió la presidencia de la FSM-FA y, aun con una competencia mínima, se lanzaron al desafío de participar en la XV edición de los Pacific Games, en Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, su primera participación en un torneo bajo el ala de la OFC.
Micronesia (camiseta naranja) en el 0-38 ante Fiji.
Allí sufrió tres goleadas humillantes sin siquiera anotar un solo gol: 0-30 ante Tahití, 0-38 con Fiji y 0-46 con Vanuatu. En defensa de estos jugadores, dirigidos por el australiano Stan Foster, es necesario aclarar que la mayoría de ellos nunca había jugado un partido "en serio", jamás había pisado una cancha de once... Muchos, ni habían salido de la isla en la que nacieron.

En declaraciones a The Guardian, Foster puso en palabras la diferencia con sus rivales: "fueron partidos de niños contra hombres. Estamos en el kindergarten del fútbol, tenemos mucho que aprender. Cuando hicimos escala en Guam, muchos de estos muchachos vieron por primera vez en su vida un ascensor o una escalera mecánica".

El camino será largo y duro para los Estados federados de Micronesia, pero alguna vez tenía que empezarlo. El anhelo de los micronesios es llegar a ser reconocidos por la FIFA e inscribirse en las eliminatorias para la Copa del Mundo. Soñar no cuesta nada...
La selección de los Estados Federados de Micronesia en 2001.
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jueves, 25 de noviembre de 2021

Diego, el último adiós

Al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Diego Maradona la plataforma HBO Max presentó el documental Diego, el último adiós.

Espero que se emocionen tanto como cuando lo realizamos; este servidor integró la producción periodística junto a María Eugenia Gorosito, Alejandro Wall y Gastón Cavanagh. La dirección de Sebastián Alfie, el guión de Juan Pablo Young, la producción general de Cune Molinero... Un equipo de lujo.

El documental relata el último año y medio en la vida del 10 y cuenta pasajes de su vida que fueron parte de la historia. Los testimonios que incluye la nueva producción son de las personas que formaron parte de su recorrido a nivel personal y profesional: colegas, hermanos, sobrinos, psicólogo, cocinera y amigos. Ellos cuentan las alegrías que tuvieron junto a él y la tristeza que les dejó su partida.

“Desde HBO Max queremos homenajearlo con un contenido especial y sumamente emotivo. Cuando vemos los homenajes que Diego recibió en cada estadio al que visitó en su último año de vida en retrospectiva, realmente da la sensación que estaba, de una u otra manera, despidiéndose. El foco de este nuevo documental es justamente esa conexión que Diego siempre generó con sus fanáticos y cómo, con su fútbol y su magia, le dio alegría a muchísima gente”, expresó Tomás Yankelevich, jefe de contenidos de WarnerMedia en América Latina.

Diego Maradona lo vamos a amar toda la vida.

lunes, 22 de noviembre de 2021

El record de Oscar Washington Tabárez

El 19 de noviembre de 2021 Oscar Washington Tabárez fue despedido de su cargo de entrenador de la selección de Uruguay, a la que dirigió en 225 partidos, un récord mundial que tardará en superarse.

El Maestro Tabárez, de 74 años, estuvo al frente del equipo nacional uruguayo en dos períodos: 34 partidos entre 1988-1990 y 191 partidos entre 2006-2021. Sus mayores logros fueron la semifinal de la Copa del Mundo 2010 y la Copa América ganada en 2011.

El top 10 de los entrenadores con más partidos en selecciones: 


1 Óscar TABÁREZ 225 
Uruguay 1988-1990 (34), 2006-2021 (191)

2 Joachim LÖW 198 
Alemania 2006-2021

3 Sepp HERBERGER 167 
Alemania / Alemania Federal 1936-1964

4 Morten OLSEN 166 
Dinamarca 2000-2015

5 Hugo MEISL 155 
Austria 1912-1937

6 Mahmoud EL-GOHARY 151 
Egipto 1988-1990 (48), 1991-1993 (22), 1997-1999 (43), 2000-2002 (38)

7 Bruce ARENA 146 
Estados Unidos 1998-2006 (130), 2017 (16)

8 Helmut SCHÖN 139 
Alemania Federal 1964-1978

8 Walter WINTERBOTTOM 139 
Inglaterra 1946-1962

10 John PETTERSSON 138 
Suecia 1921-1936

Todos lo consiguieron comandando a su país de nacimiento.

Entre los entrenadores en activo, Didier Deschamps es quien lleva más partidos: 124 al frente de Francia.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

70 años de fútbol por TV

Hace 70 años la televisión argentina se metía por primera vez en una cancha de fútbol. Con esas imágenes pioneras de San Lorenzo y River Plate comenzaba una unión que se convertiría en inseparable. El primer goleador de la pantalla chica, un camarógrafo improvisado y una historia que no para de crecer.

Publicado en la revista El Gráfico, en noviembre de 2011 (en ocasión de los 60 años)
Por PABLO ARO GERALDES / Ilustración: FERNANDO DELMONTE


En la tarde soleada del 18 de noviembre de 1951, del relato de Ernesto Veltri no surgió ninguna frase memorable ni nacieron muletillas pegadizas. Tampoco en los comentarios de Enzo Ardigó y Raúl Goro, quienes lo acompañaban en la transmisión, pero había algo especial en la narración de aquel San Lorenzo-River: junto a sus voces, unos mil trescientos hogares porteños recibieron por primera vez las imágenes televisadas de un partido de fútbol. Eran pocos, comparados con las 70 mil personas que colmaban el viejo Gasómetro, pero fueron testigos privilegiados de una novedad tecnológica que no conocería límites en su crecimiento.

LR3 Radio Belgrano TV. En marzo de 1956 cambiaría
su nombre por LS82 TV Canal 7.
Un mes antes, el 17 de octubre, el balcón de la Casa Rosada y la voz de Eva Perón se habían convertido en la primera transmisión televisiva de la Argentina. Todo gracias a la visión de Samuel Yankelevich, el hombre que introdujo la televisión al país y que en esa 33ª fecha (la penúltima del campeonato) dirigió la transmisión desde el inmenso camión de exteriores estacionado en Avenida La Plata al 2000. Extraño modelo de colectivo habrán pensado algunos hinchas, desprevenidos, pero era el móvil que él y su padre Jaime habían traído desde los Estados Unidos, junto a la antena, los cables, las cámaras y todo lo necesario para crear lo que se llamó LR3 Radio Belgrano TV y luego se convirtió en Canal 7.

Don Jaime era un inmigrante búlgaro que en los años 20 había creado “Casa Yankelevich”, su empresa dedicada a la importación y armado de radios. Cuando comenzaron a emitir las primeras “estaciones de radiodifusión”, fundó Radio Belgrano, en 1923. En ese 1951, los Yankelevich estaban decididos a hacer historia, no solo con los medios electrónicos de comunicación, estaban escribiendo la primera página vinculada al deporte.

Pero volvamos a Boedo. Muchos no repararon en ese camión ni en los cables que salían de él, preocupados por mojar un pañuelo y anudarlo en la cabeza, para soportar la tarde de primavera que se despachaba con una temperatura de 35 grados. Tampoco se detuvieron a observar las tres cámaras (dos desde el borde de la cancha y una desde lo alto de la platea) que apuntaban al campo de juego. El propio Samuel Yankelevich dirigía la transmisión, y el ingeniero Max Koelble coordinaba. Era muy importante el clásico y estaba en juego la punta del torneo como para fijarse en detalles. River llegaba a esa penúltima jornada con 40 puntos, dos menos que el líder Banfield, que tenía fecha libre, y uno menos que Racing, que visitaba a Atlanta en Villa Crespo. Era la oportunidad para ese equipo con nombres rutilantes, como Vernazza, Amadeo Carrizo, Walter Gómez, Labruna o Félix Loustau...

UNA MARAVILLA
En la humedad del vestuario, un joven sanjuanino que hacía poco había llegado de su provincia, esperaba por su debut en la Primera de San Lorenzo. No podía creer la cantidad de gente que había en Boedo, pero no estaba nervioso. Y lo demostró a los diez minutos del encuentro, cuando superó con un cabezazo no muy lucido a Héctor Ferrari y al gran Amadeo Carrizo para meterse en la historia; no porque se haya convertido en ídolo de la hinchada azulgrana, sino porque el suyo fue el primer gol captado por la televisión argentina.

José Maravilla
“Yo ni sabía que se iba a televisar, y aquel día estaba pendiente del debut y no recuerdo haber visto ninguna cámara; es que había tanta gente que no se podía notar”, recordó décadas después José Maravilla, aquel entreala derecho que anotó el primer gol que surcó el éter, como decían los speakers por esos tiempos. Maravilla, que murió hace dos años, había dialogado con El Gráfico hace una década, cuando el fútbol y la televisión celebraban sus bodas de oro:

-¿En ese momento significó algo especial el gol o solamente fue tomando importancia con el paso de los años?
-Ni sabíamos... Ese día fue un partido más. Esto del primer gol lo supe años después, hablando con Amadeo en la cancha de Los Andes, porque en una revistita de Lomas de Zamora había salido algo. Ahí nos enteramos juntos de que ese era el primero televisado y que nosotros éramos los protagonistas.

Como no existía el videotape, Maravilla nunca pudo ver su gol. La única posibilidad por entonces la daban las cámaras cinematográficas de Sucesos Argentinos, ese memorable noticiero que hacía de aperitivo para las películas en el cine. Pero el que tampoco lo vio fue el camarógrafo que enfocaba la tribuna desde arriba, un muchacho que hacía menos de un mes había entrado a trabajar al canal, llamado Nicolás del Boca y que más tarde se convertiría en un exitoso director de cine y televisión, sobre todo dirigiendo a su hija, Andrea del Boca.

Nicolás iba a ser asistente de cámara principal en aquella transmisión, que tomaba el partido desde la mitad de la cancha, en lo alto de la popular. Pero el destino quiso que terminara siendo el cameraman. “Eduardo Celasco, uno de los camarógrafos, bajó a comer algo antes de que comenzara el partido y yo me quedé cuidando la cámara. Claro, la popular se fue llenando y en un momento no cabía ni una aguja. Cuando Celasco quiso subir, la multitud no lo dejó y tuve que manejar la cámara yo”, recuerda Del Boca, y cuenta: “en la tribuna, los hinchas preguntaban qué era la cámara, querían saber. En la calle Florida habían puesto varios televisores y se juntó gente. Fue una necesidad comercial, nosotros no teníamos mucho conocimiento. Si hubiéramos tenido consciencia no se habría hecho televisión en el país, pero en esa época todo era posible”.
Y sigue: “En un momento perdí de vista a la pelota y enfoqué el arco de River. Unas milésimas de segundo después, Maravilla hizo un gol. Se dijo que la tv había visto primero el gol, antes que los hinchas, pero fue pura suerte”. A los 30 del segundo tiempo, Vernazza empató, de penal, y selló el 1-1.

Pese al debut auspicioso en esa tarde histórica, aquella fue la única vez que Del Boca comandó una cámara en un estadio. River no pudo alcanzar a Banfield y a Racing, que terminaron definiendo el título en un desempate. Pero esa es otra historia.



EL PRIMERO
Surgido de la Unión Deportiva Caucetera, José Maravilla recaló en San Martín de San Juan y de ahí pegó el salto al fútbol de AFA. Llegó a San Lorenzo en 1951 como un entreala derecho de buena técnica. Pero apenas jugó 6 partidos y marcó dos goles.

Priorizar su carrera militar (se retiró como suboficial mayor) le jugó en contra: no podía entrenarse en doble turno, razón por la cual San Lorenzo lo canjeó por Roberto Gutiérrez, a Gimnasia. “Fue una historia pesadísima. Entraba al Comando a las 6 de la mañana y a las 12 salía disparando para el club”, sintetizó.

Con el Lobo jugó hasta 1958, cuando se retiró, con 22 goles en 87 partidos. “Por la obra social del Ejército teníamos acceso a un Sylvania a crédito, porque lo hacían en Fabricaciones Militares. El piberío de la cuadra solía pararse ante la ventana, a mirar la tele. Pero aquella tarde no se sabía que el partido iba a ser televisado y nadie me vio marcarle el gol a River”, contó

sábado, 13 de noviembre de 2021

13 de noviembre de 1993

Esa tarde del sábado 13 de noviembre de 1993, Central Ballester completó los 45 minutos pendientes contra General Lamadrid, por el campeonato de Primera D. Fueron dos tiempos de 22 minutos y medio y fue, también, mi debut como periodista, en Clarín.
Pasaron 27 años de esa cancha tan humilde, de esa "cabina de prensa" que apenas era un par de chapas mal clavadas. Vinieron después desafíos mayores, como El Gráfico, France Football, FIFA Magazine, Kicker, Fox Sports, Goal, ESPN Magazine, De Zurda, De la mano del Diez, Warner-HBO... Pero aquella crónica -sin firma- de Central Ballester 1-2 General Lamadrid sigue estando entre los recuerdos más intensos e inolvidables de este oficio apasionante...

Sabiendo que podía ser una fecha relevante, ese día me llevé la cámara de fotos. Antes de entrar a mi primer partido hice una toma de la entrada de la cancha. Al salir, por la calle de atrás, guardé para siempre la imagen del pobre "palco" reservado para los periodistas. Aquella tarde fuimos dos: mi colega de Crónica y yo. Por allí debería andar también el cronista de Solo Fútbol.

Pero el recuerdo se vuelve más intenso ya que aquella cancha ya no existe. ¿Qué pasó? Central Ballester jugó junto a la villa La Cárcova desde 1985 hasta 1996, cuando consiguió su único campeonato y ascendió a la C. En esa división, la AFA le impidió utilizar su modesto estadio. Por esa razón, la cancha cercana a las vías del Ferrocarril San Martín estuvo un año abandonada: los jugadores ni siquiera iban a entrenar allí por el peligro de la zona.

Durante aquel 1996 la villa que lo circundaba comenzó a crecer hasta que los habitantes terminaron ocupando la cancha y empezaron a levantar precarias viviendas en lo que era el campo de juego.
Vista aérea del terreno que ocupaba la cancha de Central Ballester.

viernes, 15 de octubre de 2021

El caso de Ricardo Brandón: jugó para dos clubes en la misma fecha

En 1971 el uruguayo Ricardo Brandon dejó el Liverpool montevideano para sumarse a las filas del recientemente aparecido Atlético Español, de México. En realidad se trataba del Necaxa que había sido vendido ese mismo año a unos empresarios españoles que inmediatamente lo rebautizaron.

Apodados Los Toros, llegaron a ganar la Copa de Campeones de la Concacaf 1975, pero con escaso apoyo de los hinchas del Necaxa, que sentían como a una traición el haberle cambiado el nombre.

Blandón fue delantero de los Toros hasta finales de febrero de 1976, y aquí viene lo curioso: su último partido con Atlético Español fue el jueves 26 de febrero: derrota 3-0 ante UNAM, en Ciudad Universitaria. Al día siguiente fue vendido al Veracruz (en aquellos años se podía traspasar a un jugador a mitad de temporada) y el lunes 1 de marzo participó en la victoria de los Tiburones 3-2 sobre Guadalajara... Ambos partidos por la fecha 18.

Después de este hecho inédito, Brandón continuó en el Veracruz hasta 1978, cuando pasó al Toluca.  Sus últimos años en el fútbol profesional mexicano lo vieron vestir las camisetas de Atlético Potosino (1980–81), Atletas Campesinos (1981–82) y Oaxtepec (1982–83).

Murió el 17 de noviembre de 2016 en San Luis Potosí. Tenía 70 años.

domingo, 26 de septiembre de 2021

Cuando Boca Juniors no viste de azul y oro

Boca Juniors no siempre vistió su histórica camiseta azul y oro surgida en 1906 de la bandera de Suecia. La historia comenzó con colores diversos, pero lo curioso fue lo que sucedió años más tarde.

Por PABLO ARO GERALDES

Ya es conocida la historia de los primeros colores que lució Boca Juniors, recién fundado en 1905: una camisa blanca con listones negros, otra celeste, hasta que en abril de 1906 adoptó la internacionalmente famosa camiseta auriazul, tomada de un vapor de la compañía naviera sueca Johnson Line. Pero años más tarde, en diversas ocasiones, vistió extraños colores. 

Pero primera una aclaración importante: una vez institucionalizada la camiseta azul con la franja amarilla, siempre fue igual, no hubo una amarilla con la franja azul.
Las fotografías de la época pueden engañar, ya que se ve una casaca clara con una franja oscura. La explicación está en las emulsiones ortocromáticas que empleaban las películas de entonces, que eran más sensibles a la luz azul que a la roja. Así, el azul aparecía muy claro, casi blanco, y las tonalidades rojas se veían casi negras. A medida en que fueron apareciendo las películas pancromáticas esto se fue corrigiendo. Pero, vale repetirlo, la camiseta no era amarilla con una franja azul.

Estas son algunas que Boca Juniors vistió como alternativas.

El 20 de agosto de 1939 Boca Juniors goléo a Tigre 4-0 en la cancha de Ferro Carril Oeste, donde jugaba mientras se terminaban las obras de La Bombonera. Salvo la franja amarilla xeneize, ambos uniformes eran prácticamente iguales. Entonces, para diferenciarse, en el primer tiempo Boca usó la camiseta de Newell's Old Boys y en el complemento vistió la verde de la institución anfitriona.

La foto del sitio Historia de Boca es un hallazgo: la noche del 24 de enero de 1958 en un amistoso contra Central Córdoba de Rosario, el xeneize lució una camiseta blanca con una novedad, por primera vez llevó el escudo del club. En la imagen aparecen el arquero Héctor Giambartolomei entre los backs Luis Cardoso y Fontana. Boca ganó 3-2.

Para el debut del campeonato 1959, nuevamente contra Central Córdoba , Boca Juniors lució una casaca amarilla con la bandera boquense cruzando el pecho. La volvió a usar en la segunda fecha, contra Newell's Old Boys, algo inexplicable ya que no había kit clash, como llaman los ingleses a las coincidencias de colores que pueden confundir al público, al árbitro y hasta a los mismo jugadores.
En 1960 volvió a usarla contra el Everton de Viña del Mar, Chile, que tiene la misma camiseta de Boca, y en 1961 ante los cariocas de Vasco da Gama.

Otra curiosidad se dio la tarde en que recibió a Universidad de Chile, por la Copa Libertadores de 1963: ese 26 de junio, ante un rival plenamente vestido de azul, Boca Juniors salió a La Bombonera con la camiseta del Milan. No eran "imitaciones" sino traídas de Italia.
Cuando Víctor Benítez se fue de Boca al club milanés, el presidente Alberto J. Armando recibió como gesto un juego de camisetas. Tras el 0-0 del primer tiempo, el xeneize apareció con una casaca alternativa amarilla para el complemento y ganó 1-0 con gol de Alberto González.

La primera consagración internacional de Boca no tuvo a la histórica divisa azul y oro sino a una casaca completamente blanca. Para la final de la Copa Libertadores 1977, usó esta camiseta para diferenciarse del Cruzeiro de Brasil, en Montevideo. La pureza del blanco no duró mucho, pero los xeneizes terminaron dando la vuelta olímpica.
Arriba: Roberto Mouzo, Rubén Suñé, José Luis Tesare, Vicente Pernía y Hugo Gatti. Abajo: Ernesto Mastrángelo, Jorge Benítez, Carlos Veglio, Mario Zanabria y Alberto Tarantini.

Una extraña camiseta ligada a un momento muy pobre en la historia de Boca. El 8 de julio de 1984 enfrentó a Atlanta con jugadores de cuarta división por una huelga de los profesionales. Los pibes salieron a la cancha (solo estuvo habilitado el anillo inferior y algunas plateas) con la tradicional azul y amarilla. Ante la similitud de colores, el árbitro Juan Bava obligó al cambio de camisetas y como el juego suplente estaba guardado en La Candela utilizaron camisetas blancas, de entrenamiento
Arriba: Dos Santos, Walter Medina, Franco, Rubén Manfredi, Jorge Latorre y Denny Ramírez.
Abajo: Tuta Torres, Vales, Fabián Peruchena, Tessone y Fornés.
Como no tenían números estampados, los utileros usaron un fibrón para dibujarlos, con una improvisada (y pobre) caligrafía. Lo peor ocurrió con el correr de los minutos: el sudor de los jugadores convirtió a los números en manchas grises en las espaldas.
Para el segundo tiempo el referí permitió que se pusieras las casacas titulares. Boca perdió 1-2.
El 10 y el 5, irreconocibles.

En 2000 aparece el gris, acorde a la moda europea, pero no como una improvisación sino como parte del marketing de Nike. La marca del swoosh pretendió que era color plata, con vivos azules. El estreno no fue el mejor: frente a Olimpia de Paraguay (blanca con una fraja negra) en una noche de niebla. El público debió hacer un gran esfuerzo para distinguir un equipo de otro.

Nike intentó retomar los colores originales y lanzó una camiseta conmemorativa a listones blancos y negros en 2012.

En 2013 empezaron los experimentos horribles de Nike: primero una camiseta violeta para participar en el fútbol veraniego y luego una rosa, impresentable.
Lucas Viatri ante Racing, con tonos violeta-morado.
Cuando la dirigencia del club queda a merced de las ridículas imposiciones del marketing.

viernes, 27 de agosto de 2021

El fútbol en el Vaticano


La Ciudad del Vaticano es uno de los nueve estados soberanos que no forman parte de la FIFA. Es el país más pequeño del mundo, apenas si ocupa menos de medio kilómetro cuadrado en plena Roma.
El 20% de su territorio se lo lleva la Basílica y la Plaza de San Pedro, así que pensar en una cancha de fútbol es una utopía, pero sí se puede jugar puertas afuera.

En 1972 Sergio Valci, funcionario del Fondo de Asistencia Sanitaria de la Santa Sede, creó la Attività Calcistica Dipendenti Vaticani (ACDV, la "federación") y en ese mismo año se disputó el primer campeonato, entre doce equipos.

La ACDV cuenta con unos 250 afiliados, entre jugadores y dirigentes. Desde 1985 se disputa también una copa "nacional" y desde 2007 los ganadores de los dos torneos se enfrentan en la Supercoppa Vaticana.

La liga interna la componen equipos formados por sacerdotes y trabajadores de las diferentes instituciones. ¿Cuáles son estas escuadras? La Guardia Suiza, el Museo Vaticano, el Correo, el Servicio Técnico, la Gendarmería, la Radio Vaticana y el diario Osservatore Romano, por nombrar a algunos. Se juega cuando se puede, o mejor dicho “cuando Dios manda”, ya que las actividades religiosas son la prioridad del estado.

LA SELECCIÓN
La población del Vaticano apenas sobrepasa los 900 habitantes, pero no hay nativos, obvio. Así y todo, puede presumir de tener su propia selección "nacional", conformada por empleados y religiosos del Vaticano. La ACDV es responsable también de armar este seleccionado tan particular, sin jugadores nacidos en este territorio tan pequeño que ni puede tener su propio campo de juego: hace de local en la cancha Cardinale F. Spellman, del Oratorio di San Pietro, en Roma.
Nueva camiseta del seleccionado
del Vaticano

El debut internacional se produjo en 22 de noviembre de 1994, con un insulso 0-0 frente a San Marino, en la capital italiana. Su mayor victoria llegó el 3 de febrero de 2006, también "en casa", con un 5-1 sobre el modesto y amateur Sportverein Vollmond, de Suiza.

Los partidos más serios, que ya son casi un clásico, los disputa ante el seleccionado de Mónaco. Los del Principado están ejerciendo una incipiente paternidad: en 2013 vencieron 2-0 en Cap-d'Ail, Francia, y en 2014 repitieron el mismo resultado en Roma, con la cúpula de la Basílica de San Pedro de fondo:
Mónaco y Vaticano, en 2014
CLERICUS CUP
Desde 2007 se disputa cada año la Clericus Cup, un torneo organizado por el Centro Sportivo Italiano (CSI) en el que compiten equipos de los Colegios romanos, que son seminarios de la Iglesia Católica con sede en Roma. En la edición de 2010, por ejemplo, participaron jugadores de 65 países, la mayoría de ellos son seminaristas (y algunos sacerdotes también) brasileños, mexicanos, estadounidenses y, por supuesto, italianos.

Los equipos de la Clericus Cup.
Fue creada por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, con el objetivo de "revitalizar la tradición del deporte en la comunidad cristiana" y en el Vaticano la consideran "el equivalente clerical de la Copa del Mundo", para proporcionar un ámbito de competencia atlética amistosa entre los miles de seminaristas que estudian en Roma.

Papa Francisco
Aunque sea imaginable un juego amable, libre de violencia, la realidad muestra que se trata de un torneo muy competitivo, donde no faltan las marcas férreas. Pero imitando al rugby, además de estimular el fair-play luego de cada partido se organiza un "tercer tiempo" bautizado como fair-pray (oración limpia) en el que los jugadores de ambos equipos además de saludarse tras el pitazo final se junta en la mitas de la cancha para una rezo de acción de gracias.

"El papa Francisco es mi capitán" fue el lema adoptado para la edición 2014, en la que 16 equipos compitieron por el ya tradicional trofeo del  Saturno, ese sombreo de ala ancha usado por el sumo pontífice.

El actual campeón es el Pontificio Collegio Urbano, que venció 3-0 en la final 2019 a Sedes Sapientiae. Luego, la pandemia de covid-19 frenó los torneos. Una lista de los equipos y sus colores aquí.


TODOS LOS CAMPEONES
2007 Redemptoris Master
2008 Mater Ecclesiae
2009 Redemptoris Master
2010 Redemptoris Master
2011 Pontificia Universitá Gregoriana
2012 Pontifical North American College
2013 Pontifical North American College
2014 Pontificio Collegio Urbano
2015 Pontificio Collegio Urbano
2016 Mater Ecclesiae
2017 Pontificio Collegio Urbano
2018 Pontifical North American College
2019 Pontificio Collegio Urbano
2020 no se disputó
2021 no se disputó
2022 cancelada

El autor de este blog con la camiseta bendecida, en la Plaza San Pedro.

domingo, 15 de agosto de 2021

Afganistán: Jugar con fuego

No es nada sencillo vivir en Afganistán. Y mucho menos practicar deportes. Por empezar, el país dominado por los talibanes es el único miembro de la FIFA que no compite y fue excluido del Comité Olímpico Internacional. Las reglas internas son tan estrictas que ningún occidental se animaría a pisar una cancha.

Artículo publicado en la revista El Gráfico, en octubre de 2001.
Por MARTÍN DE ROSE Y PABLO ARO GERALDES

Si algo caracterizó a los años 80 fue la tensión mundial por la Guerra Fría, que enfrentaba a los Estados Unidos y el Occidente capitalista con el bloque soviético comunista. En 1980 todo estaba listo en Moscú para el comienzo de los XXII Juegos Olímpicos. Pero la crisis política tenía efectos en el deporte: el gobierno estadounidense de Jimmy Carter encabezaba un boicot en protesta por la invasión soviética a Afganistán, en 1979, que intentaba reforzar su posición en el país para construir un bloque en esa zona asiática.

La dictadura de Videla en la Argentina –un país “profundamente anticomunista”, según el canciller Carlos Pastor–, le ordenó al coronel Antonio Rodríguez, presidente del Comité Olímpico Argentino, sumarse a la movida norteamericana. La delegación argentina no fue a Moscú, igual que otros 59 países.

Los atentados terroristas del 11 de septiembre contra los Estados Unidos colocaron otra vez a Afganistán en el centro de la escena y en la mira de las fuerzas militares de Occidente, ya que ese país asiático refugia al multimillonario líder saudí Usama Ben Laden, sospechado de idear los ataques, según imponen las cadenas televisivas internacionales. Pero, ¿qué espacio tiene el deporte en Afganistán? ¿Cómo lo toman los talibanes, el grupo fanático que reinterpretó el Islam? ¿Por qué es el único miembro de la FIFA que no participa en competencias oficiales? ¿Por qué el Comité Olímpico Internacional le prohíbe participar de los Juegos Olímpicos? ¿Cuáles son sus deportes?

Afganistán, un país sin tradición en los deportes clásicos, participó por última vez de un Juego Olímpico en Atlanta 96 con una reducida delegación. Coincidentemente con el fin de aquellos juegos, la milicia extremista islámica talibán tomó el poder. Este grupo, integrado básicamente por jóvenes, todos varones, no se lleva bien con el deporte, y el mundo deportivo tampoco los digiere.

La FIFA tiene 204 miembros pero en su ranking mensual aparecen 203. El que falta es Afganistán, por no tomar parte de competencias oficiales. El último partido de su selección fue el 20 de septiembre de 1984: 0-0 ante Hong Kong por la eliminatoria a la Copa de Asia. Desde entonces el fútbol se fue convirtiendo en una práctica cada vez más extraña, hasta que en 1994 fue prohibido. La razón, si así se la puede llamar, se remonta a un incidente ocurrido en la guerra de Karbala en el siglo VII. Fue cuando los cristianos vencieron a los musulmanes y cortaron las cabezas de sus héroes Hassan y Hussain –hijos de Alí, uno de los discípulos preferidos de Mahoma– y se divirtieron pateándolas, como en el fútbol. Los talibanes, que analizan con un rigor particular el Corán, determinaron que no era apropiado permitir un deporte que “rememore” aquel episodio.

La veda duró hasta octubre de 1997 cuando promulgaron decretos que imponían al deporte su propia interpretación de los textos sagrados. Para conmemorar el primer aniversario de la caída de Kabul, la capital, organizaron un gran show deportivo en el que intervinieron 3000 atletas (todos varones, claro, ya que las mujeres, entre innumerables prohibiciones, no pueden hacer deporte).

El fútbol volvió, sí, pero adaptado a la visión talibán. Un edicto del Departamento de la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio impuso el rezo en las horas estipuladas por el islam también en los espectáculos públicos. Así un partido puede interrumpirse las veces que haga falta para las plegarias. Jugadores y público oran arrodillados.

En medio de la represión creciente, el 27 de julio último (2001) unos 50 mil hinchas silbaron y aplaudieron en un partido de fútbol en Kabul. Esto, normal en Occidente, en Afganistán es un desafío a la autoridad. Uno de los citados decretos religiosos determina que los espectadores sólo tienen permitido gritar “Alá-o-Akbar” (Dios es Grande). “Fue la máxima concurrencia a un estadio desde que los talibanes ascendieron al poder”, explicó Ahmad Zadran, jefe de la Federación Afgana de Fútbol.

Cuando se volvió a permitir el deporte la ONU reconstruyó una tribuna del bombardeado estadio de Kandahar, donde los talibanes tienen su sede. Para inaugurarlo no hubo desfile, ni fuegos artificiales... ni siquiera partido. Diez mil espectadores siguieron en silencio la ejecución de un preso bajo el travesaño de un arco. La interpretación severa de la ley hace que los culpables de algún delito paguen con su cuerpo. Una mujer que salga a la calle sin su marido o hermano puede recibir azotes; lo mismo si no viste su burqa (túnica) o se le ven los tobillos. Las infieles pueden ser lapidadas y una mujer que se pinte las uñas será condenada a la amputación de sus dedos. Un ladrón inexorablemente perderá sus manos o sus pies, según el grado de reincidencia, y los delitos más graves conducen a la horca, la decapitación o un tiro de gracia. Estas ejecuciones y amputaciones son el “espectáculo” público que congrega más público en Afganistán.
Jaque mate al deporte
Afganistán no pudo participar en Sydney 2000 porque el Comité Olímpico Internacional suspendió al país en 1998. En agosto del año pasado los líderes talibanes solicitaron al COI, mediante un escrito, que sus atletas sean invitados a participar “como mensajeros de paz”. El ministro de Deportes Shakur Muttmain dijo que supondría “una gran decepción” para sus deportistas quedar fuera de la competencia. Y lo fue. Pocos días antes de iniciarse los Juegos, la policía de Nueva Zelanda detuvo a un grupo de integristas afganos sospechados de planear un atentado en Sydney, aparentemente impulsados por Ben Laden.

Los afganos se habían entrenado en lucha libre, boxeo, fútbol y atletismo. Y según Mohammad Khaled, secretario general del Comité Olímpico local, esa marginación suponía que “los deportes podrían colapsar en el país y los atletas, abatidos, podrían caer en la droga”. Ghulam Dastgir, miembro del equipo de lucha, se lamentó: “Pasé meses trabajando duro, pero no me sirvió para nada”.

Uno de los deportes que más sufre con el régimen es el ajedrez. Miles de civiles afganos sufrieron el exilio por jugarlo. Durante las Olimpíadas de Ajedrez de 1996 en Ereván, Armenia, el equipo afgano fue admitido a mitad de competencia. Para llegar al torneo los seis ajedrecistas debieron huir durante 10 días en un micro por Uzbekistán y Turkmenistán. Los talibanes recién habían tomado Kabul y asesinado al presidente Najibulá cuando, entre otras medidas, prohibieron los tableros. Mohammad Qasim Ghosi y sus cinco compañeros tenían un equipaje mínimo: alfombras de cuya venta pensaban sobrevivir en el exilio.

Ghosi explicó que la presencia en Armenia “es un testimonio de la dignidad del pueblo afgano. El ajedrez, mezcla de cultura, arte, deporte y ciencia, es un símbolo y era una materia obligatoria en nuestras escuelas. En una competencia se comparte con otras culturas y religiones. El ajedrez es la antítesis del régimen talibán”.

La Federación Afgana de Ajedrez funciona en el exilio. Su secretario general, Ajmal Jamshidi, es uno de los refugiados que vive en Ámsterdam y resume: “En 1994 había unos 20 mil ajedrecistas activos en mi país. Muchos de ellos huyeron. De los que quedaron, 1900 fueron detenidos por actividades políticas o simplemente por jugar torneos clandestinos. Nos consta que fueron torturados y que doce de ellos murieron en el arresto. Todos los clubes de ajedrez fueron destruidos. Los tableros, las piezas y los relojes se vendieron en Pakistán, y los libros técnicos fueron quemados”.

Según el diario español El País “la prohibición del ajedrez, como también ocurrió en Irán durante el liderazgo de Khomeini, se basa en una interpretación radical del Corán y de la ley islámica que prohíbe la representación de figuras humanas o animales y relaciona al ajedrez con los juegos de apuestas, el alcohol y el abandono de la oración”.

Los años de dominación inglesa dejaron en el país cierta pasión por el cricket. En mayo pasado un grupo de hinchas despidió en el estadio Rawalpindi a la primera selección de cricket que salía de gira al exterior. Esa vez se “toleraron” algunos aplausos. “Espero que un día juguemos con Inglaterra en Lord’s –la catedral del cricket–”, se ilusionaba Allahdad Noori, capitán del equipo. Un sueño remoto, aunque el régimen talibán presiona para ser reconocido por la International Cricket Council.

Los jugadores de este seleccionado fueron elegidos de equipos provinciales, pero la realidad es que la mayoría vivió mucho tiempo como refugiada cerca de la frontera paquistaní. Todos pertenecen a la etnia pashtuns, la tribu afgana dominante de la cual surgieron los talibanes. Ninguno de los integrantes del plantel es de la minorías tajikas, uzbekas y hazaras, que son insistentemente perseguidas. El propio Noori vivió 18 años en Peshawar, donde reside de la mayor población afgana de Pakistán. “Ahora lo importante es promover el deporte -dice-. Queremos que el mundo sepa que los afganos también podemos hacer deportes”.

Uno de los impedimentos difíciles de salvar es el de la indumentaria: los deportistas no pueden vestir camisetas de manga corta o shorts. Al equipo de cricket le llevó varias discusiones convencer al régimen para que les permitieran jugar con ropa deportiva en lugar del shalwar kamiz, la holgada y tradicional prenda afgana.
Los que no se van a olvidar más de la rigidez de estas normas de vestuario son los futbolistas de un equipo juvenil pakistaní que realizó una gira por Kandahar, en el sur de Afganistán. El 15 de julio del año pasado (2000) fueron arrestados y rapados tras cometer el “error” de jugar en pantalones cortos. Soldados talibanes irrumpieron con armas en el amistoso, ofendidos por las piernas expuestas de los visitantes. “En el futuro habrá un código para los equipos visitantes”, prometió el ministro Muttmain. Por el contrario, en 1998, tres boxeadores talibanes no pudieron pelear en Pakistán porque se negaron a cortar la barba, prohibida por los reglamentos internacionales.

En el origen de algunos deportes, Afganistán tuvo cierto protagonismo. Dos teorías bien distintas sobre las raíces del básquet y del pato, respectivamente, advierten sobre los antecedentes en el buzkashi, el deporte nacional afgano. En este juego con caballos la única regla es embocar un cordero muerto en un círculo ubicado en el piso. Para practicarlo se elige a los chavandozlar (jinetes) entre los hombres más fuertes y salvajes de cada pueblo. Algunas escenas se ven en la película Rambo III.

El dogmatismo talibán atrasó la práctica del deporte en un país escaso en atletas. Un símbolo de este anclaje en el paso fue el fondista Baser Wasiqui, que en el Maratón de Atlanta 96 clavó un tiempo de 4 horas, 27 minutos y 17 segundos. Llegó último, empleando casi el doble de tiempo que el argentino José Luis Molina, que quedó en el puesto veinticuatro.

sábado, 14 de agosto de 2021

Día del niño


Para el Día del Niño de 2018, Diego Maradona publicó en sus redes un hermoso montaje de fotos con él y varias estrellas del fútbol de todos los tiempos formados cuando eran pequeños. En la imagen pueden verse parados: Lionel Messi, Carlos Tevez, James Rodríguez, Cristiano Ronaldo, Paolo Maldini, Juan Román Riquelme, Neymar Jr., Gareth Bale, Wayne Rooney, Andrés Iniesta, Ronaldinho, Pelé y Hugo Maradona; agachados: Alessandro Del Piero, Alexis Sánchez, Iker Casillas, Johan Cruyff, Diego Maradona, Enzo Francescoli, Javier Saviola, Hernán Crespo, Javier Chicharito Hernández y Radamel Falcao.

Lejos del negocio y del espectáculo, para los chicos el fútbol conserva su esencia más pura: el juego. Es más que un deporte para ellos, es un lenguaje universal que traspasa culturas, religiones y clases sociales. Abajo aparece un mosaico del Barcelona. Los cinco niños de las fotos de arriba crecieron hasta convertirse en los cinco niños de las fotos de abajo. Ahí estuvo gran parte del secreto de ese Barcelona: estar conformado por un grupo de hombres que jugaron como chicos.


Dejo como recomendación este texto de Juan Villoro: Lionel Messi, la fuerza de un niño, del que transcribo estos párrafos:

"Poco antes de disputar su primera final, Lionel Messi se quedó encerrado en un baño. El niño que no podía ser detenido por defensa alguno se enfrentó a una cerradura averiada. Faltaba poco para que comenzara el partido y Leo aporreaba la puerta sin que nadie lo escuchara. El trofeo de ese campeonato era el mejor del mundo: una bicicleta".

"Otros hubieran cedido a las lágrimas y la resignación, otros más habrían agradecido no tener que demostrar nada en el campo. El pequeño Leo rompió el cristal de la ventana y saltó hacia fuera. Llegó a la cancha con la seguridad de quien no puede ser detenido. Anotó tres goles en la final. El genio tenía su bicicleta".

"No sabemos adónde llegará Lionel Messi. Solo sabemos que no hay defensas ni cerraduras que puedan detenerlo... Cuando un niño quiere una bicicleta es capaz de muchas cosas. Cuando un hombre juega como el niño que quiere una bicicleta, es el mejor futbolista del mundo".

Lionel Messi, uno más entre todos los chicos del mundo que aman al fútbol. ¡Feliz día!

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