martes, 30 de abril de 2024

El primer partido televisado

Había una vez... el 30 de abril de 1938 Preston North End y Huddersfield definieron la FA Cup inglesa ante 93.000 espectadores y unos aparatos novedosos: las cámaras de televisión de la BBC.


El 2 de octubre de 1924 Argentina venció 2-1 a Uruguay en la cancha de Sportivo Barracas. Aquella victoria es célebre por el gol que Cesáreo Onzari marcó directamente desde el córner, el primero que se registra del fútbol internacional luego de que la International Board cambiara la regla, cuatro meses antes (antes si un tiro de esquina ingresaba directamente al arco, se cobraba saque de meta). Claro, como se lo hizo a los flamantes campeones olímpicos, esa conversión se bautizó "gol olímpico". Esta y todos los que se marcaron desde entonces.

Pero aquella tarde hermosa de primavera porteña marcó otro hito en la historia del fútbol mundial: fue el primero transmitido por radio. La voz de Horacio Martínez Seeber, un radioaficionado con inquietudes periodísticas, acompañada por los comentarios de Atilio Casime, jefe de deportes del diario Crítica, salieron desde el sur porteño hacia el éter por LOR Radio Argentina.

Hacia fines de la décadas de 1930, aquella aventura de narrar las acciones del juego por la radio ya se había instalado definitivamente. Sudamérica y Europa fueron conformando sus estilos de relato y desde los hogares se seguían las instancias de los grandes duelos futbolísticos. Pero desde 1937 la voz tendría una nueva compañía que con los años y las décadas se volvería inseparable: la televisión.

El primer antecedente se dio en el estadio de Highbury, en Londres, la casa del Arsenal. El 16 de septiembre de 1937 la British Broadcasting Corporation, más conocida por su sigla BBC, puso una cámara en el partido de entrenamiento entre los titulares y el equipo de reserva, sin público. Transmitió apenas unos minutos, pero, aunque en blanco y negro, la camiseta roja y blanca del Arsenal fue la primera que apareció en la TV.
Los jugadores no pueden ocultar su curiosidad por ese aparato que apunta a sus movimientos. Era la cámara Super-Emitron de doble objetivo, la pionera del fútbol.

Pero el gran estreno oficial llegó el 30 de abril de 1938. La final de la FA Cup entre Preston North End y el Huddersfield Town fue el partido elegido por la BBC. El escenario, el Empire Stadium de Wembley, la gran catedral del fútbol mundial inaugurado quince años antes.

Las tribunas estuvieron colmadas por 93.000 personas. Y lejos de lo que ocurre hoy día, son más los que vieron el partido en las tribunas que desde sus hogares. Afuera algunos pocos privilegiados pudieron seguir las acciones, ya que por entonces solo había unos 10.000 televisores en Inglaterra.
Y la final, tanto para los asistentes como para los televidentes pareció obedecer a un guion de cine. El 0-0 inamovible obligó a disputar 30 minutos más de tiempo extra.

Entonces se dio un hecho que todo inglés futbolero recordó por décadas: tras 29 minutos de prórroga, el empate no se quebraba y el comentarista de la BBC Thomas Woodrooffe anticipó: "Si ahora se anota un gol, me como el sombrero". Segundos después, el árbitro Arthur Jewell  pitó penal para el Preston. Desde los doce pasos, en el último instante de la final, George Mutch marcó el gol de la victoria.


El escocés Bill Shankly, half derecho del Preston, recordó en su biografía la ejecución del penal: "La pelota golpeó en la parte inferior del travesaño, que entonces era cuadrado, le quitó la pintura, y se metió en el arco hasta el fondo de la red". En 1976, cuando lanzó su biografía, contó: "La pintura sigue en el balón hasta hoy. Volví a verlo en 1971, cuando el Liverpool llegó a la final y jugó contra el Arsenal. Cuando nos preparábamos para Wembley, Tommy Smith, que fue capitán del Preston en 1938, vino al entrenamiento de Melwood y le mostró la pelota a su tocayo, Tommy Smith, capitán del Liverpool en 1971".

Woodrooffe cumplió su promesa en el programa Picture Page, de la misma BBC: ante cámaras, se comió un sombrero, aunque estaba hecho de mazapán.

La televisión y el fútbol, una sociedad que hoy se volvió indisoluble, ya pasó los 85 años y goza de excelente salud.

Pronto vendía el horror de la guerra y el fútbol entraría en un paréntesis hasta 1946.




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