Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker China, en mayo de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES
¿Cuál es el segundo deporte argentino? La discusión pasa por el básquet (campeón olímpico y subcampeón mundial), el boxeo (larga historia y tradición de campeones mundiales) y el automovilismo (22 participantes en la Fórmula 1, y la figura sobresaliente de Fangio, 5 veces campeón).
Los fanáticos de los motores suman un argumento importante para ganar este debate: se unieron al fútbol. El 24 de abril (de 2005) debutó en el autódromo de la ciudad de Paraná la categoría “Top Race V6” donde participan equipos que representan a varios de los más populares clubes de fútbol. Por Boca Juniors están Ernesto Bessone (Mondeo TRV6) y Guillermo Ortelli (Vectra TRV6); mientras que River Plate corre con Juan María Traverso (C5 TRV6) y “Cochito” López (Mondeo TRV6).
Además está el ORO Racing Team que pone en pista el Vectra de Racing Club que conduce Emiliano Spataro; a Ariel Pacho que maneja un 156 rojo con el escudo de Independiente, y a Henry Martin, que guía un Mondeo pintado con los colores de San Lorenzo. Otros clubes que se sumaron a esta nueva pasión fueron Lanús, Nueva Chicago, Arsenal y Estudiantes de La Plata.
Se trata de autos de línea, los mismos que se pueden comprar en una agencia, pero con modificaciones realizadas en su totalidad en los talleres del Top Race, ya que el espíritu de la categoría es la igualdad de las máquinas, los equipos pueden trabajar muy poco sobre la puesta a punto de los vehículos. Así, se destaca principalmente la pericia de los pilotos.
El día del debut, el podio se vistió de azul y amarillo: ganó Ortelli, segundo fue Bessone y el tercer escalón del podio fue para Henry Martin, de San Lorenzo. Ortelli, es tetracampeón del Turismo Carretera (la categoría más popular y tradicional de la Argentina) y sobre todo un fanático de Boca Juniors, que cuando vio bajar la bandera a cuadros comenzó a cantar dentro del auto las canciones de los hinchas que suelen llenar el estadio La Bombonera.
Y al igual que en el fútbol, el gran derby es Boca – River. La versión mecánica está interpretada por Bessone y Traverso, históricos rivales en el automovilismo argentino.Los seguidores de las carreras sostienen firmemente la condición de “segundo deporte nacional” y algunos más osados se atreven a ponerlo por delante del fútbol. Se apoyan en un dato incontestable: cada fin de semana las carreras reciben más espectadores que la suma de los diez partidos de Primera División.Esta pasión recién comienza. ¿Se verán en el futuro carreras con los colores de Barcelona, Juventus o Bayern Munchen?
Por PABLO ARO GERALDES
¿Cuál es el segundo deporte argentino? La discusión pasa por el básquet (campeón olímpico y subcampeón mundial), el boxeo (larga historia y tradición de campeones mundiales) y el automovilismo (22 participantes en la Fórmula 1, y la figura sobresaliente de Fangio, 5 veces campeón).
Los fanáticos de los motores suman un argumento importante para ganar este debate: se unieron al fútbol. El 24 de abril (de 2005) debutó en el autódromo de la ciudad de Paraná la categoría “Top Race V6” donde participan equipos que representan a varios de los más populares clubes de fútbol. Por Boca Juniors están Ernesto Bessone (Mondeo TRV6) y Guillermo Ortelli (Vectra TRV6); mientras que River Plate corre con Juan María Traverso (C5 TRV6) y “Cochito” López (Mondeo TRV6).
Además está el ORO Racing Team que pone en pista el Vectra de Racing Club que conduce Emiliano Spataro; a Ariel Pacho que maneja un 156 rojo con el escudo de Independiente, y a Henry Martin, que guía un Mondeo pintado con los colores de San Lorenzo. Otros clubes que se sumaron a esta nueva pasión fueron Lanús, Nueva Chicago, Arsenal y Estudiantes de La Plata.
Se trata de autos de línea, los mismos que se pueden comprar en una agencia, pero con modificaciones realizadas en su totalidad en los talleres del Top Race, ya que el espíritu de la categoría es la igualdad de las máquinas, los equipos pueden trabajar muy poco sobre la puesta a punto de los vehículos. Así, se destaca principalmente la pericia de los pilotos.
El día del debut, el podio se vistió de azul y amarillo: ganó Ortelli, segundo fue Bessone y el tercer escalón del podio fue para Henry Martin, de San Lorenzo. Ortelli, es tetracampeón del Turismo Carretera (la categoría más popular y tradicional de la Argentina) y sobre todo un fanático de Boca Juniors, que cuando vio bajar la bandera a cuadros comenzó a cantar dentro del auto las canciones de los hinchas que suelen llenar el estadio La Bombonera.
Y al igual que en el fútbol, el gran derby es Boca – River. La versión mecánica está interpretada por Bessone y Traverso, históricos rivales en el automovilismo argentino.Los seguidores de las carreras sostienen firmemente la condición de “segundo deporte nacional” y algunos más osados se atreven a ponerlo por delante del fútbol. Se apoyan en un dato incontestable: cada fin de semana las carreras reciben más espectadores que la suma de los diez partidos de Primera División.Esta pasión recién comienza. ¿Se verán en el futuro carreras con los colores de Barcelona, Juventus o Bayern Munchen?
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