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viernes, 12 de abril de 2024

Chinos en la Argentina - Tan lejos de casa

Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker China en abril de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES


Dalian, 2:30 AM: los padres de Wang Rixin duermen mientras su hijo juega fútbol y aprende a dominar los secretos del balón. Claro que Wang no es sonámbulo ni tiene el exótico placer de jugar fútbol de madrugada, él está en Jáuregui, a 80 km de Buenos Aires, Argentina, exactamente del otro lado el planeta, donde el reloj marca las 2:30 PM.

Wang, junto a otros ocho compatriotas dejó China para aprender fútbol en Argentina, donde este deporte es más que una pasión, es parte misma de la identidad nacional. Todo forma parte de un proyecto surgido en 1998, cuando la empresa Jiehengsen Intercambios Culturales y Deportivos "empezó a estudiar qué podía brindarle Argentina de aquello que le falta a China", explica Du Xiaolin, coordinadora del proyecto en la sede de Buenos Aires.

Entonces hubo dos opciones: enviar a Argentina a profesionales para que jugaran en un club determinado o mandar juveniles para que incorporen conocimientos. La idea final fue buscar un perfeccionamiento de las bases, por eso empezaron a viajar jugadores de entre 14 y 20 años, para permanecer un año, o dos, lejos de casa.

Sergio García, arquero campeón mundial juvenil en Japón ’79 (en el equipo donde deslumbró Diego Maradona) es quien dirige la parte futbolística del proyecto y el encargado de decidir quiénes son los elegidos para recorrer los 20.000 km: "viajé hasta Dalian para probar a los muchachos y cuando llegué encontré un estadio repleto de aspirantes. No fue fácil elegir a los más aptos".

En 2001 comenzaron a llegar los primeros de los 41 jóvenes que ya pasaron por el Centro de Alto Rendimiento Futbolístico, donde realizan entrenamientos diarios teniendo un día de descanso, con una exigencia que está a la altura de los clubes de la Primera División argentina.

Pero tan lejos de casa todo es distinto: el idioma, la comida, de los seis millones de habitantes de Dalian a los tres mil de Jáuregui, perdidos en la inmensidad del paisaje de la pampa bonaerense. Aunque nada les falta: están siempre en contacto con un traductor mientras van aprendiendo el idioma español y tienen todos los servicios de alojamiento en una vivienda exclusiva para ellos, gastronomía adecuada, atención médica permanente, además de lo futbolístico. "Luego del primer año, se evalúa si el joven se adaptó a las costumbres y buscamos que fiche en algún club para completar el aprendizaje en un nivel más exigente", explica García, a quien los muchachos respetan y quieren como a un padre.

Ese escalón más alto al que todos aspiran, ya comenzó a dar sus frutos: “los chinos”, como los llaman los habitantes del pequeño pueblo, ya empezaron a demostrar lo aprendido en los clubes Luján (de la división Primera C), Flandria (Primera B) y Banfield (Primera A, la elite del fútbol argentino). Y varios comparten entrenamientos con otros clubes importantes del torneo argentino.

Cuenta García que "ahora hay un grupo de chicos en la concentración de Flandria, ellos comen, duermen y entrenan con una planificación seria en busca de un objetivo claro. La idea es que después de 2 años de adaptación puedan regresar a China en buenas condiciones para incorporarse a algún club. Pero lo más importante es que ellos se enriquezcan futbolísticamente en nuestro país, en una época importante de su crecimiento".

Guo Wei ya habla correctamente español y además está realizando el curso oficial de entrenador. Para él, "la principal diferencia en el aprendizaje está en la técnica. Los argentinos trabajan desde niños a favor de la técnica, después viene lo físico y lo táctico. En China todo es más rígido". García lo explica desde su experiencia: "el concepto es diferente, y lo más difícil es transmitirles esa diferencia. A partir de allí, empezamos a trabajar sobre el programa. Pero los chinos tienen un biotipo muy parecido al argentino; físicamente no hay diferencias, como sí las hay entre sudamericanos y europeos".

-¿Y logran comprender esa diferencia conceptual?
-Viendo la TV no se dan cuenta de cómo puede ser el fútbol argentino, tienen que experimentarlo. Cuando regresan a China, nos seguimos escribiendo e-mails, y me cuentan que allá se dan cuenta de lo diferente que es.

-¿Dónde está la mayor diferencia sobre la que trabajan?
-Cuando trabajan la parte defensiva, sin pelota, chinos y argentinos son iguales. El tema es desarrollar el juego con la pelota, practicar el juego corto a ras del suelo. Y otro tema es cultivar el espíritu del fútbol, que al enfrentar a Japón o Corea sientan en el pecho eso que le pasa a cualquier jugador argentino cuando juega ante Brasil, que se agranda. Por eso sería interesante trabajar estos aspectos allá, en China, porque tienen un gran potencial.

-¿Hay continuidad en el trabajo?
-A eso apuntamos. Para lograr buenos resultados, lo importante es que este desarrollo siga al volver a China. Este tipo de aprendizaje ya les dio resultados en otros deportes.

La tarde de entrenamiento se termina, pero no es como las demás. Esta es la última tarde de Pang Henan, que tras dos años respirando fútbol argentino, tiene listas las maletas para regresar a casa. Todos los habitantes de Jáuregui lo van a extrañar, porque “los chinos” están entre sus vecinos más queridos, por su buen comportamiento, solidaridad y respeto. El automóvil espera a Pang para ir al aeropuerto y el abrazo con Sergio García se prolonga más que otras veces. Y las lágrimas no se pueden ocultar. "Convivimos dos años, compartimos momentos inolvidables y uno los ve crecer, es imposible no sentir un nudo en la garganta cuando llega el momento de la despedida", confiesa el entrenador.

El sol se oculta mientras el auto se aleja. Ambos saben que, más allá del fútbol, del otro lado del mundo siempre lo esperará un amigo.



miércoles, 15 de julio de 2020

New York Cosmos - Los Galácticos retro

Cuatro décadas después de sus años dorados, el equipo emblemático del fútbol estadounidense vuelve al ruedo en la NASL, la segunda división detrás de la MLS. Y lo hace de la mano de Pelé, Cantona y dinero árabe.

Artículo publicado en ESPN Magazine en julio de 2013.
Por PABLO ARO GERALDES


Pese a que los estadounidenses siempre prefirieron el baseball, el basketball o su tan particular football americano, desde 1971 empezaron a mirar con simpatía ese ‘extraño deporte’ al que llaman ‘soccer’. Unos años antes, se había creado la North America Soccer League, que fue más conocida por su sigla NASL, y en ella deslumbró un equipo de New York al que bautizaron Cosmos. La idea era parangonar a los Metropolitanos del béisbol y su acortado ‘Mets’ con unos Cosmopolitas llamados Cosmos.
Aunque el público local no tenía tradición en este juego, pronto se dio cuenta de que el Cosmos brindaba un buen espectáculo y comenzó a seguirlo. Se dieron lujos que millones de aficionados de países más futbolizados nunca pudieron: vieron con sus colores a los mejores jugadores del planeta: Pelé, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff.

Durante 14 temporadas, el equipo conquistó 9 títulos, entre ellos las ligas 72, 77, 78, 80 y 82. Vistieron también su camiseta blanca y verde fenómenos como Johan Neeskens, Giorgio Chinaglia, Carlos Alberto o Roberto Cabañas. La expectativa por ver al Cosmos era tan grande que excedía las fronteras de los Estados Unidos: el equipo renunció a participar en los torneos de la Concacaf para recorrer el mundo. Se enfrentó a gigantes de primer nivel como Milan, Boca Juniors, Bayern Munich, Flamengo, Porto, Juventus o Atlético Madrid, por nombrar solo algunos. Y más, desafió a una decena de selecciones nacionales. Era un locura: jugaban en el Giants Stadium y llegó a vender más de 70 mil entradas, con recaudaciones que rondaban los 500 mil dólares. Había porristas, Bugs Bunny era la mascota y los entretiempos transcurrían a puro show. Los palcos eran frecuentados por famosos, incluido Henry Kissinger, por entonces secretario de Estado. Pero en 1984 desapareció la NASL y con ella, el Cosmos. El dinero se acabó, las luces del show se apagaron y la pasión se diluyó.

El Cosmos pasó a ser nostalgia, un equipo de culto al que las palabras ‘retro’ y ‘vintage’ le quedaron perfectas. Casi tres décadas después de aquel pálido adiós, el equipo resurge con fuerza. En agosto comenzará a competir en la NASL, que ya no es aquella de los setenta, sino la segunda división de su país. El proceso de resurección tuvo varias escalas que valen la pena repasar.
La primera camiseta tenía los colores amarillo y verde, en honor a Brasil, selección que en 1970 había conquistado la Copa del Mundo en México y que había deslumbrado a Steve Ross, presidente de la Warner y primer hombre fuerte del Cosmos. El 1976 llegó Chinaglia, que venía de ser goleador en Lazio, y pronto trabó una interesada amistad con Ross. En 1985, cuando la liga se había desvanecido, le compró el paquete accionario.

Peppe Pinton, un asistente del delantero italiano, pagó por la marca, pero no explotó la actividad y luego se la vendió al británico Paul Kemsley, que a su vez se la traspasó a la empresa árabe Sela Sports. Seamus O’Brien es el presidente del directorio saudita y tiene muy clara la meta: "Aspiramos a jugar en la división más alta posible. El objetivo es llegar a la MLS, encender de nuevo la marca mundial y convertirnos en el mejor equipo de Norteamérica". Para lograrlo, en 2011 nombraron a Pelé ‘presidente honorario’ y al francés Eric Cantona, director deportivo. Los dos estuvieron cuando Cosmos jugó un amistoso con el Manchester United por el retiro de Paul Scholes.

El fútbol también se rige por modas y este es el momento del ‘retro’. En 1994, Estados Unidos organizó el Mundial, aunque no tenía una liga profesional: un año después nació la Major League Soccer (MLS) y con ella, la posibilidad de volver a apostar a un torneo de nivel. Con un moderado apoyo, diez equipos empezaron el juego, pero New York extraña al Cosmos. El equipo que representaba a la ciudad en realidad está fuera, en New Jersey. “El 80% de los fans del NYNJ Metrostars (luego Red Bulls) reside en New Jersey. Tiene su cuartel, su estadio, fuera de la ciudad”, explican en sus foros los fieles amantes del Cosmos.

En 2002 se abrió una segunda franquicia para New York para la MLS, pero nadie tomó la posta. Y en las últimas expansiones de la liga ingresaron las Chivas USA, Real Salt Lake, Seattle Sounders, Philadelphia Union, Portland Timbers, Vancouver Whitecaps y Montreal Impact (estos dos últimos de Canadá).

“Creemos que con New York Red Bulls se generaría una rivalidad legendaria con el Cosmos. La liga ganará con partidos más emocionantes y más atención de la prensa. Esta rivalidad deportiva entre New York y New Jersey hará que los simpatizantes tengan un ‘enemigo’ y se genere así un derby, y mejore el espectáculo”, explican los nostálgicos aficionados del Cosmos.

La idea es “revivir a un millón de fans que recuerdan y aman al Cosmos, New York necesita un equipo en MLS. Y no solo con hinchas de NY, sino de todo USA y el mundo entero”, confiesan. “Aunque en un principio no se pueda formar un equipo con grandes estrellas, el resurgimiento del Cosmos le dará un nuevo empuje a la MSL”, opinan. Este semestre jugará sus partidos como local en la Hofstra University, pero una de las ideas es levantar un estadio específicamente de fútbol, que se llamaría New York Cosmos Pelé Stadium en la zona Long Islands, donde la población multiétnica de los suburbios ama al fútbol, lo que hace prever un lleno de 25.000 espectadores. Ya arregló con Nike como patrocinador y llevará en la camiseta la leyenda ‘Fly Emirates’. Dirigido por el venezolano Giovanni Savarese, ya empezó a convocar ‘estrellas’ multiétnicas, como el brasileño Marcos Senna o el japonés Satoru Kashiwase, aunque estén muy lejos aquellos nombres rutilantes de los setenta. Estos ‘galácticos’ a escala unidos a la nostalgia retro que depierta el entusiasmo por el fútbol en la Gran Manzana no puede dar otro resultado: Cosmos.

martes, 18 de diciembre de 2018

Trauerspiel

El fútbol en la Argentina es algo para el núcleo duro: la violencia en torno a los estadios está en la agenda. ¿La solución? Tan simple como probablemente imposible.

Versión en español del artículo publicado en la revista alemana Kicker, en diciembre de 2018
Por JÖRG WOLFRUM y PABLO ARO GERALDES

Hasta a los más chicos los mordió el perro. Entonces, solo como ejemplo, si fuiste a ver a los Diablos Rojos de Independiente, no puedes estar seguro de tomar la línea de autobús 98 después del partido para regresar al centro de Buenos Aires. Los conductores tienen que apresurarse a través de las barras bravas. Se apresuran en su andar, incluso si aparentemente no hay barra en la parada del colectivo.

Demasiado grande es el miedo a los excesos en los partidos de fútbol. No solo los conductores del 98 aceleran. También los de las líneas 10, el 17 o el 22, que pasan también por Mitre. Incluso después de un partido irrelevante -con respecto a la tabla- en noviembre de 2018 contra San Martin de Tucumán. Después de un partido en el que los hinchas visitantes están prohibidos.

Desde hace cinco años hay estado de emergencia en el fútbol argentino. Desde junio de 2013, antes del partido entre Estudiantes de La Plata y Lanús, un hincha visitante fue asesinado por una bala policial. De cerca. El gobierno de Argentina expulsó a los aficionados visitantes de los estadios. La que fue pensada como una medida provisoria hasta el final de la temporada todavía está en vigor. Además, debido a que solo dos semanas después, dos personas murieron en el enfrentamiento de los hooligans de San Lorenzo y Boca Juniors. ¡Ay, cuando la mafia del fútbol argentino toma las calles! Una vieja foto del hincha de Lanús muerto lo muestra como un turista sentado en el banco de suplentes del estadio de su club favorito: hoy feliz, mañana muerto. El límite es estrecho en el Río de la Plata, especialmente cuando se trata de fútbol.

Lo era entonces y lo es ahora. Dos días antes de la revancha de la por la Copa Libertadores contra River Plate, Boca Juniors se entrenó ante 50.000 fanáticos en La Bombonera; al acercarse al estadio Monumental del archirrival River, el autobús fue atacado con piedras, el juego se pospuso, luego se canceló y finalmente se disputará este fin de semana en el Estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, a miles de kilómetros de distancia. Todo con la esperanza de que se mantenga la calma. Recientemente, un partido por la Copa Argentina entre los rivales de Rosario, Central y Newell's, tuvo que jugarse en en Buenos Aires, a 300 kilómetros. En lugar de un festival de fútbol en la metrópolis de la provincia de Santa Fe, fue un juego considerado de alta seguridad, para verlo por TV, lejos de casa. Es la realidad del fútbol en la Argentina.

Y sin embargo, no quieren dejar que les quiten el fútbol. Al menos no el sueño de tener su deporte popular. También con respecto al segundo partido entre River y Boca. En una mezcla de ira y miedo, el entrenador de Huracán, Gustavo Alfaro, declaró: "Un final fuera de Argentina nos roba a los hinchas el derecho a la ilusión. Es como si el día de mañana no se pudiera bailar tango. No nos pueden robar el River-Boca, tengan un gesto de grandeza. No queremos delincuentes violentos ni cómplices entre los funcionarios". Lo dice como entrenador pero también como hincha.

El término "River-Boca" o "Boca-River" es casi un concepto permanente, detrás de él se esconde el asombro y el orgullo, la pasión y la alegría casi infantil. Pero también la cara más oscura. "Estoy enamorado del fútbol. Y, por supuesto, también me encanta cómo se vive en Argentina. Precioso, único. Pero por supuesto, hay muchos problemas en este país. Y también se descargan en el fútbol", dijo recientemente a Süddeutsche Zeitung el ex Nürnberg Javier Pinola, hoy con contrato en River Plate. Poco después de haberlo dicho, volvió el caos.

El escritor Alejandro Dolina, con su legendario programa humorístico La venganza se vuelve terrible", pregunta: "¿Qué armas se pueden usar contra la violencia? La respuesta es simple, pero difícilmente realizable: "Tienes que darle a las personas un significado diferente en la vida. ¿Cómo se hace para que una persona no tenga como máxima alegría y como máximo objetivo en su vida el triunfo el domingo de su equipo?". Sólo de esta manera se podrían canalizar las emociones extremas.

Desde 2007, los hinchas visitantes no pueden asistir a los partidos de divisiones de ascenso, desde 2013 la medida se extendió a la Primera A. Sin embargo, la organización no gubernamental Salvemos el Fútbol enumera cien bajas en el fútbol desde 2007, seis solo en 2018, dos en noviembre. "El fútbol sin hinchas debe sugerir: lo que no se ve no existe", dijo el periodista Jorge Lanata, quien recuerda que "no existe" era sinónimo de "desaparecer durante la dictadura militar".

Los lazos cruzados entre la política y el fútbol son oscuros. En la boda de un ex líder de la barra brava de Boca en 2005, había un fiscal entre los invitados, que fue años más tarde jefe de seguridad del club. Durante décadas, los llamados Barras Bravas se fueron adueñando de los clubes, ganando cientos de miles con la reventa de entradas y artículos de utilería, o incluso llevándose parte de los salarios de los jugadores. El miedo de los profesionales y funcionarios a represalias lo hace posible. A principios de año, por ejemplo, un barra detenido de Independiente acusó al jefe del club de acosar al entrenador. El presidente de Independiente es uno de los sindicalistas más poderosos del país.

A un capo de los barras de River, la policía le encontró antes de la revancha cancelada contra Boca  150.000 euros y 300 entradas, aunque tenía prohibición de ingresar al estadio. Un fiscal habló de un "sistema paralelo" de impresión de tickets, dentro del club: "Estas no son entradas falsas, pero no se venden legalmente". Podrían verse barras de River y Boca también en Madrid, con viajes financiados por los clubes. Así fue cuando el presidente argentino Mauricio Macri era el máximo dirigente de Boca: los barras también estuvieron en Tokio para la Copa Intercontinental. Macri no quiere saber nada al respecto y declara: "Es una locura tener que militarizar la ciudad para un partido". Después del caos que rodeó al partido de vuelta, tuvo que renunciar el jefe de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, fue el sacrificio de un peón. Su sucesor es el hijo de un ex presidente del River plate...

De vuelta en Avellaneda, el suburbio gris y áspero. La Revancha tiene grandes pizzas, pero aún mejor son las empanadas. En La Revancha uno puede fortalecerse por última vez antes de ir el estadio de Racing o de Independiente, que están separados por 150 metros. El alcohol está prohibido; es la ley en torno a los estadios, bueno, eso ya es suficiente. Desde La Revancha a los dos estadios hay apenas una cuadra, pero en sus paredes cuelgan fotos de las grandes glorias de Independiente y Racing, rivales de Avellaneda, o de River y Boca, los clubes más exitosos del país. Y lo mejor de todo es que las imágenes de Racing no se romperán cuando, como este miércoles de noviembre, el lugar se llene de fanáticos de Independiente. Y cuando juega Racing, los recuerdos de los logros de Independiente permanecen intactos. Algo que no parece normal en la Argentina.

Es más, Independiente solicita la venta de boletos en un antiguo punto de venta de Racing. Entre los estadios se encuentra la esquina Diego Milito y Ricardo Bochini, llamada así por dos de las más grandes estrellas de los clubes. Las señales de la calle están ahí desde hace años, como si nada. Sólo se tacharon los nombres de Milito y Bochini: Bochini tachado con celeste, mientras que la leyenda de Racing Milito fue pintada de rojo. Un poco de rivalidad y ya.

Después del partido todavía hay un chofer del 98 misericordioso que te lleva de regreso al centro de Buenos Aires. Casi en frente del Congreso. El lugar: lleno de restos de la manifestación de la tarde. Se trataba de fracasos de la política. Y de alguna manera también del fútbol.

domingo, 26 de febrero de 2017

Entrevista a César Luis Menotti

Con la Argentina fue campeón mundial 1978 como entrenador; ahora distinguido por su trayectoria con el premio Bensemann 2009.

Versión en castellano de la entrevista publicada en la revista alemana Kicker, en septiembre de 2009.
Por PABLO ARO GERALDES


A los 70 años, César Luis Menotti está más vigente que nunca. Activo, como manager de Independiente, tiene una aguda mirada sobre el fútbol mundial. El entrenador campeón del mundo de 1978 elogia a España, critica el exitismo a cualquier precio, y habla del fútbol de varios países, entre ellos el alemán.

No es nuevo el vínculo de Menotti con Alemania. Conoció el país de joven y siempre estuvo relacionado (Puma, DPA...). Así lo cuenta: “En Alemania me siento cómodo y disfruto mucho; la gente estereotipa al alemán como alguien de personalidad rígida, fría, pero es un error. Aquí hay gente alegre, buenos amigos... y todo lo hacen bien: la ropa, los autos, la comida, la tecnología, el orden...”.

Su próximo viaje a Alemania será en octubre, para recibir el premio Bensemann por su trayectoria. Pero antes, dialogó con Kicker en Buenos Aires, la capital argentina.

-¿Ve partidos de la Bundesliga?
-A veces, cuando los horarios no coinciden con el fútbol de aquí.

-¿Cómo ve al fútbol alemán?
-Cuando hablan de Alemania se menciona el orden, la disciplina y la capacidad de trabajo pero no hablan del talento. ¿O Beckenbauer qué era? Alemania empezó a sufrir en su fútbol cuando dejaron de aparecer estos aventureros que le daban al orden ese salto de calidad y de belleza.
Alemania tiene un orden estructural de equipo, es una orquesta con un sonido muy bueno pero nunca dejó de tener a sus grandes solistas, como Müller, Overath, Breitner y tantos otros. Beckenbauer era un jugador superlativo, un artista. Entonces no confundamos el mensaje con la etiqueta del “orden”.

-¿Y ésta selección de Löw?
-Alemania tiene muy buenos jugadores, pero no aparecen esos futbolistas con la capacidad de la aventura. Jorge Luis Borges decía que la literatura es “orden y aventura”. El fútbol es igual: si sos todo orden sos un aburrido, y si sos todo aventura sos un caos. En el último Mundial Alemania tuvo un equipo más comprometido con la gente, pero le faltó ese salto que le puede dar un aventurero.

-De los jugadores alemanes actuales ¿a quiénes destaca?
-De la Selección, Schweinsteiger. Ballack me gusta, pero es más regulador del orden que aventurero, no es como el Iniesta del Barcelona, que hace lo mismo que él pero en los últimos 20 metros te aniquila. No mostró lo que hacía Littbarski, por ejemplo.

-Hace unos años nos dijo a Kicker que le gustaría la idea de que Beckenbauer sea Presidente de la FIFA. ¿Todavía le gustaría?
-Sí, lo dije. Pero también dije que hay dos Beckenbauer: el jugador de fútbol y el dirigente de un club. Yo lo que deseo es que él un día sea presidente de la FIFA pero como jugador, que tenga esa misma sensibilidad que demostró dentro de la cancha. La capacidad la tiene, es un hombre generoso y con mucha experiencia. Que esté más preocupado por defender la calidad y no la cantidad: él sabe, como jugador, que no se pueden jugar 80 partidos al año. A este gran producto de mercado que es el fútbol hay que defenderlo desde la calidad. ¿O Pavarotti podía cantar todos los días en cualquier teatro?

EL DEPORTE AMADO
-¿Por qué el fútbol fascina en todo el mundo, más que otros deportes?

-Conozco el deporte en España, en Francia, en Cuba... Soy un estudioso de esto. En una escuela de Rosario, mi ciudad, fui con el intendente y juntamos en el patio a unos 300 chicos. Les pregunté cuántos querían ser jugadores de básquet: cuatro. ¿Boxeadores? Uno. ¿Futbolistas? Todos. En la Argentina el fútbol es un hecho cultural que genera una máxima atracción, por eso nosotros tenemos la obligación de cuidarlo, de cuidar a los jóvenes de esta locura que los rodea. No soy tan inocente ni me hago el estúpido: ya sé que el fútbol es un negocio. Pero los negocios son diferentes. Negocio es qué pongo yo, qué ponés vos y cómo repartimos. Pero ¿qué pone el mundo de los negocios en el fútbol? Si yo quiero poner un bar tengo que empezar de cero, comprar todo, difundir la marca... Un club como Independiente tiene más de 100 años, ya está hecho. El fútbol es un producto único que se vende en el mundo entero, está impuesto, no hay que salir a venderlo. Y eso lo lograron los grandes futbolistas.
Yo puedo invertir dinero y construir un gran hotel que compita con los mejores, pero si quiero “inventar” un club, construir un estadio, le pongo de nombre “Deportivo Alegría”, salgo a competir con los mejores y me fundo. ¿Con qué cuenta la organización, que los hombres de negocios no tienen? Con un siglo de historia, con un producto impuesto.
En Inglaterra llega un jeque y compra un club, o en México, donde también son propiedad de las grandes empresas, pero acá es otra cosa, y el fútbol argentino merece un debate serio.

-¿Está anestasiada la sociedad?
-El poder económico, a través del poder político, ha producido una desculturización aterradora, que ha llegado al fútbol. Había una cultura, un estilo que en el nombre del modernismo se empezó a destruir. “Hay que ser moderno” en el fútbol, en la música, el arte... Parece que para ser moderno hay que matar a Mozart o a Beethoven. Si eso es el modernismo, prefiero ser antiguo como Mozart y no moderno como Julio Iglesias.

-¿Y aquello del fútbol de izquierda o de derecha?
-Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometido con la gente, el orgullo de la representatividad, el orgullo de la pertenencia... todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado. Cuando salía campeón del Inter con el catenaccio todos hablaban maravillas de eso, pero no decía que los tres equipos que habían descendido jugaban igual. El Inter tenía a Suárez, a Mazzola... jugadores que podían ganar con cualquier esquema. Pero si puedo elegir, me quedo con el Milan de Arrigo Sacchi, con la Holanda del 74... o con la misma Alemania de ese Mundial, que era un equipazo.

-¿Sigue pensando que la final del 74 fue el mejor partido que vio?
-Como exhibición de fútbol lo más grande que vi fue a Brasil de 1970. Pero como partido esa final del 74 tuvo todo: fue de ida y vuelta y protagonizado por dos equipos buenísimos.

-Este verano hubo mucho movimiento con Cristiano Ronaldo, con Robinho... Parece que los jugadores están en clubes fantásticos pero igual no están contentos. ¿Qué le parece? ¿Falta ética?
-A la misma plata, el que no disfruta del juego, sufre los cuestionamientos de toda la prensa que espera que él solo gane un partido, no es feliz, y se va a buscar otro horizonte. Pero si Robinho hubiera jugado en Barcelona, no se hubiera ido. Andá a ofrecerle a Iniesta que se vaya a jugar a Italia o Inglaterra... El rendimiento general de ese Madrid era muy malo.

-¿Cómo ve los 94 millones de euros que gastó el Real Madrid?
-Debe ser bueno, habrá que ver cómo juega. Siempre me gusta relacionar el fútbol con la música: un buen director, con regulares músicos puede hacer una orquesta afinada; con grandes músicos puede hacer una sinfónica. Un mal director con músicos regulares es horrible; con buenos músicos puede hacer una orquesta afinada. Los músicos son fundamentales. Es importante que Pellegrini tenga su tiempo de ensayo. Por ahora no me dicen nada. Hubo una época en la que Hollywood llevaba a Vittorio Gassman, Elizabeth Taylor, etc y las películas eran malísimas; tenían a grandes actores pero no había un buen guión.

ARGENTINA Y MARADONA
-¿Qué selecciones le agrada ver hoy?

-Holanda sigue insistiendo con su estilo, Rusia con Guus Hiddink ha hecho un buen juego. Alemania ha sido bastante generosa en el último Mundial.
Y sobre todo España que está eligiendo buenos jugadores. Hace veinte años dije en España que tenían que elegir si querían morir como un toro o como un torero. Si querían morir, porque podrían elegir el éxito, y ahí también cabe elegir si quieren terminar como un toro o un torero. Ahora resulta que después de tanto tiempo se acabó la Furia, lo peor que le pasó al fútbol español. España en el Mundial 98 jugó en el mediocampo con tres centrales (Nadal, Amor, Luis Enrique), tres defensivos. Ahora juegan con chiquititos, tiene una idea y parece que los periodistas están esperando que pierda para criticarla.

-¿Brasil? ¿Argentina?
-Nooo, Brasil y Argentina son una cosa increíble. Nosotros hacemos la historia y después la tiramos a la mierda. Siempre copiamos lo peor: estamos en un fútbol agresivo, vertical, confuso, atlético, de choque... Y en el fútbol brasileño sorprende ver las patadas que se dan... En los 60 viví en Brasil y me tocó ver a Pelé, Coutinho, Garrincha, Tostao, Didí... ¡Dios mío ¿Dónde están?!

-Hasta ahora pareciera que la conducción de Diego Maradona en la Selección Argentina está sustentada más en lo anímico que en lo futbolístico. ¿Es suficiente con ser gran un motivador?
-La motivación es una mentira. La única motivación es la del conocimiento. No lo puedo motivar a mi hijo para que vaya y pelee con Tyson, porque lo estaría matando. La selección tiene un problema muy serio y es que ni siquiera podemos saber qué es lo que quiere Maradona, porque no puede entrenar. Es difícil tener una idea clara de lo que Diego busca, porque no puede mostrarla. Entonces más que un entrenador es un “seleccionador”. En Europa es más fácil, por las distancias, pero acá no se puede. No lo estoy defendiendo, ni mucho menos. Maradona podrá demostrar su idea recién en el Mundial, cuando tenga un mes para armar el equipo.

-¿Por qué Argentina no supera los cuartos de final en los mundiales y Brasil sí?
-Brasil siempre ha tenido figuras que sostuvieron sus deficiencias colectivas: Romario, Ronaldo, Ronaldinho... Pero Argentina no; desde la salida de Maradona ha tenido buenos jugadores, pero no logró lo que se supone que puede dar Messi ahora. Ese tipo de jugadores genera algo especial: la gente va a ver a Messi, como pasaba con Maradona, y eso le quita peso al resto del equipo.

-Argentina tiene a Agüero, a Messi, a Tevez, fue campeón olímpico...
-Pero son muy jóvenes, su crecimiento lo hacen en Europa. Antes un capitán era Passarella, un tipo con una trayectoria en la selección. Ahora son pibes.

-Quién es el mejor jugador del mundo hoy?
-Iniesta.

-Fernando Torres decía que España campeón de Europa es algo bueno para el fútbol...
-¡Muy bueno!

-Bruckner, Capello, Hitzfeld, Lippi, Rehhagel, del Bosque. En Europa los DT de selecciones son hombres entrados en años. ¿Tiene explicación para esto?
-Es que el joven no tiene la fuerza para imponer su régimen de trabajo. Poner a un técnico de mucha personalidad es peligroso para ciertos dirigentes argentinos, pero se ve que hay países que todavía respetan el conocimiento de los mejores, sin importar su edad.

-¿Por qué regresó a Independiente?
-Hay una vieja historia con el club, donde recurrir a Menotti significa intentar reordenar una idea conceptual, valorizar jóvenes jugadores, porque el mercado no permite traer otros grandes. Veré si estoy a gusto, tratando de armar un equipo competitivo en el corto plazo; y más adelante pensar en la formación de jóvenes.

-Esto no significa que no quiera volver a entrenar...
-En absoluto. Tengo la potestad de elegir el próximo entrenador el año que viene.

-Si Américo Gallego no sigue, el paladar del hincha de Independiente querrá a Menotti...
-Pero esa será una resolución mía, no del club. Puedo presentar dos nombres de entrenadores y ellos elegirán. Falta un tiempo para eso.
Las páginas publicadas en Kicker
-El fútbol es...
-...espacio, tiempo y engaño. Suena a sencillo, pero hay que hacerlo. Y tiene cuatro acciones que se pueden enumerar fácilmente pero que también hay que llevar a la práctica: defender, recuperar la pelota, gestar jugadas y definir. Un fútbol complejo solamente lo hacen diferente los grandes jugadores, y los grandes entrenadores. El técnico tiene una idea y debe demostrar y convencer que a sus jugadores de que con esa idea lograrán la eficacia. Y después comprometer a la defensa de la idea. Son tareas que no se logran en dos días.

-Suele pregonar que se juega como se vive: los argentinos son pícaros, engañadores; los brasileños alegres; los alemanes poderosos; los ingleses estrucurados, etc. Sin embargo Italia, el país de la belleza, las artes, el diseño está identificado con un fútbol mezquino, especulador...
-Es increíble lo de Italia. Puede jugar tan bien o mejor que España, pero cuando apueste a los grandes jugadores que tiene. Cuando Italia jugó horrible y salió campeón mundial nadie dijo nada. Ahora que Italia sigue jugando igual pero no gana, lo critican por todos lados. Parece que el músculo no se discute, pero la inteligencia sí. Es un debate. Si Baggio está sentado en el banco tiene que esperar a que Del Piero ande mal para entrar... ¡¿Nunca va a entrar Baggio por Gattuso?!

-¿Un once de todos los tiempos?
-Quizá no tenga sentido comparar épocas. Pero sí puedo nombrar a los reyes: el primero fue Alfredo Di Stefano; después aparece Pelé, más tarde Cruyff y después Maradona. Después se produjo un vacío de esa corona: pudo ser Romario, Ronaldinho, Zidane, se desdibujan... aparece Cristiano Ronaldo, pero tampoco. Lo que sí hubo enormes príncipes detrás de los reyes: Beckenbauer, Platini, Laudrup...

-Había dicho que un día habrá un campeón mundial africano...
-Un Mundial tiene “participantes”, “protagonistas” y “candidatos”. Hasta ahora no se rompió nunca ese orden, los candidatos son los de siempre: Alemania, Brasil... Lo que sí es que está más cerca el día de que se rompa la hegemonía de los candidatos. Los africanos tienen un protagonismo muy grande, pero les cuesta, aunque tengan a grandes jugadores.

-¿Es acertada la elección de Sudáfrica?
-Tengo una visión diferente. Si es para difundir al fútbol, no me suena. Me parece que el Mundial se tiene que jugar en Italia, Argentina, Alemania, Brasil, Inglaterra, Holanda... Establecería ocho o diez escenarios privilegiados para el Mundial, no solamente elegir a países que tengan dinero. En estos países futboleros el jugador, puede ser por la exigencia del público, pero juega mejor. Yo vi en el Mundial de Corea y Japón que desde la tribuna no había un ambiente de exigencia hacia el futbolista.
El aficionado inglés tiene una manera de pensar el fútbol muy exigente. Y a la Premier League pueden ir futbolistas de todo el planeta, pero tienen que jugar como los ingleses quieren. Si no, se corre el riesgo de desculturizar al fútbol, que a favor del éxito a cualquier manera la liga inglesa termine siendo miserable. Hasta ahora está a resguardo, con conductores como Ferguson o Wenger que respetan la historia, y el público que exige. En la Argentina eso se perdió, cada vez hay más espectadores y menos público: antes del partido están las porristas mostrando el culo, como en el básquet de la NBA, los periodistas se meten en los vestuarios...

martes, 25 de septiembre de 2007

Top Race, el fútbol sobre ruedas

Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker China, en mayo de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES

¿Cuál es el segundo deporte argentino? La discusión pasa por el básquet (campeón olímpico y subcampeón mundial), el boxeo (larga historia y tradición de campeones mundiales) y el automovilismo (22 participantes en la Fórmula 1, y la figura sobresaliente de Fangio, 5 veces campeón).
Los fanáticos de los motores suman un argumento importante para ganar este debate: se unieron al fútbol. El 24 de abril (de 2005) debutó en el autódromo de la ciudad de Paraná la categoría “Top Race V6” donde participan equipos que representan a varios de los más populares clubes de fútbol. Por Boca Juniors están Ernesto Bessone (Mondeo TRV6) y Guillermo Ortelli (Vectra TRV6); mientras que River Plate corre con Juan María Traverso (C5 TRV6) y “Cochito” López (Mondeo TRV6).
Además está el ORO Racing Team que pone en pista el Vectra de Racing Club que conduce Emiliano Spataro; a Ariel Pacho que maneja un 156 rojo con el escudo de Independiente, y a Henry Martin, que guía un Mondeo pintado con los colores de San Lorenzo. Otros clubes que se sumaron a esta nueva pasión fueron Lanús, Nueva Chicago, Arsenal y Estudiantes de La Plata.
Se trata de autos de línea, los mismos que se pueden comprar en una agencia, pero con modificaciones realizadas en su totalidad en los talleres del Top Race, ya que el espíritu de la categoría es la igualdad de las máquinas, los equipos pueden trabajar muy poco sobre la puesta a punto de los vehículos. Así, se destaca principalmente la pericia de los pilotos.
El día del debut, el podio se vistió de azul y amarillo: ganó Ortelli, segundo fue Bessone y el tercer escalón del podio fue para Henry Martin, de San Lorenzo. Ortelli, es tetracampeón del Turismo Carretera (la categoría más popular y tradicional de la Argentina) y sobre todo un fanático de Boca Juniors, que cuando vio bajar la bandera a cuadros comenzó a cantar dentro del auto las canciones de los hinchas que suelen llenar el estadio La Bombonera.
Y al igual que en el fútbol, el gran derby es Boca – River. La versión mecánica está interpretada por Bessone y Traverso, históricos rivales en el automovilismo argentino.Los seguidores de las carreras sostienen firmemente la condición de “segundo deporte nacional” y algunos más osados se atreven a ponerlo por delante del fútbol. Se apoyan en un dato incontestable: cada fin de semana las carreras reciben más espectadores que la suma de los diez partidos de Primera División.Esta pasión recién comienza. ¿Se verán en el futuro carreras con los colores de Barcelona, Juventus o Bayern Munchen?





sábado, 25 de agosto de 2007

Diego Suárez: el futbolista más joven de América


Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker Arabia Saudita, en marzo de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

La Copa Libertadores es el torneo de clubes más importante de Sudamérica y en el que también participan equipos de México, como invitados. Esta es la edición 48ª pero sin embargo siempre hay lugar para records, para sorpresas...
El 31 de enero en el partido entre Blooming (Bolivia) y Santos (Brasil) se logró una nueva marca: el equipo boliviano alistó al volante defensivo Diego Suárez, de 14 años, 3 meses y 25 días. Batió así el record del argentino Sergio Agüero (hoy en Atlético Madrid) que vistió la camiseta de Independiente a los 15 años, en 2004.
Su debut conmocionó a los sudamericanos. El match disputado en Santa Cruz de la Sierra era parejo, pero a los 48 minutos los brasileños marcaron el 0-1 y el entrenador de Blooming sacó a Suárez y dispuso el ingreso de otro delantero. La noche terminó con derrota para el niño futbolista y sus compañeros, pero desde entonces todos quisieron conocer al Suárez, el dueño del record. Pese a su extrema timidez, Kicker dialogó con él:

Kicker: ¿Cómo tomaste la convocatoria para el partido?
Suárez: Un poco sorprendido y un poco asustado también. No voy a negarlo, tuve algo de miedo… Pero la oportunidad se presentó y no había más que poner todo en la cancha. Todos mis compañeros me apoyaron para salir adelante.
–¿Cómo fue el momento de comunicar la noticia a tus padres?
–Estuvieron todos muy contentos, orgullosos y felices de que a los 14 años pudiera debutar en la Copa Libertadores.
–¿Te imponen alguna condición para seguir en el fútbol?
–Que no deje de estudiar.
–Estás de vacaciones hasta mediados de marzo, ¿cómo imaginas el regreso a la escuela?
–Supongo que será normal, como cualquier otro año. Lo espero contento, me gusta compartir con mis amigos, compañeros, profesores…
–¿Tu nueva vida de jugador te cambió la relación?
–Sigo hablando con ellos pero últimamente es rara la vez en la que nos vemos, porque con los entrenamientos llego muy tarde a mi casa y debo descansar.
–Pero algo cambió durante este verano…
–No, creo que será lo mismo... Aunque en los próximos meses el club me dará una habitación o una casa en Santa Cruz de la Sierra para que viva allí. Eso significará una nueva escuela y nuevos compañeros. Mis padres viven en Pailón, a 50 kilómetros del campo de entrenamiento de Blooming, así que todos los días debía recorrer 100 kilómetros. Siempre solo, es muy cansador, aunque ya me había acostumbrado.
–¿Cuál es tu meta en el equipo, podrás consolidarte?
–Es lo que espero. Deseo superarme más, poder rendir dentro de la cancha…
–No terminabas de creer el llamado de Blooming que surgió la convocatoria a la Selección Sub 17…
–Uh, es algo que uno sueña desde niño pero cuando ocurre te llena de orgullo. Era mi deseo llegar a una selección y me siento muy a gusto.
–¿Cuáles son tus pasatiempos favoritos?
–Los de cualquier joven de 14 años: ver los canales deportivos y escuchar música, especialmente el reggetón, el ritmo de moda ahora en Santa Cruz.
–¿Cuánto conocías del Santos antes del partido contra ellos?
–Casi nada, sinceramente. Solamente oí hablar del Santos de Pelé, pero no podía imaginarlo.
–Peña, el entrenador de Blooming te encomendó la tarea de marcar a Zé Roberto, ¿sabías quién es, qué hizo?
–Ehh… uno de los mejores jugadores que tiene Brasil, que pasó por el Seleccionado y jugó en el Real Madrid. Algo me lo contaron después: el día del partido no lo sabía.
–¿Percibiste en la cancha la diferencia de edad con el resto de tus adversarios?
–Sí, es algo que se siente en lo físico, son más fuertes. Pero yo mido 1,75m y sé como pararme, cómo moverme. Esa diferencia no me atemorizó.

La revancha en Sao Paulo fue 5-0 a favor de Santos y el fin de la participación de Blooming en la Copa Libertadores 2007. Pero para Suárez será recordado como su primer viaje fuera de Bolivia.
Kicker: ¿Qué te ha dicho en técnico, seguirás jugando?
Suárez: Sí, en la liga boliviana tendré más oportunidades.
–¿A quiénes admiras?
–A Ronaldinho. Y en mi país a Limberg Gutiérrez. Es otra de las cosas que me hacen felices de jugar en Blooming: tenerlo de compañero y sentirlo como un amigo.
–Él tiene 30 años, ¿de qué hablan?
–Me da consejos de fútbol y de todo, es una persona muy importante para mí.
–¿Tienes un sueño máximo dentro del fútbol?
–Llegar a jugar en España, es una liga de alto nivel.

lunes, 23 de julio de 2007

Mauro Zárate, el pequeño Super Ratón

Versión en español de la entrevista publicada en la revista Saudi Kicker, en abril de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

La cantera del fútbol argentino parece inagotable. Año tras año surgen decenas de buenos futbolistas con proyección internacional. Pero el último, el goleador del Torneo Clausura con la camiseta de Vélez Sarsfield, tiene un apellido que suena a repetido: Zárate.
Mauro es el menor de cinco hermanos, cuatro de ellos futbolistas. Tiene 20 años y es el único que todavía vive junto a sus padres, en el suburbio oeste de Buenos Aires. Néstor, el mayor de los hermanos, no se dedicó al balón, pero a partir de Sergio, el más famoso, comenzó una dinastía. En la Argentina lo bautizaron “Super Ratón”, por su velocidad y diminuto tamaño. A fines de los años ’80 se hizo conocido en Vélez a fuerza de goles y goles. Pronto emigró a Alemania y se calzó la camiseta de Nürnberg, donde cambió su apodo por el de “Zaubermaus”. Sus cuatro años en la Bundesliga lo marcaron profundamente, lo hicieron más profesional. Después, concluyó su carrera en México y actualmente, retirado, acompaña a Diego Maradona en su gira mundial del Showball, una versión de futsal con paredes, donde la pelota nunca se detiene. Además, es el representante de Mauro.
Le siguen Ariel, que juega en Morón, en la tercera división argentina, después de pasar por varios equipos menores de España; y Rolando, que jugó en España, el Al Ittihad de Arabia Saudita en 2004 y ese mismo año fue goleador del Torneo Clausura argentino con Vélez, y hoy juega en Monterrey de México.
Kicker: Mauro, con esta herencia, ¿te podrías haber dedicado a otra cosa?
Mauro Zárate: No, imposible. No me imagino. Nunca en la vida se me cruzó nada más que ser jugador de fútbol.
–¿Y qué es lo mejor que te dio?
–Todo. Aunque también me sacó varios momentos de la infancia. El fútbol te da bienestar económico y la posibilidad de hacer lo que te gusta. Yo disfruto del fútbol todo el tiempo. Voy a entrenar con ganas ¡Eso es ir trabajar para mí! El fútbol debe ser el único trabajo que se puede disfrutar así.
–¿Y hay algo que no te guste?
–La gente, que a veces es injusta. Cuando insultan a un compañero, a un hermano, o a uno mismo.

Ya demostró largamente lo que vale: con sólo 19 años fue el goleador de un fútbol tan exigente como el argentino (12 goles en 19 matches). Por compromisos con su club no pudo integrar la Sub 20 en el Sudamericano, pero junto a Sergio Agüero y Lionel Messi podrá conformar el temible ataque albiceleste en el Mundial de Canadá. Además, recientemente recibió su primera convocatoria a la Selección Mayor: Alfio Basile, entrenador del equipo nacional lo va mezclando con los que tienen más experiencia y Zárate responde.Es uno de los mejores ejecutores de faltas de todo el continente y su pie derecho es dueño de una fineza que alcanza su esplendor en su exquisita pegada. Además, al no ser muy alto (mide 1,70 m) tiene su centro de gravedad bajo, lo que le mejora el equilibrio ante las faltas de los adversarios.
Kicker: Eres de los jugadores del fútbol argentino que más patean al arco desde todas las distancias, ¿tus compañeros te alientan o se enojan por eso?

–Ambas cosas. Me piden que no haga una jugada de más. Cuando paso al rival, no quieren que vuelva a enganchar. Pero siempre me animan para que le dispare al arco. Además, eso es parte de mi juego. Me siento con la confianza para encarar la meta todo el tiempo. Trato de ser punzante y de ir para adelante porque así obtienes la diferencia en el fútbol.
–¿A qué le atribuyes este buen momento?
–En el torneo anterior jugué todos los partidos. Eso era lo que pedía yo. Que me dieran minutos en la cancha, porque sabía que podía responder como lo estoy haciendo.
–¿Miras el fútbol extranjero?
–Mucho. Me encanta ver a los grandes jugadores. La táctica no la sigo tanto. Prefiero ver a Ronaldo realizando fantasías. También a Cristiano Ronaldo y a Robinho. Aunque hay grandes delanteros que son muy tácticos como Van Nistelrooy o Shevchenko, que proyectan mil diagonales por partido. Esos jugadores también hacen muchos goles y no tienen tanta fantasía como los otros.

–Ser goleador del fútbol argentino te da una gran proyección, más aún a los 20 años, ¿piensas ya en otro país?
–Si aparece una buena chance para irme, hablaré con Sergio, que es mi representante, y con Raúl Gámez, el presidente de Vélez Sarsfield.
–¿A qué llamas “una buena chance”?
–Una oferta de Italia, España, Alemania o Inglaterra. Son los torneos más lindos. Cualquier ofrecimiento de un club importante de esos países es para pensarlo. A veces dicen que el fútbol italiano es feo. Yo lo veo jugar a Kaká y me encanta. Del alemán y el inglés me gusta el ritmo y la velocidad con la que se juega. Y el español es muy parecido al argentino, así que me adaptaría muy bien.
–¿Conoces Alemania?
–Viví seis meses en Nürnberg, pero no puedo decir que la conozca. Me llevaron mis padres cuando tenía solamente tres años, mientras Sergio jugaba allí. Creo que dejó un buen recuerdo. Fue un jugadorazo, con velocidad y un freno que nunca vi. Él le abrió la puerta para los argentinos en Alemania.
–¿Sergio es tu consejero?
–Sí, y también Rolando, porque juega en mi mismo puesto, por la derecha del ataque. Salió campeón con Vélez y fue goleador. Ya entró en la historia del club.

Este puede ser un gran año para Mauro Zárate. Vélez avanza con chances en la Copa Libertadores; y con la Selección Argentina jugará el Mundial Sub 20. Después, el horizonte ya se imagina lejos de casa.



Mauro Zárate fue transferido al club Al Saad, de Qatar, por 22 millones de dólares. El 22 de julio de 2007 marcó el gol del trinufo albiceleste sobre la República Checa y conquistó el sexto título de Campeón Mundial Juvenil para la Argentina.

viernes, 29 de junio de 2007

Arabia Saudita: ¡El Sub 17 invicto en Argentina!

Versión en español del artículo publicado en la revista Saudi Kicker, en enero de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

Riyadh, Jiddah, Medina, Damman, Mecca... En Arabia Saudita el reloj marca las 2:00 AM del viernes. Mientras sus familias duermen, descansando para una nueva jornada de trabajo, un grupo de adolescentes juega al fútbol animadamente. Disfrutan del balón, ríen... Claro, están lejos de casa. En Buenos Aires, Argentina está por comenzar el verano y ellos aprovechan la última hora del sol para distenderse.
Son los chicos de la Selección Nacional U17, que visitaron Buenos Aires en virtud de un acuerdo entre el Ministerio de Deportes y Juventud del Reino de Arabia Saudita y la Secretaría de Deportes de la República Argentina. Fueron dos semanas de aprendizaje, de compartir experiencias en el país que fue dos veces campeón mundial (1978 y 1986) y cinco veces campeón mundial juvenil. Pero lo que se planificó como un viaje para recoger experiencias, terminó siendo un éxito deportivo: el equipo dirigido por Bandar Juithen empató 1-1 con la Selección Argentina U17, con los juveniles de River Plate (0-0), uno de los clubes más fuertes del país, y venció en la despedida a los jóvenes de Defensores de Belgrano (Segunda División).
Mientras tanto, la delegación saudita se alojó gratuitamente en el CENARD, el centro de alto rendimiento para atletas argentinos. “Fuimos el primer equipo árabe en llegar a Argentina por el acuerdo que firmaron los dos gobiernos, y por eso estamos muy contentos. Este es un gran centro de entrenamiento. Aquí nos trataron muy bien y queremos que esta experiencia sea útil para desarrollar nuestro fútbol”, sintetizó el entrenador.
Kicker: ¿En qué beneficiará al fútbol árabe esta visita?
Juithen: Estamos encarando un proyecto de dos años. Nuestros jugadores son muy jóvenes y, si bien son muy buenos técnicamente, necesitan mucho trabajo, mucho entrenamiento y muchos partidos contra rivales fuertes. Para eso estamos aquí.
-¿Por qué Argentina?
-Argentina es conocida en todo el mundo por su fútbol. Por eso, creemos que esta experiencia será enriquecedora para todos nosotros. Nuestros jugadores aprendieron mucho en los partidos disputados en Buenos Aires. Sabemos que mientras estemos en este increíble país, vamos a ir mejorando día a día.
-¿Pensaban salir invictos del partido contra la Selección Argentina?
-Fue importante, porque nos aportó experiencia. Sabíamos que la Selección Argentina es más fuerte pero planteamos el partido sin temores. Estamos muy conformes con lo realizado y muy agradecidos a Dios.
-Este es el primer viaje del equipo árabe a Argentina, ¿cómo seguirá este aprendizaje?
-Queremos que no sea la última visita. El clima en esta época del año es bastante parecido al de Arabia y el recibimiento que nos dieron fue muy cálido. Por eso, quiero agradecerle al gobierno argentino por hacer posible este acercamiento entre las dos culturas.

Los jóvenes árabes juegan mientras se desarrolla la entrevista. Abdusalam Segnawi, presidente de la delegación, toma la palabra: “Estos jóvenes estuvieron en varios países de Europa y Asia, pero esta estadía en Argentina es muy importante para todos. Por eso quiero agradecer públicamente a la Presidencia de la Juventud. Sultan ben Fahd y Nawaf ben Faisal pusieron mucho esfuerzo”.
Kicker: ¿Qué se llevan de Argentina?
Segnawi: Muchas vivencias, un gran contacto deportivo, el juego, el acercamiento entre los jugadores árabes y argentinos... Es una gran preparación para estos chicos que se acercan a la etapa competitiva; aquí se respira deporte.
-Estos partidos le habrán servido para evaluar, para comparar el nivel con un país teóricamente superior, como Argentina. ¿En qué escalón pone al fútbol árabe U17?
-No debemos olvidar que Arabia Saudita estuvo presente en las últimas cuatro Copas Mundiales de la FIFA, y que ganó tres veces la Copa Asiática de Naciones (1984, 1988 y 1996). En el pasado nos alegrábamos con llegar a competir, pero ya llegamos a un punto en el que queremos ganar. Llegamos a Buenos Aires con mucho respeto, pues la realidad indica que Argentina es una potencia mundial del fútbol. Y los partidos nos dieron una buena imagen, nos volvemos a casa sin derrotas, esto quiere decir que estamos creciendo y si Dios quiere seguiremos avanzando.
-¿Con qué estilo se identifican estos jóvenes?
-Con el latino, absolutamente. El fútbol inglés es muy respetado, lo mismo que el alemán. Pero estos chicos siente el juego de la misma manera que se vive en América Latina: se admira la habilidad, el regate... la alegría de jugar.
-¿Por eso tantos entrenadores de este lado del planeta van a su país?
-Tuvimos muchos técnicos brasileños, como Telé Santana, Carlos Alberto, Didí, ahora Paquetá al frente del Seleccionado Mayor...
-Y también los tuvieron argentinos...
-Claro, ¿cómo olvidarlo? Jorge Solari condujo a la Selección en su primer Mundial, en Estados Unidos 1994; y Gabriel Calderón consiguió la clasificación para Alemania 2006. Nos identificamos mucho con ellos.
-Estos chicos no estarán en el Mundial U17 de Corea del Sur (además del anfitrión clasificaron Japón, Corea del Norte, Siria y Tadjikistán), ¿podrán capitalizar su experiencia en Sudáfrica 2010?
-No lo creo, será muy prematuro. Pero sí imagino a estos chicos con posibilidades de destacarse en 2014. Ojalá ese Mundial se haga en Brasil, será una gran experiencia para ellos.

Los días en Buenos Aires serán inolvidables para estos jóvenes. Pudieron experimentar en su piel el calor del pueblo argentino cuando se trata de pasiones futboleras. Mientras entrenaban y jugaban en la capital argentina, se definió el campeonato local, con una final electrizante entre Estudiantes de La Plata y Boca Juniors. Serán inolvidables también porque se integraron a una rutina de trabajo propia de los jóvenes argentinos y porque muy pocos creían que tomarían el avión de regreso sin conocer la derrota.
Cuando el pequeño Leandro Basterrachea marcó el 1-0 para el U17 de Argentina, algunos pensaron que era imposible revertir el resultado. Pero en el descanso los rezos dieron más confianza al equipo árabe que terminó empatando por medio de su figura, el delantero Raqui Fallatah.
La tarde del 0-0 ante River Plate la estrella saudí fue Sultan Khalaf Mohamed, mediocampista.
Y la felicidad fue completa cuando Yahya Dagriri marcó el gol de la victoria sobre Defensores de Belgrano. Arabia Saudita vencía 2-1 (el primer gol del partido la había anotado Fallatah) y a 10 minutos del final los chicos locales tuvieron una gran chance con un penal, pero el arquero Abdullah Aldusari se lo detuvo a Cristian Platero.
Al concluir este último partido, los jóvenes compartieron bonitos momentos junto a sus anfitriones. Raúl Araya, Director Nacional de Deporte de Argentina anunció: “vamos a continuar desarrollando este convenio con Arabia Saudita a lo largo del año 2007”.“Esta visita fue muy positiva, porque todos saben lo importante que es la Argentina en el aspecto futbolístico. Estos partidos que jugamos fueron muy beneficiosos para el desarrollo y el crecimiento de nuestros jugadores, que son muy jóvenes y tienen una gran futuro”, sintetizó Segnawi, rodeado de personal de la embajada de Arabia Saudita y con la alegría de muchos de los miembros de la numerosa y querida comunidad árabe en la Argentina.

Saudi Arabia U17 National Team scores against argentine Defensores de Belgrano, in Buenos Aires.

martes, 19 de junio de 2007

Carlos Cavagnaro - El trotamundos del fútbol


Artículo publicado en la revista Kicker-China, en agosto de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES

El Salvador ya había quedado eliminado de la competición preliminar camino a Alemania 2006 y decidió dar un cambio de rumbo a su equipo nacional. Y convocó para esa tarea al argentino Carlos Cavagnaro, un entrenador de 59 años que acumula décadas de experiencia dirigiendo equipos de fútbol en países de las más diversas culturas.

En total, Cavagnaro dirigió partidos de fútbol en más de cien países recopilando anécdotas y vivencias como las que cuenta en esta divertida charla. Pero decenas de entrenadores recorrieron los rincones más lejanos y extraños del planeta llevando su enseñanza del balón. ¿Qué tiene de especial Carlos Cavagnaro?

La historia de su récord comienza a fines de los años 60, cuando era jugador juvenil de Vélez Sarsfield y sufrió una lesión que lo marginó definitivamente del juego. La noticia de los médicos era muy triste, pero decidió que nada lo separaría del fútbol y siguió trabajando en el club, como asistente del entrenador Victorio Spinetto, uno de los viejos maestros del fútbol argentino. Y muy pronto, en 1969, entraría al libro Guinness como el entrenador más joven de la historia, al tomar la conducción de Argentinos Juniors con 22 años.


En ese equipo, que debutó ante el gigante River Plate, hizo debutar a un chico de 18 años llamado José Pekerman, quien hoy es el entrenador de la selección argentina. Con el correr de los años se convirtió en su consejero y amigo. Y tenía un “colaborador” muy especial: entre los niños que recogían los balones al costado del campo había uno bajito y gordito que se llamaba Diego... Diego Maradona. “Los domingos era la mascota del equipo”, recuerda Cavagnaro.

Su estilo marcó un cambio. Además de sus conocimientos de fútbol, es un hombre de amplia cultura (es dueño de un colegio con extensión universitaria) y siempre aplicó la psicología en sus equipos: por sobre todas las cosas es un innovador, un motivador de los grupos.


Pasó a México, donde obtuvo dos diplomas, de entrenador y de árbitro, y a los 24 años comandó toda la organización deportiva de la UNAM, con 720 equipos a su cargo y al frente de 22 entrenadores. Lo curioso es que siempre daba órdenes a hombres más grandes que él.

Pasó por varios clubes de Argentina y marcó el debut de decenas de jugadores jóvenes, entre ellos Calderón y Anzarda, quienes hoy son los entrenadores de Arabia Saudita, equipo al que clasificaron para Alemania 2006.


Obtuvo también su título de director técnico en Inglaterra y recorrió el mundo descubriendo jugadores y llenando sus valijas de historias. Como cuando logró la medalla de bronce panamericana con Guatemala: “el gobierno nos premió con un viaje a las ruinas de mayas de Tikal. Como no iba ninguna línea aérea, fuimos en un avión del ejército: un Fokker en el que nos sentamos todos contra el fuselaje. En pleno tour, empezaron a sonar unas ametralladoras: los guerrilleros nos habían confundido con militares y nos salvamos de milagro”.


Tantos viajes y culturas diferentes dan como resultado vivencias inolvidables, como la que ocurrió en Moscú, en la época de Leonid Breznev: “Ya habíamos visto todos los museos y lugares históricos, y estábamos aburridos. Se nos ocurrió entonces armar un partido de fútbol informal en la plaza que estaba frente al hotel. Claro, era la Plaza Roja y estaba cubierta de nieve. El seis contra seis con el Kremlin de fondo fue inolvidable”.


-¿Qué alegrías le dio el fútbol?
-Muchas, algunas inmerecidas. Por ejemplo, cuando dirigía a Vélez Sarsfield fuimos de gira a Haití, donde nos esperaba el coche presidencial y una multitud en las calles, con banderas. Saludábamos a la gente y después nos enteramos que el pueblo no había ido a recibir a un equipo de fútbol, sino que creían que yo era el presidente de Argentina.


-¿Cómo fue su paso por Asia?
-Dirigí a la selección de Filipinas, en 1989. Y conseguimos la primera victoria de la historia, ante Vietnam.


-¿Estuvo en China?
-Sí, jugamos cuatro partidos con los filipinos, en cuatro ciudades diferentes.


-¿Qué recuerdos guarda?
-En lo futbolístico logramos que Filipinas marcara un gol después de 720 minutos. Pero la sensación más fuerte fue el día que visitamos la Gran Muralla, me temblaron los pies, estaba pisando seis mil años de historia...


-¿Qué conoce del fútbol chino?
-Mucho. Nada de lo que pasa es casualidad. Por esos años estaba surgiendo y hoy es una realidad: tiene fuerte presencia en los torneos juveniles, en el último Sub20 de Holanda mostró un equipo poderoso y hay buenas expectativas para el Sub17 en Perú. Entre los mayores, ya consiguió su primera participación en la Copa Mundial y estará ausente en 2006 por un extraño resultado entre Kuwait y Malasia, fue una eliminación injusta.


-¿Cómo ve el futuro?
-Li Weifeng y Li Tie ya exhibieron su poder en Inglaterra; Li Jinyu me gusta mucho y sobre todo Shao Jiayi, un artillero de clase internacional y lo demuestra en el Munich 1860. Si China logró semejante progreso cultural, industrial y deportivo, ¿cómo no va a crear un equipo de fútbol poderoso?

martes, 17 de abril de 2007

Gabriel Calderón - Nuevo DT de la Selección de Omán

Traducción del artículo publicado en la revista Kicker-Arabia Saudita, en abril de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES


La noticia llegó casi en silencio: a los 47 años, el argentino Gabriel Calderón se convirtió en el nuevo entrenador de la Selección de Omán, en reemplazo del local Hamad al Azzani, quien ejerció como coach interino tras la partida del checo Milan Macala.
Estará en el país vecino hasta 2010, pero Calderón no es un improvisado en la región: comandó al equipo nacional de Arabia Saudí desde noviembre de 2004 a diciembre de 2005, cuando luego de lograr la clasificación para Alemania 2006 sufrió una serie de derrotas ante Ghana y frente a Irak en los West Asian Games –en Qatar– y fue remplazado por el brasileño Marcos Paquetá.
La carrera de Calderón en el fútbol dice que jugó en Racing e Independiente, dos de los clubes más poderosos de Argentina, pero sus años más exitosos los vivió como centrocampista en Sevilla (España) y Paris St.Germain (Francia) antes de terminar en el fútbol suizo. Con la Selección Argentina jugó 24 partidos (1 gol) y se destaca su participación en las Copas del Mundo de España ’82 e Italia ’90, donde perdió la final ante Alemania.
Pero fue su título de Campeón Mundial Juvenil, en Japón ’79, el que marcó a fuego su ideología futbolística. Ese equipo era conducido por César Luis Menotti, el entrenador que el año anterior había ganado el primer mundial para Argentina. “César llegó a mi vida cuando yo era muy joven, es fundamental cómo enseña, cómo transmite y cómo uno recibe todo”, decía Calderón en diálogo con periodistas de su país. Es un seguidor convencido de los preceptos futbolísticos de Menotti: juego ofensivo, con respeto al balón, mentalidad ganadora.
Aunque su carrera como entrenador era corta (Caen de Francia y Laussane de Suiza), en 2004 le llegó la gran posibilidad: dirigir a Arabia Saudí. “Me formé bien desde abajo, siempre trabajando –narra Calderón–. Estuve en una escuela con Rafael Gordillo, aquel lateral del Real Madrid. Fueron siete años en los que llegué a lavar la ropa, además de entrenar. Después dirigí al Caen, al Lausanne, y desde hace más de seis años soy embajador de fútbol-base de la UEFA. Doy cursos junto al alemán Hansi Muller, el croata Boban y el búlgaro Alenikov. Y fui elegido por la FIFA como uno de los doce ex futbolistas que dan cursos a otros entrenadores. Fui a Arabia Saudí gracias al suizo Walter Gag: él le habló a Abdula Dabel, miembro honorífico de la FIFA, y me contrataron”.
Sabe que su trayectoria es corta, pero promete darle a Omán todo lo que vivió: “Quizá digan que no soy un gran entrenador. Pero con mi experiencia como jugador buscaré hacer lo mejor; siempre ofrezco lo máximo de mí”.
Su contacto con el fútbol de la región comenzó antes de dirigir a el equipo de Arabia Saudí: en 2003 fue observador del Mundial Sub20 en Emiratos Árabes Unidos y luego siguió la Copa del Golfo en Kuwait. Conoce el buen gusto futbolístico que hay en Medio Oriente, donde se prefiere el estilo brasileño o argentino antes que el europeo: “me gusta la forma en que ven el fútbol en los países de cultura árabe. El idioma que yo hablo es el del fútbol, un lenguaje universal que todos comprenden. Me adaptaré con facilidad al nuevo desafío”.
Pese a que los aficionados saudíes lo conocieron de cerca, pocos conocen la cara humanística de Calderón. A 8.000 kilómetros de Mascate, en un barrio muy pobre del suburbio de Buenos Aires, tiene una escuela de fútbol gratuita para los niños más humildes y huérfanos. “Allí siento que hago algo por mi gente –explica Calderón–. Es un proyecto que crecerá más rápido si algún club europeo me patrocina. Hasta ahora pongo todo yo, tenemos albergue y comida para treinta niños. Allí nadie tiene la seguridad de llegar a ser un futbolista profesional, pero yo les aseguro que vayan a la escuela y una formación deportiva digna”.
Ahora vienen desafíos más fuertes en la cancha. Los omaníes tuvieron un buen comienzo de 2007: llegaron a la final de la Copa del Golfo y perdieron ante los anfitriones de Emiratos Árabes Unidos 0-1, en Abu Dhabi. El DT argentino deberá mantener este perfil alto del equipo del sultanato. El bautismo será el 20 de junio: jugará un partido amistoso frente a Arabia Saudí, precisamente, en Malasia o Singapur.Luego llegará lo más fuerte. El 8 de julio irán a Bangkok, Tailandia, para enfrentar a Australia por la Copa Asiática de Naciones. Le seguirán los compromisos frente a Tailandia e Irak, el rival que hizo terminar su contrato saudí; será una gran posibilidad de desquite para Calderón.