“Se juega como se vive” suele remarcar César Luis Menotti, y es verdad.
Sin embargo, esta máxima tiene una excepción notable: Italia. Un país destacado por la pintura, el cine, la música, la moda, la arquitectura, la elegancia de sus automóviles, la belleza de sus mujeres y el diseño refinado, encuentra en el fútbol una antítesis especuladora, amarreta, antiestética…
En la imagen, el capitán Cannavaro intenta consolar al desolado Quagliarella. Pero que no lloren los italianos, ni las lágrimas merecen.
La pobre actuación en estos tres partidos fue parecida a la que mostraron en los arranques de los Mundiales 1982 y 2006… y demasiado premio se terminaron llevando con su maldito catenaccio.
Tan patas para arriba está el calcio que cuando se le quemaron todos los papeles, en ese momento en que cualquier equipo empezaría a tirar centros a la desesperada, ellos, sabiendo que no volverán a Roma con su Copa del Mundo, se acordaron tarde de que en este juego se puede triangular, tirar paredes y, sobre todo, ir al ataque.
Addio Italia. Sei fuori.
4 comentarios:
Moito malo, qué vergogna de Italia, sabía que los eslovacos le harían la diablura.
Moito malo, qué vergogna de Italia, sabía que los eslovacos le harían la diablura.
Sí, Pablo es cierto. Por qué no se animó antes? No se entiende...
Esta vez les ha faltado ese buen jugador que antes les definia llamese Baggio, Del Piero,Totti. Esta vez no tenian a nadie que pudiera asumir ese rol.
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