viernes, 19 de octubre de 2007

Argentina: la cantera interminable

Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker China, en marzo de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES

Se marcha Riquelme y surge Tevez. Se va Gallardo y aparece Aimar. Venden a Saviola y crece D’Alessandro. La cantera del fútbol argentino parece ser interminable.
¿Hay una receta para el surgimiento de tantos jugadores habilidosos? Parece una ironía, pero sí existe: la pobreza. Son muy pocos los casos de jugadores surgidos de familias con dinero, alumnos de escuelas importantes que se transformen en futbolistas. La pobreza estimula la picardía, la búsqueda de soluciones, estimula la inventiva. Y además, los niños de los barrios humildes juegan en terrenos irregulares, con piedras, pozos, lo que los obliga a un dominio más estrecho del balón. Así, desde muy pequeños, aprenden a transportar el balón junto al pie, cosa que se les hace más fácil cuando ingresan a un club con canchas de césped.
El fútbol argentino se divide en dos grandes filosofías: la de Menotti y la de Bilardo. La primera estimula el fútbol creativo, de ataque. La segunda da mayor importancia al resultado, sin reparar en cuestiones estéticas. Sin embargo, en la etapa juvenil, las principales escuelas parecen coincidir en que la táctica puede esperar, que lo primordial es desarrollar la técnica, la libertad para inventar. La disciplina se aprende después.
En los clubes que tradicionalmente tienen un perfil de formadores de talentos (Argentinos Jrs., Vélez Sarsfield, Newell’s Old Boys, River Plate, Rosario Central) lo primordial es el respeto por la pelota, el buen manejo. Es algo que se puede perfeccionar, pero no enseñar. Rubén Rossi fue zaguero de la Argentina campeón mundial juvenil, en 1979, y hoy es el responsable de todas las categorías juveniles de River Plate. Él explica que “a veces los entrenadores de inferiores cercenan el juego de los niños. El fútbol es una actividad que se aprende pero que no se enseña. Carlos Peucelle (antigua estrella de River) decía: ‘el fútbol es un futuro trabajo al que se llega jugando, y se pierde si se empieza trabajando’”.
Durante 2004 probaron suerte para ingresar a River 25.000 jóvenes entre 12 y 17 años. “Solamente incorporamos a 47; aquellos que ya sabían jugar”, detalla Rossi.Otro concepto que en River es casi una religión es el de no discriminar por tamaño: Gallardo, Aimar, Saviola, D’Alessandro son jugadores pequeños. Caniggia y Crespo, cuando llegaron, eran flacuchos que apenas superaban los 50 kilos. En otros clubes los hubieran rechazado, pero River apostó al talento y luego les mejoró la condición física.
En Rosario es diferente: los jugadores surgidos de Newell’s son altos y fuertes: Batistuta y Balbo son dos buenos ejemplos.
La estructura del fútbol argentino les permite mucha competición. Comienzan a los 13 años en Novena División y van subiendo temporada a temporada hasta la Cuarta, a los 18. Entonces ya estarán listos para ser incluidos en el equipo de Primera. Y debido al constante éxodo de figuras, el debut de los juveniles se está viendo cada vez más temprano, en un promedio de 19 años.
El máximo referente argentino en juveniles es José Pekerman, campeón mundial juvenil en 1995, 1997 y 2001. Por sus manos pasó el 90% de los jugadores que hoy integran el equipo nacional.
Su filosofía del fútbol juvenil es profunda y simple a la vez: “hay que volver a las fuentes, pensar en el jugador, darle más libertad. Con los menores de 17 no se puede ser tan exigente en lo táctico, recién están formando su personalidad. Por eso cuesta encontrar talentos con imaginación, como Riquelme. Es que empiezan a jugar muy velozmente en cancha grande y así pierden el manejo de la pelota. Todos quieren jugar torneos, ya nadie quiere jugar por el placer de jugar. Mi idea es recuperar la identidad argentina del futbolista: la capacidad técnica, la imaginación y la habilidad”.

Su olfato quedó a prueba: de los centenares de jugadores que tuvo, sólo unos pocos terminaron en fracaso y otros pocos tuvieron “refugio” ligas provinciales. La mayoría tiene dignas carreras en torneos importantes y un selecto grupo lleva el cartel de estrella internacional.

3 comentarios:

Álvaro dijo...

Saludos, gracias por la visita al Blog Carbonero. Un abrazo desde Uruguay y felicitaciones por la participación en la Revista Fox Sports...cuando quieras mandar unos ejemplares estamos a las órdenes...jejeje.

Anónimo dijo...

Buen post Pablo. Creo que Argentina nunca tendrá un campeonato de grandes estrellas, pero p0or contra, siempre podrá decir que su selección es competitiva y potente.


Soy José David López, es que no me aparece.

Anónimo dijo...

Resulta increíble como salen tantos talentos en Argentina. Y encima cada vez emigran antes a Europa.

un abrazo y muchas gracias por la visita a mi blog.