Pero hay una diferencia con todos los personajes citados: al nombrarlos como zurdos se hace referencia a su habilidad mayor en la mano izquierda, aunque en el caso de Maradona la zurdera se da en su pierna izquierda pero no en su mano. Aunque pocos hayan reparado en eso, para escribir, Maradona es diestro.
jueves, 29 de octubre de 2020
Maradona no es zurdo
Cuando se mencionan a los zurdos ilustres de la historia aparecen los nombres de Albert Einstein, Alejandro Magno, Julio César, Simón Bolívar, Charles Chaplin, Leonardo Da Vinci, Jimi Hendrix, Miguel Ángel, Bill Gates, Barack Obama… y Diego Maradona.
Pero hay una diferencia con todos los personajes citados: al nombrarlos como zurdos se hace referencia a su habilidad mayor en la mano izquierda, aunque en el caso de Maradona la zurdera se da en su pierna izquierda pero no en su mano. Aunque pocos hayan reparado en eso, para escribir, Maradona es diestro.
Pero hay una diferencia con todos los personajes citados: al nombrarlos como zurdos se hace referencia a su habilidad mayor en la mano izquierda, aunque en el caso de Maradona la zurdera se da en su pierna izquierda pero no en su mano. Aunque pocos hayan reparado en eso, para escribir, Maradona es diestro.
martes, 27 de octubre de 2020
Brasil, ni verde ni amarelo: azul y oro
Texto del libro Un siglo de Copa América
Aquel Sudamericano de disputó integramente de noche. Para el debut contra Perú en el Gasómetro de Boedo, a la hora del comienzo el árbitro chileno Alfredo Vargas se encontró con un imprevisto: ambas selecciones vestían de blanco (los peruanos con una franja roja). Así jugaron los primeros 45 minutos, ante el descontento del público y la confusión de los propios protagonistas En una solución de emergencia, los peruanos aceptaron un juego de casacas de San Lorenzo de Almagro para jugar el complemento. Brasil ganó 3-2.
Siete días después, el 3 de enero, debían enfrentar a Chile, que también usaba camiseta blanca. Sabedores de antemano de las dificultades visuales que un partido nocturno le sumaba a dos equipos con la misma casaca, y como era el único encuentro de esta edición pautado en la vieja cancha de Boca Juniors, para congraciarse con el público local aceptaron el ofrecimiento de lucir la histórica azul y oro. Les trajo suerte: aquella noche vencieron 6-4.
Brasil formó con Jurandir - Nariz, Jaú - Tunga, Brandão, Canalli (ST Afonsinho) - Roberto, Luizinho, Carvalho Leite (ST Niginho), Tim y Patesko.
Los goles "boquenses" los marcaron 1:0 Patesko (2' y 26'), Carvalho Leite (6'), Luizinho (30' y 35') y Roberto (68').
Brasil formó con Jurandir - Nariz, Jaú - Tunga, Brandão, Canalli (ST Afonsinho) - Roberto, Luizinho, Carvalho Leite (ST Niginho), Tim y Patesko.
Los goles "boquenses" los marcaron 1:0 Patesko (2' y 26'), Carvalho Leite (6'), Luizinho (30' y 35') y Roberto (68').
domingo, 25 de octubre de 2020
Conte Verde
Antes que el césped del Estadio Centenario, incluso antes que las canchas de Pocitos y el Parque Central, hubo una superficie que empezó a ser protagonista de la primera Copa del Mundo: la cubierta del transatlántico Conte Verde. Una historia para conocer la previa de Uruguay 1930.
Por PABLO ARO GERALDES
En 1930 Uruguay quedaba mucho más lejos de Europa. Llegar a Montevideo desde el Viejo Continente suponía dos semanas de travesía en barco, dejar todo lo conocido y aventurarse a cruzar el océano. Eso, sumado a la crisis económica mundial que había estallado en 1929, derivó en que la primera Copa del Mundo de la FIFA contara con apenas cuatro selecciones europeas entre las que no estarían España, ni Italia, ni Inglaterra, ni Alemania, ni Holanda.
Rebobinemos cinco semanas antes del puntapié inicial. Después de su exilio en Inglaterra, el 5 de junio de 1930, el rey Carol II de Rumania había sido coronado en Bucarest. Una de sus primeras decisiones para conseguir el favor de su pueblo -hoy la llamarían "populismo"- fue impulsar la participación de la selección rumana en la Copa del Mundo. Lo curioso es que todos los jugadores eran empleados de la compañía petrolera Câmpina, manejada por capitales ingleses. Todo fue contrarreloj y el plantel se concentró en Timisoara gracias a un permiso que les consiguió el propio rey para ausentarse por tres meses de sus puestos de trabajo (el fútbol todavía no era profesional). Una versión cuenta que Su Majestad compensaría "de su bolsillo" a Câmpina. Pero otra versión sostiene que el titular de la petrolera amenazó a los jugadores con despedirlos si se iban a Sudamérica, pero Carol II lo llamó y le advirtió que si no dejaba jugar a sus empleados en la Copa Mundial, él mismo se encargaría personalmente de cerrar la fábrica. Así, el propio rey formó el seleccionado y no solo eso: convenció al vecino Reino de Yugoslavia para que también mandara a una selección rumbo a Montevideo.
Los yugoslavos se entusiasmaron y se sumaron al torneo, pero no se embarcaron en el Conte Verde debido a una disputa geopolítica con Italia por el Trieste, región de población eslava sometida a una "italianización" y discriminada bajo el régimen fascista de Benito Mussolini. Por eso, en vez de abordar en Génova siguieron hasta Marsella, donde el 19 de junio iniciaron la travesía a bordo del SS Florida. Fueron los primeros en comenzar el largo viaje que incluyó una escala en Miami. Junto a ellos debían viajar los egipcios, pero llegaron tarde por una tormenta en el Mediterráneo y se tuvieron que volver a Alejandría: se perdieron el Mundial. Mandaron un cable con sus disculpas: el debut africano en la Copa quedaría para cuatro años más tarde.
Para entonces los rumanos habían iniciado su travesía ferroviaria el 16 desde Bucarest hacia Timisoara y luego hacia Italia: "Perdí dos noches en el tren a Génova. Los asientos eran realmente malos, simplemente mataron nuestros huesos. Pero valió la pena", recordaba Rudolph Wetzer, capitán de la selección rumana. Allí, en Génova, el 19 de junio entraría en escena el Conte Verde, el barco más destacado en la historia del fútbol, el protagonista de estas líneas. Su importancia fue tal que vale resumir sus primeros años: había sido montado a comienzos de los años 1920s en los astilleros William Beardmore & Co en Dalmuir, Escocia, y en 1923 pasó a brindar servicios en la compañía naviera Lloyd Sabaudo de Génova, para unir ese puerto italiano con New York. Llevaba el apodo de Amedeo VI de Savoia (conocido como el conde verde), fallecido en 1383, para quien el color verde era portador de buena fortuna.
Lo operaba una tripulación de cuatrocientas personas; medía 180 metros de eslora y 22,6 de manga. Podía desplegar una velocidad de 18,5 nudos, propulsado por turbinas a vapor, y desplazar 18.760 toneladas. Un transatlántico monumental.
Artesanos y artistas italianos habían sido contratados desde Florencia para decorar los salones de primera clase. Toda la ornamentación resplandecía con el estilo de los palacios renacentistas. Tenía capacidad para 450 pasajeros en primera clase, 200 en segunda y también 1780 en los llamados "camarotes de los emigrantes". Claro, luego de la primera Guerra Mundial una fuerte ola migratoria partía de Italia hacia América: Estados Unidos, México, Venezuela, Brasil, Uruguay y la Argentina eran los destinos que recibían con los brazos abiertos a los europeos. Luego de viajar a New York, cambió su destino final hacia Buenos Aires. Esos pasajes económicos eran los más requeridos por quienes dejaban todo en su tierra ya tomada por el fascismo para venir a "hacerse la América" con la esperanza de un día regresar a la patria natal. La mayoría hizo un viaje de ida y echó raíces de este lado del Atlántico.
Pero el cruce transtlántico más importante de su historia lo hizo en 1930 rumbo a Montevideo, con sesenta futbolistas, tres árbitros, un rey y un trofeo.
Los rumanos navegaron unas horas desde Génova hasta Villefranche-sur-mer, puerto francés pegado a Niza, donde el Conte Verde hizo su primera escala. Allí, el 21 de junio se les sumó la delegación de Francia que la noche anterior había partido en tren desde París. Junto a la selección iban el presidente de la FIFA Jules Rimet con su hija, dos árbitros (el francés Thomas Balway y el belga Henri Christophe) y un trofeo alado llamado 'Victoire' (victoria), obra del escultor francés Albert Lafleur, destinado al vencedor. Se componía de una copa octagonal, sostenida por una figura alada representando a Niké, la diosa griega de la victoria. Ese que en cuarenta días habría de resplandecer en las manos de los primeros campeones del mundo.
Claro, después de que el francés Rimet bregara tanto por la realización del campeonato mundial, el seleccionado del gallito no podía estar ausente. Sus jugadores, todavía amateurs, necesitaron permisos diversos de sus empleadores. El arquero Alex Thépot lo consiguió a último momento gracias a una licencia excepcional de la Administración de Aduanas; el joven mediocentro Marcel Pinel hacía el servicio militar y consiguió otro permiso especial como "enviado extraordinario del cónsul francés en Uruguay", todo gracias a una última intervención del Quai d'Orsay (cancillería) ante el Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Tampoco podía faltar Bélgica, impulsada por Rudolf Seedrayers, vicepresidente de la FIFA. Así, ese 22 de junio el Conte Verde siguió su derrotero hacia el sudoeste y ancló en Barcelona, donde se sumaron la Selección de Bélgica y el árbitro John Langenus, también belga, que acabaría dirigiendo la final del certamen.
El buque puso proa hacia el estrecho de Gibratar y al pasar ante Algeciras dejó el Mediterráneo para adentrarse en el Atlántico.
Por PABLO ARO GERALDES
En 1930 Uruguay quedaba mucho más lejos de Europa. Llegar a Montevideo desde el Viejo Continente suponía dos semanas de travesía en barco, dejar todo lo conocido y aventurarse a cruzar el océano. Eso, sumado a la crisis económica mundial que había estallado en 1929, derivó en que la primera Copa del Mundo de la FIFA contara con apenas cuatro selecciones europeas entre las que no estarían España, ni Italia, ni Inglaterra, ni Alemania, ni Holanda.
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Rey Carol II de Rumania |
El entrenador era Costel Rădulescu, un veterano de la Primera Guerra Mundial y que, más tarde, estaría entre los fundadores de la Federación Rumana de Fútbol.
Los yugoslavos se entusiasmaron y se sumaron al torneo, pero no se embarcaron en el Conte Verde debido a una disputa geopolítica con Italia por el Trieste, región de población eslava sometida a una "italianización" y discriminada bajo el régimen fascista de Benito Mussolini. Por eso, en vez de abordar en Génova siguieron hasta Marsella, donde el 19 de junio iniciaron la travesía a bordo del SS Florida. Fueron los primeros en comenzar el largo viaje que incluyó una escala en Miami. Junto a ellos debían viajar los egipcios, pero llegaron tarde por una tormenta en el Mediterráneo y se tuvieron que volver a Alejandría: se perdieron el Mundial. Mandaron un cable con sus disculpas: el debut africano en la Copa quedaría para cuatro años más tarde.
Para entonces los rumanos habían iniciado su travesía ferroviaria el 16 desde Bucarest hacia Timisoara y luego hacia Italia: "Perdí dos noches en el tren a Génova. Los asientos eran realmente malos, simplemente mataron nuestros huesos. Pero valió la pena", recordaba Rudolph Wetzer, capitán de la selección rumana. Allí, en Génova, el 19 de junio entraría en escena el Conte Verde, el barco más destacado en la historia del fútbol, el protagonista de estas líneas. Su importancia fue tal que vale resumir sus primeros años: había sido montado a comienzos de los años 1920s en los astilleros William Beardmore & Co en Dalmuir, Escocia, y en 1923 pasó a brindar servicios en la compañía naviera Lloyd Sabaudo de Génova, para unir ese puerto italiano con New York. Llevaba el apodo de Amedeo VI de Savoia (conocido como el conde verde), fallecido en 1383, para quien el color verde era portador de buena fortuna.
Lo operaba una tripulación de cuatrocientas personas; medía 180 metros de eslora y 22,6 de manga. Podía desplegar una velocidad de 18,5 nudos, propulsado por turbinas a vapor, y desplazar 18.760 toneladas. Un transatlántico monumental.
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Fotografía de 1923 |
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El confortable jardín de invierno del barco. |
Pero el cruce transtlántico más importante de su historia lo hizo en 1930 rumbo a Montevideo, con sesenta futbolistas, tres árbitros, un rey y un trofeo.
Los rumanos navegaron unas horas desde Génova hasta Villefranche-sur-mer, puerto francés pegado a Niza, donde el Conte Verde hizo su primera escala. Allí, el 21 de junio se les sumó la delegación de Francia que la noche anterior había partido en tren desde París. Junto a la selección iban el presidente de la FIFA Jules Rimet con su hija, dos árbitros (el francés Thomas Balway y el belga Henri Christophe) y un trofeo alado llamado 'Victoire' (victoria), obra del escultor francés Albert Lafleur, destinado al vencedor. Se componía de una copa octagonal, sostenida por una figura alada representando a Niké, la diosa griega de la victoria. Ese que en cuarenta días habría de resplandecer en las manos de los primeros campeones del mundo.
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Placa conmemorativa de la partida del seleccionado francés en el puerto de Villefranche-sur-mer. |
Tampoco podía faltar Bélgica, impulsada por Rudolf Seedrayers, vicepresidente de la FIFA. Así, ese 22 de junio el Conte Verde siguió su derrotero hacia el sudoeste y ancló en Barcelona, donde se sumaron la Selección de Bélgica y el árbitro John Langenus, también belga, que acabaría dirigiendo la final del certamen.
Aviso de la naviera Lloyd Sabaudo en el diario español La Época: anunciaba la escala en Barcelona para el 22 de junio. |
El buque puso proa hacia el estrecho de Gibratar y al pasar ante Algeciras dejó el Mediterráneo para adentrarse en el Atlántico.
Cuenta el diario catalán La Vanguardia: “Los rumanos nos sorprendieron por sus dotes cantoras. Cada vez que iniciaban un concierto bajo la dirección de su delantero centro, los pasajeros abandonaban los salones para asistir a aquel refinamiento artístico”. El árbitro Langenus recordó que "los franceses se adueñaron de un rincón del barco al que bautizaron Montmartre y se distraían con canciones de Maurice Chevalier”. La música era un buen pasatiempo entre las olas.
De jugar al fútbol, ni hablar, pero... ¿cómo mantenían la forma física? El cruce del océano duró diez días, en los que los tres equipos se turnaban en sesiones de entrenamiento en la lujosa cubierta. Peculiares ejercicios a babor, movimientos para que el cuerpo no se entumeciera a estribor: algunos trotes, salto de soga y poco más. La pelota solamente se usaba para prácticas de mano, coordinación y ya. “Solo se nos cayó un balón al agua”, apuntó el delantero rumano Rudolf Wetzer, que además de ser el único profesional y capitán del equipo, estaba encargado junto a Octav Luchide de armar los entrenamientos, bajo las órdenes de técnico Costel Rădulescu.
El delantero francés Lucien Laurent no imaginaba por entonces que pasaría a la historia por marcar el primer gol de la historia de las Copas del Mundo. Se limitaba a trotar con sus compañeros, como contó años después: "No se habló de tácticas ni nada de eso, simplemente corríamos alrededor de la cubierta. Corriendo, corriendo todo el tiempo. Abajo hacíamos ejercicio: estirar, saltar, subir escaleras, levantar pesas. También había una piscina que todos usamos hasta que el clima se enfrió. Y nos entreteníamos con un acto de comedia o un cuarteto de cuerda. Era como un campamento de vacaciones. Realmente no nos dimos cuenta de la enorme magnitud de por qué íbamos a Uruguay. Hasta años después no apreciamos nuestro lugar en la historia. Fue solo aventura. Éramos hombres jóvenes divirtiéndonos. El viaje en el Conte Verde tomó 15 días. Fueron 15 días muy felices".
El diario de a bordo del comandante Amedeo Pinceti es un tesoro invaluable a la vez que un romántico retrato de época. Un fragmento de su bitácora: "...una larga travesía que en esta ocasión ha estado acompañada por vientos favorables y en la que en referencia al tiempo no ha acontecido ningún hecho reseñable. Aunque Neptuno y Eolo nos han tendido una alfombra roja hasta Montevideo, he de reconocer que para mí este no ha sido un viaje más, puesto que tengo la sensación de que esta travesía perdurará en el tiempo, más aún al repasar mis conversaciones con un distinguido tripulante: el señor Jules Rimet. He de reconocer que este caballero francés me ha dejado huella, y eso que a bordo del Conte Verde han viajado insignes personajes. De entre ellos destacaría especialmente a Carlos Gardel, que en 1928, acompañado por los guitarristas Barbieri y Aguilar, me pidió que detuviera la marcha de las máquinas e invitara a todos los pasajeros y a la tripulación a rendir un silencioso homenaje de pesar al escritor argentino Ricardo Güiraldes (cuyos restos mortales regresaban de París para ser sepultados en el pueblo bonaerense de San Antonio de Areco). Un genio como cantante y como persona, un tipo fascinante este Gardel. Al igual que el Sr. Rimet, el caballero que ha organizado ese curioso torneo que se disputará en Montevideo, que despierta gran curiosidad en mí y me tiene realmente expectante. Expectante porque desde que zarpamos de Génova me fueron sorprendiendo las historias que rodean a estos futbolistas".
Pinceti le hablaba a Rimet de Gardel, pero el presidente de la FIFA, que también era admirador del Zorzal Criollo, le insistía que el navío sería más recordado por el viaje hacia la primera Copa del Mundo que por las anécdotas con el cantante. "Pese a que le he preguntado en más de una ocasión por las significativas ausencias de selecciones europeas como Inglaterra, Italia o España, (Rimet) sigue firme en su convencimiento de que está a punto de hacer historia. Para él pesó más lo costoso y largo de la travesía pocos meses después del derrumbe bursátil de Wall Street y la obstinada resistencia de la FA a sumarse a un proyecto imparable, que el propio hecho futbolístico de afrontar una competición Mundial. Un Mundial a disputar en un lejano país que con sus exhibiciones en Colombes y Ámsterdam se ha situado geográficamente en el planeta", escribió Pinceti.
El cruce del Atlántico llevó más escalas: Lisboa, la isla portuguesa de Madeira, Canarias... Al cruzar el Ecuador, hubo fiesta con el tradicional "bautismo de Neptuno" y los futbolistas también se sumaron. La última parada antes de llegar fue el 2 de julio, en Río de Janeiro, donde se incorporó el plantel brasileño.
El diario de Pinceti da para escribir un libro entero, vale repetir otros pasajes de su manuscrito: "...Curioso este deporte y estos futbolistas que viajan con un equipaje lleno de zapatos de cuero hasta los tobillos, que cada día lustran con grasa antes de entrenar en la cubierta. Ese puente y esa cubierta de la que se han quejado pero que, hablando de barcos, para mí es lo mejor de Europa. En este barco tienen un gimnasio, es posible pasear, practicar deportes y hacer otras actividades y diversiones. Incluso en la tercera clase -aquella de los inmigrantes- se viaja en camarote y se dispone de agua corriente". Y sigue: "Pintorescos personajes sobre los que de no conocer de antemano su vínculo con el deporte los podría haber confundido con alguno de nuestros fornidos carboneros o algún estibador del muelle. Hombres fuertes, algo por otra parte lógico, puesto que para tener el coraje suficiente como para pegarle con la cabeza al pétreo balón de cuero con el que juegan, dotado de una aparatosa costura exterior, hay que tenerlos muy bien puestos. O como mucho y tal y como me reveló el jugador francés Luciente Laurent, tener el suficiente ingenio como para jugar con una boina rellena con papel de periódico. Buen tipo este Laurent, listo donde los haya y al que le deseo mucha suerte".
El belga Langenus era uno de los personajes distinguidos de la travesía. Así lo recuerda el comandante Pinceti: "Un tipo peculiar, culto, elegante, políglota y periodista, con el que he mantenido alguna que otra conversación interesante y al que he observado entrenar con un curioso uniforme: chaqueta, corbata oscura, camisa blanca, pantalones bombachos, zapatos que le llegan a los talones y medias negras que cubren la valenciana del pantalón, todo ello rematado con una gorrita muy peculiar".
Pierre Billotey, periodista enviado especial de Le Journal, transmitía sus crónicas a París por clave morse y daba cuenta de la travesía. Estas notas eran replicadas por periódicos belgas y rumanos, que iban sumando su atención.
Durante los festejos del cruce del Ecuador, Pinceti tuvo otra larga tertulia con Rimet, en la que el presidente de la FIFA le confesó que estaba a punto de ver cumplido su sueño, "un sueño por el que había luchado firmemente y jamás podría llevar a cabo si la Asociación Uruguaya de Fútbol no se hubiera comprometido a correr con todos los gastos, tanto de la travesía como del alojamiento de todos los participantes. Una garantía que sumada al hecho del reparto de los posibles beneficios, más el compromiso de las pérdidas, en caso de déficit, que asumiría Uruguay, han hecho viable un evento de la enorme trascendencia histórica y deportiva. Por ello Rimet se sentía muy ilusionado y me repetía de forma incesante que el Conte Verde pasaría a la historia por ser el barco encargado de llevar a bordo la estatuilla de “Alas doradas” que custodiaba con tanto interés", rememora el comandante.
El 4 de julio, con cinco horas de retraso respecto a la hora estipulada, el Conte Verde atracaba en el puerto de la capital de la República Oriental del Uruguay. El recibimiento fue multitudinario. En Montevideo ya los esperaban los yugoslavos, así como los mexicanos y estadounidenses que habían viajado juntos (los aztecas hicieron primero el trayecto Veracruz - La Habana - New York, donde se unieron al equipo USA y embarcaron en el SS Munargo).
Tras el arribo, Rimet fue invitado a una audiencia personal con el presidente uruguayo Juan Campistegui.
Concluía así el viaje más recordado del imponente transatlántico. Y en tal sentido lo dejó reflejado su máxima autoridad:
"Tengo la sensación de que esta no será una singladura más, de que estas líneas en mi 'Diario de a bordo' atestiguarán un hecho histórico para el deporte y para la humilde historia del SS Conte Verde y su capitán, el que suscribe y firma este conglomerado de experiencias y emociones"
LAS SELECCIONES "PASAJERAS" DEL CONTE VERDE EN LA COPA DEL MUNDO 1930
No les tocó cruzarse en la Copa, los cuatro seleccionados participaron en diferentes grupos y no lograron avanzar a semifinales (solamente pasaban los ganadores de cada zona). Francia y Bélgica, en simultáneo, abrieron el mundial: los franceses vencieron 4-1 a México en la cancha de Peñarol, en Pocitos, mientras los belgas cayeron 0-3 ante los Estados Unidos en el Parque Central, reducto de Nacional.
En el Grupo A, Francia continuó su estancia en Montevideo con dos derrotas ante Argentina y Chile, ambas por 0-1. En el Grupo B Brasil debutó perdiendo 1-2 con Yugoslavia, venció luego 4-0 a Bolivia pero no le alcanzó para avanzar.
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Belgas, franceses y rumanos posaron juntos en la cubierta. En el medio, con boina, Jules Rimet junto al capitán Amedeo Pinceti. |
El delantero francés Lucien Laurent no imaginaba por entonces que pasaría a la historia por marcar el primer gol de la historia de las Copas del Mundo. Se limitaba a trotar con sus compañeros, como contó años después: "No se habló de tácticas ni nada de eso, simplemente corríamos alrededor de la cubierta. Corriendo, corriendo todo el tiempo. Abajo hacíamos ejercicio: estirar, saltar, subir escaleras, levantar pesas. También había una piscina que todos usamos hasta que el clima se enfrió. Y nos entreteníamos con un acto de comedia o un cuarteto de cuerda. Era como un campamento de vacaciones. Realmente no nos dimos cuenta de la enorme magnitud de por qué íbamos a Uruguay. Hasta años después no apreciamos nuestro lugar en la historia. Fue solo aventura. Éramos hombres jóvenes divirtiéndonos. El viaje en el Conte Verde tomó 15 días. Fueron 15 días muy felices".
El diario de a bordo del comandante Amedeo Pinceti es un tesoro invaluable a la vez que un romántico retrato de época. Un fragmento de su bitácora: "...una larga travesía que en esta ocasión ha estado acompañada por vientos favorables y en la que en referencia al tiempo no ha acontecido ningún hecho reseñable. Aunque Neptuno y Eolo nos han tendido una alfombra roja hasta Montevideo, he de reconocer que para mí este no ha sido un viaje más, puesto que tengo la sensación de que esta travesía perdurará en el tiempo, más aún al repasar mis conversaciones con un distinguido tripulante: el señor Jules Rimet. He de reconocer que este caballero francés me ha dejado huella, y eso que a bordo del Conte Verde han viajado insignes personajes. De entre ellos destacaría especialmente a Carlos Gardel, que en 1928, acompañado por los guitarristas Barbieri y Aguilar, me pidió que detuviera la marcha de las máquinas e invitara a todos los pasajeros y a la tripulación a rendir un silencioso homenaje de pesar al escritor argentino Ricardo Güiraldes (cuyos restos mortales regresaban de París para ser sepultados en el pueblo bonaerense de San Antonio de Areco). Un genio como cantante y como persona, un tipo fascinante este Gardel. Al igual que el Sr. Rimet, el caballero que ha organizado ese curioso torneo que se disputará en Montevideo, que despierta gran curiosidad en mí y me tiene realmente expectante. Expectante porque desde que zarpamos de Génova me fueron sorprendiendo las historias que rodean a estos futbolistas".
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Un rato de esparcimiento para el seleccionado belga. |
Pinceti le hablaba a Rimet de Gardel, pero el presidente de la FIFA, que también era admirador del Zorzal Criollo, le insistía que el navío sería más recordado por el viaje hacia la primera Copa del Mundo que por las anécdotas con el cantante. "Pese a que le he preguntado en más de una ocasión por las significativas ausencias de selecciones europeas como Inglaterra, Italia o España, (Rimet) sigue firme en su convencimiento de que está a punto de hacer historia. Para él pesó más lo costoso y largo de la travesía pocos meses después del derrumbe bursátil de Wall Street y la obstinada resistencia de la FA a sumarse a un proyecto imparable, que el propio hecho futbolístico de afrontar una competición Mundial. Un Mundial a disputar en un lejano país que con sus exhibiciones en Colombes y Ámsterdam se ha situado geográficamente en el planeta", escribió Pinceti.
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La selección francesa, camino a Montevideo. |
El diario de Pinceti da para escribir un libro entero, vale repetir otros pasajes de su manuscrito: "...Curioso este deporte y estos futbolistas que viajan con un equipaje lleno de zapatos de cuero hasta los tobillos, que cada día lustran con grasa antes de entrenar en la cubierta. Ese puente y esa cubierta de la que se han quejado pero que, hablando de barcos, para mí es lo mejor de Europa. En este barco tienen un gimnasio, es posible pasear, practicar deportes y hacer otras actividades y diversiones. Incluso en la tercera clase -aquella de los inmigrantes- se viaja en camarote y se dispone de agua corriente". Y sigue: "Pintorescos personajes sobre los que de no conocer de antemano su vínculo con el deporte los podría haber confundido con alguno de nuestros fornidos carboneros o algún estibador del muelle. Hombres fuertes, algo por otra parte lógico, puesto que para tener el coraje suficiente como para pegarle con la cabeza al pétreo balón de cuero con el que juegan, dotado de una aparatosa costura exterior, hay que tenerlos muy bien puestos. O como mucho y tal y como me reveló el jugador francés Luciente Laurent, tener el suficiente ingenio como para jugar con una boina rellena con papel de periódico. Buen tipo este Laurent, listo donde los haya y al que le deseo mucha suerte".
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Otra toma de la selección francesa. |
Pierre Billotey, periodista enviado especial de Le Journal, transmitía sus crónicas a París por clave morse y daba cuenta de la travesía. Estas notas eran replicadas por periódicos belgas y rumanos, que iban sumando su atención.
Durante los festejos del cruce del Ecuador, Pinceti tuvo otra larga tertulia con Rimet, en la que el presidente de la FIFA le confesó que estaba a punto de ver cumplido su sueño, "un sueño por el que había luchado firmemente y jamás podría llevar a cabo si la Asociación Uruguaya de Fútbol no se hubiera comprometido a correr con todos los gastos, tanto de la travesía como del alojamiento de todos los participantes. Una garantía que sumada al hecho del reparto de los posibles beneficios, más el compromiso de las pérdidas, en caso de déficit, que asumiría Uruguay, han hecho viable un evento de la enorme trascendencia histórica y deportiva. Por ello Rimet se sentía muy ilusionado y me repetía de forma incesante que el Conte Verde pasaría a la historia por ser el barco encargado de llevar a bordo la estatuilla de “Alas doradas” que custodiaba con tanto interés", rememora el comandante.
Los capitanes Pierre Braine (Bélgica), Alexandre Villaplane (Francia) y Emerich Vogl (Rumania). |
El 4 de julio, con cinco horas de retraso respecto a la hora estipulada, el Conte Verde atracaba en el puerto de la capital de la República Oriental del Uruguay. El recibimiento fue multitudinario. En Montevideo ya los esperaban los yugoslavos, así como los mexicanos y estadounidenses que habían viajado juntos (los aztecas hicieron primero el trayecto Veracruz - La Habana - New York, donde se unieron al equipo USA y embarcaron en el SS Munargo).
Tras el arribo, Rimet fue invitado a una audiencia personal con el presidente uruguayo Juan Campistegui.
Jules Rimet desembarca en Montevideo. |
"Tengo la sensación de que esta no será una singladura más, de que estas líneas en mi 'Diario de a bordo' atestiguarán un hecho histórico para el deporte y para la humilde historia del SS Conte Verde y su capitán, el que suscribe y firma este conglomerado de experiencias y emociones"
Amedeo Pinceti, comandante del transatlántico SS Conte Verde, 1930
Antes de empezar el mundial, en suelo montevideano y a modo de entrenamiento, Francia venció en un amistoso informal a Rumania por 5-2.
LAS SELECCIONES "PASAJERAS" DEL CONTE VERDE EN LA COPA DEL MUNDO 1930
No les tocó cruzarse en la Copa, los cuatro seleccionados participaron en diferentes grupos y no lograron avanzar a semifinales (solamente pasaban los ganadores de cada zona). Francia y Bélgica, en simultáneo, abrieron el mundial: los franceses vencieron 4-1 a México en la cancha de Peñarol, en Pocitos, mientras los belgas cayeron 0-3 ante los Estados Unidos en el Parque Central, reducto de Nacional.
En el Grupo A, Francia continuó su estancia en Montevideo con dos derrotas ante Argentina y Chile, ambas por 0-1. En el Grupo B Brasil debutó perdiendo 1-2 con Yugoslavia, venció luego 4-0 a Bolivia pero no le alcanzó para avanzar.
En el C Rumania venció 3-1 a Perú en el partido con menos concurrencia de la historia mundialista: apenas unas 300 personas asistieron aquella tarde gris a la cancha de Peñarol. Su despedida tuvo más testigos: 80.000 uruguayos presenciaron la goleada 4-0 de la Celeste. Por último, el Grupo D Bélgica se despidió con dos derrotas: después de la mencionada contra los estadounidenses, cayó 0-1 ante Paraguay.
La vuelta a casa fue dispersa. Franceses y belgas retornaron a bordo del transatlántico italiano SS Duilio, que hizo escalas (con partidos amistosos incluídos) en Santos, Río de Janeiro y Barcelona antes de atracar en Villefranche-sur-Mer el domingo 17 de agosto, casi dos meses después de haber zarpado.
En otro navío, los rumanos no tuvieron un viaje de placer, precisamente. El mediocampista Alfred Eisenbeisser se enfermó durante la travesía y le diagnosticaron neumonía. Cuando el transatlántico ancló en Génova, lo dejaron en Italia para recuperarse. Días después, la multitud que aguardaba al equipo en la estación norte de Bucarest notó enseguida su ausencia y se corrió el falso rumor de que había muerto en Uruguay. Una vez repuesto, Eisenbeisser (que también era conocido como "Fredi" Fieraru) retornó a Rumania y a la par del fútbol inició una exitosa carrera de patinaje artístico que lo llevaría a competir en los Juegos Olímpicos de invierno 1936, en Garmisch-Partenkirchen, Alemania.
DESPUÉS DE URUGUAY
Aquellas travesías entre el Mediterráneo y el Río de la Plata se terminaron en 1931, cuando al Conte Verde le modificaron las bitácoras y pasó a la compañía Lloyd Triestino para cubrir la ruta Trieste-Shanghai, vía Suez, Bombay, Colombo, Singapur y Hong Kong, un trayecto que demandaba 24 días. El mundo estaba cambiando para peor, el dolor de la Guerra Mundial de 1914 a 1918 parecía no haber dejado enseñanzas. El clima de violencia crecía con epicentro en Berlín, pero pronto iba a extenderse por el planisferio.
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Rumania - Francia Bélgica - Brasil |
En otro navío, los rumanos no tuvieron un viaje de placer, precisamente. El mediocampista Alfred Eisenbeisser se enfermó durante la travesía y le diagnosticaron neumonía. Cuando el transatlántico ancló en Génova, lo dejaron en Italia para recuperarse. Días después, la multitud que aguardaba al equipo en la estación norte de Bucarest notó enseguida su ausencia y se corrió el falso rumor de que había muerto en Uruguay. Una vez repuesto, Eisenbeisser (que también era conocido como "Fredi" Fieraru) retornó a Rumania y a la par del fútbol inició una exitosa carrera de patinaje artístico que lo llevaría a competir en los Juegos Olímpicos de invierno 1936, en Garmisch-Partenkirchen, Alemania.
DESPUÉS DE URUGUAY
Aquellas travesías entre el Mediterráneo y el Río de la Plata se terminaron en 1931, cuando al Conte Verde le modificaron las bitácoras y pasó a la compañía Lloyd Triestino para cubrir la ruta Trieste-Shanghai, vía Suez, Bombay, Colombo, Singapur y Hong Kong, un trayecto que demandaba 24 días. El mundo estaba cambiando para peor, el dolor de la Guerra Mundial de 1914 a 1918 parecía no haber dejado enseñanzas. El clima de violencia crecía con epicentro en Berlín, pero pronto iba a extenderse por el planisferio.
El cantante Carlos Gardel en 1931, en uno de los últimos viajes del Conte Verde al Río de la Plata |
Mientras, el Conte Verde seguía navegando y recopilando aventuras, como en 1936, cuando llevó al equipo olímpico chino que participaría en los Juegos Olímpicos de Berlín, o en 1937, cuando superó un tremendo tifón que lo hizo colisionar con otro barco cerca de Hong Kong: quedó encallado un mes en las costas del cabo Collinson. Pronto, el dolor se ganó el protagonismo de esa cubierta que en 1930 había respirado sueños de fútbol. Entre 1938 y 1940 el navío sirvió para exiliar a 17.000 judíos de Alemania y de Austria, que en su huida de la locura desatada por Adolf Hitler buscaron refugio en China. La persecución nazi de ciudadanos judíos se intensificó mucho más después del 9 de noviembre de 1938, tras la tristemente célebre Kristallnacht (noche de los cristales rotos). Literalmente, el navío se había transformado en un barco salvavidas.
Cuando el 10 de junio de 1940 Italia entró en la II Guerra Mundial, el Conte Verde ya no pudo regresar de uno de aquellos viajes y quedó varado en Shanghai. En diciembre de 1941 Japón le declaró la guerra a los Aliados y al año siguiente el barco (bajo el nombre de Teikyo Maru) cursó un extraño viaje a Lourenço Marques (Mozambique) para servir como transporte en un intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Japón, trueque que finalmente no se realizó. Mientras estaba amarrado en el puerto de Yokohama esperando un segundo viaje de intercambio, las negociaciones entre Japón y Estados Unidos colapsaron. El Conte Verde retornó a Shanghai.
Poco después, consumada la caída de Benito Mussolini, la tripulación italiana decidió hundir la nave para evitar que cayera en manos japonesas, cosa que igualmente acabaría sucediendo en 1944. En julio de aquel año las tropas del emperador Hirohito lo reacondicionaron y lo reflotaron pero el 8 de agosto una bomba B-24 de la aviación estadounidense lo hundió de nuevo.
Lejos de rendirse definitivamente, lo que quedaba del viejo Conte Verde fue resucitado por el ejército nipón: lo rebautizaron Kotobuki Maru, y pasó a transportar tropas. El 25 de julio de 1945, dos semanas antes del bombardeo de Hiroshima, un nuevo ataque norteamericano lo volvió a hundir. Fue el final del majestuoso navío. En 1949, lo que quedaba fue desguazado.
Cuando el 10 de junio de 1940 Italia entró en la II Guerra Mundial, el Conte Verde ya no pudo regresar de uno de aquellos viajes y quedó varado en Shanghai. En diciembre de 1941 Japón le declaró la guerra a los Aliados y al año siguiente el barco (bajo el nombre de Teikyo Maru) cursó un extraño viaje a Lourenço Marques (Mozambique) para servir como transporte en un intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Japón, trueque que finalmente no se realizó. Mientras estaba amarrado en el puerto de Yokohama esperando un segundo viaje de intercambio, las negociaciones entre Japón y Estados Unidos colapsaron. El Conte Verde retornó a Shanghai.
Poco después, consumada la caída de Benito Mussolini, la tripulación italiana decidió hundir la nave para evitar que cayera en manos japonesas, cosa que igualmente acabaría sucediendo en 1944. En julio de aquel año las tropas del emperador Hirohito lo reacondicionaron y lo reflotaron pero el 8 de agosto una bomba B-24 de la aviación estadounidense lo hundió de nuevo.
Lejos de rendirse definitivamente, lo que quedaba del viejo Conte Verde fue resucitado por el ejército nipón: lo rebautizaron Kotobuki Maru, y pasó a transportar tropas. El 25 de julio de 1945, dos semanas antes del bombardeo de Hiroshima, un nuevo ataque norteamericano lo volvió a hundir. Fue el final del majestuoso navío. En 1949, lo que quedaba fue desguazado.
viernes, 16 de octubre de 2020
Estados soberanos fuera de la FIFA
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Gran Bretaña, en los JJ.OO. Londres 2012 |
El tema es que escoceses, galeses y norirlandeses tampoco desean integrarse bajo una misma camiseta británica, por eso hay tan pocas participaciones de esta selección. Solamente se había presentado en 1908, 1912, 1920, 1936, 1948, 1952, 1956 y 1960. Pero los Juegos Olímpicos de Londres se convirtieron en una cita ineludible: el local no podía desertar. Y así, con un plantel de mayoría inglesa y algunos galeses, compitió en el torneo olímpico de fútbol, donde fue eliminada por Corea del Sur en cuartos de final.
LAS ISLAS DEL PACÍFICO
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Kiribati, en 2011. |
Además de estos tres, Palau ingresó en 2007 y estuvo solamente 2 años en la OFC. En 2009 solicitó su ingreso a la Asian Football Confederation, y su aceptación por parte del ese organismo está en proceso.
Los Estados Federados de Micronesia están empezando una tibia actividad competitiva entre los cuatro estados componen esta federación: Chuuk, Kosrae, Pohnpei y Yap.
El caso de Nauru es aun más lejano: la pasión de la isla es el Football Australiano, que tiene sus propias reglas, y el soccer ocupa un lugar relegado en las preferencias. Aunque la Nauru Amateur Soccer Association se fundó hace cuatro décadas, su actividad internacional es nula.
Las Islas Marshall tuvieron algunos equipos esporádicos, pero ningún club. Obviamente, tampoco tiene una selección. En el pasado se había difundido una asociación de soccer que no tuvo ninguna entidad oficial. Recién en diciembre de 2020 se constituyó la Marshall Islands Soccer Federation.
EN MEDIO DEL LUJO, EL FÚTBOL
El Principado de Mónaco está asociado a los yates, el casino y el Grand Prix de Fórmula 1. Pero también hay fútbol local, más allá del poderoso AS Monaco FC que participa en la Ligue 1 francesa.
La Fédération Monegasque de Football fue fundada en 2000 y su selección debutó un año después, cuando venció 2-1 a Tíbet. A diferencia de otros países pequeños (ocupa apenas 2 km²) tiene una intensa actividad futbolística.
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La Selección Vaticana, en 2016. |
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La camisetas de los 9 estados soberanos (incluyendo los prototipos de Nauru y las Islas Marshall). |
martes, 13 de octubre de 2020
Bolivia-Argentina en La Paz
Argentina visitó once veces La Paz por eliminatorias. Los 3604 metros sobre el nivel del mar del estadio Hernando Siles inclinan levemente la balanza a favor de los anfitriones, que lograron cinco victoria contra cuatro de Argentina. Empataron en dos ocasiones.
Por PABLO ARO GERALDES
6 de octubre de 1957
BOLIVIA 2-0 ARGENTINA
Carrizo, Corbatta, Sanfilipo y el resto de estrellas, no pudieron equilibrar los efectos de la altura y cayeron sin atenuantes. De todos modos Argentina ganó los tres partidos restates del grupo, que también integraba Chile, y fue al Mundial.
Goles: Máximo Alcócer (13') y Max Ramírez (62').
29 de agosto de 1965
27 de julio de 1969
BOLIVIA 3-1 Argentina
Fue el primer partido de una serie negra que terminó con Argentina última en el grupo y la clasificación de Perú al mundial con un empate en La Bombonera.
Goles. Bolivia: Juan Díaz (18'), Ramiro Blacutt (51') y Raúl Álvarez (90'). Argentina: Aníbal Tarabini (42').
Por PABLO ARO GERALDES
6 de octubre de 1957
BOLIVIA 2-0 ARGENTINA
Carrizo, Corbatta, Sanfilipo y el resto de estrellas, no pudieron equilibrar los efectos de la altura y cayeron sin atenuantes. De todos modos Argentina ganó los tres partidos restates del grupo, que también integraba Chile, y fue al Mundial.
Goles: Máximo Alcócer (13') y Max Ramírez (62').
29 de agosto de 1965
BOLIVIA 1-2 ARGENTINA
Una victoria importante, ya que significó el final del invicto que Bolivia mantenía en La Paz desde 1950. Argentina llegó a esa última fecha ya clasificada, en un grupo que además de los bolivianos integraba Paraguay. En la imagen, Luis Artime, figura del partido.
Goles. Bolivia: José Ramos Delgado e/c (35'). Argentina: Luis Artime (31' y 84').
Una victoria importante, ya que significó el final del invicto que Bolivia mantenía en La Paz desde 1950. Argentina llegó a esa última fecha ya clasificada, en un grupo que además de los bolivianos integraba Paraguay. En la imagen, Luis Artime, figura del partido.
Goles. Bolivia: José Ramos Delgado e/c (35'). Argentina: Luis Artime (31' y 84').
BOLIVIA 3-1 Argentina
Fue el primer partido de una serie negra que terminó con Argentina última en el grupo y la clasificación de Perú al mundial con un empate en La Bombonera.
Goles. Bolivia: Juan Díaz (18'), Ramiro Blacutt (51') y Raúl Álvarez (90'). Argentina: Aníbal Tarabini (42').
23 de septiembre de 1973
BOLIVIA 0-1 ARGENTINA
Enriique Omar Sivori era el DT y Miguel Ignomiriello, su ayudante, elaboró un plan de adaptación a la altura: se llevó a un grupo de jugadores a Tilcara. Olvidados desde Buenos Aires, se autodenominaron la Selección Fantasma. La albiceleste llegó invicta a Alemania Federal.
Gol: Oscar Fornari (18').
BOLIVIA 0-1 ARGENTINA
Enriique Omar Sivori era el DT y Miguel Ignomiriello, su ayudante, elaboró un plan de adaptación a la altura: se llevó a un grupo de jugadores a Tilcara. Olvidados desde Buenos Aires, se autodenominaron la Selección Fantasma. La albiceleste llegó invicta a Alemania Federal.
Gol: Oscar Fornari (18').
2 de abril de 1997
BOLIVIA 2-1 ARGENTINA
Argentina ganó la eliminatoria con la dirección técnica de Daniel Passarella. Pero la escala en tierra paceña dejó una mancha escandalosa: hubo agresiones afuera y adentro de la cangha, un golpe a Julio Cruz en el pómulo derecho, pero tras marcharse al vestuario apareció con un corte en el izquierdo. Un papelón histórico.
Goles. Bolivia: Marco Sandy (7') y Fernando Ochoaizpur (48'). Argentina: Néstor Gorosito (43' pen).
Argentina ganó la eliminatoria con la dirección técnica de Daniel Passarella. Pero la escala en tierra paceña dejó una mancha escandalosa: hubo agresiones afuera y adentro de la cangha, un golpe a Julio Cruz en el pómulo derecho, pero tras marcharse al vestuario apareció con un corte en el izquierdo. Un papelón histórico.
Goles. Bolivia: Marco Sandy (7') y Fernando Ochoaizpur (48'). Argentina: Néstor Gorosito (43' pen).
25 de abril de 2001
BOLIVIA 3-3 ARGENTINA
Cuando parecía una derrota irremontable, la celeste y blanca conducida por Marcelo Bielsa alcanzó la igualdad sobre la hora. En una eliminatoria espectacular, Argentina le sacó 12 puntos de ventaja a el segundo, Ecuador.
Goles. Bolivia: Líder Paz (41'), Percy Colque (55') y Joaquín Botero (81'). Argentina: Hernán Crespo (44' y 89') y Juan Pablo Sorín (90').
Cuando parecía una derrota irremontable, la celeste y blanca conducida por Marcelo Bielsa alcanzó la igualdad sobre la hora. En una eliminatoria espectacular, Argentina le sacó 12 puntos de ventaja a el segundo, Ecuador.
Goles. Bolivia: Líder Paz (41'), Percy Colque (55') y Joaquín Botero (81'). Argentina: Hernán Crespo (44' y 89') y Juan Pablo Sorín (90').
26 de marzo de 2005
BOLIVIA 1-2 ARGENTINA
José Pekerman planificó la doble fecha con un equipo en Buenos Aires y otro en La Paz y le dio resultado. La eliminatoria la terminó con 34 puntos, igual que Brasil, aunque Argentina quedó segunda por diferencia de gol.
Goles. Bolivia: José Castillo (50'). Argentina: Luciano Figueroa (58') y Luciano Galletti (63').
José Pekerman planificó la doble fecha con un equipo en Buenos Aires y otro en La Paz y le dio resultado. La eliminatoria la terminó con 34 puntos, igual que Brasil, aunque Argentina quedó segunda por diferencia de gol.
Goles. Bolivia: José Castillo (50'). Argentina: Luciano Figueroa (58') y Luciano Galletti (63').
1 de abril de 2009
BOLIVIA 6-1 ARGENTINA
Bajo la conducción de Diego Maradona la Selección Argentina sufrió una humillante derrota en La Paz. Con una andar errático, tuvo que esperar a la última fecha para clasificar al Mundial, en el cuarto puesto sudamericano.
Goles. Bolivia: Marcelo Martins Moreno (12'), Joaquín Botero (34' pen, 55' y 66), Álex Da Rosa (45') y Didí Torrico (87'). Argentina: Luis González (25').
26 de marzo de 2013
BOLIVIA 1-1 ARGENTINA
Con un esquema inteligente, Alejandro Sabella superó la adversidad de la altura y la apertura del marcador de parte de Bolivia. Messi mostró pinceladas de su talento pese a la fatiga, Banega marcó el gol del empate, Mascherano controló el mediocampo y Di María realizó un despliegue para aplaudir.
Goles. Bolivia: Marcelo Martins Moreno (25'). Argentina: Éver Banega (44').
Bajo la conducción de Diego Maradona la Selección Argentina sufrió una humillante derrota en La Paz. Con una andar errático, tuvo que esperar a la última fecha para clasificar al Mundial, en el cuarto puesto sudamericano.
Goles. Bolivia: Marcelo Martins Moreno (12'), Joaquín Botero (34' pen, 55' y 66), Álex Da Rosa (45') y Didí Torrico (87'). Argentina: Luis González (25').
26 de marzo de 2013
BOLIVIA 1-1 ARGENTINA
Con un esquema inteligente, Alejandro Sabella superó la adversidad de la altura y la apertura del marcador de parte de Bolivia. Messi mostró pinceladas de su talento pese a la fatiga, Banega marcó el gol del empate, Mascherano controló el mediocampo y Di María realizó un despliegue para aplaudir.
Goles. Bolivia: Marcelo Martins Moreno (25'). Argentina: Éver Banega (44').
28 de marzo de 2017
BOLIVIA 2-0 ARGENTINA
Sin Messi (suspendido por el insulto al juez de línea en el partido anterior, frente a Chile), Edgardo Bauza dirigió el último partido del ciclo más corto de un entrenador desde 1974. Encima apenas empezado el encuentro, Ramiro Funes Mori sufrió una grave lesión. Días después asumió Claudio Tapia al frente de la AFA y despidió al DT.
BOLIVIA 2-0 ARGENTINA
Sin Messi (suspendido por el insulto al juez de línea en el partido anterior, frente a Chile), Edgardo Bauza dirigió el último partido del ciclo más corto de un entrenador desde 1974. Encima apenas empezado el encuentro, Ramiro Funes Mori sufrió una grave lesión. Días después asumió Claudio Tapia al frente de la AFA y despidió al DT.
Goles: Juan Carlos Arce (31'), Marcelo Martins Moreno (52').
13 de octubre de 2020
BOLIVIA 1-2 ARGENTINA
La celeste y blanca volvió a ganar allí después de 15 años, esta vez comandada por Lionel Scaloni. Pese a arrancar perdiendo, Argentina mantuvo su esquema de pases cortos y precisos, no derrochó el esfuerzo e impuso su juego.
BOLIVIA 1-2 ARGENTINA
La celeste y blanca volvió a ganar allí después de 15 años, esta vez comandada por Lionel Scaloni. Pese a arrancar perdiendo, Argentina mantuvo su esquema de pases cortos y precisos, no derrochó el esfuerzo e impuso su juego.
Goles. Bolivia: Marcelo Martins Moreno (24'). Argentina: Lautaro Martínez (45') y Joaquín Correa (79').
sábado, 10 de octubre de 2020
Todos los goles en las finales de la Copa del Mundo
Estos privilegiados de la historia anotaron los 77 goles que concitaron la atención planetaria, desde aquel primero del uruguayo Pablo Dorado ante Argentina hasta el último del croata Mario Mandzukic contra Francia.
TODOS LOS GOLES
Montevideo, 30 de julio de 1930
12': Pablo Dorado 
20': Carlos Peucelle
38': Guillermo Stábile
58': Pedro Cea
68': Santos Iriarte
89': Héctor Castro
Roma, 10 de junio de 1934

20': Carlos Peucelle

38': Guillermo Stábile

58': Pedro Cea

68': Santos Iriarte

89': Héctor Castro

Roma, 10 de junio de 1934
71': Antonin Puč 
81': Raimundo Orsi
95': Angelo Schiavio
París, 19 de junio de 1938

81': Raimundo Orsi

95': Angelo Schiavio

París, 19 de junio de 1938
6': Gino Colaussi 
8': Pál Titkos
16': Silvio Piola
35': Gino Colaussi
70': Gyorgy Sárosi
85': Silvio Piola
Río de Janeiro, 16 de julio de 1950

8': Pál Titkos

16': Silvio Piola

35': Gino Colaussi

70': Gyorgy Sárosi

85': Silvio Piola

Río de Janeiro, 16 de julio de 1950
47': Friaça 
66': Juan Alberto Schiaffino
79': Alcides Ghiggia
Berna, 4 de julio de 1954

66': Juan Alberto Schiaffino

79': Alcides Ghiggia

Berna, 4 de julio de 1954
6': Ferenc Puskás 
9': Zoltan Czibor
11': Max Morlock
18': Helmut Rahn
84': Helmut Rahn
Estocolmo, 29 de junio de 1958

9': Zoltan Czibor

11': Max Morlock

18': Helmut Rahn

84': Helmut Rahn

Estocolmo, 29 de junio de 1958
4': Nils Liedholm 
9': Vavá
32': Vavá
55': Pelé
68': Mario Zagalo
80': Agne Simonsson
90': Pelé
Santiago, 17 de junio de 1962

9': Vavá

32': Vavá

55': Pelé

68': Mario Zagalo

80': Agne Simonsson

90': Pelé

Santiago, 17 de junio de 1962
15': Josef Masopust 
17': Amarildo
69': Zito
78': Vavá
Londres, 30 de julio de 1966

17': Amarildo

69': Zito

78': Vavá

Londres, 30 de julio de 1966
12': Helmut Haller 
18': Geoffrey Hurst
78': Martin Peters
90': Wolfgang Weber
101': Geoffrey Hurst
120': Geoffrey Hurst
México, 21 de junio de 1970

18': Geoffrey Hurst

78': Martin Peters

90': Wolfgang Weber

101': Geoffrey Hurst

120': Geoffrey Hurst

México, 21 de junio de 1970
18': Pelé 
37': Roberto Boninsegna
66': Gérson
71': Jairzinho
87': Carlos Alberto
Munich, 7 de julio de 1974

37': Roberto Boninsegna

66': Gérson

71': Jairzinho

87': Carlos Alberto

Munich, 7 de julio de 1974
2': Johan Neeskens (p) 
25': Paul Breitner (p)
43': Gerd Müller
Buenos Aires, 25 de junio de 1978

25': Paul Breitner (p)

43': Gerd Müller

Buenos Aires, 25 de junio de 1978
38': Mario Kempes 
82': Dick Nanninga
105': Mario Kempes
115': Daniel Bertoni
Madrid, 11 de julio de 1982

82': Dick Nanninga

105': Mario Kempes

115': Daniel Bertoni

Madrid, 11 de julio de 1982
57': Paolo Rossi 
69': Marco Tardelli
81': Alessandro Altobelli
83': Paul Breitner
México, 29 de junio de 1986

69': Marco Tardelli

81': Alessandro Altobelli

83': Paul Breitner

México, 29 de junio de 1986
23': José Luis Brown 
56': Jorge Valdarno
74': Karl-Heinz Rummenige
82': Rudi Völler
88': Jorge Burruchaga
Roma, 8 de julio de 1990

56': Jorge Valdarno

74': Karl-Heinz Rummenige

82': Rudi Völler

88': Jorge Burruchaga

Roma, 8 de julio de 1990
85': Andreas Brehme (p) 
París, 12 de julio de 1998

París, 12 de julio de 1998
27': Zinedine Zidane 
45'+: Zinedine Zidane
90'+: Emmanuel Petit
Yokohama, 30 de junio de 2002

45'+: Zinedine Zidane

90'+: Emmanuel Petit

Yokohama, 30 de junio de 2002
67': Ronaldo 
79': Ronaldo
Berlín, 9 de julio de 2006

79': Ronaldo

Berlín, 9 de julio de 2006
7': Zinedine Zidane (p) 
19': Marco Materazzi
Johanesburgo, 11 de julio de 2010

19': Marco Materazzi

Johanesburgo, 11 de julio de 2010
116': Andrés Iniesta 
Río de Janeiro, 13 de julio de 2014

Río de Janeiro, 13 de julio de 2014
113': Mario Götze 
Antes del Mundial 2010 ESPN recopiló varias de esas historias en un documental imperdible:

Moscú, 15 de julio de 2018
18': Mario Mandzukic (e/c) 
28': Iván Perisic
38': Antoine Griezmann (p)
59': Paul Pogba
65': Kylian Mbappe
69': Mario Mandzukic

28': Iván Perisic

38': Antoine Griezmann (p)

59': Paul Pogba

65': Kylian Mbappe

69': Mario Mandzukic

Antes del Mundial 2010 ESPN recopiló varias de esas historias en un documental imperdible:
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