Sin figuras mediáticas, sin el ruido que suelen hacer los grandes, Banfield se quedó con el Torneo Apertura. Humildad, trabajo y goles uruguayos fueron las claves del título.
Artículo publicado en el Anuario ESPN 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
Todo terminó donde había empezado. La historia de este Banfield campeón entre abrazos y lágrimas de alegría arrancó con festejos en La Bombonera entre cabezas gachas y hasta lágrimas de bronca.
Rivalidad sureña, pica de barrio. El título que Lanús festejó hace dos años en la cancha de Boca fue un puñal en el orgullo banfileño, un club que transitaba los mismos carriles de la prolijidad administrativa que su vecino.
Aparecieron los afiches granates, las cargadas, la insoportable vecindad solamente atenuada por la estación Remedios de Escalada. Y en la reclusión del silencio de Banfield hubo un juramento tácito, una promesa de venganza que se grabó en cada integrante del equipo, en cada dirigente, en cada hincha del Taladro.
Si Lanús había sido campeón, Banfield tenía que ser campeón.
Los nombres cambiaron en estos dos años. Cristian Lucchetti fue el mensajero, el encargado de transmitir ese dolor silente que había que revertir. Así, se renovaron los nombres pero la idea siguió viva. Cvitanich y Pavlovich le pasaron el mandato del gol a los uruguayos Santiago Silva y Sebastián Fernández.
Juan Manuel Llop se fue y le pasó la posta técnica al interinato Jerez-Barreiro. Asumió Jorge Burruchaga y se marchó al finalizar el último Clausura. Y llegó el momento de que Julio César Falcioni encaminara su segundo período en el club.
La idea se mantuvo, como una obsesión. "Si Lanús pudo, Banfield tiene que poder". Siempre en silencio, sin estar en los planes de nadie, Falcioni y sus muchachos encararon una pretemporada con mentalidad de campeón, esa que podría desglosarse en trabajo, convicción y constancia.
Su fútbol sólido fue creciendo escalón a escalón, a la par de un Newell's que mantenía el paso. Había licencia para soñar, pero a los equipos chicos el saber popular les pone el absurdo freno del "ya se va a caer". Los 113 años de historia del club hacían más pesada la carga, pero el primer título profesional se estaba gestando.
Desde la seguridad defensiva del arquero Lucchetti, con Víctor López y Sebastián Méndez por delante, más Barraza y Bustamante por los laterales. Desde la concentración del medio, llámese Bustos (hasta su lesión), Quinteros, Battión o Erviti, con la explosión adolescente del colombiano James Rodríguez en la creación y el poder de gol con sello montevideano encarnado en Santiago Silva y Sebastián Fernández.
Banfield marcó el ritmo al son de los tambores uruguayos. Los primeros 15 goles, hasta la fecha 12, tenían origen extranjero. Recién en ese partido contra Estudiantes marcó Erviti el primer tanto argentino.
Siguió creciendo sin hacer ruido hasta que tuvo que asumir su papel de candidato, luego de derrotar a Independiente en su nuevo Libertadores de América. La marcha firme lo tuvo invicto hasta la fecha 16, cuando cayó inesperadamente ante un Racing maltrecho. Pero se levantó y siguió, callado, su rumbo hasta la consagración final.
"Fuimos el mejor equipo, el que ganó en todas las canchas", repetía Falcioni en La Bombonera, mientras abandonaba por un día su gesto adusto para quebrarse en llanto. "Fue muy parejo, si era Newell's tambien hubiera estado bien. Lo importante para mí es haber logrado un título después de mucho trabajar y remar en esta institución que no lo había logrado nunca en su historia", resumía el ex arquero, flamante campeón en Argentina.
En medio de los festejos, a los 32 años, Sebastián Méndez hizo de este título el punto final de su fructífera carrera. Sumó 8 títulos con las tres camisetas argentinas que vistió: Vélez, San Lorenzo y Banfield. Desde su experiencia y velocidad, fue uno de los mejores centrales de este Apertura, jugó los 19 partidos y supo irse en la cima, un reflejo que pocos tienen.
Era la hora de romper el silencio. De mutar la reflexión en grito exaltado. Como los que profirió Silva, el goleador del torneo con 14 tantos. Y no fue un artillero por mera acumulación de goles; los que marcó fueron determinantes. De los 41 puntos que consagraron campeón a Banfield, 21 llegaron por tantos que anotó Silva. Más de medio título se le debe al uruguayo.
Su compatriota Sebastián Fernández, que estuvo a punto de irse y lo retuvo Falcioni, aportó tres goles. Ellos y el colombianito Rodríguez (3 tantos) anotaron el 80 por ciento de los gritos.
De aquel Lanús a este Banfield. Dos años; dos estaciones. Un campeonato, una revancha. Y un grito que rompió el silencio.
jueves, 31 de diciembre de 2009
martes, 29 de diciembre de 2009
Resumen 2009 - Clausura: un campeón, dos ganadores
El Torneo Clausura culminó con un justo título para Vélez Sarsfield y el reconocimiento al juego brillante desplegado por el Huracán de Ángel Cappa. Dos maneras de vivir el fútbol.
Artículo publicado en el Anuario ESPN 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
Por capricho del calendario, la última fecha del Clausura se transformó en una final ideológica. Porque Vélez Sarsfield y Huracán representaron mucho más que al Fortín y al Globo: se convirtieron en abanderados de dos maneras de ver, de entender y de vivir el fútbol.
Y los dos ganaron, como ocurrió, salvando las distancias, en la inolvidable final de la Copa del Mundo de 1974: Alemania se quedó con el trofeo; Holanda, con una de las páginas más brillantes de la historia por su Fútbol Total.
Vale repetirlo: salvando las distancias. Porque el uruguayo López no es Gerd Müller, porque Bolatti no es Neeskens... OK, se entendió.
Vélez fue un merecido y digno campeón de la mano de su efectividad, su elogio del número. Ricardo Gareca construyó un campeón de cimientos sólidos, una obra de ingeniería bien calculada. Los planos fueron simples y claros, y en la memoria descriptiva resaltan dos datos vitales: fue el que menos partidos perdió (apenas uno, ante Gimnasia) y el que menos goles recibió (13).
Una defensa montada con materiales nobles como Nicolás Otamendi, Sebastián Domínguez y Emiliano Papa; un refuerzo estructural interesante como Cubero, el detalle estético de Maxi Moralez y el remate iluminado de Hernán Rodrigo López, goleador del certamen con sus 11 tantos.
Huracán fue un brillante líder del Clausura hasta la última fecha, sustentado en su juego de toque y la irrenunciable vocación ofensiva. El tiki-tiki quedará como una marca registrada de Ángel Cappa, una obra de arquitectura que hizo impacto desde su estética. El resultado fue encantador, emocionante, pero también con esqueleto sólido: fue el que más partidos ganó (12) y el que más goles marcó (35).
Todos se compenetraron con la idea y la defendieron con un fútbol que sedujo a hinchas del resto de los equipos. Desde Araujo y Goltz, en el fondo, pasando por Bolatti y Toranzo, hasta Pastore y Matías Defederico, todos se compenetraron con el mensaje del DT.
El deslucido final incluyó todos los ingredientes de una película de suspenso. Desde las 48 mil personas que desafiaron el pico de la Gripe A y colmaron el José Amalfitani hasta una tormenta de granizo que paralizó el juego durante 20 minutos. Y después un arbitraje impresentable de Gabriel Brazenas, que desde aquella tarde gris no dirigió nunca más.
La infaltable violencia, el gol de Moralez y el título que se quedaba en Liniers... A su manera, los dos ganaron. Ambos fueron fieles a sus ideas y conquistaron cosas importantes.
"Estuvimos acordes a la historia de Vélez, porque este plantel mostró la garra y la actitud necesarias durante todo el torneo, como la tuvieron los equipos campeones con Bianchi", sentenció Gareca.
"Vine como un técnico y me voy como un Quemero. El tiki-tiki fue lo mejor que le pasó al fútbol argentino en 20 años. Nuestra identidad jamás murió, no la traicionamos", resumió Cappa en su emocionada despedida a través de la web.
Vélez metió su séptimo título en el historial. Huracán, en cambio, se metió en el corazón.
Artículo publicado en el Anuario ESPN 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
Por capricho del calendario, la última fecha del Clausura se transformó en una final ideológica. Porque Vélez Sarsfield y Huracán representaron mucho más que al Fortín y al Globo: se convirtieron en abanderados de dos maneras de ver, de entender y de vivir el fútbol.
Y los dos ganaron, como ocurrió, salvando las distancias, en la inolvidable final de la Copa del Mundo de 1974: Alemania se quedó con el trofeo; Holanda, con una de las páginas más brillantes de la historia por su Fútbol Total.
Vale repetirlo: salvando las distancias. Porque el uruguayo López no es Gerd Müller, porque Bolatti no es Neeskens... OK, se entendió.
Vélez fue un merecido y digno campeón de la mano de su efectividad, su elogio del número. Ricardo Gareca construyó un campeón de cimientos sólidos, una obra de ingeniería bien calculada. Los planos fueron simples y claros, y en la memoria descriptiva resaltan dos datos vitales: fue el que menos partidos perdió (apenas uno, ante Gimnasia) y el que menos goles recibió (13).
Una defensa montada con materiales nobles como Nicolás Otamendi, Sebastián Domínguez y Emiliano Papa; un refuerzo estructural interesante como Cubero, el detalle estético de Maxi Moralez y el remate iluminado de Hernán Rodrigo López, goleador del certamen con sus 11 tantos.
Huracán fue un brillante líder del Clausura hasta la última fecha, sustentado en su juego de toque y la irrenunciable vocación ofensiva. El tiki-tiki quedará como una marca registrada de Ángel Cappa, una obra de arquitectura que hizo impacto desde su estética. El resultado fue encantador, emocionante, pero también con esqueleto sólido: fue el que más partidos ganó (12) y el que más goles marcó (35).
Todos se compenetraron con la idea y la defendieron con un fútbol que sedujo a hinchas del resto de los equipos. Desde Araujo y Goltz, en el fondo, pasando por Bolatti y Toranzo, hasta Pastore y Matías Defederico, todos se compenetraron con el mensaje del DT.
El deslucido final incluyó todos los ingredientes de una película de suspenso. Desde las 48 mil personas que desafiaron el pico de la Gripe A y colmaron el José Amalfitani hasta una tormenta de granizo que paralizó el juego durante 20 minutos. Y después un arbitraje impresentable de Gabriel Brazenas, que desde aquella tarde gris no dirigió nunca más.
La infaltable violencia, el gol de Moralez y el título que se quedaba en Liniers... A su manera, los dos ganaron. Ambos fueron fieles a sus ideas y conquistaron cosas importantes.
"Estuvimos acordes a la historia de Vélez, porque este plantel mostró la garra y la actitud necesarias durante todo el torneo, como la tuvieron los equipos campeones con Bianchi", sentenció Gareca.
"Vine como un técnico y me voy como un Quemero. El tiki-tiki fue lo mejor que le pasó al fútbol argentino en 20 años. Nuestra identidad jamás murió, no la traicionamos", resumió Cappa en su emocionada despedida a través de la web.
Vélez metió su séptimo título en el historial. Huracán, en cambio, se metió en el corazón.
lunes, 21 de diciembre de 2009
Entrevista a Ulises De la Cruz
"Antes de empezar la Copa Sudamericana dije que Liga estaba para grandes cosas. Hemos demostrado que es posible conseguir los mayores objetivos cuando hay un buen trabajo, serio". Las palabras del lateral derecho Ulises De la Cruz se alejan del triunfalismo y apelan a la sensatez. Tras casi una década en el fútbol británico, Ulises volvió a Liga de Quito, su antiguo club, para ganar la Copa Sudamericana 2009.
Entrevista publicada en la revista de la Conmebol, en diciembre de 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
"Es una alegría enorme", agrega el experimentado jugador, que debió ver gran parte de la final fuera de la cancha ya que fue expulsado por el árbitro Carlos Amarilla.
-Fueron finales atípicas, ¿cómo vio la definición en Río?
Entrevista publicada en la revista de la Conmebol, en diciembre de 2009.
Por PABLO ARO GERALDES
"Es una alegría enorme", agrega el experimentado jugador, que debió ver gran parte de la final fuera de la cancha ya que fue expulsado por el árbitro Carlos Amarilla.
-Fueron finales atípicas, ¿cómo vio la definición en Río?
-Fue un partido muy difícil, con un Fluminense volcado decididamente al ataque, porque sabían que tenían muchos goles en contra. Entonces propusieron un fútbol ofensivo y agresivo pero los cinco tantos que habíamos marcado en Quito a lo mejor los pusieron un poco nerviosos. Nosotros, en cambio, estábamos tranquilos a pesar de enfrentar a un equipo muy fuerte en lo ofensivo.
-¿Qué evaluación hace de Liga en el transcurso de la Copa Sudamericana?
-Llegar a la final y ganar un título no es consecuencia del último partido, es la sumatoria de todo lo que hemos hecho a lo largo de todo el torneo.
-Hace unas décadas, los equipos ecuatorianos era aquellos ante los cuales los demás hacían cuentas de diferencia de goles. ¿Qué cambió? ¿Cuál es la razón?
-Podría pensar que todo esto es producto del amor propio, de las ganas de ganar. Ecuador vivía un fútbol mediocre, y hubo y hay personas abocadas a dar un giro de 90 grados, a terminar con esa mentalidad negativa.
-Antes también habría amor propio, sólo que con eso no alcanza...
-Es verdad, eso siempre estuvo. Pero ahora se encaran las cosas de otra manera, más profesional, diría. Además, el jugador, sobre todo el de raza negra, ve en el fútbol una posibilidad de progresar, de ser alguien importante. Es una vía para dejar atrás las postergaciones, de crecer y poder ayudar a los hermanos más necesitados.
-En la campaña eliminatoria para Japón/Corea 2002 la afición ecuatoriana impuso un canto: "Sí, se puede". Y se pudo...
-Y se pudo. La calidad del jugador ecuatoriano ya estaba, todos la resaltaban. La diferencia con otros procesos estuvo en la unidad del plantel, en la meta común de futbolistas de distintas regiones del país.
-¿Qué evaluación hace de Liga en el transcurso de la Copa Sudamericana?
-Llegar a la final y ganar un título no es consecuencia del último partido, es la sumatoria de todo lo que hemos hecho a lo largo de todo el torneo.
-Hace unas décadas, los equipos ecuatorianos era aquellos ante los cuales los demás hacían cuentas de diferencia de goles. ¿Qué cambió? ¿Cuál es la razón?
-Podría pensar que todo esto es producto del amor propio, de las ganas de ganar. Ecuador vivía un fútbol mediocre, y hubo y hay personas abocadas a dar un giro de 90 grados, a terminar con esa mentalidad negativa.
-Antes también habría amor propio, sólo que con eso no alcanza...
-Es verdad, eso siempre estuvo. Pero ahora se encaran las cosas de otra manera, más profesional, diría. Además, el jugador, sobre todo el de raza negra, ve en el fútbol una posibilidad de progresar, de ser alguien importante. Es una vía para dejar atrás las postergaciones, de crecer y poder ayudar a los hermanos más necesitados.
-En la campaña eliminatoria para Japón/Corea 2002 la afición ecuatoriana impuso un canto: "Sí, se puede". Y se pudo...
-Y se pudo. La calidad del jugador ecuatoriano ya estaba, todos la resaltaban. La diferencia con otros procesos estuvo en la unidad del plantel, en la meta común de futbolistas de distintas regiones del país.
-¿Qué diferencias encontró al volver a Liga una década después de marcharse a Gran Bretaña?
-En diez años noté un vuelco notable de credibilidad institucional, apoyo a los jugadores, respeto a los procesos de formación... En 1999 era imposible pensar en ganar una Copa Libertadores... ¡Ni soñando! Y hoy no sólo es una realidad: se le sumó la Sudamericana.
-Ésta la pudo festejar como protagonista, pero ¿cómo se vivió desde Inglaterra la Libertadores 2008?
-El fútbol ecuatoriano ya había marcado la pauta de su crecimiento en los Mundiales 2002 y 2006. Ya no hay más miedo ni timidez para enfrentar a brasileños o argentinos. Eso lo notan en Europa y se refleja en la cantidad de mis compatriotas que juegan hoy allí. El futbolista de mi país se para de igual a igual, no como años atrás, cuando esperaba el final del partido para cambiarle la camiseta al rival, después de perder.
-¿Cuál es el incentivo para un equipo que ya llegó a la cima?
-Cada día me despierto pensando en ser mejor. Y eso lo llevo al fútbol, con las mismas ganas que el primer día. Además, este equipo vivió una renovación desde que ganó la Copa Libertadores: se fueron Guerrón, Manso, Bolaños... La Recopa inyectó nuevas ganas y la Sudamericana es un justo premio. Yo siempre quiero más.
-¿Qué te enseñó el fútbol de Escocia e Inglaterra?
-La forma de vivir. En la vida todo lo que uno hace tiene que hacerlo bien. Dar lo mejor cada día, crecer. Me enseñó la honestidad en el trabajo diario, el compañerismo, el profesionalismo... Es un mundo aparte. Me gustaría mostrar en mi país eso: ser protagonista de un cambio. Por eso estuve dispuesto a soportar todo allá para abrir nuevas puertas a mis compatriotas.
-Allí aparece Fundecruz, su fundación...
-Claro, yo nací en el Valle del Chota, una de las zonas más pobres de Ecuador. Mi gente tiene muchas trabas y marginación. Yo quiero que tengan los mismos derechos que todos los ecuatorianos. Eso me quita el sueño. El fútbol me dio la oportunidad de tener un nombre y una posición para buscar influencias, para empujar. Tengo acceso a ministros, gente importante que puede ayudar. Cuando uno va a Inglaterra, el Primer Mundo, se da cuenta que el lugar de uno no es el Tercer Mundo, es el Noveno. Las injusticias son cosas de todos los días, y yo no miro para otro lado porque a mí me haya ido bien. Hoy hay ciento cincuenta familias que viven gracias a la fundación, ciento cincuenta niños que van a la escuela que creamos. Pusimos agua potable, que el pueblo no tenía, tienen su centro de salud. Y todo gracias a lo que me dio el fútbol.
-En diez años noté un vuelco notable de credibilidad institucional, apoyo a los jugadores, respeto a los procesos de formación... En 1999 era imposible pensar en ganar una Copa Libertadores... ¡Ni soñando! Y hoy no sólo es una realidad: se le sumó la Sudamericana.
-Ésta la pudo festejar como protagonista, pero ¿cómo se vivió desde Inglaterra la Libertadores 2008?
-El fútbol ecuatoriano ya había marcado la pauta de su crecimiento en los Mundiales 2002 y 2006. Ya no hay más miedo ni timidez para enfrentar a brasileños o argentinos. Eso lo notan en Europa y se refleja en la cantidad de mis compatriotas que juegan hoy allí. El futbolista de mi país se para de igual a igual, no como años atrás, cuando esperaba el final del partido para cambiarle la camiseta al rival, después de perder.
-¿Cuál es el incentivo para un equipo que ya llegó a la cima?
-Cada día me despierto pensando en ser mejor. Y eso lo llevo al fútbol, con las mismas ganas que el primer día. Además, este equipo vivió una renovación desde que ganó la Copa Libertadores: se fueron Guerrón, Manso, Bolaños... La Recopa inyectó nuevas ganas y la Sudamericana es un justo premio. Yo siempre quiero más.
-¿Qué te enseñó el fútbol de Escocia e Inglaterra?
-La forma de vivir. En la vida todo lo que uno hace tiene que hacerlo bien. Dar lo mejor cada día, crecer. Me enseñó la honestidad en el trabajo diario, el compañerismo, el profesionalismo... Es un mundo aparte. Me gustaría mostrar en mi país eso: ser protagonista de un cambio. Por eso estuve dispuesto a soportar todo allá para abrir nuevas puertas a mis compatriotas.
-Allí aparece Fundecruz, su fundación...
-Claro, yo nací en el Valle del Chota, una de las zonas más pobres de Ecuador. Mi gente tiene muchas trabas y marginación. Yo quiero que tengan los mismos derechos que todos los ecuatorianos. Eso me quita el sueño. El fútbol me dio la oportunidad de tener un nombre y una posición para buscar influencias, para empujar. Tengo acceso a ministros, gente importante que puede ayudar. Cuando uno va a Inglaterra, el Primer Mundo, se da cuenta que el lugar de uno no es el Tercer Mundo, es el Noveno. Las injusticias son cosas de todos los días, y yo no miro para otro lado porque a mí me haya ido bien. Hoy hay ciento cincuenta familias que viven gracias a la fundación, ciento cincuenta niños que van a la escuela que creamos. Pusimos agua potable, que el pueblo no tenía, tienen su centro de salud. Y todo gracias a lo que me dio el fútbol.
Interview with Ulises De la Cruz
“Before the South American Cup started, I said that Liga had a promising future. We have proven that it is possible to accomplish the greatest goals throughout a good and serious work”. The words of right wingback Ulises de la Cruz go far beyond triumphalism and resort to sensibleness. After almost a decade in British football, Ulises has returned to Liga de Quito, his former club, to win the 2009 South American Cup.
Interview published in the Conmebol magazine, in December 2009
By PABLO ARO GERALDES
“It is utter happiness”, adds the experienced player, who had to watch a great part of the final outside the pitch, since he was sent off by the referee Carlos Amarilla.
-They were atypical finals. What do you think of the definition in Rio?
-It was a very tough match, with a Fluminense entirely devoted to attack, since they knew that they had many goals against. Hence, they resorted to an offensive and aggressive football, though perhaps the 5 points we had scored in Quito, made them a little nervous. On the other hand, we were relaxed, although we had to confront a very strong team in attack.
-What‘s your opinion as to Liga throughout the South American Cup?
-Reaching the final and winning the title is not the result of the last match, but the outcome of all what we had done throughout the tournament.
-A decade ago, the Ecuadorian teams were those with which the others made calculations on goal differences. What has changed and why?
-I might think that all this is the result of self-esteem, of our will to win. Ecuador had a lacklustre football and there were and are people devoted to make a 90 degree turn towards putting an end to such a negative attitude.
-Self-esteem also existed before, though it is not enough...
-It’s true, it has always been present, though nowadays we deal with different circumstances in a more professional manner. Besides, the player and especially tose belonging to the black race, see football as a possibility to develop and become important. It’s a way of leaving unsolved matters behind, of growing and being able to help your brethren in need.
-During the Qualifiers campaign for 2002 Japan/Korea, the Ecuadorian fans created a slogan: “Yes, we can”. And you could…
-And we could. The Ecuadorian player’s efficiency was a fact, as everybody pointed out. The differences among other processes were based upon the roster’s unity and the common aim among footballers from different regions of the country.
-What differences did you find when returning to Liga a decade after leaving for Great Britain?
-In ten years, I noticed an outstanding change as to institutional credibility, support to the players, respect to the formation developments… In 1999, it was impossible to think of winning the Libertadores Cup… Not even dreaming of it! And today, it has not only become a reality, but the South
American Cup has been added.
-You were able to celebrate the last one as a protagonist, but how did you live the 2008 Libertadores Cup in England?
-The Ecuadorian football had already established its growth in the 2002 and 2006 World Cups. There’s no longer fear or shyness to confront Brazilians and Argentinians. This is noticed in Europe and is reflected in the large number of my countrymen who are playing there nowadays. My country’s footballer now stands on an equal basis with other foreign players, and not as he used to do several years ago, when he had to wait until the end of the match to change his shirt with that of his rival, alter having lost.
-What incentive has a team that has already reached the summit?
-Everyday I wake up thinking of being the best and I take that idea to football, with the same winning spirit of the first day. Moreover, this team lived through a renewal since they won the Libertadores Cup. Guerrón, Manso, Bolaños left… The Cup Winners’ Cup increased their interest and the South American Cup is a fair prize. I always want more…
-What did you learn from the football of Scotland and England?
-The way of living. In life you’ve got to do right everything you have to do. My people have many obstacles and rejections. I want them to have the same rights all the Ecuadorians enjoy. I really can’t sleep thinking of this problem. Football gives me the opportunity of having a name and a place in society that allow me to search influences and push. When you go to England, the First World, you realize that you don’t belong to the Third World, but to the Ninth. Injustices are done everyday and I don’t look aside because I’ve done well. Today there are one hundred and fifty families who live thanks to the foundation, one hundred and fifty children who go to the school we established. We give them drinking water, that the village did not have, and a health center. And everything thanks to what football has given me.
Interview published in the Conmebol magazine, in December 2009
By PABLO ARO GERALDES
“It is utter happiness”, adds the experienced player, who had to watch a great part of the final outside the pitch, since he was sent off by the referee Carlos Amarilla.
-They were atypical finals. What do you think of the definition in Rio?
-It was a very tough match, with a Fluminense entirely devoted to attack, since they knew that they had many goals against. Hence, they resorted to an offensive and aggressive football, though perhaps the 5 points we had scored in Quito, made them a little nervous. On the other hand, we were relaxed, although we had to confront a very strong team in attack.
-What‘s your opinion as to Liga throughout the South American Cup?
-Reaching the final and winning the title is not the result of the last match, but the outcome of all what we had done throughout the tournament.
-A decade ago, the Ecuadorian teams were those with which the others made calculations on goal differences. What has changed and why?
-I might think that all this is the result of self-esteem, of our will to win. Ecuador had a lacklustre football and there were and are people devoted to make a 90 degree turn towards putting an end to such a negative attitude.
-Self-esteem also existed before, though it is not enough...
-It’s true, it has always been present, though nowadays we deal with different circumstances in a more professional manner. Besides, the player and especially tose belonging to the black race, see football as a possibility to develop and become important. It’s a way of leaving unsolved matters behind, of growing and being able to help your brethren in need.
-During the Qualifiers campaign for 2002 Japan/Korea, the Ecuadorian fans created a slogan: “Yes, we can”. And you could…
-And we could. The Ecuadorian player’s efficiency was a fact, as everybody pointed out. The differences among other processes were based upon the roster’s unity and the common aim among footballers from different regions of the country.
-What differences did you find when returning to Liga a decade after leaving for Great Britain?
-In ten years, I noticed an outstanding change as to institutional credibility, support to the players, respect to the formation developments… In 1999, it was impossible to think of winning the Libertadores Cup… Not even dreaming of it! And today, it has not only become a reality, but the South
American Cup has been added.
-You were able to celebrate the last one as a protagonist, but how did you live the 2008 Libertadores Cup in England?
-The Ecuadorian football had already established its growth in the 2002 and 2006 World Cups. There’s no longer fear or shyness to confront Brazilians and Argentinians. This is noticed in Europe and is reflected in the large number of my countrymen who are playing there nowadays. My country’s footballer now stands on an equal basis with other foreign players, and not as he used to do several years ago, when he had to wait until the end of the match to change his shirt with that of his rival, alter having lost.
-What incentive has a team that has already reached the summit?
-Everyday I wake up thinking of being the best and I take that idea to football, with the same winning spirit of the first day. Moreover, this team lived through a renewal since they won the Libertadores Cup. Guerrón, Manso, Bolaños left… The Cup Winners’ Cup increased their interest and the South American Cup is a fair prize. I always want more…
-What did you learn from the football of Scotland and England?
-The way of living. In life you’ve got to do right everything you have to do. My people have many obstacles and rejections. I want them to have the same rights all the Ecuadorians enjoy. I really can’t sleep thinking of this problem. Football gives me the opportunity of having a name and a place in society that allow me to search influences and push. When you go to England, the First World, you realize that you don’t belong to the Third World, but to the Ninth. Injustices are done everyday and I don’t look aside because I’ve done well. Today there are one hundred and fifty families who live thanks to the foundation, one hundred and fifty children who go to the school we established. We give them drinking water, that the village did not have, and a health center. And everything thanks to what football has given me.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
25° SEA Games, Laos - Vientiane 2009: Malasia campeón
Se disputaron en Vientiane, capital del Laos, los XXV Southeast Asian Games, los 25tos Juegos del Sudeste Asiático. La medalla de oro del torneo de fútbol quedó para Malasia, tras 20 años sin conseguirla, la de plata para Tailandia y la de bronce para Singapur. El tailandés Sompong Soleb marcó 6 tantos y fue el goleador del certamen.
Participaron nueve de los once seleccionados Sub 23 de la región. No intervinieron esta vez Brunei Darussalam y Filipinas.
Los encuentros se juegaron en dos modernos escenarios: el Chao Anouvong Stadium y el National Stadium Sports Complex Main Stadium. Este encuentro deportivo, que por primera vez tuvoa Laos como sede, se realiza desde hace medio siglo. La primera edición se llevó a cabo en Bangkok (Tailandia) en 1959 bajo el nombre de Southeast Asian Peninsular Games. En 2001 se incorporó en el reglamente de fútbol el tope de edad de los 23 años.
Las mascotas de los SEA Games 2009 son dos elefantes blancos, vestidos con tradicionales vestimentas laosianas: Champa y Champi. En la antigüedad, Laos era conocido como Lan Xang, que significa "el reino del millón de elefantes".
Todos los resultados:
2/12: Malasia 11 - 0 Timor Oriental
2/12: Tailandia 1 - 1 Vietnam
4/12: Tailandia 4 - 0 Camboya
4/12: Vietnam 4 - 0 Timor Oriental
6/12: Vietnam 3 - 1 Malasia
6/12: Timor Oriental 1 - 4 Camboya
8/12: Timor Oriental 0 - 9 Tailandia
8/12: Camboya 0 - 4 Malasia
11/12: Camboya 1 - 6 Vietnam
11/12: Malasia 2 - 1 Tailandia
5/12: Singapur 2 - 2 Indonesia
5/12: Laos 1 - 1 Myanmar
7/12: Myanmar 1 - 2 Singapur
7/12: Laos 2 - 0 Indonesia
10/12: Myanmar 3 - 1 Indonesia
10/12: Laos 0-0 Singapur
SEMIFINALES
14/12: Vietnam 4 - 1 Singapur
14/12: Laos 1 - 3 Malasia
TERCER PUESTO
17/12: Laos 1 - 3 Singapur
FINAL
17/12: Malasia 1 - 0 Vietnam
Los Tigres de Malasia, ganadores de la medalla dorada.
TODOS LOS CAMPEONES
Southeast Asian Peninsular Games
AÑO - SEDE - MEDALLA DE ORO
1959 - Bangkok (Tai) - Vietnam del Sur
1961 - Rangoon (Bir) - Malasia
1963 - no se disputaron
1965 - Kuala Lumpur (Mal) - Birmania y Tailandia
1967 - Bangkok (Tai) - Birmania
1969 - Rangoon (Bir) - Birmania
1971 - Kuala Lumpur (Mal) - Birmania
1973 - Singapore (Sin) - Birmania
1975 - Bangkok (Tai) - Tailandia
Southeast Asian Games
AÑO - SEDE - MEDALLADE ORO
1977 - Kuala Lumpur (Mal) - Malasia
1979 - Jakarta (Ind) - Malasia
1981 - Manila (Fil) - Tailandia
1983 - Singapore (Sin) - Tailandia
1985 - Bangkok (Tai) - Tailandia
1987 - Jakarta (Ind) - Indonesia
1989 - Kuala Lumpur (Mal) - Malasia
1991 - Manila (Fil) - Indonesia
1993 - Singapore (Sin) - Tailandia
1995 - Chiang Mai (Tai) - Tailandia
1997 - Jakarta (Ind) - Tailandia
1999 - Bandar Seri Begawan (Bru) - Tailandia
2001 - Kuala Lumpur (Mal) - Tailandia
2003 - Hanoi/Ho Chi Minh (Vie) - Tailandia
2005 - Bacolod (Fil) - Tailandia
2007 - Nakhon Ratchasima (Tai) - Tailandia
2009 - Vientiane (Lao) - Malasia
sábado, 12 de diciembre de 2009
Copa de la CEMAC 2009: República Centroafricana campeón
La República Centroafricana consiguió en casa el primer título de su historia: la Copa de la CEMAC (Communauté Économique et Monétaire de l'Afrique Centrale). La 13ra edición del torneo se disputó en Bangui, capital de la República Centroafricana, y reunió a seis selecciones de la región conformadas exclusivamente por jugadores de equipos locales.
El escenario de todos los partidos fue el Stade Barthélemy Boganda. En el pasado (1984/1990) era conocida como Copa de la UDEAC (Union Douanière et Économique de l'Afrique Centrale).
GRUPO A
Rep. Centroafricana - Congo - Guinea Ecuatorial
1/12: Rep. Centroafricana 1 - 0 Guinea Ecuatorial
3/12: Guinea Ecuatorial 2 - 2 Congo
5/12: Congo 0 - 2 Rep. Centroafricana
Camerún - Chad - Gabón
2/12: Camerún 1 - 0 Chad
4/12: Chad 4 - 3 Gabón
6/12: Gabón 1 - 0 Camerún
SEMIFINALES
9/12: Rep. Centroafricana 2 - 1 Gabón
10/12: Chad 0 - 1 Guinea Ecuatorial
TERCER PUESTO
12/12: Gabón 1 - 2 Chad
FINAL
13/12: Rep. Centroafricana 3 - 0 Guinea Ecuatorial
República Centroafricana, campeona de la Copa de la CEMAC 2009.
Foto ACAP
TODOS LOS CAMPEONES
Coupe de l'UDEAC
AÑO - SEDE - CAMPEÓN
1984 - Congo - Camerún
1985 - Gabón - Gabón
1986 - Guinea Ecuatorial - Camerún
1987 - Chad - Camerún
1988 - Camerún - Gabón
1989 - Rep. Centroafricana - Camerún
1990 - Congo - Congo
Coupe de la CEMAC
AÑO - SEDE - CAMPEÓN
2003 - Congo - Camerún
2005 - Gabón - Camerún
2006 - Guinea Ecuatorial - Guinea Ecuatorial
2007 - Chad - Congo
2008 - Camerún - Camerún
2009 - Rep. Centroafricana - Rep. Centroafricana
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