sábado, 31 de mayo de 2008

Entrevista a Amado Guevara

Entrevista publicada en la revista Fox Sports
Por PABLO ARO GERALDES

Con más de cien partidos en la Selección de Honduras, Amado Guevara es hoy un símbolo del fútbol catracho y también de la MLS: llegó en 2003 a NYNJ MetroStars (luego rebautizado Red Bull), pasó por Chivas USA y este año arribó a Toronto FC, el equipo canadiense que se destaca por el fervor de su fanaticada.

-Llegó la hora de la Eliminatoria de CONCACAF, ¿cómo ves a Honduras?
-Estamos bien. El cuerpo técnico está haciendo un gran trabajo: no en las virtudes del equipo sino en los defectos; se van puliendo cosas pensando en llegar al Mundial de Sudáfrica. Se nota un fuerte progreso futbolístico y anímico. Pero esto recién empieza...
-¿Tienen la mente puesta en Puerto Rico, o ya piensan más allá?
-Lo tenemos claro: la Eliminatoria empieza con Puerto Rico y estamos enfocados 200% en esos dos partidos. No hay que subestimar a ningún rival. Sabemos poco de su funcionamiento, pero el profe Reinaldo Rueda ya lo está estudiando.
-¿Y después? Si pasan a Puerto Rico tendrán que enfrentarse probablemente a México, Canadá y Jamaica.
-Paso a paso... El entrenador ya pensará en lo que sigue.
-Jugaste tres Eliminatorias. Quedaron a un escalón de ir al Mundial 2002... ¿Qué dice tu experiencia?
-Que hay que aspirar a uno de los tres primeros puestos de la CONCACAF, porque el cuarto irá una repesca bien complicada contra un sudamericano.
-Igual, en 2001 los invitaron a último momento a la Copa América y finalizaron terceros...
-Fue una sorpresa para todos, incluso para nosotros: eliminamos a Brasil y le ganamos el tercer puesto a Uruguay. Hoy, Honduras tiene un fútbol más compacto y decidido que aquel.
-En la Eliminatoria podrían enfrentar a Canadá, con el mismo público que te alienta en Toronto FC...
-¡Sí! Aquí está la hinchada número uno de la liga. El estadio está siempre lleno, no importa el clima.
-¿Cómo se siente un centroamericano en el frío de Toronto?
-Es bastante duro: lo de aquí es frío o lluvia; el calor todavía no lo he sentido. Pero es un lugar muy lindo para vivir, más tranquilo que los Estados Unidos. Y mi inglés es más o menos, pero me defiendo, así que me adapto sin problemas.
-Llegaste a la MLS en 2003, ¿qué cambios notas desde entonces?
-Bastante progreso. Han llegado figuras como Beckham, Cuauhtémoc Blanco, el Piojo López, Juan Pablo Ángel... La liga va creciendo, se siente mejor en todos los aspectos.
-La MLS te dio la posibilidad de conocer un estadio como el Bernabeu, del Real Madrid, o al propio presidente George Bush...
-Sí, fueron experiencias inolvidables. Jugamos las Estrellas de la MLS contra el Real Madrid; también enfrentamos al Barça y al Bayern Munich. Ahí uno aprende que esos clubes son grandes por su sencillez. Y lo de Bush no lo podía creer, fue en un acto de reconocimiento a deportistas latinos. Le di la mano, pocos tienen una oportunidad así; son las cosas que te regala el fútbol.

martes, 27 de mayo de 2008

Eurocopa Austria-Suiza 2008: ¡España campeón!

Aquí, todos los resultados de la XIII Eurocopa, que consagró a España campeón, como no sucedía desde 1964:


Grupo A

7 de junio - Basilea: Suiza 0 - 1 Rep. Checa
7 de junio - Ginebra: Portugal 2 - 0 Turquía
11 de junio - Ginebra: Rep. Checa 1 - 3 Portugal
11 de junio - Basilea: Suiza 1 - 2 Turquía
15 de junio - Basilea: Suiza 2 - 0 Portugal
15 de junio - Ginebra: Turquía 3 - 2 Rep. Checa

Grupo B

8 de junio - Viena: Austria 0 - 1 Croacia
8 de junio - Klagenfurt: Alemania 2 - 0 Polonia
12 de junio - Klagenfurt: Croacia 2 - 1 Alemania
12 de junio - Viena: Austria 1 - 1 Polonia
16 de junio - Klagenfurt: Polonia 0 - 1 Croacia
16 de junio - Viena: Austria 0 - 1 Alemania

Grupo C

9 de junio - Zurich: Rumania 0 - 0 Francia
9 de junio - Berna: Holanda 3 - 0 Italia
13 de junio - Zurich: Italia 1 - 1 Rumania
13 de junio - Berna: Holanda 4 - 1 Francia
17 de junio - Berna: Holanda 2 - 0 Rumania
17 de junio - Zurich: Francia 0 - 2 Italia

Grupo D

10 de junio - Innsbruck: España 4 - 1 Rusia
10 de junio - Salzburgo: Grecia 0 - 2 Suecia
14 de junio - Innsbruck: Suecia 1 - 2 España
14 de junio - Salzburgo: Grecia 0 - 1 Rusia
18 de junio - Salzburgo: Grecia 1 - 2 España
18 de junio - Innsbruck: Rusia 2 - 0 Suecia

Cuartos de final
19 de junio - Basilea: (1) Portugal 2 - 3 Alemania
20 de junio - Viena: (2) Croacia 1 - 1 Turquía (1-3 en penales)
21 de junio - Basilea: (3) Holanda 1 - 3 Rusia
22 de junio - Viena: (4) España 0 - 0 Italia (4-2 en penales)

Semifinales
25 de junio - Basilea: Alemania 3 - 2 Turquía
26 de junio - Viena: Rusia 0 - 3 España

Final
29 de junio - Viena: Alemania 0 - 1 España

miércoles, 21 de mayo de 2008

Andriy Shevchenko: Capitán Frío


En 1986 fue víctima de la tragedia de Chernobyl. Hoy este ucraniano aficionado a la poesía y al cine se consagró goleador de Italia superando a Batistuta y a Crespo.

Artículo publicado en la revista El Gráfico, en 1999.
Por PABLO ARO GERALDES


Capocannoniere. La palabra que define al goleador del fútbol italiano, por primera vez le cupo a un jugador llegado desde la nieve del este europeo, más precisamente desde Ucrania. Con sus 24 goles en la Serie A, Andriy Shevchenko continúa la tradición de los centrodelanteros extranjeros del Milan: Gunnar Nordhal, Altafini y Marco Van Basten, antecesores que también ganaron el balón de oro. Su conquista es más valiosa por haberla conseguido en su primera temporada en el calcio, ante defensas mucho más duras que aquellas que buscaban detenerlo cuando avanzaba con el Dynamo de Kiev.

Su imagen fría de robot armado en una fábrica soviética tiene un reflejo en su juego. Velocidad, técnica y olfato de gol estuvieron a la vista del mundo entero en el último año. Pero detrás de su estampa de goleador se esconde una personalidad que contrasta con la mayoría de los futbolistas de la época: distante y reservado, prefiere la calma de la vida familiar a los flashes y el asedio de las fans.

Pintón y sin novia, “Sheva” es uno de los preferidos de las chicas italianas, que hacen largas guardias a la espera de una foto, un autógrafo o una mirada. Esto último sería el mejor trofeo para ellas, dada su marcada timidez. Hombre de pocas palabras, habla a través de sus goles. Fue educado al rigor técnico de la escuela soviética, pero con ese plus de fantasía que siempre pusieron los ucranianos; basta con recordar a Igor Belanov –goleador del mundial 86-, Oleksandr Zavarov –primer soviético que emigró fuera de la URSS y también el primero en ir a Italia, cuando se incorporó a Juventus-, Kusnetsov, Mikhailichenko, Protasov u Oleg Blokhin, balón de Oro Europeo en los 70 y uno de sus primeros ídolos, cuando era alcanzapelotas del Dynamo. Se había metido en el principal club del país en 1986, cuando tenía solamente 9 años, gracias a que los comentarios que sus goles infantiles llegaron a oidos de Alexander Shpakov, técnico de la Primera. Corría 1986, pero la alegría duraría muy poco. Las primeras horas del 26 de abril se pegaron en su piel junto a un resplandor enceguecedor. A cien kilómetros de su casa la usina nuclear de Chernobyl explotaba, fuera de control, elevando al cielo una nube tóxica que se llevó cientos de vidas y envenenó por décadas los recursos naturales de la zona. La familia Shevchenko fue evacuada cerca del Mar Negro y Andriy tuvo que ser internado. Es una etapa de la que nunca quiso hablar. El dolor persiste. No sólo por la tragedia que vivió, sino por la marca que dejó en el pueblo ucraniano. Su pueblo.

Lejana tierra mía
Otro de los razgos que diferencia a Shevchenko del medio futbolístico es su marcado compromiso con la identidad nacional y la cultura ucraniana. Es un fanático seguidor del poeta Taras Schevchenko -el mismo apellido es sólo una coincidencia-, el autor ucraniano más renombrado. “Su poesía es fuerte y dulce a la vez. Fue el primero en usar la lengua ucraniana en la literatura, en lugar del ruso, idioma del Imperio opresor. Tengo una gran admiración por él. Era el poeta de la identidad nacional, un artista único que en el exilio escribía poemas de amor a su tierra, la pasión de nuestro pueblo y sobre todo por la gente más pobre. Todos los ucranianos nos reconocemos en él”. La descripción no parece haber salido de la boca de un potente centrodelantero. Pero para él parece común eso de llevar los libros a las concentraciones. “Con el kinesiólogo del Dynamo jugábamos a ver quién recordaba más versos”, recuerda. El gusto por el poeta no surge solamente de lo que escribió. El sentimiento nacional vive en cada ucraniano; es una especie de “nunca más” para no olvidar la represión soviética, la hambruna provocada por el Ejército Rojo entre 1932 y 1933 que aniquiló a la mitad de la población de Ucrania, para luego quedarse con sus tierras. Ahora, mientras los tifosi milanistas enloquecen con sus goles, aprovecha para aprender italiano, leyendo todo lo que puede y viendo cine.

El goleador reconoce que, como culaquiera, se entretiene con las películas de Mel Gibson, Sharon Stone o Brad Pitt. Pero el cine que realmente lo conmueve es aquel que refleja su identidad. “Una película que me quedó en el corazón es ‘Moscú no cree en lágrimas’, de Valentin Chernykh, un maestro reconocido en todo el mundo, ganador del Oscar a fines de los 70. Además, en Ucrania son famosos los filmes de Sergej Eisenstein, como ‘El acorazado Potemkin’, de principios de siglo”.

Siendo tan apegado a las tradiciones de su tierra, cuesta explicarse que no haya sufrido la adaptación y triunfase en su primer año en Italia. “Es que no sentí ninguna nostalgia porque toda mi familia está en Milano -aclara-. Me acompañan mis padres, mi hermana y mi cuñado”.

Evidentemente, las presiones no lo afectan. Cuando la Gazzetta dello Sport lo consultó por las exigencias del fútbol italiano, no se inmutó. “¿Presiones?, al contrario, en Italia me siento más libre. Aquí tengo más tiempo para mí mismo, para leer, estudiar, estar con mis padres. En Ucrania es fútbol, fútbol y más fútbol. Allá debés pensar como un futbolista, en Milano puedo permitirme pensar como una persona”.

Ucrania, siempre presente
Sus inicios como jugador fueron en canchas duras, sin césped, muchas veces cubiertas de nieve y hielo. Siguió creciendo de la mano de Valeri Lobanovski, técnico del Dynamo (el mejor entrenador de la historia, tanto ucraniana como soviética). Lo protegía dentro de un fútbol humilde comparado con los grandes de Europa. Un ámbito ideal para crecer futbolísticamente lejos de las presiones.
A los 18 años, Shevchenko marcó su primer gol continental, ante el Bayern Munich. Después vinieron muchos más y los ojos de Europa no tardaron en detectarlo. Dejar afuera de la Champions League al Barcelona marcándole 3 goles en el Camp Nou es un hecho imposible de hacer pasar inadvertido. “Andriy es uno de los mejores jugadores de Europa. No tiene nada que envidiarle a Ronaldo. Además de calidad y potencia, tiene una gran capacidad de trabajo Y por su juventud, puede seguir progresando”, sintetizó Lobanovski.

Las ofertas no tardaron. Manchester United, Real Madrid, el mismo Barcelona y el Milan aparecieron en su horizonte. Los 25.000.000 que Berlusconi puso sobre la mesa terminaron con la incógnita. Surkis, el presidente del Dynamo, sabía que perdía una joya: “No me gusta que se vaya, pero un gran jugador como él merece tener estas oportunidades. Si sigue así, va a ser el mejor jugador del mundo”. Lo despedían con elogios, y así también lo recibían en Italia. George Weah le dejaba el puesto y pronosticaba que sería el futuro goleador. Ni él sabía todo lo que podía dar. Se presentaba con los 20 goles marcados en la última temporada ucraniana, “pero el campeonato italiano es otra cosa...”, se atajaba. El resto es historia conocida.

Aunque por estos días se lo vea paseando silencioso por Piazza Duomo y Via Montenapoleone, su mente sigue en Ucrania. Si le preguntan por un amigo, nombra al tenista Andriy Medvedev; si le piden un ídolo, aparece la figura de Sergiy Bubka, el mejor saltador con garrocha de la historia. Siempre Ucrania.

En sus vacaciones, se recluye en el lago Iagotin, caña de pescar en mano, lejos del ruido y de los hinchas. La estrella necesita estar alejada del entusiasmo que genera. “La gran atención de los admiradores me hace sentir bien, pero tiene un lado negativo -explica-. Mucha gente no entiende que uno quiera tomarse una pausa. Si hubiese aceptado aunque sea la décima parte de todas las invitaciones a tomar cerveza que me hacen los hinchas, ahora sería un alcohólico crónico”.
Pero aunque su imagen exterior haga suponer lo contrario, el goleador también llora. Es un combativo que detesta la derrota, pero rompió en llanto tras la caída ante Juventus que lo marginó de la Liga de Campeones. Lo mismo cuando Ucrania quedó fuera de la Euro 2000 a manos de la sorprendente Eslovenia. Sí, el hombre que parece un freezer puede encender pasiones calientes. El técnico Zaccheroni “encontró un jugador capaz de salirse de los esquemas, de exaltar a los hinchas, de reverdecer aquellos duelos Milan-Inter entre Rivera-Mazzola, capaces de dividir en dos a una ciudad que ama identificarse con hombres ganadores”, ilustró la revista Calcio 2000.

El ucraniano que relegó a Crespo y a Batistuta en la tabla de goleadores elige el perfil bajo. No hace publicidad, no aparece con modelos ni actrices, no se tiñe el pelo. Pero demostró que los jugadores del Este no son sólo un producto exótico.

lunes, 12 de mayo de 2008

Salvador Cabañas: Capitán América

Artículo publicado en la revista Fox Sports, en enero de 2008.
Por PABLO ARO GERALDES

El delantero paraguayo es el superrrehéroe del ataque de las Águilas. Imparable frente a la portería rival, con sus goles busca su primer título y la gloria continental para el club.

No lleva el brazalete de capitán, un honor que bien ganado tiene Germán Villa, pero sí se transformó en un referente ineludible del América de México. Con sus goles y buenas actuaciones, el paraguayo Salvador Cabañas se ha convertido en el arma fundamental del ataque de las Águilas.
La Copa de Campeones de la CONCACAF fue el último título del club, en la primavera de 2006. Mucho tiempo ya para una playera acostumbrada a la gloria. En 2007, América alcanzó los cuartos de final de la Copa Libertadores. Aspiraba a más, pero esos diez partidos le alcanzaron al artillero para anotar 10 goles, con los que ganó un lugar en la elite estadística: es uno de los 18 futbolistas que llegaron a la decena de dianas en una misma edición.
En el segundo semestre de 2007, América perdió la final de la Copa Sudamericana y él estuvo a punto de ser otra vez el goleador. Por eso, el diario El País de Montevideo, Uruguay, le entregó su tradicional premio al mejor futbolista sudamericano. Sucedió así al argentino Carlos Tevez y al talentoso chileno Matías Fernández.
A diferencia de los galardonados anteriores, Cabañas no hace de su juego un despliegue de talento. Pero sí manda en el terreno de la efectividad, de la contundencia, con un abanico variado de argumentos. Mide 1,73m pero parece inmenso: su robusta contextura física intimida. Y cuando se dispara en velocidad es un toro imparable para los zagueros.
Si pisa el área adversaria, su sentido de ubicación lo hace ultrapeligroso, porque aunque parezca pesado se mueve con rapidez. Y su disparo de media distancia resulta letal. Su menú de recursos se completa con un certero cabezazo y una implacable voracidad ante el error del rival.

HISTORIA DE GOLES
Reventó las primeras redes en Itaguá, en los suburbios de la capital Asunción. Su entrenador era Alicio Solalinde, quien había ganado la Copa Libertadores con Olimpia en 1979. El lo recomendó para la Selección Sub 17 y a partir de entonces lo llamaron para todos los torneos juveniles.
Hizo su debut en Primera División con el modesto club 12 de Octubre (en la temporada 1998/99) y no tardó en deslumbrar: marcó 17 goles. Se hizo tan conocido en Paraguay que pronto saltó las fronteras. En 2001 se incorporó al creciente Audax Italiano, de Chile, y repitió la historia: en 2003 fue el máximo artillero del Torneo Apertura y se despidió del club con un recuerdo de 38 goles en 89 partidos.
Su poder de fuego era demasiado para el opaco fútbol chileno: las noticias de sus goles recorrieron todo el continente y su nuevo destino se llamó México. En silencio, como es su estilo, se incorporó a un club nuevo, que sólo tenía un año de vida: los Jaguares de Chiapas.
San Cristóbal de las Casas era conocida por el Subcomandante Marcos y el Ejército Zapatista, pero no era una referencia futbolística... hasta que llegó Cabañas. De la mano del paraguayo, los chiapanecos se acostumbraron a las victorias y hasta se animaron a soñar con títulos, aunque no llegaron. “En Chiapas me recibieron con los brazos abiertos, su gente me quiere mucho. Pasé allí un gran momento de mi vida”, declaró el goleador en una de esas escasas ocasiones en las que habla con la prensa. No podían menos que amarlo: en tres temporadas hizo nada menos que 59 goles y se convirtió en el mayor anotador en la corta historia del club.
En el Clausura 2006 hizo 11 tantos y lideró la tabla de goleo con el uruguayo Sebastián Abreu. Su carrera pedía un desafío mayor y lo encontró en el América, donde se convirtió en amo y señor del gol. Uno de los pocos líderes indiscutibles en un equipo que no termina de convencer.

EL IDOLO DEL NIDO
Los clubes me contratan para que haga goles y eso es lo que trato de hacer”, explica, como si fuese tan simple. Llegado sin las pompas de otras estrellas, se fue afirmando como uno de los extranjeros más rentables del fútbol azteca de los últimos años. Rindió bajo el mando de Luis Fernando Tena, con Daniel Brailovsky y no deja de rendir ahora con Rubén Romano, aunque la campaña americanista en el Torneo Clausura es realmente pobre.
En la Copa Libertadores, las Águilas siguen de pie y él suele convertirse en el ‘Salvador’ del equipo. Siempre en silencio: no habla antes de los partidos, por cábala. Y no habla después, por timidez.
Su marca goleadora no se limita al equipo mexicano. Su otra huella es la rojiblanca de la Selección de Paraguay. Lo llevaron al Mundial de Alemania 2006, pero no jugó porque su puesto estaba cubierto por otros dos enormes delanteros: Roque Santa Cruz y Nelson Haedo-Valdez.
Tuvo su revancha en la Copa América 2007, aun como suplente de Santa Cruz y Oscar Cardozo. Pero no desaprovechó los minutos que tuvo en la cancha: 21 contra Colombia y marcó dos goles; otros 17 frente a los Estados Unidos y también festejó. Después llegó el aplastante 0-6 contra México y la aventura terminó.
Hoy, el seleccionador Gerardo Martino lo tiene como hombre indiscutible en la escuadra paraguaya. Fue titular en los cuatro partidos disputados por la Eliminatoria Sudamericana, que tiene a Paraguay puntero, por delante de Brasil y Argentina, nada menos. Cabañas es la carta ganadora más fuerte. Un verdadero Capitán América, pero con un claro futuro europeo.