domingo, 14 de abril de 2024

Xabi Alonso se mete entre los grandes entrenadores


El entrenador vasco acaba de renovar su vínculo con el Bayer 04 Leverkusen. A los 42 años se ganó un lugar entre los directores técnicos más prestigiosos de Europa.

Publicada en VAR Deportivo, en marzo de 2024
Por PABLO ARO GERALDES

La historia de Xabi Alonso es particular. Nació el 25 de noviembre de 1981, meses antes de que su padre, Periko Alonso, pasara de la Real Sociedad al Barcelona y se convirtiera en compañero de Diego Maradona.
Periko Alonso, padre de Xabi, y Diego Maradona

Con los años, el propio Xabi surgió de la cantera donostiarra y allí inició una carrera colmada de guiños con el pasado. Si su padre vistió la camiseta blaugrana, él llegó a ponerse la del Real Madrid, mientras su hermano Mikel Alonso se quedó en San Sebastián para seguir con la Real Sociedad y apenas alejarse en el final de su carrera para terminar en el T
enerife. Un laberinto de espejos.

Xabi era muy pequeño y no pudo ver a su padre jugar el Mundial 1982 con la casaca roja de España, tampoco a Maradona en su primera experiencia mundialista, pero fue él quien levantó la Copa en Sudáfrica 2010 para orgullo de la familia Alonso. En el único Mundial disputado en África, Diego ofició de entrenador de Argentina, una tarea que él también lleva adelante. Y diez años después, Maradona dejó este mundo, justo el día de cumpleaños de Xabi.

Como en una película con bucles temporales, las escenas vienen y van, se van y vuelven. Y revuelven. Antes de triunfar en el Real Madrid, Xabi Alonso se destacó en el Liverpool. Después de las seis temporadas madridistas, se retiró como campeón de la Bundesliga, jugando para el Bayern Múnich.

Pasado en el Liverpool y final en la Bundesliga. Como en una película fractal, el tiempo se da vuelta: del éxito con el Bayer 04 Leverkusen en su primera experiencia de élite como entrenador despertó el interés del Liverpool, que ve en él las cualidades extraordinarias que en 2015 supo percibir en Jürgen Klopp. El DT vasco era el ideal para reemplazar a Klopp, pero decidió continuar en Leverkusen.

En 2018, ya retirado como jugador, Alonso brindó una charla junto al entrevistador Manuel Jabois sobre la evolución del juego. En ese entonces ya se destacaban sus conceptos para ser un entrenador de peso:



Para validar el peso específico de Xabi Alonso, viene bien un repaso a las opiniones que grandes del fútbol tienen sobre su exitoso desempeño:

Pep Guardiola supo tenerlo como jugador en el Bayern Múnich. Ahora, su compatriota también es colega. El entrenador del Manchester City remarcó el gran proceso que implantó Alonso, donde todo indica que romperá con once años hegemonía bávara.
“Está haciendo un trabajo fantástico. El único equipo invicto, peleando con el Bayern: ahora llega la parte más importante de la temporada. No ‘pueden’ ganar la Bundesliga, sólo pueden perderla, porque todo el mundo piensa que ya está hecho".


Otra palabra autorizada en Alemania es la de Karl-Heinz Rummenigge. El ex presidente del Bayern lo elogió por ser “un buen tipo, disciplinado y empático, destinado al éxito. Xabi tiene que ganar experiencia ahora y es inteligente de no irse directo al Real Madrid, sino uno o dos niveles por debajo. Una vez intentamos traerlo al Bayern como segundo entrenador, pero no se dio", culminó el capitán germano en las finales mundialistas de 1982 y 1986.


Hace doce años José Mourinho mencionaba el papel que cumplía Xabi dentro del plantel del Real Madrid que él comandaba: “Es un jugador importante. Se siente fuerte y da equilibrio al equipo". Ahora sabe que está ante un colega que crece: “Jugó en España, en Inglaterra y en Alemania. Además fue entrenado por Guardiola en el Bayern, por mí mismo y por Ancelotti en el Real Madrid y por Benítez en el Liverpool. Si pone todo ese conocimiento junto, Xabi tiene las condiciones para ser un gran entrenador”.

En una entrevista con Sky Sports, Jürgen Klopp expresó la admiración que tiene ante el exmediocampista del Real Madrid por el sello que implantó en el Leverkusen en tan poco tiempo: “La próxima generación ya está aquí y diría que Xabi es el destacado de esa generación".

Por último, otro alemán: Lothar Matthaus. El capitán campeón del mundo en 1990 resaltó la personalidad de Xabi Alonso: “Con la calma que siempre demuestra, no se deja seducir con los proyectos de los dos gigantes europeos. Así como era como jugador es ahora como entrenador, él es fiel a su carácter. Todas las historias que se escriban y digan en las próximas semanas y meses a él no le importan. No tiene presión y puede llevar las cosas con calma. Su sueño puede ser dirigir un día al Bayern, al Liverpool o al Real Madrid; pero en mi opinión todavía no terminó con Leverkusen. Xabi no es alguien que se deja llevar por los grandes nombres, para eso ya ganó por demás como jugador. Tampoco se va a guiar por el aspecto económico: lo que le importa es lo que construyó y con quién lo construyó; sabe de dónde viene y qué le debe a los demás. Por todo esto es que no pienso que vaya a firmar por otro club en la próxima temporada”.



viernes, 12 de abril de 2024

Chinos en la Argentina - Tan lejos de casa

Versión en español del artículo publicado en la revista Kicker China en abril de 2005.
Por PABLO ARO GERALDES


Dalian, 2:30 AM: los padres de Wang Rixin duermen mientras su hijo juega fútbol y aprende a dominar los secretos del balón. Claro que Wang no es sonámbulo ni tiene el exótico placer de jugar fútbol de madrugada, él está en Jáuregui, a 80 km de Buenos Aires, Argentina, exactamente del otro lado el planeta, donde el reloj marca las 2:30 PM.

Wang, junto a otros ocho compatriotas dejó China para aprender fútbol en Argentina, donde este deporte es más que una pasión, es parte misma de la identidad nacional. Todo forma parte de un proyecto surgido en 1998, cuando la empresa Jiehengsen Intercambios Culturales y Deportivos "empezó a estudiar qué podía brindarle Argentina de aquello que le falta a China", explica Du Xiaolin, coordinadora del proyecto en la sede de Buenos Aires.

Entonces hubo dos opciones: enviar a Argentina a profesionales para que jugaran en un club determinado o mandar juveniles para que incorporen conocimientos. La idea final fue buscar un perfeccionamiento de las bases, por eso empezaron a viajar jugadores de entre 14 y 20 años, para permanecer un año, o dos, lejos de casa.

Sergio García, arquero campeón mundial juvenil en Japón ’79 (en el equipo donde deslumbró Diego Maradona) es quien dirige la parte futbolística del proyecto y el encargado de decidir quiénes son los elegidos para recorrer los 20.000 km: "viajé hasta Dalian para probar a los muchachos y cuando llegué encontré un estadio repleto de aspirantes. No fue fácil elegir a los más aptos".

En 2001 comenzaron a llegar los primeros de los 41 jóvenes que ya pasaron por el Centro de Alto Rendimiento Futbolístico, donde realizan entrenamientos diarios teniendo un día de descanso, con una exigencia que está a la altura de los clubes de la Primera División argentina.

Pero tan lejos de casa todo es distinto: el idioma, la comida, de los seis millones de habitantes de Dalian a los tres mil de Jáuregui, perdidos en la inmensidad del paisaje de la pampa bonaerense. Aunque nada les falta: están siempre en contacto con un traductor mientras van aprendiendo el idioma español y tienen todos los servicios de alojamiento en una vivienda exclusiva para ellos, gastronomía adecuada, atención médica permanente, además de lo futbolístico. "Luego del primer año, se evalúa si el joven se adaptó a las costumbres y buscamos que fiche en algún club para completar el aprendizaje en un nivel más exigente", explica García, a quien los muchachos respetan y quieren como a un padre.

Ese escalón más alto al que todos aspiran, ya comenzó a dar sus frutos: “los chinos”, como los llaman los habitantes del pequeño pueblo, ya empezaron a demostrar lo aprendido en los clubes Luján (de la división Primera C), Flandria (Primera B) y Banfield (Primera A, la elite del fútbol argentino). Y varios comparten entrenamientos con otros clubes importantes del torneo argentino.

Cuenta García que "ahora hay un grupo de chicos en la concentración de Flandria, ellos comen, duermen y entrenan con una planificación seria en busca de un objetivo claro. La idea es que después de 2 años de adaptación puedan regresar a China en buenas condiciones para incorporarse a algún club. Pero lo más importante es que ellos se enriquezcan futbolísticamente en nuestro país, en una época importante de su crecimiento".

Guo Wei ya habla correctamente español y además está realizando el curso oficial de entrenador. Para él, "la principal diferencia en el aprendizaje está en la técnica. Los argentinos trabajan desde niños a favor de la técnica, después viene lo físico y lo táctico. En China todo es más rígido". García lo explica desde su experiencia: "el concepto es diferente, y lo más difícil es transmitirles esa diferencia. A partir de allí, empezamos a trabajar sobre el programa. Pero los chinos tienen un biotipo muy parecido al argentino; físicamente no hay diferencias, como sí las hay entre sudamericanos y europeos".

-¿Y logran comprender esa diferencia conceptual?
-Viendo la TV no se dan cuenta de cómo puede ser el fútbol argentino, tienen que experimentarlo. Cuando regresan a China, nos seguimos escribiendo e-mails, y me cuentan que allá se dan cuenta de lo diferente que es.

-¿Dónde está la mayor diferencia sobre la que trabajan?
-Cuando trabajan la parte defensiva, sin pelota, chinos y argentinos son iguales. El tema es desarrollar el juego con la pelota, practicar el juego corto a ras del suelo. Y otro tema es cultivar el espíritu del fútbol, que al enfrentar a Japón o Corea sientan en el pecho eso que le pasa a cualquier jugador argentino cuando juega ante Brasil, que se agranda. Por eso sería interesante trabajar estos aspectos allá, en China, porque tienen un gran potencial.

-¿Hay continuidad en el trabajo?
-A eso apuntamos. Para lograr buenos resultados, lo importante es que este desarrollo siga al volver a China. Este tipo de aprendizaje ya les dio resultados en otros deportes.

La tarde de entrenamiento se termina, pero no es como las demás. Esta es la última tarde de Pang Henan, que tras dos años respirando fútbol argentino, tiene listas las maletas para regresar a casa. Todos los habitantes de Jáuregui lo van a extrañar, porque “los chinos” están entre sus vecinos más queridos, por su buen comportamiento, solidaridad y respeto. El automóvil espera a Pang para ir al aeropuerto y el abrazo con Sergio García se prolonga más que otras veces. Y las lágrimas no se pueden ocultar. "Convivimos dos años, compartimos momentos inolvidables y uno los ve crecer, es imposible no sentir un nudo en la garganta cuando llega el momento de la despedida", confiesa el entrenador.

El sol se oculta mientras el auto se aleja. Ambos saben que, más allá del fútbol, del otro lado del mundo siempre lo esperará un amigo.



jueves, 11 de abril de 2024

Copa Libertadores: campeones como jugador y como DT


Solamente ocho jugadores campeones de la Copa Libertadores volvieron a levantar el trofeo en su rol de entrenador; cinco argentinos, dos uruguayos y un brasileño:

Humberto Maschio Bandera de Argentina
Racing 1967 / Independiente 1973

Roberto Ferreiro Bandera de Argentina
Independiente 1964 y 1965 / Independiente 1974

Luis Cubilla Bandera de Uruguay
Peñarol 1960 y 1961, Nacional 1971 / Olimpia 1979 y 1990

Juan Martín Mujica Bandera de Uruguay
Nacional 1971 / Nacional 1980

José Omar Pastoriza Bandera de Argentina
Independiente 1972 / Independiente 1984

Nery Pumpido Bandera de Argentina
River Plate 1986 / Olimpia 2002

Marcelo Gallardo Bandera de Argentina
River Plate 1996 / River Plate 2015 y 2018

Renato Gaúcho Brasil
Grêmio 1983 / Grêmio 2017

Luis Cubilla, tres veces campeón como
jugador y dos más como DT.

sábado, 6 de abril de 2024

El primer Alemania-España

El 12 de mayo de 1935 se enfrentaron por primera vez Alemania y España, dos seleccionados con profunda historia futbolística y política.

Hace casi nueve décadas, 74 mil germanos abarrotaron las tribunas del Müngersdorfer Stadion, de Köln (Colonia) para ver a la Nationalmannschaft frente al seleccionado de España, que llegaba luego de una gran actuación en la Copa Mundial de 1934 y con estrellas vascas de renombre continental como Jacinto Quincoces, Leonardo Cilaurren, José Muguerza, José Iraragorri, Luis Regueiro o Isidro Lángara.

Los capitanes Quincoces y Gramlich
junto al árbitro Langenus
La gala de lujo tuvo también a un árbitro de renombre: el belga Jan Langenus, el mismo que en 1930 había dirigido en Montevideo la final de la primera Copa del Mundo, entre uruguayos y argentinos.

Las entradas llevaban varios días agotadas y el partido se dio en un clima de "nacionalismo desbordado", como lo describe el diario La Vanguardia. Se concedía una importancia sensacional a esta lucha. Todo el estadio estaba rematado de banderas con la cruz esvástica.

Para entenderlo, hay que retroceder 80 años: se trataba de la Alemania del III Reich contra la II República Española. La Alemania de Adolf Hitler que ya prendía alarmas en Europa vs. la España republicana y democrática que un año después sufriría el estallido de la Guerra Civil.

Entre las autoridades presentes estaba Bernhard Rust, ministro de Educación del III Reich, responsable de las purgas de judíos en la Universidad, junto al alcalde de Colonia, Günter Riesen, quien desplazo a Konrad Adenauer (años después canciller de la República Federal de Alemania). En representación de la visita fue el embajador en Berlín, Francisco Agramonte y Cortijo.

Cuando ingresó la selección española los alemanes hicieron un pasillo con el brazo derecho en alto, el típico saludo nazi.

Alemania tenía un equipo poderoso y de entrada hizo sentir la presión sobre el arco de Eizaguirre. A los 11 minutos se abrió el marcador, como lo contaba el periódico La Vanguardia: "Bender pasa a Conen, éste lo cruza al ala derecha, al mismo tiempo que avanza sobre nuestra puerta. Lehner centra después de deshacerse de Zabalo. Quincoces falla al intentar el despeje y Conen se hace con la pelota y, sin pararla, envía un impotente tiro cruzado que, después de dar en el larguero, llega hasta la red en forma imparable. El entusiasmo de jugadores y público alemanes se desborda".

Los de rojo no se achicaron y aguantaron los embates germanos. De la misma crónica de La Vanguardia, el relato del empate español, a los 28 minutos: "En los terrenos de nuestra defensa, Iraragorri se hace con el balón y cede a Luis Regueiro. Este, en una de sus clásicas fintas, avanza rápido y cede excelentemente a Vantolrá. El extremo catalán recoge la pelota y, sin pararla, la cede en bien medido centro a Lángara. Cuando éste se dispone a rematar, es cargado violentamente por un defensa alemán, que produce la caída del jugador asturiano. Pero Lángara, en el suelo, en dificilísima posición, lanza un tiro rápido y bien dirigido, que se cuela por entre los palos del marco alemán sin que Buchloh pueda evitarlo".

Isidro Lángara
Sobre el filo del pitazo final del primer tiempo, llegó el segundo gol visitante: "Se inicia la jugada en Lecue, que pasa a Gorostiza; éste, en gran escapada, se interna, y en lugar de enviar un tiro que hubiera sido difícilmente producido, centró la pelota con tiro largo, que recogió Vantolrá de cabeza, para ponerla al alcance de Lángara. La rapidez con la que hicieron esos cambios desconcertó a los zagueros alemanes que se descolocaron y dejaron solo a Lángara, que, a bocajarro, lanzó un enérgico y cruzado disparo fuera del alcance de guardameta alemán".

El público terminó aplaudiendo a los vencedores, a quien la prensa llamaba "los rojos", mucho antes de ser "La Roja".

El Berliner Tageblatt analizó el triunfo de Lángara y sus compañeros: "Los españoles, los cuales no hemos de olvidar que son profesionales, se revelaron como estupendos artistas en el manejo de la pelota, y lucharon con un temperamento del que sólo los meridionales son capaces".

España posando en el Müngersdorfer Stadion
En el sitio valenciano Plaza Deportiva, Álvaro González resumió la suerte que corrieron varios de los protagonistas de aquel primer Alemania-España cuando la sangre corrió por Europa: "El defensa Paul Janes hizo la guerra en la marina nazi, después se ganó la vida como entrenador. Ernst Lehner llegó a ser soldado, aunque se licenció en mitad de la guerra para seguir siendo futbolista. El resto del once siguió jugando durante el conflicto mundial.

De España, Gorostiza, al principio de la Guerra Civil Española estuvo a las órdenes del Gobierno de Euskadi, pero cuando cayó Bilbao, cambió de bando y se unió a los voluntarios requetés carlistas. El autor de los dos goles, Lángara, luchó en el bando republicano y se exilió en Argentina y México. Cilaurren también se exilió en América y llegó a jugar en el River Plate. Muguerza se instaló en México. También a México fue Luis Regueiro, donde su hijo llegó a jugar con la selección. Idéntico caso que el de su compañero Martín Vantolrá, cuyo hijo fue también internacional con la selección azteca y disputó el Mundial del 70".

La historia de los jugadores vascos continuó en el exilio con la Euskal Selekzioa, que recorrió Europa y América denunciando la sangrienta alianza entre Francisco Franco y Adolf Hitler, que antes de que estallara la II Guerra Mundial "ensayaron" un bombardeo aéreo sobre la población civil de Gernika. Aquel equipo se incorporó al campeonato mexicano 1938/39 y recomiendo ver el documental "Euzkadi, un equipo de hermanos", de Enrique Ballesteros, haciendo click aquí.

Alemania: Fritz Buchloh - Paul Janes, Willy Busch - Rudolf Gramlich, Reinhold Münzenberg, Jakob Bender - Ernst Lehner, Karl Hohmann, Edmun Conen, Josef Rasselnberg, Josef Fath.
Entrenador: Otto Nerz

España: Guillermo Eizaguirre - Ramón Zabalo, Jacinto Quincoces - Leonardo Cilaurren, José Muguerza, Simón Lecue - Martín Vantolrá, José Iraragorri, Isidro Lángara, Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza.
Entrenador: Amadeo García Salazar

A los 54 minutos España introdujo dos modificaciones: Pedro Regueiro reemplazó a Lecue y Pedro Areso a Quincoces.

Goles: Conen (11'), Lángara (28'), Lángara (45').




La revancha se disputó en 1936 en el estadio de Montjuic, Barcelona, partido del que se guarda un excelente testimonio fílmico.

El seleccionado alemán que visitó Barcelona



jueves, 4 de abril de 2024

Isidro Lángara: el vasco inolvidable


Por PABLO ARO GERALDES

Infinidad de veces los hinchas se preguntaron: si casi la mitad de los argentinos lleva un apellido español, si su inmigración se hizo de a millones y hoy su colectividad es de las más extensas, ¿por qué el Deportivo Español no es el equipo más popular del país? La respuesta es sencilla: llegó tarde al reparto de hinchas.

Cuando se fundó el club de la colectividad española, el 12 de octubre de 1956, los vascos, gallegos, asturianos, andaluces, etc. que vivían en la Argentina (y sus descendientes) ya eran hinchas, en su mayoría, de San Lorenzo de Almagro.

Génova, 1934: Lángara ante el arquero brasileño
Pedrosa, en el primer partido de España en
la historia de la Copa del Mundo.
Hacia fines de los años '30, miles de españoles encontraron refugio y brazos abiertos en la Argentina, escapando del horror de la Guerra Civil. Pero la explicación de esta identificación de los españoles con el equipo del barrio porteño de Boedo no es racional. Fue un amor a primera vista que se selló para siempre el 21 de mayo de 1939, apenas dos días después del desfile de la victoria de Francisco Franco en Madrid. Y el protagonista excluyente fue el vasco Isidro Lángara, un centrodelantero que llegaba desde México con laureles de goleador. Las noticias de su talento tenían un aval importante: en San Lorenzo ya jugaba el vasco Ángel Zubieta, quien lo había acompañado en la Selección de Euskadi que había deslumbrado en el exilio. Además, Guillermo Stábile lo había visto en Europa y le garantizó a los dirigentes sanlorencistas: "Con Lángara usted compra goles seguro".

Un barco lo traería desde México, donde había vivido unos años de su exilio, mientras su tierra vasca se desangraba por la Guerra Civil, acosada por la sombra asesina del 'Generalísimo' Francisco Franco, que quería imponer una España única, la suya, sin respetar las identidades nacionales de vascos, gallego, catalanes...

Ese domingo de otoño marcó a fuego la relación entre los hispanos y San Lorenzo. Por la 10ª fecha del campeonato, River Plate visitaba el Gasómetro de Avenida La Plata. Por la mañana recaló en el puerto de Buenos Aires el buque que traía a Lángara desde las costas aztecas, y a algún "desubicado" se le ocurrió proponerle jugar en un par de horas, sin tener en cuenta que venía de casi dos semanas de viaje. Pero el vasco, ansioso por reencontrarse con Zubieta, y orgulloso de ser un embajador deportivo de Euskal Herria, dijo que sí.

Los primeros 45 minutos fueron imborrables: Lángara marcó cuatro goles; a los 7', a los 13', a los 21' y a los 39'. La radio transmitía los goles de este grandote desconocido para el fútbol argentino. Nadie sabía quién era este nuevo ídolo que humillaba al poderoso River que tenía a jugadores de la talla de Minella, Moreno, Pedernera y Peucelle, un germen de lo que sería La Máquina.

No había marcha atrás, esa tarde todos los españoles, perseguidos o no, republicanos y falangistas, sintieron que Isidro Lángara era un motivo de orgullo nacional y se encariñaron para siempre con la camiseta roja y azul de San Lorenzo.

En total, el vasco hizo 110 goles para el equipo de Boedo, en 198 partidos hasta 1943. Es el séptimo goleador de la historia del club.
El Gasómetro revienta de gente, el fondo de River Plate no entiende nada: ¿de dónde salió este grandote? Es Isidro Lángara: del barco que lo trajo de México, directo al corazón de San Lorenzo de Almagro.

Su historia
Nacido en Pasaia, unos kilómetros al este de Donosti (Guipúzcoa), el 15 de mayo de 1912. Isidro Lángara brilló con toda su intensidad en el fútbol español de los años 30. Había comenzado en modestos equipos de su País Vasco natal, como el Siempre Adelante de Pasaia, el Andoain y, finalmente, el Tolosa CF. A los 18 años, en 1930, firmó para el Real Oviedo, con el que triunfaría hasta erigirse como uno de los jugadores más importantes de su historia. Fue Pichichi en las Ligas de 1934 (27 tantos), 1935 (26) y 1936 (27). Sus descollantes actuaciones con la casaca azul del Oviedo, lo llevaron a ser seleccionado para jugar el Mundial Italia 1934. Su promedio de gol con la Selección Española es impresionante: 17 en 11 partidos.

Su era dorada con Oviedo se cortó de manera dramática en julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil. En esa primera etapa con el Oviedo Lángara jugó 220 partidos oficiales y marcó 281 goles.

Durante el conflicto, Lángara combatió en el bando republicano. En 1937 se enroló en la Selección de Euskadi, el equipo nacional creado por el Gobierno Vasco para recaudar dinero en Europa para los refugiados vascos y realizar propaganda en favor del Gobierno Vasco y la República. En la Euskal Selekzioa coincidió con muchos de los mejores futbolistas vascos de la época como Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza o Txato Iraragorri. El Euzkadi brilló en su gira europea, pero tras caer Bilbao en manos franquistas la Selección partió hacia América para proseguir su derrotero, pasando por Cuba, México y Argentina.

Finalmente esta Euskal Selekzioa se afincó en México, donde jugó la Liga Mayor de 1938/39 con el nombre de Club Deportivo Euzkadi. Fue la selección del torneo azteca y terminaron en el segundo puesto. En abril de 1939 finalizó la guerra con la derrota republicana y la Selección de Euzkadi se disolvió. Varios volvieron a Euskal Herria pero Lángara optó por seguir exiliado y buscar equipo en Argentina, donde su ex compañero y amigo Zubieta lo esperaba en San Lorenzo de Almagro
Isidro Lángara y Rinaldo Martino

En 1942 San Lorenzo viajó a México, donde disputó diez partidos. El equipo azulgrana marcó 42 goles, 23 de los cuales fueron del querido Lángara. Y se quedó. En 1943, año del comienzo de la Liga profesional mexicana, fue contratado por el Real Club España. Lángara hizo 27 goles en su primer temporada, el siguiente año marcó 38 goles y un año después 40. En México fue dos veces goleador (1944 y 1946) y ganó una Liga y una Copa.

En 1946 puso fin a su exilio y volvió a España, donde jugó nuevamente para el Real Oviedo. Fueron dos temporadas en las que vio acción en 29 partidos; marcó 23 goles.

Retornó a México, donde dejó el fútbol y se quedó a vivir allí. Entre 1950 y 1951 se dirigió a Unión Española de Chile y luego fue DT el Puebla (México), con el que conquistó la Copa México en 1953. En 1955 fue entrenador de San Lorenzo de Almagro. El 21 de agosto de 1992 murió Andoain, en su amado País Vasco.

El fútbol argentino lo recuerda y San Lorenzo de Almagro lo tienen en su galería de jugadores inolvidables.


Documento de identidad chileno, otorgando en 1950,
cuando fue a dirigir a la Unión Española.