domingo, 6 de abril de 2025

Huracán y sus homónimos argentinos

Los éxitos de Huracán en la década de 1920 en el marco de un fútbol que crecía de manera exponencial en toda la Argentina hicieron que en pueblos y ciudades de todo el país se fundaran clubes que tomaron su nombre de gloria. 


Jorge Newbery era un sportman, un ídolo deportivo en múltiples disciplinas. Pero sobre todo cuando el 25 de diciembre de 1907 fue el primero en cruzar volando el Río de la Plata con su globo Pampero, junto a Aarón de Anchorena.

Casi un año después, en noviembre de 1908, un grupo de muchachos del barrio de Nueva Pompeya que años antes crearon un equipo al que llamaron Verde Esperanza y no se pierde, decidieron formalizarlo con una fundación documentada. Cuentan las historias que estos jóvenes fueron a una Librería de la Av. Saenz, para comprar un sello de goma con el nombre del club, pero no lo pudieron: algunas narraciones suponen que no les alcanzó el dinero para tantas letras, otras sostienen que el librero de apellido Richino les recomendó un nombre más corto. Así fue, que en unas de las paredes había un almanaque con la leyenda “El Huracán” y los muchachos se decidieron a poner ese nombre. 

El primer sello del club decía “Club El Uracán“, sin la letra “H”. ¿Sería porque el librero era italiano y en ese idioma huracán se dice "uragano", sin h? ¿Un error, un olvido?
Con ese sello, el 12 de noviembre se juntaron para la segunda y definitiva fundación, cuya acta dice: “Fundase en Buenos Aires con fecha de 25 de mayo de 1903 el Club Atlético Huracán y reorganizado el 1 de noviembre de 1908”, firmando como Presidente José Laguna y como Secretario Alberto Rodríguez.

En 1909 el Aero Club Argentino compró en Francia el globo “Huracán” o “El Huracán” y lo trajo al país. Era un magnífico globo de seda, de 800 m³ de capacidad. Y fue justamente Jorge Newbery quien lo estrenó el 30 de agosto de 1909 en la provincia de Santa Fe: partió de Rosario y tocó tierra en San Gerónimo, después de 75 minutos. El “Huracán” se hizo famoso cuando el 27 de diciembre de ese año Newbery lo condujo en desde el barrio porteño de Belgrano hasta la ciudad brasileña de Bagé, en el estado de Rio Grande do Sul: había volado 541 kilómetros en 13 horas. Había batido el récord sudamericano de duración y distancia, volando por tres países: Argentina, Uruguay y Brasil.
Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina e ídolo deportivo

El ingeniero Newbery era un modelo para toda la juventud y encima volaba con un globo que tenía el mismo nombre que el club que habían creado. En mayo de 1911 la comisión directiva de Huracán decidió nombrarlo socio y presidente honorario. Newbery, por medio de una carta agradeció los honores del Club Atlético Huracán, y lo autorizó a utilizar su globo como escudo y emblema.

Huracán tuvo su primer campo de juego para competencias oficiales en la calle de las Arenas (hoy Av. Almafuerte al 300), en un predio municipal cuya concesión obtuvo gracias a los servicios del propio Newbery. Con el globo sobre su corazón, los muchachos de Huracán levantaron vuelo: en esa cancha logró en 1912 el ascenso de la Segunda División a la Intermedia y en 1913 se consagró campeón, con lo que ganó el derecho de jugar en Primera. Los dirigentes del club le enviaron una misiva a Newbery: “Hemos cumplido, el Club Atlético Huracán conquistó sin interrupción tres categorías y ascendió a primera división, como el globo que cruzó tres Repúblicas”.

El globo Huracán voló por última vez el 23 de octubre de 1913.

Antes del esperado debut en Primera, el 1 de marzo de 1914, mientras se encontraba haciendo una demostración previa al cruce de la Cordillera de los Andes programado para abril, Newbery murió al caer su avión Morane-Saulnier en el campo de aviación Los Tamarindos, Mendoza. Tenía 38 años. Su figura se elevó a la categoría de mito.
Huracán, con el globo como insignia, en 1914

Cuatro semanas después, el 29 de marzo de 1914 Huracán le ganó 4-2 a Ferro Carril Oeste en Caballito en su primer partido en la máxima categoría de la Asociación Argentina de Football. Inició así una rica historia que lo vería campeón en 1921, 1922, 1925, 1928 (durante el amateurismo) y en 1973 con el extraordinario equipo comandado por César Luis Menotti. 
Huracán campeón 1973, el globo que voló más alto

Además cuenta en sus vitrinas varias copas de nacionales, entre ellas la Copa Argentina 2013-14. Como dice su marcha:

Se oye un grito que se expande
por los aires con afán. 
Son millares de gargantas 
las que nombran: ¡Huracán!

Volvamos el tiempo atrás, a recorrer ese territorio del sur porteño... A meses de debutar en Primera, Huracán mudó su campo de juego a la Av. Chiclana 4681 esquina Alagón. Su estreno oficial en el barrio de Parque de los Patricios fue con una victoria 1-0 sobre River Plate, el 2 de agosto de 1914.

Esa cancha estaba a solamente cinco cuadras de la que San Lorenzo de Almagro tuvo en la Av. La Plata desde 1916. En esos años nació la rivalidad barrial que sigue hasta hoy.

En la década de 1920 Huracán vivió sus mejores momentos: en 1921 y 1922 ganó sus primeros títulos de 1ª división de la Asociación Argentina de Football. El éxito y la tradición de buen fútbol del Globo hicieron que ya desde su debut en Primera y en el marco de un fútbol que crecía de manera exponencial en la Argentina, en pueblos y ciudades de todo el país se fundaran clubes que tomaban su nombre de gloria. 

En 1924 Huracán volvió a mudarse, esta vez al cruce de la Av. Amancio Alcorta y la calle Luna, muy cerca de la quema municipal, el terreno donde se incineraba los residuos de la ciudad de Buenos Aires. Esta cercanía le valió el apodo de “Quemeros”. El Parque de los Patricios todavía no le había prestado su nombre a toda esa zona de los Corrales Viejos o Mataderos al Sur, como se la llamaba. Estrenó el nuevo recinto el 17 de agosto con un amistoso que terminó en victoria 4-0 sobre Colón de Santa Fe. Y allí logró los títulos de 1925 (Asociación Argentina de Football) y 1928, ya en la unificada Asociación Amateur Argentina de Football.
Tribuna a tribuna fue creciendo... En la década del '30 ya podía albergar a 40.000 espectadores.

En 1939 Huracán compró los terrenos donde jugaba y en noviembre de 1942 dejó de utilizar el viejo estadio para comenzar la construcción de uno de cemento, trabajos que demandaron 5 años. El estadio bautizado como Jorge Newbery abrió sus puertas por primera vez el 7 de septiembre de 1947, en la victoria 4-3 sobre Boca Juniors y fue estrenado oficialmente el 11 de noviembre de 1949, con un amistoso en el que Huracán venció 4-1 a Peñarol de Montevideo. En 1967 fue rebautizado con el nombre de Tomás Adolfo Ducó, presidente del club en tres períodos e impulsor de su construcción. Para los hinchas del Globo es El Palacio.

El 29 de noviembre de 2007, el Palacio Tomás Adolfo Ducó fue declarado por la Legislatura Porteña como Patrimonio Histórico y de Defensa Estructural de la ciudad de Buenos Aires.

La temporada 2024 encuentra a Huracán peleando por el liderazgo en una extraña liga de 28 equipos.

Aquí recopilo a unos ochenta clubes argentinos bautizados como Huracán, listados por orden de aparición:

CLUB ATLÉTICO HURACÁN (Buenos Aires)
Fundado el 1 de noviembre de 1908

Huracán Foot-Ball Club (Vera, Santa Fe)
Fundado el 15 de julio de 1915

Huracán Football Club (Arribeños, Bs. As.)
Fundado el 15 de abril de 1916

Club Atlético Huracán (Ing. White, Bs. As.)
Fundado el 25 de mayo de 1916

Club Atlético Huracán Corrientes (Corrientes, Corrientes)
Fundado el 28 de mayo de 1918

Club Atlético Huracán (Villaguay, Entre Ríos)
Fundado el 5 de junio de 1918

Club Huracán (Arrecifes, Bs. As.)
Fundado el 21 de marzo de 1919

Club Atlético Huracán (La Larga, Daireaux, Bs. As.)
Fundado el 30 de abril de 1919

Club Social y Deportivo Huracán (Necochea, Bs. As.)
Fundado el 24 de junio de 1919

Club Atlético Huracán (Saladillo, Bs. As.)
Fundado el 19 de septiembre de 1919

Club Deportivo Huracán (Tancacha, Córdoba)
Fundado el 20 de junio de 1920

Club Sportivo Huracán (Carlos Casares, Bs. As.)
Fundado el 27 de junio de 1920

Club Atlético Huracán (Mar del Plata, Gral. Pueyrredón, Bs. As.)
Fundado el 16 de agosto de 1920

Club Atlético Huracán (Córdoba, Córdoba)
Fundado el 20 de noviembre de 1920

Club Sportivo Huracán (Morrison, Córdoba)
Fundado el 22 de marzo de 1921

Centro Deportivo Huracán de San Justo (San Justo, Bs. As.)
Fundado el 5 de abril de 1921

Club Atlético Huracán (San Javier, Santa Fe)
Fundado el 12 de junio de 1921

Club Atlético Huracán (San Antonio de Areco, Bs. As.)
Fundado el 21 de junio de 1921

Club Social y Deportivo Huracán (Chacabuco, Bs. As.)
Fundado el 25 de mayo de 1922

Club Atlético Huracán (Tres Arroyos, Bs. As.)
Fundado el 3 de enero de 1923

Huracán Football Club (Goya, Corrientes)
Fundado el 1 de junio de 1923

Huracán Foot-Ball Club (Aldea Santa María, Córdoba)
Fundado el 11 de mayo de 1924

Huracán Foot Ball Club (Diego de Alvear, Santa Fe)
Fundado el 2 de abril de 1925

Club Huracán (San Rafael, Mendoza)
Fundado el 15 de noviembre de 1925

Club Atlético Huracán (Bustinza, Santa Fe)
Fundado el 1 de marzo de 1927

Club Atlético Huracán (Las Breñas, Chaco)
Fundado el 28 de marzo de 1927

Club Atlético Huracán (Victoria, Entre Ríos)
Fundado el 19 de junio de 1927

Club Atlético Huracán (Soledad, Santa Fe)
Fundado el 19 de junio de 1927

Club Cultural y Deportivo Huracán (La Criolla, Santa Fe)
Fundado el 27 de agosto de 1927

Club Social y Deportivo Huracán (Pellegrini, Bs. As.)
Fundado el 30 de agosto de 1927

Club Atlético Huracán (Comodoro Rivadavia, Chubut)
Fundado el 22 de diciembre de 1927

Club Atlético Huracán (Recreo, Santa Fe)
Fundado el 14 de febrero de 1928

Club Atlético Huracán (Las Varillas, Córdoba)
Fundado el 8 de abril de 1928

Club Atlético Huracán (Buena Esperanza, San Luis)
Fundado el 31 de mayo de 1928

Huracán Fútbol Club (Carlos Tejedor, Bs. As.)
Fundado el 2 de abril de 1929

Huracán Foot-Ball Club (Los Quirquinchos, Santa Fe)
11 de abril de 1929

Club Atlético Huracán (Las Isletillas, Córdoba)
Fundado el 13 de junio de 1929

Club Atlético Huracán (San Luis, San Luis)
Fundado el 5 de julio de 1930

Club Huracán de Chabás (Chabás, Santa Fe) 
Fundado el 5 de julio de 1930

Club Huracán (Villa Ocampo, Santa Fe)
Fundado el 2 de diciembre de 1930

Club Atlético Huracán (Angaco, San Juan)
Fundado el 12 de octubre de 1931

Club Atlético Huracán (Posadas, Misiones)
Fundado el 17 de diciembre de 1931

Asociación Club Sportivo Huracán (Gobernador Gregores, Santa Cruz)
Fundado el 26 de octubre de 1933

Club Atlético Huracán (Diamante, Entre Ríos)
Fundado el 1 de junio de 1934

Club Atlético Huracán (Curuzú Cuatiá, Corrientes)
Fundado el 24 de marzo de 1935

Club Atlético Huracán (Chillar, Azul, Bs. As.)
Fundado el 21 de junio de 1935

Molinos Huracán Club (Molinos, Salta)
Fundado el 29 de diciembre de 1937

Club Atlético Huracán (Armstrong, Santa Fe)
Fundado el 7 de julio de 1939

Club Atlético Huracán Las Heras (Las Heras, Mendoza)
Fundado el 24 de diciembre de 1939

Club Social y Deportivo Huracán (Luján, Bs.As.)
Fundado el 27 de enero de 1941

Club Atlético Huracán (Guatraché, La Pampa)
Fundado el 1 de julio de 1943

Huracán Ciclista Club (Adolfo González Chaves, Bs. As.)
Fundado el 5 de octubre de 1943

Club Social y Deportivo Huracán (Adrogué, Almirante Brown, Bs. As.)
Fundado el 1 de septiembre de 1944

Club Social y Atlético Huracán (Chivilcoy, Bs. As.)
Fundado el 24 de noviembre de 1944

Club Social y Deportivo Huracán de Trelew (Trelew, Chubut)
Fundado el 12 de octubre de 1945

Club Social y Deportivo Huracán (Colonia Hoker, Entre Ríos)
Fundado el 21 de septiembre de 1946

Club Social y Deportivo Huracán (Lobería, Bs. As.)
Fundado el 13 de abril de 1947

Club Atlético Huracán (Santa Clara, La Rioja)
Fundado el 20 de abril de 1947

Club Atlético Huracán (Montecarlo, Misiones)
Fundado el 24 de octubre de 1947

Club Atlético El Huracán (Rojas, Bs. As.)
Fundado el 14 de mayo de 1949

Club Atlético Huracán (General Juan Madariaga, Bs. As.)
Fundado el 12 de agosto de 1951

Club Huracán (Coronel Vidal, Bs. As.)
Fundado el 4 de noviembre de 1951

Club Atlético Sportivo Huracán (Ibarreta, Formosa)
Fundado el 17 de agosto de 1952

Club Atlético Huracán (Laboulaye, Córdoba)
Fundado el 12 de octubre de 1953

Club Atlético Huracán La Casilla (Los Quiroga, Santiago del Estero)
Fundado el 2 de octubre de 1956

Club Atlético Huracán (La Loma, Santa María, Catamarca)
Fundado el 25 de diciembre de 1956

Club Social Huracán Santacruceño (Río Gallegos, Santa Cruz)
Fundado el 23 de mayo de 1971

Club Atlético Huracán Las Ferias (Villa Dolores, Córdoba)
Fundado el 6 de septiembre de 1973

Club Atlético Huracán (La Invernada Sur, Santiago del Estero)
Fundado el 14 de junio de 1974

Club Deportivo Huracán (Saladas, Corrientes)
Fundado el 1 de mayo de 1982

Club Atlético Huracán (Valcheta, Río Negro)
Fundado el 22 de julio de 1986

Huracán del Oeste (Moreno, Bs. As.)
Fundado el 14 de octubre de 1986

Huracán Casilda Club (Casilda, Santa Fe)
Fundado el 29 de septiembre de 1994

Club Atlético Huracán (El Ojito, Santiago del Estero)
Fundado el 18 de octubre de 2001

Club Social, Cultural y Deportivo Huracán (San Miguel, Corrientes)
Fundado el 26 de junio de 2003

Club Huracán Frías (Frías, Santiago del Estero)
Fundado el 23 de septiembre de 2009

Club Social Cultural y Deportivo Huracán (Brea Pozo, Santiago del Estero)
Fundado el 14 de septiembre de 2013

Club Casa y Pesca Huracán (Médanos, Villarino, Bs. As.)
20 de julio de 2016

Club Social y Deportivo Huracán (Embarcación, Salta)
Fundado el 28 de diciembre de 2016

Fútbol Club El Huracán (Grand Bourg, Malvinas Argentinas, Bs. As.)
Fundado el 5 de marzo de 2018

Club Social y Deportivo Huracán (Los Cerrillos, Salavina, Santiago del Estero)
Fundado el 9 de septiembre de 2018

Club Atlético Huracán Tucumán (Tafí Viejo, Tucumán)
Fundado el 3 de mayo de 2021

Club Nuevo Huracán (General Vedia, Chaco)
Fundado el 30 de mayo de 2022

Club Atlético Huracán (Tartagal, Santa Fe)
Fundado el 3 de octubre de 2022


Faltan varios Huracán que se dedican al fútbol, como el Club Deportivo Huracán (Pocito, San Juan) o el Club Atlético Huracán (Andalgalá, Catamarca). Y también el club tiene filiales en diferentes ciudades y pueblos del país. Estoy chequeando la información de nombre y fecha de fundación exactas. Si querés aportar algún dato certero, por favor escribime a este mail.

De todos estos Huracanes, hay seis que jugaron campeonatos de AFA en Primera División: Huracán Corrientes y Huracán de Tres Arroyos llegaron por el ascenso, mientras que los de Las Heras, Comodoro Rivadavia, Ingeniero White y San Rafael accedieron clasificando al Campeonato Nacional que se disputaba entre 1967 y1985.

Además de tomar el nombre, muchos clubes adoptaron también la insignia blanca y roja del globo de Jorge Newbery, pero otros dejaron de lado las tonalidades originales para recrear la aeronave con sus propios colores. Aquí algunos de diseño variopinto:

Huracán de Arribeños - Huracán de Villaguay
Huracán de San Rafael - Huracán de Colonia Hoker - Huracán de San Miguel
Huracán de Moreno - Huracán de Córdoba

También están los que siguieron fieles a los colores, pero adoptaron diferentes variantes del diseño:

Entre los hinchas de Huracán se ha formado como una cofradía de afecto entre todos los clubes que tomaron el nombre del Globo. Cada 28 de marzo celebran el "Día Mundial del hincha de Huracán". Repasando a las instituciones homónimas aparece una curiosidad: hay dos pares de huracanes fundados en una misma fecha: el 19 de junio de 1927 nacieron el de Victoria (Entre Ríos) y el de Soledad (Santa Fe):

El fenómeno se repitió tres años después: el 5 de julio de 1930 se fundaron el de San Luis (San Luis) y el de Chabás (Santa Fe):

En este repaso de Huracanes están también aquellos que homenajearon al original con su nombre pero no con el emblemático globo, y diseñaron escudos más tradicionales. Eso no los hace menos quemeros:
Corrientes - Saladillo - Carlos Tejedor - San Antonio de Areco
Goya - Rojas - Embarcación
Soledad - Médanos - Morrison - San Javier
La Criolla - Diego de Alvear - Saladas

También hay clubes con otros nombres pero que en diferentes provincias eligieron al Globo como emblema. Estos son solo cuatro de muchos más: Club Sportivo La Ranchera (La Ranchera, Córdoba), Club Atlético El Globo (Rivadavia, San Juan), Club Parque Patricios (Resistencia, Chaco) y Club Atlético Belgrano (Los Manantiales, San Luis).


César Luis Menotti, eternamente presente en el corazón de Huracán

Los homenajes a Huracán a partir de la fundación de clubes homónimos no se termina en el territorio argentino. Listar todos los huracanes por el mundo será motivo de otro posteo, pero los hay en Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Colombia, México, Honduras, Guatemala, El Salvador, España... El departamento de relaciones públicas del club tiene ubicados a unos doscientos Huracanes extranjeros.
El Club Social y Deportivo Huracán Buceo, fundado en 1937 en Montevideo, Uruguay, 
el Huracán con más años en Primera de los homónimos extranjeros.

El recuerdo de Diego Maradona, quien tenía un cariño muy especial por Huracán

miércoles, 2 de abril de 2025

A 43 años de Malvinas, la historia de Luis Escobedo

A 43 años de la Guerra de Malvinas, el fútbol tiende un vínculo desde la historia de Luis Escobedo, quien tuvo que postergar sus sueños deportivos para vestirse con uniforme militar y poner el pecho en un conflicto bélico absurdo y desigual.


Era el momento de las ilusiones. Luego de terminar el servicio militar, a los 19 años Luis Escobedo se preparaba para debutar en la Primera de Los Andes, el club de Lomas de Zamora.
Corría marzo de 1982 y la Argentina vivía un clima de caliente agitación, con crecientes reclamos sociales hacia la dictadura que había usurpado el poder en 1976. Escobedo terminó de jugar un partido de Reserva contra San Lorenzo y emprendió el regreso a su casa de Ingeniero Budge pero, sin que pudiera avisar a su familia, se encontró con que pasaba a otra reserva, la del Ejército: un telegrama, un regimiento, un tren con destino incierto, el uniforme otra vez, las armas obsoletas, el frío y un avión que lo depositó en la soledad helada de las Islas Malvinas.

Lo que ocurrió en el Atlántico Sur es harto conocido. “Nadie sabía adónde nos llevaban. El tema fue cuando empezaron los bombardeos y todo lo demás. Recién entonces nos dimos cuenta que estábamos en la guerra, que era cierto, y comenzamos a vivir una experiencia terrible, a convivir con el miedo, el terror y con lo que en realidad iba a suceder más adelante. Allí se terminó nuestra adolescencia”.

La crueldad de los jefes militares argentinos era tan espantosa como la amenaza del armamento británico. Frío, hambre, miedo y lágrimas. Ni una carta de la familia, ni un contacto. Los ocasionales camaradas de armas se volvieron hermanos. Estaban solos, en la infinita intemperie de viento helado, neblina y lluvia. Pero las ganas de vivir, de escapar de aquel infierno gélido lo mantuvo en pie. Y ahí fue protagonista el fútbol, para mantener ardiendo el fuego de la esperanza. Pero el fútbol estaba lejos, muy lejos de esa realidad de espanto y muerte.

Algún receptor que todavía tenía pilas sintonizaba Radio Colonia y de allí surgía todo el ambiente previo al Mundial España '82. ¿Cómo el mundo podía seguir andando mientras la pesadilla de la guerra los cubría como una noche infinita en ese archipiélago perdido al sur del mundo? ¿La Argentina se había olvidado de ellos? Escobedo no le guarda resentimiento a Gran Bretaña: “Yo nunca le tuve rencor a los ingleses. Estuve prisionero una semana, y los ingleses son profesionales. Ese es su trabajo, nosotros tuvimos un ideal de ir a defender nuestra tierra y ellos el suyo. Nos enfrentamos porque nos mandaron”. Pero sí tiene cuentas pendientes: “Sigo odiando a los militares”, repitió antes del 30° aniversario del desembarco argentino en las islas.

"EL FÚTBOL ME SALVÓ LA VIDA"
El 14 de junio de 1982, al día siguiente del partido inaugural de la Copa del Mundo, los argentinos oían el triste comunicado 163: “El Estado Mayor Conjunto comunica que el comandante de la fuerza de tarea británica, general More, conferenció con el comandante militar de las Malvinas, general de brigada Mario Benjamín Menéndez, hoy, 14 de junio de 1982 a las 16 horas. En estos momentos, en la zona de Puerto Argentino, hay un alto el fuego de hecho, no concertado por ninguna de las dos partes”. Era la rendición; la dura aceptación de que el poderío bélico británico podía pisotear la dignidad y seguir usurpando las islas. Pero era también el fin del horror, de una pesadilla de 74 interminables días. Vencedores o vencidos, héroes o mártires, todos quería regresar al calor del hogar, al añorado abrazo de los seres queridos.

Ocho días después, el 22 de junio, su diario íntimo, húmedo y embarrado, consignaba: “Es de madrugada y no puedo dormir; ya me veo en casa, con mis amigos, mi barrio, viendo rodar la redonda…”. Ahí estaba el balón, esperándolo para continuar la historia. Porque él sí podía retomar sus sueños; los 649 compatriotas que quedaron para siempre bajo el suelo de Malvinas o en lo profundo del mar, no corrieron esa suerte.

Escobedo (el de la izquierda)
celebrando en Los Andes.
Al regresar, Escobedo sufrió tremendas consecuencias psicológicas: se aislaba, no podía relacionarse con la gente, sentía miedo, escapaba. Además, en las islas había padecido el congelamiento de sus piernas. Pero se aferró a la pelota para seguir viviendo. En Los Andes lo apoyaron a escapar de la depresión, ese estado desesperante que ocasionó un número incontable de suicidios entre los excombatientes. Luis estuvo de nuevo de pie y pronto volvió a jugar: “A mí el fútbol me sacó de un lugar del que los demás muchachos no pudieron salir, me salvó la vida”, agradece.

Debutó en Primera, jugó en Colón, Racing de Córdoba, Belgrano, Tigre y Vélez Sarsfield, entre otros. Cuando se retiró, hizo el curso de técnico, integró el Súper 8 para el Fortín y torneos de veteranos para Banfield y Temperley.

Hoy Luis Escobedo tiene una familia, está casado y es padre de Brenda y Alan. Trabaja en la obra social IOMA. Tres décadas después de la guerra, volvió a pisar el suelo argentino de Malvinas para “cerrar esa historia”.

Cuando tan alegremente se reparte a cualquier futbolista el mote de "héroe", vale tener presente esta historia.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Los orígenes de Boca Juniors


Boca Juniors, pasión popular argentina. Aquí repasamos su origen, su nombre, sus colores y sus estadios.

Base del podcast El origen de los colores, de Radio Nacional.

La historia de todos los grandes empezó con un puñado de voluntades que se unían para jugar al fútbol. Con una anécdota, una escena pequeña, circunstancial, que por algún designio de la providencia se volvió fundacional de algo mayor, el disparador de una historia destinada a volverse trascendente. La de Boca Juniors no fue la excepción.

La geografía boquense
(plano de 1935)
La leyenda reconstruida a partir de relatos y memorias nos lleva a la plaza Solís, delimitada por las calles Suárez, Caboto, Olavarría y Ministro Brin, a pocos metros de la Boca del Riachuelo. Allí, en un banco de la plaza, el sábado 1º de abril de 1905, Esteban Baglietto, Santiago Pedro Sana, Alfredo Scarpatti y los hermanos Juan Antonio y Teodoro Farenga acordaron fundar un club. Los tres primeros venían con la influencia de codearse con los señores ingleses: en el Colegio Comercial seguían con admiración las lecciones de Paddy Mac Carthy, el muy británico instructor de fútbol.
Pero esa tarde no terminaron de definirlo, fueron a un “cuarto intermedio” y la reunión siguió el domingo 2 en la casa de Baglietto.

Se juntaron unas treinta personas y armaron tal revuelo que la mamá de Baglietto los echó a todos, así que tuvieron que continuar en la plaza. El lunes 3, el padre de los Farenga les dio permiso para reunirse en su hogar. Según el libro oficial del club, “fue éste el lugar donde se designó la primera Comisión Directiva y aunque no se labraron actas, hubo acuerdo y ruidosos festejos”.

Todos coincidieron que el nombre debía incluir la palabra Boca y al parecer fue Sana quien propuso agregarle el Juniors, por su condición de estudiante de inglés. Además, ese remate le daba un toque británico, tan presente en aquellas décadas iniciales del fútbol en el Río de la Plata. En aquel encuentro establecieron también que Esteban Baglietto sería el primer presidente y que jugarían en la cancha de Independencia Sud, en Pedro de Mendoza y Colorado, hoy llamada Benito Pérez Galdós.

El 20 de febrero de 1906 a uno de ellos se le ocurrió llevar un libro de actas. Y aunque la paciencia o el entusiasmo de asentar todo allí duró un mes y medio, hasta el primer aniversario de Boca Juniors, fue suficiente para que tres décadas después una asamblea reconociera a todos aquellos pioneros como socios fundadores.

El origen genovés de Boca
llevó a su apodo xeneize
Según un relevamiento realizado por el Centro de Investigación e Historia del Fútbol, cinco de los ocho progenitores de los fundadores eran nacidos en la provincia italiana de Liguria, cuya capital es Génova. En la lengua ligur Génova es Zena, con Z, y a sus habitantes se los llama zenéixi, que por deformación quedó entre los inmigrantes a Buenos Aires como “xeneize”, intercambiando de lugar la Z y la X. En resumen: los fundadores de Boca tenían sangre genovesa, eran verdaderamente xeneizes.

En menos de tres semanas llegó el día de debutar en la cancha: el 21 de abril de 1905, en el campo de juego de Independencia Sud, Boca Juniors disputó el primer partido de su historia y goleó 4-0 a Mariano Moreno. ¿Y cuáles fueron los colores boquenses en aquellos tiempos iniciales?

Primero vistió una camiseta rosa, que fue usada en algún encuentro amistoso y casi enseguida, todavía en 1905, la remplazó por una casaca enteramente celeste. Sin embargo, Manuela Farenga, hermana de uno de los fundadores, se encargó de buscarles otras, con la condición de que no sean blancas y rojas… como las de Alumni. Al final apareció con unas camisetas que tenían finas rayas azules y blancas, colores que compartían otros clubes barriales.

Una versión reseña que por esa coincidencia, los muchachos de La Boca definieron con un club supuestamente llamado Boedo que quien ganara el partido entre ellos se quedaría con las rayitas azules y blancas. Lo ganó Boedo y Boca tuvo que buscar nuevos colores. Pero otra versión señala que ese desafío no existió y que simplemente las camisetas se fueron gastando con el uso y decidieron cambiarlas.

Los tradicionales colores azul y amarillo fueron elegidos recién en 1907, luego de ideas diversas, indecisiones y opiniones encontradas. No se ponían de acuerdo para elegir los colores y el directivo Juan Rafael Bricheto, que trabajaba en el Puente 2 del puerto por donde pasaban los vapores, propuso adoptar los colores de la bandera del primer barco que llegara. Era una buena solución. Y allí apareció un buque de la compañía naviera sueca Johnsonlinien. Aunque existen dudas de si se trataba del Oskar II, bautizado así en honor al rey de Suecia, o el Drottning Sophia, dedicado a su esposa, el que arribó a las aguas porteñas llevaba su bandera azul con la cruz amarilla.
Así lucían los buques de la Johnsonlinien sueca.

Ya tenían nuevos colores, pero les faltaba definir un diseño. Primero fueron azules con una banda diagonal amarilla pero como las cosía cada familia, algunas las confeccionaban con esa banda que bajaba desde el hombro derecho y otras desde el izquierdo. Las estrenaron el 4 de agosto de 1907 venciendo a General Arenales, en un partido de la Asociación Porteña de Football.

En 1908 Boca Juniors se anotó en la Liga Albión y el 12 de abril venció 4-1 a San Telmo y se quedó con la Copa Barone. Envalentonados por el éxito, los dirigentes decidieron ir tras un desafío más grande y se afiliaron a la Asociación Argentina. Y también debutaron con victorias: 3-1 a la segunda división de Belgrano Athletic, como visitantes, y una semana después el estreno de local en el nuevo reducto de la Dársena Sur, con un arrollador 7-0 sobre Bernal. El primer gol de la historia “oficial” lo anotó Rafael Pratt, nacido en Gibraltar. 

Pronto llegaría para los boquenses el debut internacional. Fue el 8 de diciembre de 1907, cuando recibieron en su primera cancha a los uruguayos del Club Universal de Montevideo. Los orientales ganaron 2-1. Diez meses después fue el momento de la revancha, la primera salida del país: el 4 de octubre de 1908 en la capital uruguaya Boca Juniors fue el que ganó 2-1.

En aquellos años iniciales se fue forjando la rivalidad con los vecinos de barrio: River Plate. Se trataba de partidos amistosos, pero cada vez despertaban más y más pasión. El primero de todos fue el 2 de agosto de 1908, con un 2-1 a favor de los xeneizes.

La participación en el campeonato de la Asociación Argentina revestía de importancia a un equipo que cada vez se volvía más popular. Pero también traía aparejadas varias exigencias, que provocaron que Boca modificara varias veces su cancha, siempre en La Boca. El gobierno nacional le había cedido a título precario un terreno en la isla Demarchi, detrás de las ya desaparecidas Carboneras Wilson e Hijos. Un rápido desalojo en 1912 obligó a trasladarse nuevamente: el nuevo campo de deportes se ubicó a 100 metros de donde se encontraba, en donde hoy está el Observatorio Naval, también en la isla Demarchi. 

La posesión de las tierras seguía estando floja de papeles y aprovecharon que un socio había ofrecido un terreno por 200 pesos mensuales en la localidad de Wilde, pagaderos a doña María Ignacia Eyzaguirre de Urquizú. El 3 de febrero de 1914 Boca Juniors pidió a la Municipalidad de Avellaneda la autorización necesaria para construir su field en el partido. Firmaron un contrato por diez años, se levantaron una casilla y una tribuna y así se instaló Boca del lado sur del Riachuelo. Otra vez el estreno fue con goleada: 7-0 a Quilmes. 

Ya no quedaba bien que las casacas no fueran todas iguales. Para evitar confusiones finalmente en 1913 se optó por una franja horizontal amarilla que le cruza el pecho. Ese fue el año del debut en Primera: el 13 de abril goleó 4-1 a Estudiantil Porteño, en Ituzaingó.

El 15 de junio de 1913 Argentina y Uruguay empataron 1-1 en la cancha de Racing. Para los boquenses fue un partido especial, porque por primera vez un jugador del club integró la selección nacional: el puntero izquierdo Francisco Taggino.

A la vez que el equipo sumaba voluntades por toda la ciudad, los vecinos de La Boca estaban disgustados con tener a su equipo jugando de local en Wilde. De los 1500 socios que tenía solamente le quedaban 300, más de mil rompieron el carnet, reclamando el regreso al barrio de origen, a metros del puerto donde los miles y miles de inmigrantes empezaban una nueva historia lejos de su patria. Boca Juniors debía estar ahí, ser el primer amor de esos trabajadores que llegaban a “hacerse la América”.

Cinco años después del primer amistoso contra los vecinos de River Plate, se enfrentaron por primera vez de manera oficial, por los puntos.“Numerosa concurrencia asistió ayer por la tarde a la cancha del Club Atlético Racing, en Avellaneda, a presenciar el partido oficial, que por el campeonato de primera división de la Asociación Argentina de Football, jugaron los primeros cuadros de los clubes River Plate y Boca Juniors”, comenzaba la fallida crónica del diario La Prensa, reseñando el partido del 24 de agosto de 1913, sin informar el resultado. Los riverplatenses se impusieron 2-1. Nadie lo sabía, claro, pero era un acontecimiento histórico, que marcaría parte de la cultura del ser nacional.

Los resultados no acompañaron el andar de Boca en la cancha de Wilde y el fastidio de los habitantes de La Boca se hizo cada vez más latente, hasta que los dirigentes, encabezados por Emilio Meincke, resolvieron la vuelta al barrio natal. La búsqueda dio con un terreno en la calle Ministro Brin y Senguel, con una fábrica de ladrillos y un galpón incluidos. Trasladaron la tribuna techada que habían levantado en Wilde y el 25 de mayo de 1916, en un amistoso con Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, sellaron su regreso a La Boca, de donde no se irían nunca más.
El regreso de Boca Juniors a su barrio, en la Dársena Sur.

El retorno al barrio revitalizó al equipo y le devolvió el entusiasmo a sus hinchas. Salió tercero en 1917 y repitió la misma campaña en 1918. En 1919 el fútbol porteño se dividió y apenas seis equipos quedaron en la liga: Boca Juniors fue el campeón de la Asociación Argentina. También conquistó la Copa Competencia: en la final nacional, ya iniciado 1920, superó a Rosario Central y accedió a disputar la final internacional en la que superó 2-0 a Nacional de Montevideo.

Pero volvamos a un detalle que podría ser apenas un dato al pasar pero que marcó la identidad boquense para siempre. Dijimos que en el solar de la calle Ministro Brin había una fábrica de ladrillo. Para alimentar el horno se usaban como combustibles la leña y la bosta animal, que dejaba en la zona su particular aroma. A manera de cargada, los rivales empezaron a llamar “bosteros” a los boquenses, pero más allá de la intención peyorativa el apodo fue aceptado y adoptado hasta con orgullo. Trascendió por décadas y llega hasta nuestros días, aún cuando pocos saben del origen.

El masivo acompañamiento popular desbordaba las tribunas de la cancha y tuvo que buscar un nuevo lugar donde levantar un estadio con mayor capacidad. Lo encontró a pocas cuadras, en la intersección de Brandsen y Del Crucero (hoy Del Valle Iberlucea). Le compró parte de los terrenos al ferrocarril y el 6 de julio de 1924 inauguró el nuevo recinto, con la presencia del presidente Marcelo Torcuato de Alvear, quien dio el simbólico puntapié inicial. Después llegó la victoria 2-1 sobre los montevideanos de Nacional, un club que ya se reconocía amigo de Boca
El presidente Marcelo T. de Alvear en la inauguración de la
cancha (en su ubicación actual), en 1924.

El conjunto azul y oro terminó de ganarse el fervor popular con la extraordinaria gira que realizó por Europa en 1925. Fue el primer viaje de un club argentino al Viejo Continente, con resultados deportivos asombrosos: en 19 partidos cosechó 15 triunfos, un empate y apenas tres derrotas. Se destacaron las victorias ante Real Madrid, La Coruña, Espanyol de Barcelona, Atlético de Madrid, los equipos alemanes y un combinado de París. La cobertura periodística del diario Crítica potenció la popularidad de Boca Juniors.

En aquella travesía el plantel fue acompañado por Victoriano Caffarena, un muchacho de buen pasar económico, que se sumó como el único hincha de la gira, y terminó colaborando como masajista y delegado. Hizo una buena relación con los jugadores y le pusieron el apodo de “jugador número 12”, un honor que varias décadas más tarde le reconoció el presidente del club Alberto J. Armando, entregándole una plaqueta. La historia de “la 12” empezó con “el 12”, Caffarena.

Ya consagrado como uno de los clubes más populares de la Argentina, Boca creció aun más en esa segunda mitad de los años veinte. En 1930 fue campeón del último torneo amateur y del primero del profesionalismo, al año siguiente. En ambas ocasiones postergó a Estudiantes de La Plata y a River Plate, nada menos.
La cabecera de la calle Brandsen, en la década de 1920

La historia futbolística de Boca Juniors es por demás conocida, con innumerables éxitos que ya empezaban a acumularse. Y en 1932 decidió modificar su emblema con cada nuevo logro: según el Artículo 1 (inciso 4) del Estatuto del club: “El escudo será engalanado con estrellas representativas cada una de campeonatos obtenidos por su primer equipo de fútbol y por acontecimientos deportivos que, por su significación, puedan equipararse. Cada estrella que se agregue al escudo deberá ser aprobada por la Asamblea de Representantes”.

A medida que sumaba estrellas crecía aún más la popularidad. En esa década la cancha volvió a quedarle chica. En 1934 decidió la construcción de un nuevo estadio de hormigón armado. En 1938 empezó a jugar de local en Ferro Carril Oeste y en San Lorenzo mientras en el mismo predio se desmontaban los tablones para levantar un colosal escenario, con la particularidad de tener tres grandes tribunas en vez de cuatro, acotado el predio en su ancho por las vías del tren y por la calle Del Crucero. La solución fue el diseño del arquitecto esloveno Viktor Sulčič, quien, junto con el geómetra Raúl Bes, y el ingeniero José Luis Delpini, formaban el estudio Delpini-Sulcic-Bes, los mismos que idearon la ingeniosa estructura del Mercado de Abasto de Buenos Aires, hoy convertido en un shopping. La obra estuvo a cargo de la empresa alemana GEOPÉ. 

Finalmente el 25 de mayo de 1940 Boca inauguró su estadio, un prodigio de ingeniería para un terreno tan acotado. A lo largo de los años el recinto fue bautizado con nombres de presidentes del club como Camilo Cichero y Alberto J. Armando, pero siempre para todo el mundo futbolero fue simplemente “La Bombonera”. ¿De dónde surgió ese apelativo? Hay varias versiones pero el arquitecto Sulčič solía contar que todo nació de una anécdota protagonizada por él mismo, durante la etapa de desarrollo del diseño. En ocasión de su cumpleaños, una amiga le regaló una caja de bombones, que Sulčič comenzó a llevar a las reuniones con el ingeniero Delpini y otros participantes del proyecto, ya que su forma era casi exactamente igual a la del estadio que él estaba diseñando. Las proporciones de aquella bombonera de cartón la hacían funcionar como una maqueta práctica y manipulable. A partir de entonces, aun antes de su construcción, para todos fue La Bombonera, incluidas las autoridades del club, que la llamaron así en los discursos del día de su inauguración.

La Bombonera en 1940.

Ricardo Alarcón anotó el primer gol en la nueva casa, ese 25 de mayo de 1940, batiendo a Sebastián Gualco, de San Lorenzo de Almagro. Y fue el mismo Alarcón quien días después marcó el primer tanto oficial, contra Newell's Old Boy's.

La capacidad de 54.000 espectadores volvió a ser insuficiente y suelen lanzarse ideas de construir un nuevo estadio en otras localidades. Pero a diferencia de sus archirrivales, Boca Juniors no quiere irse de La Boca y las protestas se hacen oir. Un solo proyecto (curiosamente esloveno) promete ampliar La Bombonera sin necesidad de comprar más terrenos, ante la imposibilidad de adquirir las manzanas vecinas.

Boca Juniors ha vivido allí innumerables momentos de gloria, en el mismo barrio donde nació en 1905. Y aunque sus hinchas se cuenten por las más diversas geografías, en esas coloridas y pintorescas callecitas de La Boca late el gen de esa pasión. En esas tribunas, tan próximas a la plaza Solís y al Riachuelo donde adoptaron los colores, vive el alma xeneize.