Entrevista con Ángel Cappa

Entrevista realizada en Madrid, en mayo de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

–¿Aquí en Madrid, seguís el fútbol argentino?
–Sí, todo. Lamentablemente se juega cada vez peor. Los campeonatos cortos hacen prevalecer las urgencias, generan histeria y así es muy difícil jugar buen fútbol. Hay más de 500 jugadores argentinos fuera del país... Un buen equipo nunca se hizo en menos de un año. Y salvo Vélez y Colón, todos tienen que hacerlo.

–¿Qué cambiarías?
–Los promedios, son una barbaridad.

–¿Y el entorno?
–También. Antes el fútbol era de los jugadores, después de los técnicos y ahora de los presidentes, salvo en Inglaterra. El caso del Real Madrid es paradigmático: el fracaso del fútbol de mercado.

–El negocio se pone delante del juego...
–Claro, si tenían a Figo, ¿para qué querían a Beckham? Pero bueno, esto que le hace mal al Madrid, le termina haciendo un bien al fútbol.

–¿Habrá dejado una lección este fracaso?
–No creo, los presidentes no son hombres de fútbol. Hay una diferencia entre fama y prestigio; ellos lo que buscan es el beneficio económico rápido.

–¿Esa urgencia es la que se devoró a Bianchi en el Atlético Madrid?
–Le dieron media rueda, una falta de respeto. Pero tenía a la prensa en contra, entonces hoy si gana es por el nuevo entrenador, si pierde es por “el síndrome Bianchi”, una locura. Ahora juega mucho peor y no dicen nada. El DT Murcia tiene diez partidos en Primera y Bianchi 20 años y varias finales...

–¿Cómo viste que Simeone y Sensini hayan pasado de jugadores a técnicos sin escalas?
–Hay una cultura de la inmediatez y los clubes están inmersos en ella. Y Simeone, al que respeto mucho, se sumó a esta ansiedad. Un jugador necesita distanciarse, ver fútbol, aprender el oficio e ir de a poco antes de pasar a ser entrenador.

–¿Qué equipos te llenan hoy?
–Tengo una gran simpatía por el Villarreal, lo de Pellegrini es de un enorme valor. Y los dos más grandes son Barcelona y Arsenal, justos finalistas de la Champions League. Por suerte Juventus quedó eliminada sin hacer un gol, es un fútbol horrible.

–¿Y Selecciones?
–Inglaterra tiene un equipazo. También me gustan Brasil y los checos.

–¿Esperás un llamado?
–Los técnicos somos grandes mentirosos. Cuando estamos bien en una ciudad como Madrid, le prometemos a nuestras esposas que estaremos tranquilos, pero surge un llamado del otro lado del mundo y allá vamos. Aunque creo que después de la experiencia en Sudáfrica, no iría a un equipo donde no comprendiera el idioma.